¿Infiel?

hace 10 años que estoy en pareja, nunca fui infiel, no quiero serlo, pero no pude evitar lo del fin de semana. No se lo puedo contar a nadie, tenemos tantos amigos en comun con mi señora que no se que puede llegar a sus oidos. me cree una cuenta paralela aca, y lo posteo. A alguien tengo que decircelo...

La empresa convoco a todos sus empleados y a sus familias a pasar el día en una casaquinta. En el encuentro abundaban niños, comidas y bebidas. Hizo un día esplendido y caluroso que refrescamos con la pileta. Podría contar la historia con Eugenia, pero no quiero aburrir. Basta decir que me movilizaba, cada dos por tres histeriquiabamos tanto, que tuve que tomar distancia porque no me ponía frenos. Debo decir que nunca fui infiel y que asi me quería manter. Yo fui con mi mujer y mi beba. Ella, a pesar de tener marido y dos nenes, fue sola. Después de comer algo y tomar mucho, encaramos casi todos los padres para la pileta. Los niños querían mojarse. Seguimos bebiendo en el agua, mucha música, mucho ruido, mucho movimiento. Decido salir un rato del agua para buscar un poco de hielo, en ese momento note que Eugenia no estaba ni en la pileta ni en la mesa. La pileta se encontraba rodeada por la casa principal, el quincho, la casa del casero y por una pequeña habitación de depósito. Me dirijo hacia la casa del casero, que era donde estaban habilitados los frezzer. Al llegar me cruzo con la abuelita de alguno que se llevaba un vino blanco. Entro a la cocinita de la vivienda y veo la puerta del baño cerrada. Minutos antes había ido a evacuar, y había notado que la puerta del mismo no tenia ni llave ni pasador, por lo que cualquiera podía pasar si el baño estuviese ocupado. Intuí que Eugenia esta dentro. Empujado por el alcohol de mi sangre y por un impulso incotrolable, encaré al baño y gire el picaporte. La voz de Eugenia fue instantánea: “dos segundos y salgo”. Mi corazón salto en mi pecho y empujó tanta sangre dentro de mis venas que sentí nublarse mi vista. Irrumpi dentro del baño y me encontré con los pícaros ojos de Eugenia. “Nacho¡¡¡¡¿Qué haces?????. No dije nada, la tomé de su cola y la presione contra mí. Podía sentir mi pene creciendo empujando contra su vientre. Sin soltarla la mire a los ojos y mordí su cuello. Lejos de alejarse, ella permitia el jugueteo. “hay boludo, ¿que haces? Tenés una esposa relinda". La mire a los ojos, sonreí y salía hacia afuera. Me cercioré de que nadie estuviera acercándose e ingrese de nuevo a la cocina. Eugenia había salido del baño y estaba abriendo uno de los frezzer. Vi su hermosa cola y el impulso incontenible me empujo de nuevo. Tome su cintura con mi mano izquierda, apoye mi miembro entre sus nalgas y con mi mano derecha masajee su vulva. “ay no seas boludo…” decía mientras masajeaba mi pene con su cola. “ te van hacer cagar”. Se dio vuelta, tome su mano y la lleve hasta mi pene. Nos masajeamos mutuamente nuestras partes intimas y mientras yo mordía suavemente su cuello. La solte y me aleje. Estaba confundido, por el alcohol y mareado por la fuerza con la que latía mi corazón. “tu esposa es relinda, no seas pabo” me decía mientras me miraba con picardía. Se dio media vuelta me mostro su cola y me consultó ¿tengo acomodada la colaless?? Mirá que la imagen lo es todo. La tome de nuevo de su cintura, ella sacudió divertidamente sus nalgas sobre mi pene, profirió una chiquilina sonrisa y salió hacia la pileta llevando una botella de vino.

veo a Eugenia a diario y ella como si nada, yo en cambio, estoy muy confundido y angustiado por la culpa. pero no me siente arrepentido.
me gane medio ticket al infierno (aunque no creo en dios ni en el diablo)