Cuando conocí a Laura, hace ya largos años, no podía imaginar que con el tiempo se convertiría, además de mi mujer, en la más sensual, erótica y puta esposa que un hombre pueda desear y, aunque me hace feliz y gozar de muchos placeres, por ahí entra un poco la duda y la pregunta. ¿se sentirá totalmente satisfecha con lo que le ofrezco?
Dueña de un cuerpo muy agradable, cabello lacio y azabache, estatura mediana, todavía hoy, pasado ya los 30, puede llegar a ser la fantasía de cualquier hombre, ya sea joven o mayor, pues posee ese carisma tan sensual y erótico que llega a marear a cualquiera. Es de ese tipo de mujer que con su sola presencia, una mirada, un gesto o una palabra, te hace vibrar y excita.Y es que Liliana conserva y lleva consigo ese aire tan peculiar de "mujer de la casa durante el día...mujer caliente, arrecha, pajera y la más puta" cuando la ocasión lo requiere.
De los de más atributos sexuales y SENSUALES, tendría mucho para contar...pero vamos por partes:
Durante un tiempo después de ponernos de novios, por diferentes motivos no había tenido contacto intimo con ella, aunque ya hacía rato que venía fantaseando y masturbándome con la idea, pues, ya lo dije, la sola presencia de Laura me excitaba, así que imagínense cuando la abrazaba y sentía su cuerpo rozandome...mi miembro se ponía duro a punto de explotar y, lo confieso, más de una vez tenía problemas para regresar a casa por alguna mancha en el pantalón producto de una insipiente eyaculación, a la que daba rienda suelta luego con alguna que otra paja.
El asunto es que la cosa para mi no daba para más. Cada vez nos íbamos acercando más y más, mas íntimo y erótico cada día aunque las caricias no pasaban del muslo o algún roce "casual" en sus pechos. Y hablando de pechos...creo que es hora de intentar describir esos maravillosos volcanes a los que campechanamente llamamos tetas. Y digo volcanes porque si hay algo que llama la atención y me excita de Liliana, son justamente esas dos hermosas tetas que tiene. De piel trigueña, no posee tetas demasiado grandes, creo que por lo menos para mi, es justo la medida que calzan perfectamente en mi mano cuando los agarro. Pechos medianos, podríamos decir, pero con ese "no se qué" que hace que los hombres la miren y seguramente se calienten. Las tetas de Liliana ha conservado hasta el día de hoy, la frescura de las tetas adolescentes...cálidos, suaves, pezones de pendeja, rozados, parados, de esos que cuando los tocas, siguen la dirección de tu mano o de tus dedos cuando jugueteas con las yemas sobre ellos. Al caminar (y lo hace tirando los hombros para atras "sacando pecho";), siempre están erguidos, con un suave movimiento que revela esa frescura y esa belleza de pechos casi perfectos.
La primera vez que los toqué (lo recuerdo perfectamente) fué una siesta lluviosa de verano. Estabamos en una parada de colectivo, refugiados bajo un paraguas. Ella llevaba puesta solo una camisa amplia y como le encantaba usar,sin sostenes, a rayas. Corria viento y algunas gotas de lluvia mojaron un poco su camisa, haciendo que se pegara en contra de su pecho. El agua fría mas el viento hizo que sus pezones reaccionaran poniendose erectos, duritos, que marcaba un tanto la tela de su ropa. Una leve sombra rosada podia entreverse de sus hermosos pechos. Mientras caminabamos hacia la parada, la miraba de reojo y comencé a sentir ese suave cosquilleo en la punta de mi pene, el cual comenzó a despertar.Cuando llegamos, ella se abrazó fuertemente a mi, Sentía la frescura de su camisa, sus pechos apretados contra mi pecho. La abracé tambien y la puse un poquito de contado, de tal manera que podía, por lo menos, apretar mi miembro contra su pierna. Estuvimos así unos minutos (gracias a Dios el colectivo tardaba), y comencé a acariciar su pancita, llegando a rozar la base de sus tetas. Ella hizo su cabeza para atras, como dejandome campo libre para las caricias y entonces ya no pude resistir. Con un poquito de temor por su reaccion, mis manos ya no solo tocaban la parte de abajo de sus tetitas, sino que se deslizaron hacia arriba acariciandolas completamente y ella solo dejaba hacer. No decía nada. Me sentía como tocando el cielo. la primera vez que lograba acariciar esos pechos de ensueño, con los cuales venía fantaseando hacia un tiempo, pero tambien me sentía como un intruso, que violaba la intimidad guardada, lo prohibido y eso me calentaba más todavía. Disimuladamente desprendí un boton de su camisa y metí la mano por debajo sintiendo por primera vez la calidez y suavidad de esa piel, los pezones erectos que rozaban la palma de mi mano y esa carne que obedientemente se amoldaba a mis caricias. Estaba como en éxtasis, mi pene palpitaba y se apretaba aún más a su pierna, y hubiera habido un estallido de placer....pero no..a la distancia vimos el colectivo que venía y apresuradamente nos acomodamos.
Al siguiente día que fui a visitarla en su casa, me sorprendió un poco el cambio de actitud.. Estaba limpiando. Su madre estaba en el fondo de la casa acomodando no sé que cosas e iba a tardar un poco todavía. Laura me hizo pasar y me ofreció un asiento en el patio. -Quedate aquí que ya termino, me dijo mientras con un haragán terminaba de dar las ultimas repasadas al piso. Y entonces ahí la vi. Al agacharse para levantar el estropajo, me di cuenta que abajo de esa remera de hilo que usaba para los quehaceres, con el cuello estirado, de nuevo no llevaba nada puesto. Al agacharse digo,el cuello de la remera caía hacia adelante y me dejaba ver sus tetitas hasta casi la punta de los pezones. Me sorprendí.
- No tenés nada abajo? - pregunté ya un poco "nervioso".
- No, no tengo nada - dijo acercándose a mi y poniendo su pecho a la altura de mi cara. -¿No te gusta que esté así?.preguntó levantándose la remera y dejando al descubierto sus dos hermosas tetas.
Estaba realmente hermosa y excitante, con esa remera y con su piel brillante de pequeñas gotitas de sudor producto de la actividad de la limpieza. Se sentó en mi regazo y al ver que titubeaba un poco con lo que hacer, me tomó una de las manos y se la puso en el medio de su pecho, entre las dos tetas.
- ¿No tenés ganas de tocar un poco de nuevo?
- ¡Claro!!!! pero puede venir tu madre....
- Se va a tardar un poco - me dijo, y agarrando la mano por la muñeca,me hizo deslizarla por sus dos tetas. Entonces, atreviéndome a más, las agarré con las dos manos, puse sus pezones entre mis dedos indice y pulgar y las apreté suavemente. Un gemido de placer salió de su boca y poniéndose más de costado, agarro mi cabeza y puso mi boca en uno de sus pezones...
- Bésalos - me dijo, y con ternura besé aquellas flores rosadas, rozándole levemente con la punta de mi lengua. Deslicé mi mano entre sus piernas. Quería ver hasta donde llegaba y apenas logré tocar la parte interna de su muslo. Laura, cerrando las piernas sacó mi mano y levantándose: - Suficiente por hoy - me dijo.
A parir de ese momento comenzamos un juego erótico que nos llevaba cada día más y más.S i bien todavía no se mostraba completa, tenía una manía por hacerme calentar. Recuerdo que la visitaba en su casa y yo, sentado en el comedor, y pudiendo ver desde alli hasta su cuarto, entraba en el y desde la puerta me mostraba sus tetas. Muchas veces los dos sentados a la mesa, Laura metía disimuladamente su mano hasta mis piernas, acariciándome suavemente y, lo confieso, alguna vez hasta llegué a acabar con estas toqueteadas. En ese entonces estaba yo de encargado de una oficina inmobiliaria y muchas noches, al encontrarnos, nos refugiábamos allí. Yo la desvestía suavemente acariciando sacando una a una sus prendas. Luego la acostaba sobre mi escritorio y recorría su cuerpo con mis manos. Dije anteriormente que Laura no se mostraba completa, pero en una de esas noches, mientras la tocaba acostada alli, mis manos descendieron lentamente...ellá estaba caliente; sus pezones se pusieron duros y erectos. Mientras la tocaba, llevé mi boca hasta su pancita y comencé a besarla. Mis manos llegaron hasta más abajo del ombrigo, hasta ese monte hermoso que tienen las mujeres...metí un poco la mano dentro de su bombachita blanca y comencé a bajarla...suave...ella no se resistió y dejó hacer. La retiré lentamente y Laura quedó completamente desnuda, por primera vez, ante mis ojos. Tenía una conchita adorable, virgen, apenas ensombrecida por un vello muy suave. El monte de venus se alzaba erguido, cuando acaricié su conchita, mis manos no terminaban de deleitarse con aquellas formas. Era una concha carnosa...podía acariciarla y apretarla. Llegué más lejos todavía, hasta la entrada misma. Deslicé mis dedos por su vagina y me dí cuenta que no estaba húmeda....estaba totalmente mojada...Comencé a saborear su cuerpo con mi boca, esa piel de terciopelo...empecé desde arriba...primero le besé con pasión, luego comencé a bajar por su cuello, besándola y lamiéndola, cada ez más abajo.Mi boca comenzó a subir aquellas montañas en su pecho...primero por el medio, entre sus tetas, luego pasando de una a otra, sus pezones estaban parados, erectos como dos volcanes en erupcion. Hundí mi boca allí y un largo gemido salio desde el interior de Laura. Me agarro por los cabellos y apretaba mi cara contra su pecho. Seguí descendiendo...llegué a su ombligo...y más abajo...más abajo... comenzó a abrir sus piernas y me zambullí en medio de ellas. Su concha mojada estaba ardiendo....comencé a lamerla de abajo hacia arriba, le besaba...pasaba la punta de mi lengua por su clítoris, y ella gemía con espasmos de placer. Arqueaba su cuerpo, sus tetas quedaban erguidas, temblaba. Mientras chupaba su deliciosa concha, estiré mis brazos y agarré sus dos tetas. Las apreté. Mis dedos jugueteaban en sus pezones. Entonces no pude más. Me quité la ropa apresuradamente y me subí sobre ella. Me agarré el choto y lo llevé hasta su cueva...pero no la penetré.
- Todavía no...!!!! me dijo - y levantando las piernas, me lo agarró con sus manos y se lo puso entre medio de sus labios vaginales...allí me hizo frotarlo con fuerza, hasta podía sentir cómo palpitaba esa concha. No tardé mucho en explotar con un grito y sentí derramarme sobre ella. Quedé extenuado. Solo atiné a reposar mi cabeza entre sus pechos, extasiado. Durante un tiempo practicamos sexo de esta forma...hasta que llegó el momento...pero esa es otra historia...
Esta es la primera parte de mi historia con Laura...hay mucho más para contar...si les gustó comenten y contaremos TODAS NUSTRAS INTIMIDADES!!!
SALUDOS...
Dueña de un cuerpo muy agradable, cabello lacio y azabache, estatura mediana, todavía hoy, pasado ya los 30, puede llegar a ser la fantasía de cualquier hombre, ya sea joven o mayor, pues posee ese carisma tan sensual y erótico que llega a marear a cualquiera. Es de ese tipo de mujer que con su sola presencia, una mirada, un gesto o una palabra, te hace vibrar y excita.Y es que Liliana conserva y lleva consigo ese aire tan peculiar de "mujer de la casa durante el día...mujer caliente, arrecha, pajera y la más puta" cuando la ocasión lo requiere.
De los de más atributos sexuales y SENSUALES, tendría mucho para contar...pero vamos por partes:
Durante un tiempo después de ponernos de novios, por diferentes motivos no había tenido contacto intimo con ella, aunque ya hacía rato que venía fantaseando y masturbándome con la idea, pues, ya lo dije, la sola presencia de Laura me excitaba, así que imagínense cuando la abrazaba y sentía su cuerpo rozandome...mi miembro se ponía duro a punto de explotar y, lo confieso, más de una vez tenía problemas para regresar a casa por alguna mancha en el pantalón producto de una insipiente eyaculación, a la que daba rienda suelta luego con alguna que otra paja.
El asunto es que la cosa para mi no daba para más. Cada vez nos íbamos acercando más y más, mas íntimo y erótico cada día aunque las caricias no pasaban del muslo o algún roce "casual" en sus pechos. Y hablando de pechos...creo que es hora de intentar describir esos maravillosos volcanes a los que campechanamente llamamos tetas. Y digo volcanes porque si hay algo que llama la atención y me excita de Liliana, son justamente esas dos hermosas tetas que tiene. De piel trigueña, no posee tetas demasiado grandes, creo que por lo menos para mi, es justo la medida que calzan perfectamente en mi mano cuando los agarro. Pechos medianos, podríamos decir, pero con ese "no se qué" que hace que los hombres la miren y seguramente se calienten. Las tetas de Liliana ha conservado hasta el día de hoy, la frescura de las tetas adolescentes...cálidos, suaves, pezones de pendeja, rozados, parados, de esos que cuando los tocas, siguen la dirección de tu mano o de tus dedos cuando jugueteas con las yemas sobre ellos. Al caminar (y lo hace tirando los hombros para atras "sacando pecho";), siempre están erguidos, con un suave movimiento que revela esa frescura y esa belleza de pechos casi perfectos.
La primera vez que los toqué (lo recuerdo perfectamente) fué una siesta lluviosa de verano. Estabamos en una parada de colectivo, refugiados bajo un paraguas. Ella llevaba puesta solo una camisa amplia y como le encantaba usar,sin sostenes, a rayas. Corria viento y algunas gotas de lluvia mojaron un poco su camisa, haciendo que se pegara en contra de su pecho. El agua fría mas el viento hizo que sus pezones reaccionaran poniendose erectos, duritos, que marcaba un tanto la tela de su ropa. Una leve sombra rosada podia entreverse de sus hermosos pechos. Mientras caminabamos hacia la parada, la miraba de reojo y comencé a sentir ese suave cosquilleo en la punta de mi pene, el cual comenzó a despertar.Cuando llegamos, ella se abrazó fuertemente a mi, Sentía la frescura de su camisa, sus pechos apretados contra mi pecho. La abracé tambien y la puse un poquito de contado, de tal manera que podía, por lo menos, apretar mi miembro contra su pierna. Estuvimos así unos minutos (gracias a Dios el colectivo tardaba), y comencé a acariciar su pancita, llegando a rozar la base de sus tetas. Ella hizo su cabeza para atras, como dejandome campo libre para las caricias y entonces ya no pude resistir. Con un poquito de temor por su reaccion, mis manos ya no solo tocaban la parte de abajo de sus tetitas, sino que se deslizaron hacia arriba acariciandolas completamente y ella solo dejaba hacer. No decía nada. Me sentía como tocando el cielo. la primera vez que lograba acariciar esos pechos de ensueño, con los cuales venía fantaseando hacia un tiempo, pero tambien me sentía como un intruso, que violaba la intimidad guardada, lo prohibido y eso me calentaba más todavía. Disimuladamente desprendí un boton de su camisa y metí la mano por debajo sintiendo por primera vez la calidez y suavidad de esa piel, los pezones erectos que rozaban la palma de mi mano y esa carne que obedientemente se amoldaba a mis caricias. Estaba como en éxtasis, mi pene palpitaba y se apretaba aún más a su pierna, y hubiera habido un estallido de placer....pero no..a la distancia vimos el colectivo que venía y apresuradamente nos acomodamos.
Al siguiente día que fui a visitarla en su casa, me sorprendió un poco el cambio de actitud.. Estaba limpiando. Su madre estaba en el fondo de la casa acomodando no sé que cosas e iba a tardar un poco todavía. Laura me hizo pasar y me ofreció un asiento en el patio. -Quedate aquí que ya termino, me dijo mientras con un haragán terminaba de dar las ultimas repasadas al piso. Y entonces ahí la vi. Al agacharse para levantar el estropajo, me di cuenta que abajo de esa remera de hilo que usaba para los quehaceres, con el cuello estirado, de nuevo no llevaba nada puesto. Al agacharse digo,el cuello de la remera caía hacia adelante y me dejaba ver sus tetitas hasta casi la punta de los pezones. Me sorprendí.
- No tenés nada abajo? - pregunté ya un poco "nervioso".
- No, no tengo nada - dijo acercándose a mi y poniendo su pecho a la altura de mi cara. -¿No te gusta que esté así?.preguntó levantándose la remera y dejando al descubierto sus dos hermosas tetas.
Estaba realmente hermosa y excitante, con esa remera y con su piel brillante de pequeñas gotitas de sudor producto de la actividad de la limpieza. Se sentó en mi regazo y al ver que titubeaba un poco con lo que hacer, me tomó una de las manos y se la puso en el medio de su pecho, entre las dos tetas.
- ¿No tenés ganas de tocar un poco de nuevo?
- ¡Claro!!!! pero puede venir tu madre....
- Se va a tardar un poco - me dijo, y agarrando la mano por la muñeca,me hizo deslizarla por sus dos tetas. Entonces, atreviéndome a más, las agarré con las dos manos, puse sus pezones entre mis dedos indice y pulgar y las apreté suavemente. Un gemido de placer salió de su boca y poniéndose más de costado, agarro mi cabeza y puso mi boca en uno de sus pezones...
- Bésalos - me dijo, y con ternura besé aquellas flores rosadas, rozándole levemente con la punta de mi lengua. Deslicé mi mano entre sus piernas. Quería ver hasta donde llegaba y apenas logré tocar la parte interna de su muslo. Laura, cerrando las piernas sacó mi mano y levantándose: - Suficiente por hoy - me dijo.
A parir de ese momento comenzamos un juego erótico que nos llevaba cada día más y más.S i bien todavía no se mostraba completa, tenía una manía por hacerme calentar. Recuerdo que la visitaba en su casa y yo, sentado en el comedor, y pudiendo ver desde alli hasta su cuarto, entraba en el y desde la puerta me mostraba sus tetas. Muchas veces los dos sentados a la mesa, Laura metía disimuladamente su mano hasta mis piernas, acariciándome suavemente y, lo confieso, alguna vez hasta llegué a acabar con estas toqueteadas. En ese entonces estaba yo de encargado de una oficina inmobiliaria y muchas noches, al encontrarnos, nos refugiábamos allí. Yo la desvestía suavemente acariciando sacando una a una sus prendas. Luego la acostaba sobre mi escritorio y recorría su cuerpo con mis manos. Dije anteriormente que Laura no se mostraba completa, pero en una de esas noches, mientras la tocaba acostada alli, mis manos descendieron lentamente...ellá estaba caliente; sus pezones se pusieron duros y erectos. Mientras la tocaba, llevé mi boca hasta su pancita y comencé a besarla. Mis manos llegaron hasta más abajo del ombrigo, hasta ese monte hermoso que tienen las mujeres...metí un poco la mano dentro de su bombachita blanca y comencé a bajarla...suave...ella no se resistió y dejó hacer. La retiré lentamente y Laura quedó completamente desnuda, por primera vez, ante mis ojos. Tenía una conchita adorable, virgen, apenas ensombrecida por un vello muy suave. El monte de venus se alzaba erguido, cuando acaricié su conchita, mis manos no terminaban de deleitarse con aquellas formas. Era una concha carnosa...podía acariciarla y apretarla. Llegué más lejos todavía, hasta la entrada misma. Deslicé mis dedos por su vagina y me dí cuenta que no estaba húmeda....estaba totalmente mojada...Comencé a saborear su cuerpo con mi boca, esa piel de terciopelo...empecé desde arriba...primero le besé con pasión, luego comencé a bajar por su cuello, besándola y lamiéndola, cada ez más abajo.Mi boca comenzó a subir aquellas montañas en su pecho...primero por el medio, entre sus tetas, luego pasando de una a otra, sus pezones estaban parados, erectos como dos volcanes en erupcion. Hundí mi boca allí y un largo gemido salio desde el interior de Laura. Me agarro por los cabellos y apretaba mi cara contra su pecho. Seguí descendiendo...llegué a su ombligo...y más abajo...más abajo... comenzó a abrir sus piernas y me zambullí en medio de ellas. Su concha mojada estaba ardiendo....comencé a lamerla de abajo hacia arriba, le besaba...pasaba la punta de mi lengua por su clítoris, y ella gemía con espasmos de placer. Arqueaba su cuerpo, sus tetas quedaban erguidas, temblaba. Mientras chupaba su deliciosa concha, estiré mis brazos y agarré sus dos tetas. Las apreté. Mis dedos jugueteaban en sus pezones. Entonces no pude más. Me quité la ropa apresuradamente y me subí sobre ella. Me agarré el choto y lo llevé hasta su cueva...pero no la penetré.
- Todavía no...!!!! me dijo - y levantando las piernas, me lo agarró con sus manos y se lo puso entre medio de sus labios vaginales...allí me hizo frotarlo con fuerza, hasta podía sentir cómo palpitaba esa concha. No tardé mucho en explotar con un grito y sentí derramarme sobre ella. Quedé extenuado. Solo atiné a reposar mi cabeza entre sus pechos, extasiado. Durante un tiempo practicamos sexo de esta forma...hasta que llegó el momento...pero esa es otra historia...
Esta es la primera parte de mi historia con Laura...hay mucho más para contar...si les gustó comenten y contaremos TODAS NUSTRAS INTIMIDADES!!!
SALUDOS...
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