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Marido aceptando infidelidad, Continuación

Segunda y ultima parte del relato !!!




Nada más marcharse Carlos el psicólogo, los dos nos quedamos sentados, en la mesa grande del salón, en silencio durante un largo rato, hasta que Eva rompió el hielo.
E.- Que tal estas?
J.- Bien, mejor, he solucionado muchas dudas que no me atrevía a preguntarte.
E.- Yo estoy dispuesta a hacer todo lo que sea, para solucionar nuestro matrimonio.
J.- De verdad?
E.- Si claro.
J.- Pues sigue contándome lo que hiciste luego, porque aquel día llegaste a las 7:30 de la mañana, ahora te lo pido yo y no el psicólogo, cuéntamelo con pelos y señales.
E.- Estas seguro, de que quieres saber lo que pasó.
J.- Seguro.
E.- Prométeme que me perdonaras y que todo será como antes.
J.- Lo prometo, cuéntame lo que hiciste.
E.- Ok.
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Eva cuenta como fue la noche con esos dos tipos:


Una vez que habíamos terminado en el baño, el se fue de allí, yo tuve que limpiarme todo el semen y colocar mi ropa, antes de salir de nuevo al pub, intente buscarle con la mirada y allí estaba con su amigo Manuel, imagino que contando lo sucedido en el baño de caballeros, me acerque a ellos, con la intención de despedirme, pero ya tenía preparada otra copa en la barra.
- no mujer no te marches ahora tomate otra copa con nosotros y luego te dejamos en casa.
Acepte, y me quede con ellos dos, había bebido más de la cuenta, algo a lo que no estoy muy acostumbrada, pero estaba bien con ellos, Eloy me miraba con cariño y eso me gustaba, cuando los tres nos terminamos nuestras copas dijeron de ir a otro sitio, yo pude decir que me llevaran a casa pero no fue así, y me marche con ellos, subimos en el coche de Manuel, yo pensaba que Eloy se subiría delante de copiloto, pero no lo hizo, se puso en el asiento de atrás junto a mí, mientras Manuel arrancaba el coche, Eloy comenzó de nuevo a besarme, ante la mirada de Manuel por el retrovisor, a la vez que me besaba, con su mano derecha, me separo las piernas y no paró hasta alcanzar mi coñito que estaba bastante mojado, a mi me daba un poco de vergüenza la mirada de Manuel pero las copas y la excitación me llevaron a hacer todo lo que Eloy me pedía.
Eloy - bájate los tirantes de la camiseta.
Yo no dude ni un instante, y me baje los tirantes quedando mi tetas a la vista no solo de Manuel y Eloy, si no de los demás coches que estaban parados en el semáforo, creo que nadie me vio solamente ellos, pero estaba tan excitada que me daba igual, los comentarios de ellos me excitaron aún más
Eloy.-
Que te parecen sus tetas Manuel?
Manuel alzo su vista por el espejo retrovisor, para verme bien y dijo.
Manu- Preciosas, en el siguiente semáforo me gustaría tocarlas para dar una opinión más veraz.
Aquello ya me pareció demasiado, vale que Manuel fuera testigo de cómo me enrollaba con Eloy, y me mirara las tetas pero no toleraría que también me las tocara.
Eva.- Perdona Manuel las tetas solo me las va a tocar Eloy, contigo no quiero tener nada, dijo yo muy educada.
Los dos empezaron a reírse tras mis palabras, y me sentí muy humillada, seguidamente Eloy,me miro enfurecido y dijo:
Eloy.- Manuel, para a la derecha cuando puedas, nuestra acompañante se baja en la próxima.
Esas palabras me hicieron daño, ya que si no dejaba que Manuel me tocara las tetas no podría seguir enrollándome con Eloy esa noche, y en ese momento no había nada que deseara más, a los pocos segundos, Manuel paro el coche, y Eloy abrió la puerta diciendo:
Eloy.- Ya puedes bajar Eva, la noche ha terminado para ti.
Manuel al parar el coche en un lado, pudo girar su cabeza y recrear su vista en mis tetas, ya que yo aún seguía con los tirantes y la camiseta bajada, sinceramente no quería bajarme, y yo misma cerré la puerta y me acerque hasta Manuel, para que este pudiera tocar mis tetas, este encantado con la situación empezó a sobarlas con las dos manos, pellizcando mis pezones, que ya estaban durísimos, tras un rato así, escuche la voz de Eloy.
Eloy.- Venga Manuel arranca, que ya estamos llegando.
Manuel prosiguió la marcha, yo no sabía bien donde, pero quería seguir con Eloy, y si Manuel tenía que estar con nosotros, lo aceptaría, Eloy miro mis pezones, que aun seguían duros tras la sobada de Manuel, y comenzó a chuparlos mientras con la mano se abría paso de nuevo hacia mi vagina, que ahora estaba más mojada aún, con facilidad logró retirar mi tanga hacia un lado e introdujo uno de sus dedos, ante tal acción, no pude evitar dar un gemido de placer, lo que hizo que Manuel girara la cabeza y no siguiera mirando por el retrovisor, tras ese primer dedo, Eloy consiguió colocar un segundo dedo dentro de mí, y en ese momento cerré mis ojos y disfrute de lo que me estaba pasando, Eloy logro que consiguiera el segundo orgasmo de la noche, tras ese magnífico rato, las palabras de Manuel me hicieron volver a la realidad.
M.- Ya hemos llegado.
Miré por la ventana para reconocer el lugar, pero no tenía ni idea de donde me encontraba, eran las 4:30 de la mañana, y estaba en un polígono industrial, Eloy con su teléfono móvil envió un sms.
Tras unos segundos su móvil volvió a sonar y leyó otro sms, y no dijo nada más..
Eva.- A quien esperamos ahora Eloy.
Eloy.- No hagas preguntas, has podido bajarte del coche antes de estar aquí, ahora ya no hay vuelta atrás.
Tras sus palabras Eloy volvió a besarme con todas sus fuerzas, y yo me sentía muy excitada, mi mano fue a parar a su paquete y pude notar lo excitado que estaba el también, de repente unas luces nos deslumbran dándonos fogonazos con las largas, Eloy dejo de besarme, y me dijo.
Eloy.- Ponte bien la camiseta y tapate las tetas.
Un coche se dirigía hacia nosotros coloque mi ropa, pude ver que el coche tenia arriba una sirena de color azul, en ese momento me paralicé, pensando que venía la policía hacia nosotros, una vez el coche estaba al lado nuestro descubrí que era un coche de guardas de seguridad, de estos que se dedican a cuidar las naves en los polígonos para que no roben, del coche de seguridad, se bajo un hombre de unos 45 años, alto y fuerte un poco gordito quizás, pero la verdad impresionaba, llevaba uniforme marrón con gorra, y a un lado de su cintura una porra, y al otro una pistola, mientras el otro compañero no se bajo y miraba desde el coche, yo la verdad es que estaba asustada, Eloy bajo la ventanilla para hablar con él.
Eloy.- Buenas noches.
Seguridad.- Hola que hacen aquí?.
Eloy.- Nada buscábamos un sitio tranquilo para pasar un rato.
Seguridad.- Bajaros de uno en uno, últimamente hay muchos robos por aquí.
El primero que se bajo, fue Manuel el tipo de seguridad, le alumbro con una linterna y empezó a cachearle, primero por delante y luego le hizo poner sus brazos contra el coche y luego por detrás, tras Manuel bajo Eloy e hizo la misma operación, yo estaba muy nerviosa, ya que tras ellos me tocaba a mi bajarme del coche, el tipo me hizo un gesto para que saliera del coche, me baje, y con la linterna primero me alumbro en los ojos lo que me dejo un poco cegada, tras observar mi cara la linterna fue bajando hacia abajo por todo mi cuerpo, deteniéndose descaradamente en mis tetas, tras esto guardo la linterna, y procedió a cachearme a mí también, metió sus manos por debajo de mis axilas y no dudo en tocar descaradamente mis tetas, después fue bajando por mi cintura apretando con fuerza y terminando por mis piernas, tras el cacheo por delante llego lo peor, me dijo que me girara y que pusiera los brazos contra el coche, pude notar como su paquete se acercaba a mi culo, pero estaba tan asustada, que no pude ni protestar, con sus manos ya descaradamente toco mis tetas, yo gire mi cabeza hacia donde se encontraban Manuel y Eloy, y Eloy me hizo un gesto de aprobación y levantando su pulgar me indico que lo estaba haciendo muy bien, el hombre de seguridad cuando ya se canso de sobarme las tetas, sus manos fueron bajando hacia la cintura, y de repente metió uno de sus pies entre mis piernas y de un golpe me hizo abrirlas, tras esto subió mi falda hasta la cintura, y en ese momento proteste.
Eva.- Oiga usted se está pasando, y seguidamente quite las manos del coche para bajarme la falda.
Seguridad.- Otra tontería como la que has hecho y llamo a la policía.
Eloy.- Eva es mejor que le obedezcas, el que llame a la policía, no nos interesa a ninguno.
Llevaban razón me había metido en un lio y no podía salir de el, el tipo de seguridad volvió a subirme la falda, y esta vez no intente evitarlo, en ese momento aquel tipo gordo tenía una visión impecable de mi culo y mi tanguita blanco, por el reflejo de los cristales de la ventanilla podía ver la cara que tenía ese tipo, y también pude ver como cogía con su mano la porra que tenía en el cinturón, y me la coloco entre mis piernas, apretando fuerte contra mi coño que seguía empapado como toda la noche, aunque no quería la situación me estaba excitando de manera increíble, el seguridad separo la porra, y me bajo el tanga hasta las rodillas, y tras esto volvió a poner la porra donde la había tenido colocada antes, pero ahora directamente sobre mi vagina, con su enorme mano empujo mi espalda e hizo que me arqueara más en mi postura, pudiendo en ese momento introducir la porra en mi coño, con lo que no pude evitar dar un gran grito, entre dolor y excitación que era sobrehumana, no quería que aquel momento se acabara, nunca, tras un rato jugando con la porra sobre mi coño, oí el sonido de una cremallera que bajaba, volví a mirar a Eloy, que volvió a asentir con la cabeza, noté como las manos del hombre de seguridad se posaban en mis caderas, y de un golpe seco me atravesó con su polla, sus fuertes acometidas me hacían empujar mis manos contra el coche, era un bestia, pero me estaba dando un placer enorme, un chorro caliente de semen sobre mi coño me hizo notar que había terminado, se retiro de mi, se subió la bragueta, y dijo:
Seguridad.- Eloy amigo, no dejas de superarte.
Eloy.- Gracias, ahora nos toca a nosotros, tienes algún sitio por aquí?
Me quede de piedra, ellos se conocían, ese tipo no había venido al azar hasta nosotros, Eloy lo aviso, el seguridad, me volvió a subir el tanga y me bajo la falda, cuando me incorpore, y me puse recta un chorro enorme de semen bajo hasta mi tanga que era un charco de flujos, mire a Eloy, y estuve a punto de decir que me marchaba cuando el hombre de seguridad dijo:
Seguridad.- Toma Eloy estas son las llaves de la nave 18, es la que está un poco más arriba, subid a las oficinas por las escaleras que hay a la derecha, allí tenéis un sofá que se hace cama, lo único no podéis encender la luz para no llamar la atención, te dejo esta linterna y luego me la devuelves, la nave no debe abrirse hasta el lunes, tenéis 2 horas para devolverme las llaves, a esa hora termino mi turno.
Eloy.- Gracias nos vemos en un rato, subid al coche.
Manuel subió al coche enseguida, y Eloy hizo lo propio, yo no sabía qué hacer si quedarme allí ante la mirada viciosa del tipo de seguridad o subir al coche, con mis dos compañeros de noche, ida por la lujuria me subí en el asiento de atrás del coche con Eloy y mientras Manuel arrancaba me dijo:
Eloy.- Eres una buena putita, me has hecho quedar muy bien delante de mi amigo, no esperaba menos de ti, pero ahora queda lo mejor.
Yo estaba muy nerviosa pero esas palabras tan sucias me habían vuelto a excitar, no sé que tenía ese hombre pero me ponía muy cachonda, llegamos a la nave 18 y nos bajamos los tres Eloy logro abrir la puerta de la nave, y pasamos dentro, una vez allí, no se veía nada estaba totalmente oscuro, Manuel fue el primero en intentar avanzar a tientas, Eloy me cogió de la mano y yo le seguí, fuimos hacia la derecha como nos indico el hombre de seguridad, buscando dar con las escaleras, mientras Eloy me sorprendió con un beso en la boca, su lengua y la mía su unieron durante unos segundos, sus manos bajaron otra vez los tirantes de mi camiseta y su boca se dirigió a mis pezones, estaba excitadísima, Eloy era un maestro, de repente note como por detrás las manos de Manuel subían mi falda y con una navaja o tijeras consiguió arrancarme el tanga, en ese momento tuve miedo por el objeto punzante que rompió mi ropa interior pero el placer lo supero con creces, nunca había tenido dos hombres para mi, uno por delante daba cuenta de mis tetas y el otro por detrás, llegaba perfectamente a mi vagina con sus dedos, Manuel tras sacar sus dedos de mi coño y pasarlos por mi cuello, me los metió en la boca, tenia sabor a mis flujos o quizás también a los del tipo de seguridad o porque no a los de Eloy en los baños del pub, yo chupaba los dedos como si de pollas se trataran y Eloy lo supo entender, dejo de chupar mis tetas para empujar a mi cabeza hacia abajo, yo me arrodille, seguíamos muy a oscuras pero la silueta de sus cuerpos si podía distinguirlas, los dos sacaron sus pollas y empezó a chupar una, mientras pajeaba con mi mano la otra, estaba excitadísima, y ellos también Eloy me cogió del pelo por la nuca y con su mano me indicaba la polla que debía de chupar, cuando se canso de esta situación volvió a tirar de mi pelo para levantarme hacia arriba y ponerme de pie, Eloy iba delante buscando las escaleras yo de su mano y detrás Manuel tocando todo lo que podía, logramos llegar a las escaleras y despacio fuimos subiendo, Eloy con la ayuda de la linterna abrió la puerta y pudimos ver el sofá era de color oscuro y bastante viejo, Eloy me hizo sentarme, ellos estaban frente a mí con sus dos pollas erectas y apuntándome,, intente chupársela a los dos a la vez, y no se me dio mal era algo que no había hecho nunca como muchas de las cosas que hice esa noche, Eloy me volvió a coger del pelo, parecía que le encantaba tratarme así, y yo había descubierto que a mi también, me coloco de espaldas a ellos con las manos apoyadas en el respaldo del sofá, yo me doble todo lo que pude ofreciéndome y no tarde en recibir la primera polla, el primero en tomarme fue Eloy y con sus embestidas era capaz de mover el sofá, volví a correrme de gusto y grite, como nunca, tras mi orgasmo llego el de Eloy que lleno todo mi coño de semen ardiendo, yo sabía que no había terminado, y que Manuel quería su parte del pastel, me cogió de las caderas y me dijo al oído.
Manuel.- Hacia tiempo que no conocía una puta como tú, seguro que estas casada, o tienes novio y no te dan lo que necesitas, hoy vas a aprender mucho y seguro que vuelves a buscarnos algún día.
Sus palabras me volvieron a excitar a la vez que reflexione sobre la posibilidad de volver a ver a esos dos tipos, Manuel coloco su polla en mi coño y aunque era más gorda y grande que la de Eloy, no tuvo problemas en metérmela por la cantidad de liquido que había en mi coño, tras unos minutos intensos de embestidas Manuel se vació en mi, soltando una corrida descomunal que caía por el interior de mis muslos, yo destrozada me deje caer sobre el sofá, mientras ellos me miraban como un juguete con el que ya has terminado de jugar, diciéndome.
Eloy.- Eres una puta, del las mejores que hemos conocido, Eva, no sabemos si estas soltera, casada, o tienes novio, tampoco nos importa, pero este es mi teléfono, si algún día quieres volver a vernos llámame.
Tras un rato allí sin hablar nos fuimos colocando la ropa, y con la ayuda de la linterna bajamos las escaleras, conforme mi excitación bajaba el sentimiento de culpa y el remordimiento era mayor, solo pensaba en ti, Javier, y en el daño que te había echo, tras esto y sin hablar subimos al coche, y Manuel me pregunto que donde vivía, le dije una dirección de una calle cercana y allí me dejaron y me vine andando hasta casa, cuando llegue a casa estabas allí, despierto esperándome, me preguntas que tal la noche con mis amigas, y te conté que te había engañado, hasta hoy no me habías vuelto a escuchar ni a dirigir la palabra, espero que me perdones y que salvemos nuestro matrimonio Javier.
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Javier.- Bien, intentaremos salvar nuestro matrimonio, pero he visto que no te conozco, y que hay cosas que te gustan y no me habías dicho, el matrimonio va a salir adelante si tu quieres pero van a cambiar muchas cosas, te lo puedo asegurar.

Fuente. www.todorelatos.com

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