Hola, la historia que les voy a contar sucedió hace poco, y todavía me perturba bastante.
Para empezar quisiera informarles que soy un hombre casado, con dos hijas y un matrimonio bastante normal, feliz, sin mayores inconvenientes. Tanto mi esposa como yo estamos dedicados al trabajo y a la familia.
Una tarde, Kelly, mi esposa, me indica que se encuentra bastante estresada del trabajo y que la rutina la está matando. Me dice que Mario y su esposa Rita tienen una pequeña reunión y que nos invitaron. Lógicamente le dije que sí, que estaría bueno salirnos de la rutina, y unos tragos no estarían nada mal.
Kelly se arregla bastante bien, no está muy buena, pero tienes una tetas grandes y su cadera es ancha. Se depiló y se puso un vestido muy ajustado y con un buen escote. Dijo que así se sentía adulta y liberada. Le dije que estaba bien y que disfrutáramos.
Al llegar a casa de Mario, estaban sus compadres Rosa y Wilson, una pareja de personajes fuera de lo común, eran bastante altos y parecían una pareja de atletas profesionales. Rosa era una muñeca, muy blanca, de piel muy suave, como de unos 20 años de edad, alta delgada, ojos negros muy grandes, teticas pequeñas, piernas muy largas. Wilson era muy alto, negro, parecía un velocista, las manos y los pies muy grandes, una gran sonrisa. En cuanto a Mario y Rita, eran tan promedio como nosotros.
Pues bien, empezamos a disfrutar de la reunión, el ambiente de la casa de Mario es semejante a una tasca y pequeño bar. Muy cómodo. Bailamos, cambiamos de parejas en el baile, contamos anécdotas y recuerdo que tomamos bastante, todo muy normal. De repente luego de varios tragos empezamos a hablar de sexo, de tabúes y de esas cosas. Mario salió con que le calentaban las escenas de lesbianas, algo que yo confirmé. Rosa y Wilson no participaban mucho de la conversación , en realidad se estaban besando y metiéndose mano en un rincón.
Kelly entonces nos retó a ver si podíamos describir exactamente que es lo que tanto nos excitaba, y sin mayores, besó a Rita. Rita, en un momento pareció sorprendida, pero enseguida comenzó a responder, acariciando las tetas de Kelly, y metiendo la mano bajo el vestido. Mario estaba como loco y empezó a dar instrucciones. En realidad yo estaba paralizado. No tenía en mente esta situación.
Wilson se retiró al baño y yo imagina que iría a masturbarse. En la barra quedamos Mario, Rosa y yo viendo la escena de lesbianas que protagonizaba mi esposa. Rosa empezó a pasarnos la mano por nuestros penes que estaban a cien. Empezó a quitarse el sweater y mostró unos muy bellos pequeños pechos, como toda una deportista. Luego bajó su falda y vimos ese muy bien trabajado culito, duro, fuerte, suavecito. Su vagina la tenía totalmente depilada. Empezó a decirnos que su fantasía era ser poseída por dos machos, y empezó a buscarnos las vergas para mamar. Nos bajó los pantalones y quedamos desnudos, con las vergas tiesas. Le pidió a Mario que se acostara en la alfombra y que le llenara la vagina con su verga. Ella se acostó sobre él boca arriba con las piernas muy abiertas. Yo veía ese hermoso bollo lleno de pene. Ella me gritaba que me esperaba, que su fantasía se refería a dos penes, no solo a uno. Entonces me arrodillé frente a ella, le olí su vagina que estaba muy bien lubricada y rica. Comencé a chuparle su gallito, mientras Mario sacudía ese huevo a centímetros de mi cara, de hecho me golpeó varias veces con sus bolas. Entonces con mi verga totalmente tiesa la empujé, deslizándola sobre el pene de Mario, y penetrando a Rosa. Entonces caí sobre su torso, y tenía a mi disposición sus teticas. Al mirar hacía arriba observaba como se comía le cuca de mi mujer la cual estaba mirando hacía donde estábamos haciendo el trió. La sensación fue bastante extraña. Me estaba cogiendo a una belleza de mujer, pero mi huevo rozaba forzado a la vez contra la parte superior de su vagina y clítoris, al mismo tiempo que recorría el largo del pene de Mario, que parecía crecer aún más. Estaba en el paraíso terrenal. Y como en el paraíso, hizo su aparición la serpiente.
Wilson salió de baño totalmente desnudo, y con ese enorme monstruo que llama verga. Nos miró y empezó a reír. Dijo que le había excitado la escena lesbica, pero que esto no tenía comparación. Se acercó a Rosa y le puso su serpiente en la boca para que la muñequita se mamara semejante bicho. Yo estaba moviendo el culo y chupando teta, mientras esta muñequita se atragantaba con su pedazo de carne. Pude observar de cerca como su garganta se ensanchaba a medida que Wilson le empujaba el guevo muy dentro de su garganta.
Entonces al fondo escuche como Kelly, mi mujer pedía que le complacieran su fantasía. Entonces Wilson sacó su miembro de la Boca de Rosa, dio la vuelta y sin previo aviso la empujó toda dentro de mi culo, intenté salir del apuro pero Rosa y Mario me tenía sujeto. Apreté lo más que pude mi culo, pero fue peor, el negro se alborotó más y empujó hasta que sentí que la cabeza de su guevo empujaba a mi ombligo desde atrás, y sus bolas y las de Mario hacían un sandwinch con las mías.
Mi mujer gritaba como poseída, mirando la escena y disfrutando de la lambida de cuca, con dedito en el culo.
Yo, gritaba de dolor, de placer, de sorpresa. Me sentía asfixiado y aplastado entre la bella y la bestia. Estas teticas eran una delicia, y ese negro era inmenso.
El desgraciado del Mario se excitó tanto que empezó a eyacular dentro de Rosita, llenando esa cicuta y mi pene con sus semen caliente. Lo que hizo muy resbaloso el ambiente intravaginal, con lo que empecé a coger muy sabroso a Rosa, no es que yo sea muy bueno en la cama, sino que enganchado con este negro del Wilson me sacudía violentamente, haciendo que la muñequita gritara su orgasmo en mi cara.
El Negro entonces nos abrazó fuertemente a los tres, empujó su pene muy profundo en mis intestinos y me llenó de leche. Esa sensación a la vez hizo que me viniera. Fue el polvo más excitante que he echado en mi vida. Me ardía el culo, las pelotas, las tetillas, el glande. Me dolía el pene.
El Negro en ese momento me lo sacó del culo, y dio la sensación de cuando se destapa un refresco con gas, sonó plat!, entonces, aun sobre el cuerpo relajado de la muñequita, con los penes flácidos de Mario y el mío saliendo escurrido de esa cuquita, se acercó mi mujer y la de Mario, Rita se metió de cabeza y besó nuestras bolas. Kelly se fue a mi culo y lo acarició con su lengua. Yo agradecía bastante, ya que me produjo una gran sensación de alivio y relax. Entonces, succionó fuertemente y extrajo la leche del negro. Se besó con rita, y Rita sacando a Mario de abajo de paquete lo besó en la boca, pasándole toda la mezcla de leche del negro con lo que había recogido de nuestras bolas. Mario se tragó la leche y se sentó en la barra.
Rosa, Rita, Wilson, Kelly y Mario me miraron y rieron de buena gana. No sentamos y sirvieron unos tragos.
Entonces Kelly me besó en la boca tiernamente, y me susurró al oído: “Feliz cumpleaños Amor!”…
Para empezar quisiera informarles que soy un hombre casado, con dos hijas y un matrimonio bastante normal, feliz, sin mayores inconvenientes. Tanto mi esposa como yo estamos dedicados al trabajo y a la familia.
Una tarde, Kelly, mi esposa, me indica que se encuentra bastante estresada del trabajo y que la rutina la está matando. Me dice que Mario y su esposa Rita tienen una pequeña reunión y que nos invitaron. Lógicamente le dije que sí, que estaría bueno salirnos de la rutina, y unos tragos no estarían nada mal.
Kelly se arregla bastante bien, no está muy buena, pero tienes una tetas grandes y su cadera es ancha. Se depiló y se puso un vestido muy ajustado y con un buen escote. Dijo que así se sentía adulta y liberada. Le dije que estaba bien y que disfrutáramos.
Al llegar a casa de Mario, estaban sus compadres Rosa y Wilson, una pareja de personajes fuera de lo común, eran bastante altos y parecían una pareja de atletas profesionales. Rosa era una muñeca, muy blanca, de piel muy suave, como de unos 20 años de edad, alta delgada, ojos negros muy grandes, teticas pequeñas, piernas muy largas. Wilson era muy alto, negro, parecía un velocista, las manos y los pies muy grandes, una gran sonrisa. En cuanto a Mario y Rita, eran tan promedio como nosotros.
Pues bien, empezamos a disfrutar de la reunión, el ambiente de la casa de Mario es semejante a una tasca y pequeño bar. Muy cómodo. Bailamos, cambiamos de parejas en el baile, contamos anécdotas y recuerdo que tomamos bastante, todo muy normal. De repente luego de varios tragos empezamos a hablar de sexo, de tabúes y de esas cosas. Mario salió con que le calentaban las escenas de lesbianas, algo que yo confirmé. Rosa y Wilson no participaban mucho de la conversación , en realidad se estaban besando y metiéndose mano en un rincón.
Kelly entonces nos retó a ver si podíamos describir exactamente que es lo que tanto nos excitaba, y sin mayores, besó a Rita. Rita, en un momento pareció sorprendida, pero enseguida comenzó a responder, acariciando las tetas de Kelly, y metiendo la mano bajo el vestido. Mario estaba como loco y empezó a dar instrucciones. En realidad yo estaba paralizado. No tenía en mente esta situación.
Wilson se retiró al baño y yo imagina que iría a masturbarse. En la barra quedamos Mario, Rosa y yo viendo la escena de lesbianas que protagonizaba mi esposa. Rosa empezó a pasarnos la mano por nuestros penes que estaban a cien. Empezó a quitarse el sweater y mostró unos muy bellos pequeños pechos, como toda una deportista. Luego bajó su falda y vimos ese muy bien trabajado culito, duro, fuerte, suavecito. Su vagina la tenía totalmente depilada. Empezó a decirnos que su fantasía era ser poseída por dos machos, y empezó a buscarnos las vergas para mamar. Nos bajó los pantalones y quedamos desnudos, con las vergas tiesas. Le pidió a Mario que se acostara en la alfombra y que le llenara la vagina con su verga. Ella se acostó sobre él boca arriba con las piernas muy abiertas. Yo veía ese hermoso bollo lleno de pene. Ella me gritaba que me esperaba, que su fantasía se refería a dos penes, no solo a uno. Entonces me arrodillé frente a ella, le olí su vagina que estaba muy bien lubricada y rica. Comencé a chuparle su gallito, mientras Mario sacudía ese huevo a centímetros de mi cara, de hecho me golpeó varias veces con sus bolas. Entonces con mi verga totalmente tiesa la empujé, deslizándola sobre el pene de Mario, y penetrando a Rosa. Entonces caí sobre su torso, y tenía a mi disposición sus teticas. Al mirar hacía arriba observaba como se comía le cuca de mi mujer la cual estaba mirando hacía donde estábamos haciendo el trió. La sensación fue bastante extraña. Me estaba cogiendo a una belleza de mujer, pero mi huevo rozaba forzado a la vez contra la parte superior de su vagina y clítoris, al mismo tiempo que recorría el largo del pene de Mario, que parecía crecer aún más. Estaba en el paraíso terrenal. Y como en el paraíso, hizo su aparición la serpiente.
Wilson salió de baño totalmente desnudo, y con ese enorme monstruo que llama verga. Nos miró y empezó a reír. Dijo que le había excitado la escena lesbica, pero que esto no tenía comparación. Se acercó a Rosa y le puso su serpiente en la boca para que la muñequita se mamara semejante bicho. Yo estaba moviendo el culo y chupando teta, mientras esta muñequita se atragantaba con su pedazo de carne. Pude observar de cerca como su garganta se ensanchaba a medida que Wilson le empujaba el guevo muy dentro de su garganta.
Entonces al fondo escuche como Kelly, mi mujer pedía que le complacieran su fantasía. Entonces Wilson sacó su miembro de la Boca de Rosa, dio la vuelta y sin previo aviso la empujó toda dentro de mi culo, intenté salir del apuro pero Rosa y Mario me tenía sujeto. Apreté lo más que pude mi culo, pero fue peor, el negro se alborotó más y empujó hasta que sentí que la cabeza de su guevo empujaba a mi ombligo desde atrás, y sus bolas y las de Mario hacían un sandwinch con las mías.
Mi mujer gritaba como poseída, mirando la escena y disfrutando de la lambida de cuca, con dedito en el culo.
Yo, gritaba de dolor, de placer, de sorpresa. Me sentía asfixiado y aplastado entre la bella y la bestia. Estas teticas eran una delicia, y ese negro era inmenso.
El desgraciado del Mario se excitó tanto que empezó a eyacular dentro de Rosita, llenando esa cicuta y mi pene con sus semen caliente. Lo que hizo muy resbaloso el ambiente intravaginal, con lo que empecé a coger muy sabroso a Rosa, no es que yo sea muy bueno en la cama, sino que enganchado con este negro del Wilson me sacudía violentamente, haciendo que la muñequita gritara su orgasmo en mi cara.
El Negro entonces nos abrazó fuertemente a los tres, empujó su pene muy profundo en mis intestinos y me llenó de leche. Esa sensación a la vez hizo que me viniera. Fue el polvo más excitante que he echado en mi vida. Me ardía el culo, las pelotas, las tetillas, el glande. Me dolía el pene.
El Negro en ese momento me lo sacó del culo, y dio la sensación de cuando se destapa un refresco con gas, sonó plat!, entonces, aun sobre el cuerpo relajado de la muñequita, con los penes flácidos de Mario y el mío saliendo escurrido de esa cuquita, se acercó mi mujer y la de Mario, Rita se metió de cabeza y besó nuestras bolas. Kelly se fue a mi culo y lo acarició con su lengua. Yo agradecía bastante, ya que me produjo una gran sensación de alivio y relax. Entonces, succionó fuertemente y extrajo la leche del negro. Se besó con rita, y Rita sacando a Mario de abajo de paquete lo besó en la boca, pasándole toda la mezcla de leche del negro con lo que había recogido de nuestras bolas. Mario se tragó la leche y se sentó en la barra.
Rosa, Rita, Wilson, Kelly y Mario me miraron y rieron de buena gana. No sentamos y sirvieron unos tragos.
Entonces Kelly me besó en la boca tiernamente, y me susurró al oído: “Feliz cumpleaños Amor!”…
1 comentarios - Orgia Con Tres Parejas
gracias por el aporte!! besoooosssss,
GodiTICA
yo pase por tu post, vos pasaste por el mio?
los comentarios son el apoyo que necesitamos para seguir adelante!!