Ana temblaba como una hoja cuando le lleve la mano al zipper de mi jean. Pero no dudo y lo bajo. Mi pija estaba dura como ninguna vez la recuerde. La miel e sobraba en el glande y recogí con mi dedo índice y se la pase por los labios y la bese. De inmediato dejo de besarme y bajo hasta ella y la introdujo en su boca.
No se porque, jamás lo había hablado con Ana y tenia la certeza que renegaría si le pidiera que me dejara acabarle en la boca. Siempre rebelde cuando pido. Así que deje que me la siguiera chupando, hasta que me di cuenta que tanto ella como yo habíamos perdido las riendas de los sentidos. Era todo placer. Solo veía soltar mi pija para exhalar sus orgasmos y seguía, mientras yo le acariciaba su clítoris. Creo que su dedo pulgar apretando el tronco de la pija sintió cuando la leche empezó a caminar para que eyaculara. Dije para mis adentros, Ana no, no pares, no temas. Ana estaba lejos de escuchar mis ideas y muy próxima a mis sentimientos. Siguió, siguió hasta que acabe inmensamente en su boca. No vi que cayera ni gota en mi panza ni que se asomara un rastro de semen en sus labios. Y siguió chupándola hasta que la flaccidez le dio su tranquilidad. Me miro y como desafío a lo que no había pedido, pero sabia que me hubiera contestado que no, me beso en la boca. Percibí la suavidad de su saliva y la densidad a de mi leche.
Se acurruco a mi lado, me tomo con la mano la pija y se quedo dormida.
No se porque, jamás lo había hablado con Ana y tenia la certeza que renegaría si le pidiera que me dejara acabarle en la boca. Siempre rebelde cuando pido. Así que deje que me la siguiera chupando, hasta que me di cuenta que tanto ella como yo habíamos perdido las riendas de los sentidos. Era todo placer. Solo veía soltar mi pija para exhalar sus orgasmos y seguía, mientras yo le acariciaba su clítoris. Creo que su dedo pulgar apretando el tronco de la pija sintió cuando la leche empezó a caminar para que eyaculara. Dije para mis adentros, Ana no, no pares, no temas. Ana estaba lejos de escuchar mis ideas y muy próxima a mis sentimientos. Siguió, siguió hasta que acabe inmensamente en su boca. No vi que cayera ni gota en mi panza ni que se asomara un rastro de semen en sus labios. Y siguió chupándola hasta que la flaccidez le dio su tranquilidad. Me miro y como desafío a lo que no había pedido, pero sabia que me hubiera contestado que no, me beso en la boca. Percibí la suavidad de su saliva y la densidad a de mi leche.
Se acurruco a mi lado, me tomo con la mano la pija y se quedo dormida.
4 comentarios - Una acabada espectacular