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El intercambio de regalos de navidad

Hola, soy un hombre de 26 años moreno y alto, por los comentarios de las chicas del trabajo, creo que no soy de mal ver, pero eso no es lo que importa ahora.

Este relato sucedió en la pasada temporada navideña, y como es costumbre en la mayoría de los trabajos, en esta temporada se organizan los famosos “intercambios de regalos” entre los compañeros; pero mi nunca han sido una situación emocionante pues siempre es muy complicado escoger un regalo y por lo general terminamos recibiendo algo que sinceramente no nos gusta, pero la insistencia de las compañeras y el convivo que acompaña al intercambio me convencieron de participar en esta ocasión, además este sería mi ultimo año en esta región ya que la empresa me cambiaría a una nueva zona, por lo que seria mi ultima oportunidad de estar con los amigos del trabajo.

Pues bien, todo era normal, y pensé que este año sería mejor que me tocara dar un regalo a un compañero que a una compañera por que así con un cinturón negro estaría todo arreglado y habría cumplido con el tramite del dichoso intercambio de regalos.

Dada mi mala fortuna por años en estos menesteres. Se organizo el sorteo y fue ahí cuando mi suerte navideña empezó a cambiar, tome mi papel, vi el nombre de Lourdes o Lulú como le decían los amigos, no lo podía creer, me toco entregarle un regalo a aquella mujer que en mas de una ocasión provoco en mi los mas bajos impulsos, y es que a pesar de ser algunos años mayor que yo sigue teniendo un cuerpo escultural, tendrá alrededor de 34 años, de piel morena clara, de estatura media, delgada a pesar de ser madre de 2 niñas, y creo que este hecho mejoró su figura pues sus senos son pronunciados, sus caderas redondas y firmes y tiene una par de piernas de ensueño, largas y torneadas, muy diferente de las jóvenes que recién entraron a la empresa. Ella si que es una digna representante de la mujer madura, todo esto combinado con su cabello castaño y su buen gusto para maquillarse, realza toda su imagen.

Para mi siempre fue una fantasía, por que aunque somos compañeros dentro de la empresa, solo la veo ocasionalmente, a pesar de tener tan buen cuerpo es una mujer muy recatada, amable, viste ropas neutras no muy formales pero con las que trata de disimular un poco lo bien conservada que está, para mi mala suerte no es la “MILF” que yo quisiera tener como compañera a mi disposición.

Pasaron los días y no tenía claro que tipo de regalo podría hacerle a esta bella mujer, era como un arma de dos filos, una gran oportunidad de impresionarla o quedar como un idiota ante sus ojos, y quería jugar hábilmente mis cartas para tener una oportunidad con ella.

Pensé en regalarle algo original y no caer en los mismos regalos tontos que abundan en estas épocas, pero a la vez tenía que ser directo en mi mensaje, con cierto temor, compre un bonito coordinado de tanga y brasier de encaje de color rojo de una fina marca, sabia que era algo muy atrevido, que incluso podría causarme problemas, pero como en la mayoría de mis decisiones la lujuria sobrepasó a la razón, además esta era mi ultima oportunidad real de tener un acercamiento con ella, como ya lo dije, tenia que ser un mensaje claro y directo, además pensé que en ultimo de los casos podría justificarme bajo el pretexto de que este tipo de cosas es común regalarlas en estas fechas.

Por fin llego el día del intercambio y yo estaba bastante nervioso, solo rogaba que no la gente de la oficina pidiera que se mostraran los regalos, sería lo más vergonzoso que me podría pasar en la empresa.

Como es costumbre trabajamos solo medio tiempo ese día y todos empezaron a organizar el convivio, y después de algunos tragos el ambiente se fue relajando, yo decidí no beber mas que dos cervezas pues iba a manejar bastante ese mismo día, también por que quería estar mas alerta por si se daba alguna oportunidad.

El intercambio fue rápido y afortunadamente para mi, no pidieron que se abrieran los regalos en público, toco mi turno de entregar mi regalo a esa belleza, ella se puso de pie me acerqué a ella mientras que admiraba su hermoso atuendo, era todo de color blanco, ajustado al cuerpo, algo que no esperaba ver nunca en ella, de una tela muy ligera que se transparentaba mucho, dejando ver con claridad su ropa interior, que como era su costumbre, era recatada, una panti y un bra lisos y blancos que no permitían ver mas allá.

Le di su regalo y un abrazo en el que sentí que su cuerpo me quemaba, y los nervios estaban a mil, terminado el tramite charlamos todos los amigos un buen rato recordando todos esos eventos del año y cosas por el estilo, también pude platicar con ella un buen rato pero en verdad que su comportamiento es recatado, por mas que quise lograr intimar en la conversación, ella aparecía hacer caso omiso a lo que yo decía. Al cabo de unas pocas horas todos empezaron a retirarse y ella fue una de las primeras en ir a su casa pues me dijo que aunque vive muy cerca del trabajo, tenia que atender a sus niñas, a mi no me quedo mas que despedirme con otro abrazo que yo quería fuera mas prolongado.

Lulú se fue sin más ni mas, como en cualquier otra ocasión, en fin me quede un tiempo más en el convivio para probar suerte con alguna de las otras compañeras que seguían ahí y que por lo que podía ver, los tragos ya habían hecho su efecto en ellas. Continuo la noche y al final solo estábamos Carlos del área de inspección y Martha de administración (que no esta nada mal) y yo, esta situación era un poco incomoda pues mas bien parecía una competencia entre Carlos y yo para ver quien se quedaba con Martha por que ya estaba bastante mareada y a cada minuto un poco mas desinhibida por los efectos del alcohol y ni Carlos ni yo cedíamos a irnos y dejarla ir así nada mas, por fin ella dijo algo que me hizo brillar los ojos, “…no, no me voy hasta que venga Lulú…” pues eran buenas amigas e insistía en no irse sin darle un abrazo de navidad a su mejor amiga, no lo dude ni un minuto, busque el numero de marta en la agenda, marque su numero y puse a Martha al teléfono, Martha en medio de su borrachera y con palabras apenas comprensibles hablo algunos minutos con Lulú y después de explicarle el estado en que se encontraba Lulú accedió en ir a verla, además como ya lo mencioné antes, Lulú vive cerca del trabajo.

Después de algunos minutos llego Lulú, platico algunos minutos con Martha sobre ese tipo de cosas que las mujeres dicen cuando están ebrias se abrazaron creo que más de cinco veces y por fin Martha accedió a retirarse y Carlos de inmediato se ofreció a llevarla a su casa, no sin antes dejarle las llaves de la oficina a Lulú y nos pidió que cerrásemos todo. Por fin estábamos solo Lulú y yo en aquel edificio, ya eran mas de las 10 de la noche, ella aun tenia puesto el mismo atuendo blanco y sobre este, un abrigo largo de esos que llegan hasta las rodillas, sin perder tiempo inicie una platica con ella, ella me pregunto que ¿cual había sido el obsequio que recibí?, le dije que un perfume, ‘a mi me gustó el aroma” dije, y agregué “ pero no soy bueno para elegir uno que agradara a las mujeres”, ella dijo, “pues ponte el perfume y yo te digo si es agradable”, yo accedí, me puse un poco de perfume, ella se acerco a mi pecho y luego siguió el aroma por mi cuello muy lentamente, lo cual me puso muy nervioso, dijo “ no esta nada mal, de hecho me parece un aroma muy atrevido, justo como tu”, aun con los nervios hasta la cabeza y con una erección creciendo bajo mi pantalón, le pregunte si le había gustado mi regalo, y me dijo “…pues fue muy arriesgado darme lencería, sabes que eso se considera acoso sexual aquí…” en ese momento creí que perdería mi empleo, pero ella agregó “…pero no voy a reportar el acoso sexual solo por que se que eres una buena persona, eres bastante amable y dulce…” solo me quedo agradecer su buen gesto, pero pues ya estaba metido hasta el cuello y decidí jugármelo todo, le pregunte, “ bueno pero dejando eso de lado, ¿por lo menos te gustó lo que te regalé?”. Ella me miro sugestivamente, mientras se quitaba el abrigo, me dijo: “ a mi me agrada, pero no soy tan buena para elegir algo que le guste a los hombres” colocó el abrigo sobre un escritorio cercano y pude notar a través de sus ropas blancas que resaltaba mucho la lencería que yo le había regalado, se la había puesto y por el color rojo se podía distinguir completamente el encaje del brasier debajo de esa blusa blanca, que parecía hacerse transparente ante mis ojos, se dio la vuelta y pude ver la tanga hundirse entre esas ricas nalgas, la erección en mi pantalón estaba al máximo, me acerqué a ella para tomarla por la cintura, antes de que mis manos siquiera pudieran tocarla, sin decir nada me dio un calido y suave beso, que para mi se extendió una eternidad, yo estaba completamente absorto, por un minuto no supe que hacer, tenia ese excelente espécimen de mujer en mis manos sin poder creerlo aún. Sus besos eran tan intensos que era difícil tratar de concentrarse en tocar su cuerpo, su experiencia se hacia notar, sabia como hacerlo de una manera única que nunca antes probé, mis manos envolvieron su cadera, acercando aun mas nuestros cuerpos, pude sentir sus pronunciados senos junto a mi pecho y mi pene totalmente erecto se colocó sobres su vientre, mis manos la recorrían toda, ahora no podía perder tiempo y fui directamente a sus nalgas, estaban divinas, firmes, redondas y grandes, las apreté y las acaricie desde la parte mas baja por los costados hasta encontrar el hilo de la tanga, es cual seguí nuevamente con mas manos hasta la zona donde se hundía entre esas hermosas nalgas par una vez mas llegar a su base y volver a ascender, sus pechos al presionarse contra mi cuerpo parecían que reventarían los botones de su blusa, y mi boca seguía clavada en la suya, todo era increíble, pero lo mejor siempre eran sus besos, demasiado intensos diría yo. Mis manos seguían masajeado su espalda y sus nalgas jalándolas hacia mí a tal grado que en momentos sus pies despegaban del suelo debido a la fuerza con la que tomaba su culito en mis manos, uno de mis dedos siguió la línea de la tanga por en medio de sus nalgas, paso por encima de su culito que se apretó al sentir mi roce y siguió hasta su rajita, lo hundí un poco causando que la tanga se le metiera, su respiración se ajito en ese momento y mi dedo percibió un intenso calor que emanaba de su cueva. Ella estaba colgada de mi cuello y por mucho no parecía ser esa mujer recatada que siempre vi, miraba con muchas ansias mi paquete y ella misma desabotono mi pantalón, yo respondí soltando los botones de su blusa para liberar esos jugosos senos, me quite la camisa para poder sentirlos bien, creo que la copa de sostén que le escogí era pequeña por que a pesar de ser 32 C, sus senos se veían muy apretados creo que tenia una copa D y claramente lo podía ver, pero para mi mejor por que resaltaban hermosazamente lentamente fui besando sus oídos y baje por su cuello entre pequeños mordiscos, ella arqueo el cuerpo hacia atrás, l a cargue tomándola por las nalgas y la coloque encima de un escritorio mientras que mi boca alcanzaba esos deliciosos senos, sin quitarle el sostén los saque de su cautiverio lo que hacia ver fenomenal sus pechos, tenia unos pezones hermosos y aureolas grandes lo que me éxito aún mas, su mano jugaba muy rico con mi verga, sabia dar unas chaquetas muy ricas. Teniéndola sobre el escritorio le baje los pantalones hasta sacárselos por completo y por fin pude verla en todo su esplendor, usando la lencería que yo mismo escogí, ella misma subió las piernas al escritorio y abrió las piernas, pude ver la tanga hundida en su cueva, completamente mojada por sus fluidos. Mi boca fue directo a ella hice a un lado su tanga y lamí a todo lo largo su cueva, ella gemía y me tomaba de la cabeza para dirigirme hacia donde le causaba mas placer, repentinamente sentí como se inundo su cueva de jugos deliciosos y calientes mientras que sus piernas se estremecían en un orgasmo magnifico, pero ella no se detenía, me pedía que se lo metiera, sin pensarlo apunte mi verga en la entrada de su cueva y se la enterré completa, ella me jalo de los brazos y me pedía que le diera mas, comencé a bombearla lentamente sobre el escritorio, pero con movimientos de sus caderas aceleró la acción, yo respondí dándole con mas fuerza, ella sonreía mientras yo seguí dándole mas fuerte, sus pechos se balanceaban eran enormes y estaban totalmente tensos por la excitación los tome con mis manos y los masajee sin piedad alguna, no pasaron ni 5 minutos cuando note que su cuerpo se ponía tenso y su cara se enrojecía, era un segundo orgasmo, su cueva se contraía bruscamente con mucha fuerza, no se como lo logró pero sentí que me arrancaría la verga con sus palpitaciones, su experiencia era innegable, yo afloje el paso para no venirme de inmediato y dejarla descansar un poco a ella, pero Lulú entre gemidos y suspiros me decía con una voz por demás cachonda, “no pares papi, ya me tienes en la sima, castígame con orgasmos múltiples, no me des tregua” “ sigue por favor” “lo quiero hondo” , quien diría que esa persona callada y amble era toda una fiera salvaje en el sexo, esas palabras hicieron en mi un efecto explosivo, la giré quedando ella boca abajo en el escritorio, con los pies en el suelo y yo de pie detrás de ella, la tenia empinada y en ningún momento le saque la verga de su cuevita, la tome de los brazos y los jale hacia atrás, Lulú respondió parando el culo de una manera deliciosa, lo tenia muy respingón, en forma de corazón y con el culo dilatado, la seguí bombeando con gran intensidad, mis huevos chocaban contra su vulva y su clítoris empapados, haciendo un ruido muy particular, le di con tanta intensidad que las cosas sobre el escritorio comenzaron a caer, pero a mi no me importaba, solo quería seguir dándole placer justo como ella lo pedía. Le di los más rápido y profundo que pude sintiendo claramente el fondo de su vagina, ella entre gemidos y gritos de placer me pedía mas y mas cada ves mientras me advertía que estaba apunto de venirse una ves mas, yo estaba extremadamente excitado pero no podía eyacular, era tanta mi emoción que mi leche se negaba a salir, lo que aproveche para cumplir una faena inolvidable, por fin su cuerpo se estremeció nuevamente mientras gemía: “… me vengo papi, me vengo, maltrátame por favor papi…” esa ultima frase me puso a mil y sin advertencia hundí uno de mis dedos en su culo que estaba muy dilatado, justo en ese momento tubo su ultimo orgasmo, mas intenso y violento que los anteriores, movía el culo como tratando de escapar a mi verga, pero sus palabras eran contrarias y me decía: “no me lo saques, mételo lo mas profundo que puedas”, separe sus nalgas con mis mano que tenia libre y se lo clave todo, incluso sus pies se despegaron del suelo, se notaba que ella lo gozaba con gran intensidad y así permanecimos un rato hasta que ella fue soltándose lentamente, saque mi dedo que aun estaba en su culo, mi verga aun estaba tiesa y comenzaba a perder su dureza después de tan duro trabajo, ella se percato de esto se hincó frente a mi y empezó a mamarme delicioso, su boca parecía emanar fuego, me puso nuevamente duro, era una experta mamando y me lo demostró, sus mamadas me pusieron punto de correrme, se lo saco de la boca y me dijo “ no papi, tu leche la quiero en mi cosita” se empino nuevamente sobre el escritorio, me tomo de la verga y se la coloco directamente en su entrada, yo la ensarte lentamente y ella separa las piernas para permitirme entrar y sin mas comencé a bombear pero esta ves pensando solo en mi placer, ella me pedía mi leche con mucha ansiedad y yo estaba agotado, sentí que la leche iba a salir con gran fuerza, ella se percato de esto y con gran maestría cruzo sus piernas aun teniéndome dentro de ella, apretó los muslos, aumentando la intensidad de las sensaciones, me tenia atrapado en su vagina y con todas mis fuerzas la continué bombeando hasta que por fin salio mi leche a chorros, ella continuo el movimiento hasta que no dejo ni una gota sin exprimir, me apretó delicioso, cual si fuera la vagina virgen de una colegiala o muy seguramente mas que eso, por mucho una de las mejores corridas de mi vida. Nos quedamos sentados mientras nos acariciábamos un largo rato, hasta que notamos la hora, era ya demasiado tarde, la lleve hasta su casa y me fui a la mía y por el momento estoy esperando una nueva oportunidad de tenerla como aquella noche.



(Ese relato fue descargado de la pagina marqueze.net, no es de nuestra autoria)

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