hola gente de Poringa... aquí les dejo la primera parte de un relato erótico 100% real.. tiene fotos incluidas... espero que sea de su arado despues les dejare la segunda parte...
Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, los momentos gratos, apasionados y de delirio son difíciles de olvidar. Las cicatrices del dolor de hoy sanan con la memoria de aquellos instantes de la felicidad vivida en el pasado. Cuando tenía 18 vivía con mis padres recuerdo que toda la vida me gusto pasar tiempo de caridad con mi abuela, razón por la cual eran frecuente mis visitas, todo trascurría muy normal entre la familia.
La historia que se desarrollo ocurre con mi prima, somos de la misma edad, nos veíamos con frecuencia tuvimos una relación común entre primos desde chiquillos jugábamos juntos, comíamos juntos, veíamos tele juntos, peleábamos, en fin, todo muy normal. No obstante, Una vez llegada la adolescencia nos distanciamos un poco por ello de la elección de las amistades, la música e intereses en general, aunque no perdíamos contacto del todo.
A los diez ocho años mi prima que ya era todo una mujer aunque ella esa imagen de niña, de lolita, tenía ese no sé que de las mujeres de esa edad que son niñas, frágiles e incorruptibles pero a la vez ese espíritu de revelación hormonal de deseo y desenfreno. Mi prima, maría así se llama, tal y como la recuerdo era delgada, tenía unos senos muy firmes y redondos tal y como si fuesen de prótesis de silicona, tenía un culo muy redondo y firme, sus pies eran pequeños y lindos tenía unas manos suaves, su cara era muy armónica su mirada era tierna aunque ya descubriría yo que era pura apariencia, su cabello era largo y color Castaño totalmente liso.
María se había ido a vivir donde mi abuela, mi tía con la cual me llevaba muy bien en ese entonces era muy estricta con ella, mi prima en vacaciones se descabullía de mi tía, pasando una temporada donde mi abuela; todas las abuelas son totalmente alcahuetas. Un día viernes después de la universidad llegue donde mi abuela, y prima estaba ahí eran como a las tres de la tarde, y hacia un calor fulminante, y ella estaba ahí con un una blusa de tiras holgada de esas de pijama, unos shorts muy cortos que dejaban ver el comienzo de sus respingado culo, y por el frente se podía apreciar un pequeño bultito era su sexo apretado por la ajustada talla de su pantaloncito. Me quede sorprendido ¿a qué horas mi prima solo una pequeña se había convertido en ella?- recuerdo que pensé-. No recordaba tal metamorfosis, hay momentos en los cuales uno se da cuenta cuando pasa las cosas.
-hola primito, tiempo sin verte, huy creciste tienes el cabello largo, patillas largas y barba de chivo ¿te volviste hippy?, me dijo en un tono un tanto de burla pero cariñosamente.
- emmmm.. Hola María wow si que estas cambiada, estas muy… bien… le dije poniéndome un tanto sonrojado, era un poco tímido en ese tiempo.
Después de cruzar algunas palabras y sin perder la vita de su cautivante cuerpo, pase y salude al resto de mi familia, charlando entre todos me di cuenta que prima se quedaría un tiempo donde mi abuela, ella había recién salido de la secundaria, a mi por el contrario me faltaba unos pocos días para terminar mi primer semestre de universidad, recuerdo pensar que sería interesante quedarme también donde mi abuela disfrutando de la belleza cuerpo de mi maravillosa prima. Luego y para mi sorpresa, entre charla y algo de coqueteo, coqueteo con María, apenas insinuado de parte y parte, me invito a quedarme con el pretexto del distanciamiento entre nosotros, quería pasar tiempo con migo como cuando eramos niños, también porque según ella, pues quería escuchar algunas de las anécdotas de universidad, además lo que yo estudiaba al parecer le parecía interesante y dejando la modestia aparte yo también le resultaba interesante.
Creo que es pertinente que por lo menos, me describa un poco; en ese entonces yo tenía el cabellos largo de color un tanto rubio, una patilla muy setentera que aun me gusta portar con orgullo y gusto de igual manera una barba en forma de chivo, soy en comparación con mi prima alto más o menos 1.70m – ella mide como 1.60- en ese entonces yo era un poco robusto aunque no obeso, lo llama la gente comúnmente trozudito.
Pasaron algunos días tal vez semana y media, y heme ahí en la casa de mi abuela con mi prima, los primeros días salíamos a pasear por ahí, no tomamos unas cervezas en unos pequeños bares de música rock relativamente cerca de casa. Una noche estábamos sólo mi abuela se había ido de compras con mis tíos – dos de ellos Vivian allí- la casa era grade y tenía dos patios nos encontrábamos en el último. Ya habían pasado algunos días, y ya solo me había acostumbrado a ver a mi prima casi en ropa interior andando por la casa mientras hacia aseo y me había hecho a la idea que más no pasaría. Recuerdo que en una ocasión ella se puso una camisola muy holgada como las que acostumbra ponerse se había puesto y una licra blanca, estaba lavando en piso de uno de los patios yo le estaba ayudando aunque me embelesaba el erotismo con que lo hacía (no es que se lo propusiera pero ella en realidad transpiraba pasión), cosa por la cual no le era de mucha ayuda, ella me despertó echándome agua, yo le respondí de igual manera y jugueteamos un rato salpicándonos agua cuando paramos; ella estaba, con su camiseta pegada a sus pechos y se le veían casi por completo yo me quede atontado viendo sus tetas, mis ojos registraban todo y solo se apartaban de sus pezones para ver sus ojos. Me miraba de forma tan coqueta ella sabia que me tenía en sus manos.
-oye que me miras? ¿Atrevido me estas mirando las tetas, mira todo lo que queras por que vos y yo solo somos primos y nada más? Decía, con sonriendo y sacando desde luego pecho.
Ese día me abuela, la nos pillo y a la regaño – “no es cosa de señoritas hacer esa clase de demostraciones”- bien eso me tubo varis días entretenido, masturbándome. No está por demás decir que dormíamos a parte recuerden ella era una señorita. Pues bien, como les dije estábamos en el segundo patio, no pensaba mal, entonces ella me empezó a peinar, alago mi cabello y yo audazmente le alague el cuerpo cortésmente, y le dije lo que pensé la vez que la vi de nuevo. Le gusto el alago lo vi en sus ojos y la charla que se desencadeno posteriormente fue la siguiente:
-ve primo y vos tenes novia?
-heee… oficialmente… no… y por que la pregunta? Te anotas? Le dije en chiste... y me sonreí...
- sólo pregunto porque vos hablas muy bien, sos encantador y muy caballero... Yo me sonroje.
Ella prosiguió -vos sos de esos muchachos que son engatusadores que envuelve a una con las palabras- me dijo ya mirándome a los ojos… yo como buen encantador le dije –gracias por decirme feo bromee otra vez. Ella sonrió y dijo -ves sos encantador me haces reir siempre y obvio que no sos feo.
-te puedo preguntar algo -le dije- te podes molestar después pero te lo tengo que decir. Me deseas…? Yo te deseo mucho!, pero estoy confundió o a lo mejor soy algo ingenuo… pero creo que me seducís, me coqueteas, te muestras, me decís cosas muy sugestivas de a veces doble sentido… quiero sab…
Me callo con un beso apasionado que desde luego correspondí, fue un beso muy ardiente tanto como el infierno, tanto que dolió... movíamos la lengua de manera alocada, nuestras cabezas se movían descontroladamente, me comía sus labios con mi boca succionaba y salivamos mucho, como bestias jadeantes. Sus manos mientras tanto oprimían desde atrás mi cabeza a la suya… yo por otra parte le halaba su cabello hacia atrás con una mano le había agarrado fuertemente una de sus carnes, le había cogido medio culo se lo abría y cerraba, lo soltaba y apretaba con fuerza. Ese día ella vestía con una falda corta, una camisa holgada eran frecuentes que vistiera así por los bochornos nocturnos también…. Yo por mi parte, me había concentrado en su cuerpo lo recorría con mis manos ella se entrego por completo, puso su espalda sobre mi pecho y alzo sus brazos con sus manos tocaba mi cabello. Yo tocaba sus tetas redonditas y firmes de buen tamaño a esas alturas ella ya estaba casi desnuda con la blusa abajo y su falda también abajo, sus pezones eran de areolas de color levemente oscuro como el chocolate y dulce cono este también según lo comprobé después. La puntita de su pezón era pequeñita en relación con la aureola, no pude aguantar y los saboree, los lamí suavemente introducía mi dedo en su teta haciendo presión en su pezón, lo unida en sí mismo...
por su parte ella estaba en plena entrega en un estaxis total gemía sutilmente y daba pequeños brincos según las caricias, le gustaban las carisias apasionadas... así lo comprobé con pequeños pellizcos, mordiscos en su pezón y cuando aruñaba su espalda y por detrás de las piernas… comencé a abajar por su abdomen bese su ombligo, llegue a su pubis tenía pocos pelitos se notaba que días antes se había rasurado, y me quede ahí un ratito, luego baje sus pantis, y he ahí su vagina carnosa totalmente mojada, deliciosa tan deseada por mí.
Acto seguido, la senté en una silla del patio, fue fácil estaba hipnotiza del placer, no me atreví a preguntarle si le gustaba –pienso que eso arruina el momento, era obvio por sus gestos, y tal vez hubiera despertado de estasis- le abrí las piernas, y su flor se abrió ante mi me mostro sus pétalos, su néctar; su aroma era tan delicioso fuerte en buen sentido, olía a pasión o por mi parte, yo cual colibrí disfrutaba de la dulce emanación de sus jugos… ella empezó a gemir estrepitosamente, apretaba mi cabeza contra su sexo… todo parecía que se había salido de control para ella, estaba a punto del clímax, aunque cuando ya casi alcanzado el orgasmo se puso de pie como si la hubiera recibido en choque de la corriente eléctrica, me pido disculpas.
–no piense mal de mí no soy así. Cogió rápidamente su ropa y se metió en su habitación.
Mientras tanto yo le decía –no, no pienso mal, hace un buen rato deje de pensar… espérate no te pongas en ese plan hablemos… que ocurrió? Pero me cerró la puerta en la cara..
“María es una señorita recatada… así no se portan las señoritas…” lo había olvidado. En fin, odio la gazmoñería y que bueno lo que había pasado; y en efecto sabía que iba a suceder de nuevo y mejor… era mi deber mostrarle a mi prima lo es la pasión.
ahora bien, los que han tenido la suerte de haber estado con mujeres primerizas sabrán que a veces cuando estas son criadas de manera muy tradicional tal despliegue de placer, desenfreno y descontrol… es una transgresión a los ideales de cómo deben comportarse. Ya intuía María que era una doncella... y que con migo perdería el ultimo rastro de su niñes…
Lo recuerdo como si hubiese sido ayer, los momentos gratos, apasionados y de delirio son difíciles de olvidar. Las cicatrices del dolor de hoy sanan con la memoria de aquellos instantes de la felicidad vivida en el pasado. Cuando tenía 18 vivía con mis padres recuerdo que toda la vida me gusto pasar tiempo de caridad con mi abuela, razón por la cual eran frecuente mis visitas, todo trascurría muy normal entre la familia.
La historia que se desarrollo ocurre con mi prima, somos de la misma edad, nos veíamos con frecuencia tuvimos una relación común entre primos desde chiquillos jugábamos juntos, comíamos juntos, veíamos tele juntos, peleábamos, en fin, todo muy normal. No obstante, Una vez llegada la adolescencia nos distanciamos un poco por ello de la elección de las amistades, la música e intereses en general, aunque no perdíamos contacto del todo.
A los diez ocho años mi prima que ya era todo una mujer aunque ella esa imagen de niña, de lolita, tenía ese no sé que de las mujeres de esa edad que son niñas, frágiles e incorruptibles pero a la vez ese espíritu de revelación hormonal de deseo y desenfreno. Mi prima, maría así se llama, tal y como la recuerdo era delgada, tenía unos senos muy firmes y redondos tal y como si fuesen de prótesis de silicona, tenía un culo muy redondo y firme, sus pies eran pequeños y lindos tenía unas manos suaves, su cara era muy armónica su mirada era tierna aunque ya descubriría yo que era pura apariencia, su cabello era largo y color Castaño totalmente liso.
María se había ido a vivir donde mi abuela, mi tía con la cual me llevaba muy bien en ese entonces era muy estricta con ella, mi prima en vacaciones se descabullía de mi tía, pasando una temporada donde mi abuela; todas las abuelas son totalmente alcahuetas. Un día viernes después de la universidad llegue donde mi abuela, y prima estaba ahí eran como a las tres de la tarde, y hacia un calor fulminante, y ella estaba ahí con un una blusa de tiras holgada de esas de pijama, unos shorts muy cortos que dejaban ver el comienzo de sus respingado culo, y por el frente se podía apreciar un pequeño bultito era su sexo apretado por la ajustada talla de su pantaloncito. Me quede sorprendido ¿a qué horas mi prima solo una pequeña se había convertido en ella?- recuerdo que pensé-. No recordaba tal metamorfosis, hay momentos en los cuales uno se da cuenta cuando pasa las cosas.
-hola primito, tiempo sin verte, huy creciste tienes el cabello largo, patillas largas y barba de chivo ¿te volviste hippy?, me dijo en un tono un tanto de burla pero cariñosamente.
- emmmm.. Hola María wow si que estas cambiada, estas muy… bien… le dije poniéndome un tanto sonrojado, era un poco tímido en ese tiempo.
Después de cruzar algunas palabras y sin perder la vita de su cautivante cuerpo, pase y salude al resto de mi familia, charlando entre todos me di cuenta que prima se quedaría un tiempo donde mi abuela, ella había recién salido de la secundaria, a mi por el contrario me faltaba unos pocos días para terminar mi primer semestre de universidad, recuerdo pensar que sería interesante quedarme también donde mi abuela disfrutando de la belleza cuerpo de mi maravillosa prima. Luego y para mi sorpresa, entre charla y algo de coqueteo, coqueteo con María, apenas insinuado de parte y parte, me invito a quedarme con el pretexto del distanciamiento entre nosotros, quería pasar tiempo con migo como cuando eramos niños, también porque según ella, pues quería escuchar algunas de las anécdotas de universidad, además lo que yo estudiaba al parecer le parecía interesante y dejando la modestia aparte yo también le resultaba interesante.
Creo que es pertinente que por lo menos, me describa un poco; en ese entonces yo tenía el cabellos largo de color un tanto rubio, una patilla muy setentera que aun me gusta portar con orgullo y gusto de igual manera una barba en forma de chivo, soy en comparación con mi prima alto más o menos 1.70m – ella mide como 1.60- en ese entonces yo era un poco robusto aunque no obeso, lo llama la gente comúnmente trozudito.
Pasaron algunos días tal vez semana y media, y heme ahí en la casa de mi abuela con mi prima, los primeros días salíamos a pasear por ahí, no tomamos unas cervezas en unos pequeños bares de música rock relativamente cerca de casa. Una noche estábamos sólo mi abuela se había ido de compras con mis tíos – dos de ellos Vivian allí- la casa era grade y tenía dos patios nos encontrábamos en el último. Ya habían pasado algunos días, y ya solo me había acostumbrado a ver a mi prima casi en ropa interior andando por la casa mientras hacia aseo y me había hecho a la idea que más no pasaría. Recuerdo que en una ocasión ella se puso una camisola muy holgada como las que acostumbra ponerse se había puesto y una licra blanca, estaba lavando en piso de uno de los patios yo le estaba ayudando aunque me embelesaba el erotismo con que lo hacía (no es que se lo propusiera pero ella en realidad transpiraba pasión), cosa por la cual no le era de mucha ayuda, ella me despertó echándome agua, yo le respondí de igual manera y jugueteamos un rato salpicándonos agua cuando paramos; ella estaba, con su camiseta pegada a sus pechos y se le veían casi por completo yo me quede atontado viendo sus tetas, mis ojos registraban todo y solo se apartaban de sus pezones para ver sus ojos. Me miraba de forma tan coqueta ella sabia que me tenía en sus manos.
-oye que me miras? ¿Atrevido me estas mirando las tetas, mira todo lo que queras por que vos y yo solo somos primos y nada más? Decía, con sonriendo y sacando desde luego pecho.
Ese día me abuela, la nos pillo y a la regaño – “no es cosa de señoritas hacer esa clase de demostraciones”- bien eso me tubo varis días entretenido, masturbándome. No está por demás decir que dormíamos a parte recuerden ella era una señorita. Pues bien, como les dije estábamos en el segundo patio, no pensaba mal, entonces ella me empezó a peinar, alago mi cabello y yo audazmente le alague el cuerpo cortésmente, y le dije lo que pensé la vez que la vi de nuevo. Le gusto el alago lo vi en sus ojos y la charla que se desencadeno posteriormente fue la siguiente:
-ve primo y vos tenes novia?
-heee… oficialmente… no… y por que la pregunta? Te anotas? Le dije en chiste... y me sonreí...
- sólo pregunto porque vos hablas muy bien, sos encantador y muy caballero... Yo me sonroje.
Ella prosiguió -vos sos de esos muchachos que son engatusadores que envuelve a una con las palabras- me dijo ya mirándome a los ojos… yo como buen encantador le dije –gracias por decirme feo bromee otra vez. Ella sonrió y dijo -ves sos encantador me haces reir siempre y obvio que no sos feo.
-te puedo preguntar algo -le dije- te podes molestar después pero te lo tengo que decir. Me deseas…? Yo te deseo mucho!, pero estoy confundió o a lo mejor soy algo ingenuo… pero creo que me seducís, me coqueteas, te muestras, me decís cosas muy sugestivas de a veces doble sentido… quiero sab…
Me callo con un beso apasionado que desde luego correspondí, fue un beso muy ardiente tanto como el infierno, tanto que dolió... movíamos la lengua de manera alocada, nuestras cabezas se movían descontroladamente, me comía sus labios con mi boca succionaba y salivamos mucho, como bestias jadeantes. Sus manos mientras tanto oprimían desde atrás mi cabeza a la suya… yo por otra parte le halaba su cabello hacia atrás con una mano le había agarrado fuertemente una de sus carnes, le había cogido medio culo se lo abría y cerraba, lo soltaba y apretaba con fuerza. Ese día ella vestía con una falda corta, una camisa holgada eran frecuentes que vistiera así por los bochornos nocturnos también…. Yo por mi parte, me había concentrado en su cuerpo lo recorría con mis manos ella se entrego por completo, puso su espalda sobre mi pecho y alzo sus brazos con sus manos tocaba mi cabello. Yo tocaba sus tetas redonditas y firmes de buen tamaño a esas alturas ella ya estaba casi desnuda con la blusa abajo y su falda también abajo, sus pezones eran de areolas de color levemente oscuro como el chocolate y dulce cono este también según lo comprobé después. La puntita de su pezón era pequeñita en relación con la aureola, no pude aguantar y los saboree, los lamí suavemente introducía mi dedo en su teta haciendo presión en su pezón, lo unida en sí mismo...
por su parte ella estaba en plena entrega en un estaxis total gemía sutilmente y daba pequeños brincos según las caricias, le gustaban las carisias apasionadas... así lo comprobé con pequeños pellizcos, mordiscos en su pezón y cuando aruñaba su espalda y por detrás de las piernas… comencé a abajar por su abdomen bese su ombligo, llegue a su pubis tenía pocos pelitos se notaba que días antes se había rasurado, y me quede ahí un ratito, luego baje sus pantis, y he ahí su vagina carnosa totalmente mojada, deliciosa tan deseada por mí.
Acto seguido, la senté en una silla del patio, fue fácil estaba hipnotiza del placer, no me atreví a preguntarle si le gustaba –pienso que eso arruina el momento, era obvio por sus gestos, y tal vez hubiera despertado de estasis- le abrí las piernas, y su flor se abrió ante mi me mostro sus pétalos, su néctar; su aroma era tan delicioso fuerte en buen sentido, olía a pasión o por mi parte, yo cual colibrí disfrutaba de la dulce emanación de sus jugos… ella empezó a gemir estrepitosamente, apretaba mi cabeza contra su sexo… todo parecía que se había salido de control para ella, estaba a punto del clímax, aunque cuando ya casi alcanzado el orgasmo se puso de pie como si la hubiera recibido en choque de la corriente eléctrica, me pido disculpas.
–no piense mal de mí no soy así. Cogió rápidamente su ropa y se metió en su habitación.
Mientras tanto yo le decía –no, no pienso mal, hace un buen rato deje de pensar… espérate no te pongas en ese plan hablemos… que ocurrió? Pero me cerró la puerta en la cara..
“María es una señorita recatada… así no se portan las señoritas…” lo había olvidado. En fin, odio la gazmoñería y que bueno lo que había pasado; y en efecto sabía que iba a suceder de nuevo y mejor… era mi deber mostrarle a mi prima lo es la pasión.
ahora bien, los que han tenido la suerte de haber estado con mujeres primerizas sabrán que a veces cuando estas son criadas de manera muy tradicional tal despliegue de placer, desenfreno y descontrol… es una transgresión a los ideales de cómo deben comportarse. Ya intuía María que era una doncella... y que con migo perdería el ultimo rastro de su niñes…
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9 comentarios - mi prima y yo. parte 1, la seduccion. relato e imagenes.
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