Hola mis amores, acá les traigo el Vto Capitulo de mis relatos, espero que les agrade y les despierte tantas calientes sensaciones como a mi, si recibo buenas criticas por supuesto habrá mas!!
Capitulo V "La cochera"
Crazy y Hiedra estaban de vacaciones, el había ido al registro del automotor a realizar unos tramites por la venta de el auto y ella tenia como tarea de esa mañana, lavarlo para que el comprador lo viera reluciente. La tarea iba a ser algo incomoda y el calor empezaba a hacerse sentir así que decidió ponerse un short de algodón color rosa y una musculosa blanca y zapatillas, ropa cómoda, fresca y que le permitiría una mayor agilidad. Tomo los elementos de aseo, un balde con agua fría y bajo a la cochera del edificio, busco su auto entre todos los que había allí estacionados y una vez que lo encontró se puso manos a la obra. La misión era fácil pero no podía evitar mojarse la ropa cada vez que tenia que lavar alguna parte, donde por la postura, debía apoyarse en el auto. Mariano entro a la cochera, hecho un vistazo y vio a Hiedra a lo lejos, se acerco en silencio y se quedo parado a unos pocos metros mirando como ella, lavando el parabrisas, se encontraba apoyada en el capot dejando todo su hermoso trasero levantado y con el short que inevitablemente se le metía en la cola
- Guau hermosa, linda imagen- dijo sonriendo
- Hola Mariano, que sorpresa! Como estas?
- Bien, vine a ve mi futuro auto
- En verdad? Crazy no me dijo que eras el comprador
- Ja ja el esta lleno de sorpresas, no?
Mariano es compañero de trabajo de Crazy, se conocen desde hacia mucho tiempo, tiene 35 años, de contextura atlética, alrededor de 1,71 mts de estatura, cabello oscuro y corto, piel trigueña, buenos modales y sobre todo muy seductor. La conversación era amena y variada, entre chistes y risas comenzaron las miradas cómplices, el no pudo evitar mirar sus pechos, su remera mojada se pegaba a esos hermosos conos de erectos pezones, ella se dio cuenta, retrocedió un poco y se apoyo contra la puerta delantera del auto, abrió levemente las piernas y apretando la esponja contra su vientre hizo que esta escurriera toda el agua mojando el short, el que se volvió semi traslucido dejando ver sombras de su sexo, lo miro pícaramente y dijo
- Ups, me moje…
- Hiedra, para, nos pueden ver!
- Que no te gusta lo que ves- dijo metiendo su mano en el interior del short y se acariciaba la conchita
- Siii, me encanta perrita- dijo mientras miraba hacia los costados asegurándose que nadie estuviera allí
El se acerco, la tomo firmemente de la cintura y comenzó a besarla, ella lo abrazo y lo apretó contra su cuerpo sintiendo la presión del miembro duro de el. Este rose la excito, y con una mano le bajo el sierre del jeans, metió su mano y tomo el grueso miembro, aun doblado dentro del bóxer, lo saco, bajo un poco su short y con un suave movimiento lo puso entre sus piernas, el calor de esa verga que palpitaba y crecía a cada movimiento de su cadera, hacia que su vagina se mojara mas, podía sentir, por el largo de aquella pija, como su clítoris rozaba con la ingle de el mientras la cabecita frotaba la parte baja de la cola, y esto no hacia mas que enloquecerla. El metió sus manos entre su remera y comenzó a manosear sus pechos, los amasaba con fuerza y le dijo
- Quiero chuparte las tetas putita
- Si, dale bebe, métetelas toda en la boca
Ella tiro la cabeza hacia atrás, como entregándose sin limites, el levanto la musculosa dejando sus pequeños, duros y mojados pechos a merced de su voraz boca, los chupo, lamió y mordisqueo sin dejar de frotar la ya mojada entrepierna de Hiedra con todo el largo de la verga. Luego de un instante en esa postura, el se agacho, corrió a un costado el short, abrió los mojados labios vaginales y comenzó a lamerlos, ella subió una pierna al hombro de el para dar mayor apertura de su hambrienta conchita haciendo que la lengua de Mariano se introdujera toda en su interior. A cada lamida le arrancaba un gemido, ella lo miro con carita picara y le dijo
- mmm bebe, estas sediento- al lo que el, con toda su boca y barbilla mojada le respondió
- que rica conchita bebe, y como te gusta que te la chupen putita
Ella lo tomo por la nuca, hundió toda su cara en ese sexo caliente y frotándoselo todo llego a un orgasmo que conmovió todo su ser.
Un ruido los hizo recomponer la postura, acomodaron sus ropas y trataron de disimular una conversación, miraron a la entrada y vieron que se acercaba Crazy
- Hey chicos, que hacen?
- Nada- dijo Mariano- solo vine a ver el auto y me encontré con Hiedra y nos pusimos a conversar
- Si veo, tu bragueta abierta te delata ja ja ja- dijo largando una carcajada- vamos putita, seguí con lo que hacías, tal vez pueda participar yo
La palabra putita a Hiedra la excitaba mucho y que su hombre le pidiera que lo fuera era una cuota adicional a tanta calentura y fiel a su pedido, lo empujo contra el paragolpes delantero del auto, comenzó a besarlo y a manosear su pija a través del pantalón, luego, ella despego el cuerpo del de su hombre, retrocedió un paso, se inclino dejando todo su rico trasero expuesto, abrigo la bragueta del jeans y saco una dura verga, la que empezó a lamer y chupar con devoción, Crazy miro a Mariano y dijo
- Mariano, que esperas, no vez que esta Putita te esta dando la conchita
- Si veo, es muy calentona la perra
- Cogela, cogela fuerte, eso es lo que quiere o no?
- Si bebe, dámela fuerte, méteme toda tu poronga- decía Hiedra sin dejar de dar largos lengüetazos a la dura pija de Crazy.
Mariano se agacho y quedo a la altura de ese redondo trasero, pudo ver que el short estaba mojado y marcaba bien los labios vaginales a los que había besado hacia unos instantes, bajo el short, abrió los glúteos y comenzó con pequeñas y delicadas lamiditas en la cola, pasando por la rajita de su mojada concha. Hiedra comenzó a gemir, movía su cola para que Mariano la chupara toda, los dedos de el jugaban con su clítoris y las manos de ella con los redondas pelotas de Crazy y cuando ella se sintió bien mojada, giro la cabeza hacia atrás y mirándolo a Mariano dijo
- Ahora bebe, la quiero ya en la concha
Mariano se paro, bajo apenas sus pantalones y saco una gruesa verga que estaba lista para entrar en acción y meneándola desafiante le contesto
- la queres puta
- si, es una pija hermosa y la quiero dentro mío
Mariano la tomo de las caderas, jugueteo con la roja cabecita en la entrada de la empapada conchita arrancándole gemidos de placer y poco a poco se la fue metiendo. Hiedra disfrutaba de aquella pija que le habría los pliegues de la concha y se lo hacia saber a Crazy, ya que la calentura la provocaba a chupar, lamer, pajear y refregar su tiesa pija cómo si fuera la ultima vez que lo haría, mientras Mariano metía y sacaba la suya, daba pequeños golpecitos en la cola con ese garrote de carne, lo volvía a meter y la cogía con tanta fuerza que llego a un desesperado orgasmo que la hizo aflojar sus piernas al tiempo que decía con vos entrecortada
- así bebe, cogeme así, haceme sentir puta, cogeme así
Una vez que termino de acabar, incorporada, Hiedra se acerco a Crazy, levanto el pie y lo puso en el paragolpes, tomo su pija y se la metió desde adelante, comenzó a menearse diciéndole
- para vos también hay conchita amor
Crazy la cogía con delicadeza pero firmeza a la vez, ella tiro su cabeza hacia atrás para permitirle a el besar sus duras tetas, Mariano aprovecho la posición de ella y comenzó a besarla en la boca, su pija aun estaba dura y el descuidado rose de la punta de esa verga con la cola de ella la volvieron loca, sin dejar de besarlo, lo tomo de la pija, la llevo a la entrada de la concha y sin importar que estuviera la de Crazy adentro, también se la metió. Sentir dos vergas duras hurgando su hambrienta concha fue lo máximo, literalmente un sándwich de puta, los cuerpos calientes y apretados, las manos fuertes de aquellos hombres por todo su cuerpo, las lenguas besándole el cuello y los pechos, los jadeos, las groserías, todo eso se complotó para llevarlo a un nuevo orgasmo en el que no pudo evitar largar un grito que Crazy ahogo con su mano para que nadie escuchara.
Mariano saco su verga que chorreaba los líquidos de esa maltratada pero complacida concha en tanto Hiedra abrazo a Crazy por el cuello, puso el otro pie en el paragolpes y el ayudándose con el capot, se apoyo, la tomo de las caderas y ella quedo completamente montada en su pija, los movimientos eran acompasados, Mariano desde atrás podía ver como ella subía y bajaba por la pija de Crazy y dijo
- uy putita como te gusta la pija
- si, es una golosa- dijo Crazy
- no te cansas de coger perrita?- pregunto Mariano
- no bebe, soy una nena mala y calentona- respondió ella
Crazy bajo sus manos a los glúteos y sin dejar de sostenerla, abrió su cola a la vista de Mariano que lentamente se pajeaba para que su verga permaneciera parada y le dijo
- si es una nena mala hay que castigarla o no Mariano?
- Si y yo se como- respondió, a lo que Hiedra con su mejor carita de cómplice pregunto
- Como chicos? Que me van a hacer?
Mariano se acerco a la abierta cola de Hiedra, paso la mano desde su vagina ocupada por la verga de Crazy, y con los abundantes jugos que de allí emanaban le lubrico el ano, apoyo la hinchada y roja cabeza de su pija y comenzó a presionar. La verga de Mariano era gorda y de unos 20 cms de largo, de gruesa cabeza y suave piel, su tamaño le hacia difícil la penetración, pero cuando ya había entrado la cabecita Hiedra exclamo
- hay bebe con ese trozo me vas a matar!
- queres que la saque- pregunto Mariano con una sonrisa picara
- no, déjala y metemela despacito, quiero sentir como entra, centímetro a centímetro- replico con voz temblorosa.
Un pequeño pero placentero dolor invadió su cola, sentía como esa gruesa verga se abría paso en su cola mientras hacia presión sobre la pija de Crazy que la seguía cogiendo por la concha. Las dos pijas entraban y salían a ritmo acelerado y ella lo disfrutaba por partida doble, le calentaba muchísimo saber que solita podía darle tanto placer a esos dos sementales y que en cualquier momento iba a recibir una descarga de leche, la que no se hizo esperar. Mariano apretó sus hombros, mordió tiernamente su cuello como indicándole que estaba por acabar, ella apoyo su pecho contra Crazy, quebró su cintura para una mayor apertura de cola y con voz agitada le dijo
- la quiero toda adentro de la cola bebe
Estas palabras fueron mágicas para Mariano, la imagen de esa cola entregada al máximo y su gorda pija entrando y saliendo a placer lo hicieron explotar en largos chorros de leche que inundaron todo el culo al tiempo que Crazy le decía
- vamos Mariano, llénale el culo de leche a esta putita
- si, putita, toma toda mi leche, acá la tenes, como lo pediste, exclamo Mariano mientras jadeaba
- seeeee bebe, me encanta, llénamelo- dijo Hiedra mientras con un largo gemido llegaba el cuarto orgasmo del día y mientras giraba la cabeza miraba de reojo como Mariano retiraba suavemente la verga de su interior, de la que seguían saliendo pequeñas gotitas mientras se ponía lentamente flácida.
Ella bajo los pies del capot, se saco la musculosa, de agacho, tomo pija dura de Crazy y se la metió toda en la boca, la mezcla de sus jugos con los de el le daban un sabor especial, lo chupaba y pajeaba sabiendo que ya estaba por llegar las mieles de su hombre, la verga se hincho un poco mas, la cabeza se puso morada y largo el primer chorro que salpico la mejilla derecha de ella, el segundo cayo entre sus tetas y el tercero no lo dejo escapar, lo recibió entero en la boca, le encantaba tomarse la leche de su hombre y así lo hizo, la siguió chupando hasta que no saliera nada mas al tiempo que su posición en cuclillas hacia que de su abierta cola cayera la leche que Mariano había depositado hacia instantes en su interior.
Los tres se incorporaron, arreglaron sus ropas y mientras reían comentaban sobre aquella caliente experiencia. De repente ellos callaron y Hiedra con su mejor cara de picardía dijo
- bueno Mariano, como veraz el auto es lindo y comprarlo puede darte muchas alegrías, no?
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Cuentos Calientes
Capitulo V "La cochera"
Crazy y Hiedra estaban de vacaciones, el había ido al registro del automotor a realizar unos tramites por la venta de el auto y ella tenia como tarea de esa mañana, lavarlo para que el comprador lo viera reluciente. La tarea iba a ser algo incomoda y el calor empezaba a hacerse sentir así que decidió ponerse un short de algodón color rosa y una musculosa blanca y zapatillas, ropa cómoda, fresca y que le permitiría una mayor agilidad. Tomo los elementos de aseo, un balde con agua fría y bajo a la cochera del edificio, busco su auto entre todos los que había allí estacionados y una vez que lo encontró se puso manos a la obra. La misión era fácil pero no podía evitar mojarse la ropa cada vez que tenia que lavar alguna parte, donde por la postura, debía apoyarse en el auto. Mariano entro a la cochera, hecho un vistazo y vio a Hiedra a lo lejos, se acerco en silencio y se quedo parado a unos pocos metros mirando como ella, lavando el parabrisas, se encontraba apoyada en el capot dejando todo su hermoso trasero levantado y con el short que inevitablemente se le metía en la cola
- Guau hermosa, linda imagen- dijo sonriendo
- Hola Mariano, que sorpresa! Como estas?
- Bien, vine a ve mi futuro auto
- En verdad? Crazy no me dijo que eras el comprador
- Ja ja el esta lleno de sorpresas, no?
Mariano es compañero de trabajo de Crazy, se conocen desde hacia mucho tiempo, tiene 35 años, de contextura atlética, alrededor de 1,71 mts de estatura, cabello oscuro y corto, piel trigueña, buenos modales y sobre todo muy seductor. La conversación era amena y variada, entre chistes y risas comenzaron las miradas cómplices, el no pudo evitar mirar sus pechos, su remera mojada se pegaba a esos hermosos conos de erectos pezones, ella se dio cuenta, retrocedió un poco y se apoyo contra la puerta delantera del auto, abrió levemente las piernas y apretando la esponja contra su vientre hizo que esta escurriera toda el agua mojando el short, el que se volvió semi traslucido dejando ver sombras de su sexo, lo miro pícaramente y dijo
- Ups, me moje…
- Hiedra, para, nos pueden ver!
- Que no te gusta lo que ves- dijo metiendo su mano en el interior del short y se acariciaba la conchita
- Siii, me encanta perrita- dijo mientras miraba hacia los costados asegurándose que nadie estuviera allí
El se acerco, la tomo firmemente de la cintura y comenzó a besarla, ella lo abrazo y lo apretó contra su cuerpo sintiendo la presión del miembro duro de el. Este rose la excito, y con una mano le bajo el sierre del jeans, metió su mano y tomo el grueso miembro, aun doblado dentro del bóxer, lo saco, bajo un poco su short y con un suave movimiento lo puso entre sus piernas, el calor de esa verga que palpitaba y crecía a cada movimiento de su cadera, hacia que su vagina se mojara mas, podía sentir, por el largo de aquella pija, como su clítoris rozaba con la ingle de el mientras la cabecita frotaba la parte baja de la cola, y esto no hacia mas que enloquecerla. El metió sus manos entre su remera y comenzó a manosear sus pechos, los amasaba con fuerza y le dijo
- Quiero chuparte las tetas putita
- Si, dale bebe, métetelas toda en la boca
Ella tiro la cabeza hacia atrás, como entregándose sin limites, el levanto la musculosa dejando sus pequeños, duros y mojados pechos a merced de su voraz boca, los chupo, lamió y mordisqueo sin dejar de frotar la ya mojada entrepierna de Hiedra con todo el largo de la verga. Luego de un instante en esa postura, el se agacho, corrió a un costado el short, abrió los mojados labios vaginales y comenzó a lamerlos, ella subió una pierna al hombro de el para dar mayor apertura de su hambrienta conchita haciendo que la lengua de Mariano se introdujera toda en su interior. A cada lamida le arrancaba un gemido, ella lo miro con carita picara y le dijo
- mmm bebe, estas sediento- al lo que el, con toda su boca y barbilla mojada le respondió
- que rica conchita bebe, y como te gusta que te la chupen putita
Ella lo tomo por la nuca, hundió toda su cara en ese sexo caliente y frotándoselo todo llego a un orgasmo que conmovió todo su ser.
Un ruido los hizo recomponer la postura, acomodaron sus ropas y trataron de disimular una conversación, miraron a la entrada y vieron que se acercaba Crazy
- Hey chicos, que hacen?
- Nada- dijo Mariano- solo vine a ver el auto y me encontré con Hiedra y nos pusimos a conversar
- Si veo, tu bragueta abierta te delata ja ja ja- dijo largando una carcajada- vamos putita, seguí con lo que hacías, tal vez pueda participar yo
La palabra putita a Hiedra la excitaba mucho y que su hombre le pidiera que lo fuera era una cuota adicional a tanta calentura y fiel a su pedido, lo empujo contra el paragolpes delantero del auto, comenzó a besarlo y a manosear su pija a través del pantalón, luego, ella despego el cuerpo del de su hombre, retrocedió un paso, se inclino dejando todo su rico trasero expuesto, abrigo la bragueta del jeans y saco una dura verga, la que empezó a lamer y chupar con devoción, Crazy miro a Mariano y dijo
- Mariano, que esperas, no vez que esta Putita te esta dando la conchita
- Si veo, es muy calentona la perra
- Cogela, cogela fuerte, eso es lo que quiere o no?
- Si bebe, dámela fuerte, méteme toda tu poronga- decía Hiedra sin dejar de dar largos lengüetazos a la dura pija de Crazy.
Mariano se agacho y quedo a la altura de ese redondo trasero, pudo ver que el short estaba mojado y marcaba bien los labios vaginales a los que había besado hacia unos instantes, bajo el short, abrió los glúteos y comenzó con pequeñas y delicadas lamiditas en la cola, pasando por la rajita de su mojada concha. Hiedra comenzó a gemir, movía su cola para que Mariano la chupara toda, los dedos de el jugaban con su clítoris y las manos de ella con los redondas pelotas de Crazy y cuando ella se sintió bien mojada, giro la cabeza hacia atrás y mirándolo a Mariano dijo
- Ahora bebe, la quiero ya en la concha
Mariano se paro, bajo apenas sus pantalones y saco una gruesa verga que estaba lista para entrar en acción y meneándola desafiante le contesto
- la queres puta
- si, es una pija hermosa y la quiero dentro mío
Mariano la tomo de las caderas, jugueteo con la roja cabecita en la entrada de la empapada conchita arrancándole gemidos de placer y poco a poco se la fue metiendo. Hiedra disfrutaba de aquella pija que le habría los pliegues de la concha y se lo hacia saber a Crazy, ya que la calentura la provocaba a chupar, lamer, pajear y refregar su tiesa pija cómo si fuera la ultima vez que lo haría, mientras Mariano metía y sacaba la suya, daba pequeños golpecitos en la cola con ese garrote de carne, lo volvía a meter y la cogía con tanta fuerza que llego a un desesperado orgasmo que la hizo aflojar sus piernas al tiempo que decía con vos entrecortada
- así bebe, cogeme así, haceme sentir puta, cogeme así
Una vez que termino de acabar, incorporada, Hiedra se acerco a Crazy, levanto el pie y lo puso en el paragolpes, tomo su pija y se la metió desde adelante, comenzó a menearse diciéndole
- para vos también hay conchita amor
Crazy la cogía con delicadeza pero firmeza a la vez, ella tiro su cabeza hacia atrás para permitirle a el besar sus duras tetas, Mariano aprovecho la posición de ella y comenzó a besarla en la boca, su pija aun estaba dura y el descuidado rose de la punta de esa verga con la cola de ella la volvieron loca, sin dejar de besarlo, lo tomo de la pija, la llevo a la entrada de la concha y sin importar que estuviera la de Crazy adentro, también se la metió. Sentir dos vergas duras hurgando su hambrienta concha fue lo máximo, literalmente un sándwich de puta, los cuerpos calientes y apretados, las manos fuertes de aquellos hombres por todo su cuerpo, las lenguas besándole el cuello y los pechos, los jadeos, las groserías, todo eso se complotó para llevarlo a un nuevo orgasmo en el que no pudo evitar largar un grito que Crazy ahogo con su mano para que nadie escuchara.
Mariano saco su verga que chorreaba los líquidos de esa maltratada pero complacida concha en tanto Hiedra abrazo a Crazy por el cuello, puso el otro pie en el paragolpes y el ayudándose con el capot, se apoyo, la tomo de las caderas y ella quedo completamente montada en su pija, los movimientos eran acompasados, Mariano desde atrás podía ver como ella subía y bajaba por la pija de Crazy y dijo
- uy putita como te gusta la pija
- si, es una golosa- dijo Crazy
- no te cansas de coger perrita?- pregunto Mariano
- no bebe, soy una nena mala y calentona- respondió ella
Crazy bajo sus manos a los glúteos y sin dejar de sostenerla, abrió su cola a la vista de Mariano que lentamente se pajeaba para que su verga permaneciera parada y le dijo
- si es una nena mala hay que castigarla o no Mariano?
- Si y yo se como- respondió, a lo que Hiedra con su mejor carita de cómplice pregunto
- Como chicos? Que me van a hacer?
Mariano se acerco a la abierta cola de Hiedra, paso la mano desde su vagina ocupada por la verga de Crazy, y con los abundantes jugos que de allí emanaban le lubrico el ano, apoyo la hinchada y roja cabeza de su pija y comenzó a presionar. La verga de Mariano era gorda y de unos 20 cms de largo, de gruesa cabeza y suave piel, su tamaño le hacia difícil la penetración, pero cuando ya había entrado la cabecita Hiedra exclamo
- hay bebe con ese trozo me vas a matar!
- queres que la saque- pregunto Mariano con una sonrisa picara
- no, déjala y metemela despacito, quiero sentir como entra, centímetro a centímetro- replico con voz temblorosa.
Un pequeño pero placentero dolor invadió su cola, sentía como esa gruesa verga se abría paso en su cola mientras hacia presión sobre la pija de Crazy que la seguía cogiendo por la concha. Las dos pijas entraban y salían a ritmo acelerado y ella lo disfrutaba por partida doble, le calentaba muchísimo saber que solita podía darle tanto placer a esos dos sementales y que en cualquier momento iba a recibir una descarga de leche, la que no se hizo esperar. Mariano apretó sus hombros, mordió tiernamente su cuello como indicándole que estaba por acabar, ella apoyo su pecho contra Crazy, quebró su cintura para una mayor apertura de cola y con voz agitada le dijo
- la quiero toda adentro de la cola bebe
Estas palabras fueron mágicas para Mariano, la imagen de esa cola entregada al máximo y su gorda pija entrando y saliendo a placer lo hicieron explotar en largos chorros de leche que inundaron todo el culo al tiempo que Crazy le decía
- vamos Mariano, llénale el culo de leche a esta putita
- si, putita, toma toda mi leche, acá la tenes, como lo pediste, exclamo Mariano mientras jadeaba
- seeeee bebe, me encanta, llénamelo- dijo Hiedra mientras con un largo gemido llegaba el cuarto orgasmo del día y mientras giraba la cabeza miraba de reojo como Mariano retiraba suavemente la verga de su interior, de la que seguían saliendo pequeñas gotitas mientras se ponía lentamente flácida.
Ella bajo los pies del capot, se saco la musculosa, de agacho, tomo pija dura de Crazy y se la metió toda en la boca, la mezcla de sus jugos con los de el le daban un sabor especial, lo chupaba y pajeaba sabiendo que ya estaba por llegar las mieles de su hombre, la verga se hincho un poco mas, la cabeza se puso morada y largo el primer chorro que salpico la mejilla derecha de ella, el segundo cayo entre sus tetas y el tercero no lo dejo escapar, lo recibió entero en la boca, le encantaba tomarse la leche de su hombre y así lo hizo, la siguió chupando hasta que no saliera nada mas al tiempo que su posición en cuclillas hacia que de su abierta cola cayera la leche que Mariano había depositado hacia instantes en su interior.
Los tres se incorporaron, arreglaron sus ropas y mientras reían comentaban sobre aquella caliente experiencia. De repente ellos callaron y Hiedra con su mejor cara de picardía dijo
- bueno Mariano, como veraz el auto es lindo y comprarlo puede darte muchas alegrías, no?
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4 comentarios - Cuentos Calientes - "La cochera"
seeee, la verdad, toda una perversa y hermosa putita!!!!