Este es mí primer relato espero que les guste:
El secuestro de la novia.
El día de la boda, el día más alegre para cualquier novia y no era la excepción para Aní.
Aní tenía 33 años, con un cuerpo de diosa, siendo su mejor atributo su gran trasero, y ella lo sabía, por eso siempre trataba de que luciera bien, con pantalones ajustados y shorts, ahora admiraba como lucía su vestido de novia el cual pidió que acentuara su hermoso culo.
Sonó la puerta, era el camarero con algo de bebida, la cual Aní se tomo y continuo mirándose al espejo, mirando fijamente su culo, pero algo estaba mal ya que comenzó a sentir pesados sus párpados y el resto de su cuerpo entumido. Sin poderlo evitar, cayó al suelo.
Cuando Aní logro abrir los ojos, no reconoció dónde se encontraba, era un lugar oscuro, como un calabozo, trató de mover sus brazos y no pudo, ya que su cuerpo se encontraba acostado sobre una cama de ginecólogo, quedando sus piernas abiertas, su vestido subido hasta la cintura y sus manos atadas detrás de su nuca, trató de gritar pero tenía un collar con bola que le impedía decir alguna palabra. Comenzó a sentirse extraña, su respiración se acelero debido a que sentía como una lengua recorriendo lentamente su vagina, haciendo círculos, y sentía cómo comenzaba a penetrar en su vagina para acariciarla por dentro.
No podía evitar que su respiración se acelerara, que su cuerpo se arqueara de placer, quien quiera que fuera la persona que estaba en su entrepierna sabía lo que asía. Se sentía aterrorizada y confundida, no podía creer que la hubieran secuestrado, para qué y por qué le están haciendo eso, ¿la matarían?
--¿Te gusta la comida de concha que te dan, puta?
La voz de un hombre se escuchó detrás de la silla de un lugar que ella no podía ver, era la voz de un hombre, ella no la reconocía, sintió una mano acariciar su cabello.
-- No te preocupes puta, no te vamos a lastimar, alguien pagó mucha pasta para que te secuestremos. No sé qué te hará, pero no creo que te quiera lastimar mucho. No debe tardar en llegar, pero nos dijo que te diéramos una oportunidad de irte. Si lográs soportar la lengua de mi amiga durante 15 minutos sin correrte de dejamos ir.
Aní lo único que podía hacer era negar con su cabeza una y otra vez mientras la chica que estaba en su entrepierna aceleraba el ritmo de su lengua.
Con sus labios apretaba y soltaba el clítoris de Aní provocándole convulsiones, sus dedos entraban y salían de su vagina, la cual se mojaba cada vez más.
Aní trataba de resistirse con todo su ser a la caricias, pero su cuerpo no le ayudaba, sentía que estaba ardiendo, su mente gritaba ¡nooooooooooo! De su boca salían gruesas líneas de saliva que no podía tragar por la bola en su boca.
Sus caderas comenzaron a moverse al compás de los dedos de la mujer en su entrepierna, no podía evitarlo, le venía un orgasmo bestial, de su boca comenzaron a salir gemidos ahogados y gritos que se ahogaban por la bola en su boca.
Ya no pudo más, pegando un grito sofocado comenzó a convulsionarse y a soltar grandes chorros de líquido por su vagina, bañando a la chica que le proporcionó tanto placer. Su cuerpo se retorcía en sus ataduras aun por el descomunal orgasmo.
-- Jajajajajajaja, no soportaste ni 10 minutos, ¿No que siempre podías controlarte y cuando decías no era no?
Dijo el hombre que se encontraba detrás de ella, pero antes de que pudiera terminar su frase se escuchó otra voz.
-- Te lo dije, es toda una puta, siempre lo ha negado con la boca pero su panocha siempre dice la verdad.
Esa voz. Esa fuerte voz, le era familiar, le era conocida, solo tardó un segundo en estar segura, no cabía ninguna duda de que era él…….
Continuara……..
Espero que les guste mi primer relato, pronto subiré la continuación.
El secuestro de la novia.
El día de la boda, el día más alegre para cualquier novia y no era la excepción para Aní.
Aní tenía 33 años, con un cuerpo de diosa, siendo su mejor atributo su gran trasero, y ella lo sabía, por eso siempre trataba de que luciera bien, con pantalones ajustados y shorts, ahora admiraba como lucía su vestido de novia el cual pidió que acentuara su hermoso culo.
Sonó la puerta, era el camarero con algo de bebida, la cual Aní se tomo y continuo mirándose al espejo, mirando fijamente su culo, pero algo estaba mal ya que comenzó a sentir pesados sus párpados y el resto de su cuerpo entumido. Sin poderlo evitar, cayó al suelo.
Cuando Aní logro abrir los ojos, no reconoció dónde se encontraba, era un lugar oscuro, como un calabozo, trató de mover sus brazos y no pudo, ya que su cuerpo se encontraba acostado sobre una cama de ginecólogo, quedando sus piernas abiertas, su vestido subido hasta la cintura y sus manos atadas detrás de su nuca, trató de gritar pero tenía un collar con bola que le impedía decir alguna palabra. Comenzó a sentirse extraña, su respiración se acelero debido a que sentía como una lengua recorriendo lentamente su vagina, haciendo círculos, y sentía cómo comenzaba a penetrar en su vagina para acariciarla por dentro.
No podía evitar que su respiración se acelerara, que su cuerpo se arqueara de placer, quien quiera que fuera la persona que estaba en su entrepierna sabía lo que asía. Se sentía aterrorizada y confundida, no podía creer que la hubieran secuestrado, para qué y por qué le están haciendo eso, ¿la matarían?
--¿Te gusta la comida de concha que te dan, puta?
La voz de un hombre se escuchó detrás de la silla de un lugar que ella no podía ver, era la voz de un hombre, ella no la reconocía, sintió una mano acariciar su cabello.
-- No te preocupes puta, no te vamos a lastimar, alguien pagó mucha pasta para que te secuestremos. No sé qué te hará, pero no creo que te quiera lastimar mucho. No debe tardar en llegar, pero nos dijo que te diéramos una oportunidad de irte. Si lográs soportar la lengua de mi amiga durante 15 minutos sin correrte de dejamos ir.
Aní lo único que podía hacer era negar con su cabeza una y otra vez mientras la chica que estaba en su entrepierna aceleraba el ritmo de su lengua.
Con sus labios apretaba y soltaba el clítoris de Aní provocándole convulsiones, sus dedos entraban y salían de su vagina, la cual se mojaba cada vez más.
Aní trataba de resistirse con todo su ser a la caricias, pero su cuerpo no le ayudaba, sentía que estaba ardiendo, su mente gritaba ¡nooooooooooo! De su boca salían gruesas líneas de saliva que no podía tragar por la bola en su boca.
Sus caderas comenzaron a moverse al compás de los dedos de la mujer en su entrepierna, no podía evitarlo, le venía un orgasmo bestial, de su boca comenzaron a salir gemidos ahogados y gritos que se ahogaban por la bola en su boca.
Ya no pudo más, pegando un grito sofocado comenzó a convulsionarse y a soltar grandes chorros de líquido por su vagina, bañando a la chica que le proporcionó tanto placer. Su cuerpo se retorcía en sus ataduras aun por el descomunal orgasmo.
-- Jajajajajajaja, no soportaste ni 10 minutos, ¿No que siempre podías controlarte y cuando decías no era no?
Dijo el hombre que se encontraba detrás de ella, pero antes de que pudiera terminar su frase se escuchó otra voz.
-- Te lo dije, es toda una puta, siempre lo ha negado con la boca pero su panocha siempre dice la verdad.
Esa voz. Esa fuerte voz, le era familiar, le era conocida, solo tardó un segundo en estar segura, no cabía ninguna duda de que era él…….
Continuara……..
Espero que les guste mi primer relato, pronto subiré la continuación.
8 comentarios - El secuestro de la novia.
gracias por el aporte!! besoooosssss,
GodiTICA
yo pase por tu post, vos pasaste por el mio?
los comentarios son el apoyo que necesitamos para seguir adelante!!