La semana pasada estuve fuera del país por trabajo. Al llegar al hotel era ya de noche y me encontraba tan cansado por el viaje que no hice mas que acostarme apenas entre a la habitación. A la mañana siguiente me desperté un poco tarde y lo primero que hice fue darme una ducha. Ya mas fresco y descansado, salgo del baño completamente desnudo y fue grande mi sorpresa al ver a la chica que realiza la limpieza limpiando la habitación. Llevaba unos auriculares puestos, por lo que supongo que estaría escuchando música y por eso no escucho que yo me encontraba en el baño. En ese momento recordé que yo en ningún momento trabe la puerta de la habitación ni coloque el cartel de no molestar. Seguramente ella habrá llamado y al no escucharla por estar bañándome, ella habrá asumido que no había nadie y entro. Por lo que puedo ver posee un lindo cuerpo, pero no pude apreciarlo lo suficiente ya que inmediatamente se dio vuelta y me vio. Roja de vergüenza no atinaba mas que a pedirme disculpas, pero sin dejar de mirar mi miembro, que si bien aun estaba flácido, se puede ver que es de gran tamaño. Me pide que no le diga nada a la dueña del hotel o la despediría. La dueña era una señora mayor de muy mal carácter que se ocupada de atender la recepción, pues era un hotel muy pequeño de tan solo unas 10 habitaciones. La tanquilice diciéndole que no iba a decir nada, que seria nuestro secreto. Me da las gracias mientras se muerde el labio, aun mirando mi desnudez. Entonces se da media vuelta y rápidamente sale de la habitación, sin darme tiempo a decir o hacer nada. Me vesti y baje a desayunar. Gran parte del dia me quede en el lobby del hotel trabajando con mi computadora, pero no volvi a ver a la mucama en el resto del dia.
A la noche estaba yo recostado en la cama pensando en la mucama y sintiendo como mi pene se empezaba a poner erecto. Entonces siento unos pasos fuera de la habitación y alguien que tímidamente toca a la puerta. No fue poca mi sorpresa cuando al abrir veo a la mucama quien rápidamente me empuja hacia adentro y me hace caer sobre la cama. Ella entra y cierra la puerta. Se encuentra con el mismo uniforme que a la mañana: una camisa negra con detalles en blanco y una pollera también negra, solo que por alguna razón en este momento la pollera me parece mas corta. Sin dejarme decir nada se arrodilla a mis pies y comienza a acariciar mi entrepierna. Mi bulto se hace cada vez mas grande, y ella sin perder tiempo me desabrocha el pantalón y me lo baja, dejando mi verga al aire. Inmediatamente comienza a masturbarme mientras pasa la lengua por la punta. La situación me excito tanto que en pocos segundos mi verga estaba completamente dura. Sin perder tiempo veo como la chica pasa una mano por debajo de su pollera para hacer a un lado su tanguita roja, se sube sobre mi, y se deja caer sobre mi verga. Por lo mojada que esta pude darme cuenta que ella estaba tan caliente como yo después de nuestro encuentro de esta mañana. Mientras cabalga sobre mi, intento desvestirla, pero ella sujeta mis manos dándome a entender que es ella quien domina la situación. Al cabo de unos minutos de ver como mi verga entra y sale de su concha comienzo a sentir su respiración agitarse y poco después intenta infructuosamente apagar el grito que acompaña a su orgasmo. Al mismo tiempo mi verga deposita la leche en lo mas profundo de su concha.
Se recuesta unos segundos sobre mi pecho. En ese momento puedo sentir que sus tetas son enormes. Entonces me da un beso en la mejilla y acomodándose la tanga se va de la habitación no sin antes decirme que ese sería solo el comienzo. Al escucharla decir eso, siento que mi verga se pone dura nuevamente esperando el próximo encuentro.
A la noche estaba yo recostado en la cama pensando en la mucama y sintiendo como mi pene se empezaba a poner erecto. Entonces siento unos pasos fuera de la habitación y alguien que tímidamente toca a la puerta. No fue poca mi sorpresa cuando al abrir veo a la mucama quien rápidamente me empuja hacia adentro y me hace caer sobre la cama. Ella entra y cierra la puerta. Se encuentra con el mismo uniforme que a la mañana: una camisa negra con detalles en blanco y una pollera también negra, solo que por alguna razón en este momento la pollera me parece mas corta. Sin dejarme decir nada se arrodilla a mis pies y comienza a acariciar mi entrepierna. Mi bulto se hace cada vez mas grande, y ella sin perder tiempo me desabrocha el pantalón y me lo baja, dejando mi verga al aire. Inmediatamente comienza a masturbarme mientras pasa la lengua por la punta. La situación me excito tanto que en pocos segundos mi verga estaba completamente dura. Sin perder tiempo veo como la chica pasa una mano por debajo de su pollera para hacer a un lado su tanguita roja, se sube sobre mi, y se deja caer sobre mi verga. Por lo mojada que esta pude darme cuenta que ella estaba tan caliente como yo después de nuestro encuentro de esta mañana. Mientras cabalga sobre mi, intento desvestirla, pero ella sujeta mis manos dándome a entender que es ella quien domina la situación. Al cabo de unos minutos de ver como mi verga entra y sale de su concha comienzo a sentir su respiración agitarse y poco después intenta infructuosamente apagar el grito que acompaña a su orgasmo. Al mismo tiempo mi verga deposita la leche en lo mas profundo de su concha.
Se recuesta unos segundos sobre mi pecho. En ese momento puedo sentir que sus tetas son enormes. Entonces me da un beso en la mejilla y acomodándose la tanga se va de la habitación no sin antes decirme que ese sería solo el comienzo. Al escucharla decir eso, siento que mi verga se pone dura nuevamente esperando el próximo encuentro.
6 comentarios - Un buen hotel