Debo decir que hasta hace mes y medio creia haber probado todo en el sexo. Sin embargo, fue mi amo Mark quien me abrió los ojos y sobre eso trata esta historia. Espero que la disfruten.
Esto empezó unas semanas después de lo ocurrido en mi anterior relato [Mi regreso a poringa]. Debo mencionar que fueron semanas muy activas sexualmente para mi, en las cuales experimenté las delicias del sadismo. De más esta decir que me encantaba todod eso pero para mi amo Mark y para su esposa, mi amiga y amante, Delia parecía no ser suficiente. Así que un día, después de una seción de sexo del más duro, sucedió esto.
- Mark: Ela [Mi nombre de perra] veni que te quiero mostrar algo.- Yo tenía puesto mi collar y llevaba las manos atadas con una soga atrás de la esplada, y así también unas pinzas para ropa oprimiendome los pezones. Deli [Nombre de perra de Delia] quedó dormida después del cogidón y no daba señales de despertarse en un buen rato. Mi amo me llevó hasta el ropero que más pequeño de la habitación. [Habia dos en la misma, uno enorme que acaparaba toda una pared y el otro mucho más pequeño] Mi amo movió el ropero y detrás había una pequeña puerta que daba a una habitación equipada con un sofa y una cámara de video. La cámara apuntaba a un espejo que estaba en el mismo sitio en el que otro espejo estaba clavado del otro lado de pared, o eso pensé yo al principio; la verdad es que era el mismo espejo, uno de esos en los que se puede ver a través de un lado y del otro no, la verdad no se como se los llamas así que lo dejo a su criterio.
- Mark: Vení puta, chupa.- me ordenó mi amo desde el sofá.- Escuchame bien perra, mañana te vas a poner bien linda y te vas a ir a una discoteca, te levantas a algún tipo y te lo traes a cogértelo en esa cama sin preguntarle nada, ni nombre, ni estado civil, ni nada. Lo vas a coger si condón y con todas las ganas del mundo así que buscate uno que te guste.Deli y yo vamos a estar acá viendote coger con otro, una fantasia que tenemos, así que más vale que lo hagas bien; escuchaste puta.- Yo respondí afirmando con la cabeza sin sacarme la pija de la boca, mi amo me habia dado buenos castigos por hablar mientrás le chupaba la pija así que ya había aprendido a solo mover la cabeza, siempre para abajo y para arriba y nunca para los costados.
La verdad que cuando volví a mi departamento me puse a pensar en que sería la primera vez que cogeria con un desconocido y no solo eso, sino que esas dos personas que tanto placer me daban me estarian viendo; entender eso me excitó aún más. Estuve todo el día siguiente pensando en que ponerme y en que haría para levantarme un buen macho.
Llegué a la discoteca a eso de las 23:30 acompañada por una compañera de trabajo y su novio. Finalmente me decidí por un vestido azul con un escote que resalta mis tetas, sin brasier y con una tanga negra super pequeña. La verdad que cuando me miré al espejo estaba segura de que pescaria algo y lo confirmé con el novio de mi compañera que no dejaba de mirarme las tetas.
Después de unos quince minutos localicé a un morocho alto y de buen porte. Me puse en posición de ataque, apretando las tetas con los brazos y le guiñe un ojo. En treinta segundos lo tenía enfrente con una botella de cerveza.
- Morocho: Hola hermosa- más bien saludó a a mis tetas ya que no le sacaba los ojos de encima.- Me llamó...
- Yo: Shhh... sin nombres ¿te gusto?
- Morocho: Me encantás.
- Yo: ¿Vamos a mi casa?
- Morocho: Vamos.
Con la misión cumplida nos fuimos en su coche hasta la casa de mi amo y ni bien entramos me sacó el vestido y me hizo sacarle la ropa ahí en la sala. Tenia una pija descomunal que me metí en la boca como una hambrienta, pero pronto recuperé la cordura y lo llevé hasta la habitación de mi amo y su esposa. La verdad que me dí cuenta de que le pareció extraño que la cama fuera para dos pero de tan caliente que estaba no pudo preguntar.
Hicimos un 69 divino. El me comia la concha increiblemente bien y yo trataba de meterme todo su enorme miembro pero solo llegaba hasta la mitad. Lo mojé bien con saliba y lo pajee mientras le comia las bolas. Después me la metí de nuevo hasta donde mi garganta aguantaba y el no aguantó. Se corrió en abundancia; yo tuve que sacarmela de la boca para no ahogarme pero después limpie todo como buena puta. Nos acomodamos en la cama y le seguí chupando la pija para ponersela dura otra vez. En unos minutos volvió a estar a punto de caramelo así que lo monté. Tambien soy una yegua por si no sabian, cabalgo muy bien.
El morocho estaba delirando mientros lo montaba, pegaba unos gemidos altísimos y yo le daba unas buena visión de mis tetas rebotando. Ya un poco harto, despues de cinco minutos me agarró las tetas con fuerza y me mandó toda la pija hasta el fondo. Ahí mismo me corrí y allí medio adormecida como quedé me recostó boca arriba y me pegó una cogida infernal
- Morocho: Te gusta puta
- Yo: si....siii....ayyyy...ayyyy.- me estaba desgarrando el muy bruto pero eso es lo que me gusta.
Me vine una vez más en esa pose y él se vino en mis nalgas mientras me cogia en cuatro.
Con una buena turca lo puse duro una vez más y despues le ofrecí la cola. No saben como se puso.
- Morocho: Puta, sos la primera que me pide que le rompa el culo. Que puta que sos, linda.
- Yo: Y... me coges el culo o no?
- Morocho: Vas a ver puta... te haces la guachita pero en una rato vas a estar gritando.- ahi empezó a chuparme el culo y despues a meterme un dedo.
- Yo: No ve vas a hacer gritar así.- lo tente. Ahí mismo me mandó la verga de un golpazo pero no entró mucho, así que lo tenté más.- Podes?
- Morocho: Callate putaaaa....-y me la metió casi toda.
Me daba con una rabia increible pero yo reuní cada gramo de orgullo que tenía para no gritar pero cuando me levantó en sus brazos y me abrió toda me penetró tan profundo que solté un grito animal.
- Morocho. Ves que gritas, puta!
- Yo: Porque me coges rico... pijón.- la verdad que no sé si la palabra existe pero bue... me parció adecuada para él.
Me cogío un rato más así, y sí, grité como loca. Después se sentó en la cama y le chupe la pija con ganas y con las dos manos exprimí esa leche calentita en mi boquita.
Él se baño me dió un beso y se fue, sin nombres, numeros de telefono o algo así, como me dijo miamo. Yo quedé tendida en la camita repasando el placer que habia tenido y pensando en el premio que me esperaba por haber sido una perra obediente.
Esto empezó unas semanas después de lo ocurrido en mi anterior relato [Mi regreso a poringa]. Debo mencionar que fueron semanas muy activas sexualmente para mi, en las cuales experimenté las delicias del sadismo. De más esta decir que me encantaba todod eso pero para mi amo Mark y para su esposa, mi amiga y amante, Delia parecía no ser suficiente. Así que un día, después de una seción de sexo del más duro, sucedió esto.
- Mark: Ela [Mi nombre de perra] veni que te quiero mostrar algo.- Yo tenía puesto mi collar y llevaba las manos atadas con una soga atrás de la esplada, y así también unas pinzas para ropa oprimiendome los pezones. Deli [Nombre de perra de Delia] quedó dormida después del cogidón y no daba señales de despertarse en un buen rato. Mi amo me llevó hasta el ropero que más pequeño de la habitación. [Habia dos en la misma, uno enorme que acaparaba toda una pared y el otro mucho más pequeño] Mi amo movió el ropero y detrás había una pequeña puerta que daba a una habitación equipada con un sofa y una cámara de video. La cámara apuntaba a un espejo que estaba en el mismo sitio en el que otro espejo estaba clavado del otro lado de pared, o eso pensé yo al principio; la verdad es que era el mismo espejo, uno de esos en los que se puede ver a través de un lado y del otro no, la verdad no se como se los llamas así que lo dejo a su criterio.
- Mark: Vení puta, chupa.- me ordenó mi amo desde el sofá.- Escuchame bien perra, mañana te vas a poner bien linda y te vas a ir a una discoteca, te levantas a algún tipo y te lo traes a cogértelo en esa cama sin preguntarle nada, ni nombre, ni estado civil, ni nada. Lo vas a coger si condón y con todas las ganas del mundo así que buscate uno que te guste.Deli y yo vamos a estar acá viendote coger con otro, una fantasia que tenemos, así que más vale que lo hagas bien; escuchaste puta.- Yo respondí afirmando con la cabeza sin sacarme la pija de la boca, mi amo me habia dado buenos castigos por hablar mientrás le chupaba la pija así que ya había aprendido a solo mover la cabeza, siempre para abajo y para arriba y nunca para los costados.
La verdad que cuando volví a mi departamento me puse a pensar en que sería la primera vez que cogeria con un desconocido y no solo eso, sino que esas dos personas que tanto placer me daban me estarian viendo; entender eso me excitó aún más. Estuve todo el día siguiente pensando en que ponerme y en que haría para levantarme un buen macho.
Llegué a la discoteca a eso de las 23:30 acompañada por una compañera de trabajo y su novio. Finalmente me decidí por un vestido azul con un escote que resalta mis tetas, sin brasier y con una tanga negra super pequeña. La verdad que cuando me miré al espejo estaba segura de que pescaria algo y lo confirmé con el novio de mi compañera que no dejaba de mirarme las tetas.
Después de unos quince minutos localicé a un morocho alto y de buen porte. Me puse en posición de ataque, apretando las tetas con los brazos y le guiñe un ojo. En treinta segundos lo tenía enfrente con una botella de cerveza.
- Morocho: Hola hermosa- más bien saludó a a mis tetas ya que no le sacaba los ojos de encima.- Me llamó...
- Yo: Shhh... sin nombres ¿te gusto?
- Morocho: Me encantás.
- Yo: ¿Vamos a mi casa?
- Morocho: Vamos.
Con la misión cumplida nos fuimos en su coche hasta la casa de mi amo y ni bien entramos me sacó el vestido y me hizo sacarle la ropa ahí en la sala. Tenia una pija descomunal que me metí en la boca como una hambrienta, pero pronto recuperé la cordura y lo llevé hasta la habitación de mi amo y su esposa. La verdad que me dí cuenta de que le pareció extraño que la cama fuera para dos pero de tan caliente que estaba no pudo preguntar.
Hicimos un 69 divino. El me comia la concha increiblemente bien y yo trataba de meterme todo su enorme miembro pero solo llegaba hasta la mitad. Lo mojé bien con saliba y lo pajee mientras le comia las bolas. Después me la metí de nuevo hasta donde mi garganta aguantaba y el no aguantó. Se corrió en abundancia; yo tuve que sacarmela de la boca para no ahogarme pero después limpie todo como buena puta. Nos acomodamos en la cama y le seguí chupando la pija para ponersela dura otra vez. En unos minutos volvió a estar a punto de caramelo así que lo monté. Tambien soy una yegua por si no sabian, cabalgo muy bien.
El morocho estaba delirando mientros lo montaba, pegaba unos gemidos altísimos y yo le daba unas buena visión de mis tetas rebotando. Ya un poco harto, despues de cinco minutos me agarró las tetas con fuerza y me mandó toda la pija hasta el fondo. Ahí mismo me corrí y allí medio adormecida como quedé me recostó boca arriba y me pegó una cogida infernal
- Morocho: Te gusta puta
- Yo: si....siii....ayyyy...ayyyy.- me estaba desgarrando el muy bruto pero eso es lo que me gusta.
Me vine una vez más en esa pose y él se vino en mis nalgas mientras me cogia en cuatro.
Con una buena turca lo puse duro una vez más y despues le ofrecí la cola. No saben como se puso.
- Morocho: Puta, sos la primera que me pide que le rompa el culo. Que puta que sos, linda.
- Yo: Y... me coges el culo o no?
- Morocho: Vas a ver puta... te haces la guachita pero en una rato vas a estar gritando.- ahi empezó a chuparme el culo y despues a meterme un dedo.
- Yo: No ve vas a hacer gritar así.- lo tente. Ahí mismo me mandó la verga de un golpazo pero no entró mucho, así que lo tenté más.- Podes?
- Morocho: Callate putaaaa....-y me la metió casi toda.
Me daba con una rabia increible pero yo reuní cada gramo de orgullo que tenía para no gritar pero cuando me levantó en sus brazos y me abrió toda me penetró tan profundo que solté un grito animal.
- Morocho. Ves que gritas, puta!
- Yo: Porque me coges rico... pijón.- la verdad que no sé si la palabra existe pero bue... me parció adecuada para él.
Me cogío un rato más así, y sí, grité como loca. Después se sentó en la cama y le chupe la pija con ganas y con las dos manos exprimí esa leche calentita en mi boquita.
Él se baño me dió un beso y se fue, sin nombres, numeros de telefono o algo así, como me dijo miamo. Yo quedé tendida en la camita repasando el placer que habia tenido y pensando en el premio que me esperaba por haber sido una perra obediente.
10 comentarios - Mi primera vez con un desconocido.
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mis 10 son tuyo
besos cuidate!
😉