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Mi Tía es perversa

Siempre lo fue. Hija de puta, erótica, perversa, manipuladora y muchas otras cosas más. Pero su cuerpo es el de una yegua madura. Aún sabiendo la basura que siempre fue me calienta mucho y creo que todavía más por esa razón.

Viendola caminar en la cocina sólo con unos tacos de aguja altísima de hembra puta y fumando me hace acordar a esas yeguas trotando lento en el campo.
Por la mañana le encanta ducharse, darse crema y aceite por todo su cuerpo hasta quedar bien lubricada y tomar café y fumar vestidita solo con unos zapatos negros altísimos de puta barata.

Cuando yo me quedo en su casa, me espera en la cocina así con el desayuno listo, me levanto desnudo y tomamos café y fumamos juntos en silencio. Le encanta ver cómo crece mi verga lentamente mientras echa humo por sus labios carnosos. Ayer mientras miraba mi verga empezó a relamerse con su saliva, dejándola caer entre sus labios, era hermoso ver su pera chorreando de baba que se iba deslizando hasta sus tetas redondas y firmes. Cada vez soltaba más baba, se escupía las tetas en silencio. Mi carne estaba dura y empezaba a segregar líquido transparente. Me acerqué a su boca y mirándola de frente le escupí la cara, salpicandole los ojos y la nariz. Le encantó y abrió la boca llena de baba como pidiendo más. Empecé a escupirla con fuerza y con mucha saliva, ella mientras juntaba todo en su mandíbula. Seguí llenándole la boca de baba caliente hasta que despacio se la tragó toda sin rechistar volviendo a abrir sus fauces, la puta quería más... encendimos otro cigarrillo y seguí escupiendola entera, su cara, su boca, su nariz, le babeaba los ojos pintados y le lubricaba las tetas. Ella en silencio fumaba y gozaba. Esta vez más al tener la boca repleta de mi baba y la de ella le apreté el cuello y le obligué atragarla sintiendo como el líquido atravezaba su garganta lubricada. Mi pija estaba hinchada como pocas veces, ella no paraba de mirarla.

Se puso de rodillas con su orto cerca de mi pija... entendí que quería que le escupiera ese agujero hermoso. Se lo mojaba mientras ella se metía dos dedos abriéndolo y tragando el líquido espeso, Se dilataba fácil porque su culo había recibido muchas pijas a lo largo de su vida, estaba acostumbrado a agrandarse rápidamente. De golpe le metí la verga de una estocada y vibró de placer, su cara llena de baba me calentaba increíblemente. Una vez con mi verga en su agujero, bien a presión, la meé lentamente... Gritaba como una zorra hija de puta, sentía mi meada caliente entrando por su orto a presión y cada vez bombeaba con más fuerza. La meada se quedó toda a dentro un buen rato, porque ella tapaba su agujero con la mano. Volvió a sentarse, mientras me miraba con los ojos vidriosos embriagada de placer, guardaba mi meada en su ano y eso la volvía loca.

Empecé a darle palmadas en su concha de una forma bastante violenta, ella no sólo no se quejaba sino que abría las piernas como pidiendo más... Le cacheteaba los labios de la concha con fuerza y ella se contorsionaba y chillaba a la vez que soltaba baba por su boca. Seguí dandole duro hasta que acabó fuerte junto con una meada brutal...., soltando su orto y dejando salir mi líquido caliente y amarillo a la vez. Fue hermoso.

Estaba transpirada, babeada, meada y con la concha roja de mis cachetazos. La acosté encima de las meadas y le refregué la cara para que limpiara todo con su lengua mientras le metía la verga por el orto y se lo bombeaba como un animal. Ella chupaba todo, bebía gota a gota, mientras mi leche salía a borbotones dentro de su agujero moreno. Una vez acabar la dejé tirada sollozando en la cocina y me fui a dar una vuelta...
Al volver, estaba como una diosa lista para irse a trabajar. antes mirándome a los ojos se bebió toda la leche que había recolectado de su orto. En silencio, nos miramos y se fue...

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