Hola mis amores, acá les traigo el 2do Capitulo de mis relatos, espero que les agrade y les despierte tantas calientes sensaciones como a mi, si recibo buenas criticas por supuesto habrá mas!!
Cuentos Calientes
Capitulo II "El aperitivo"
Cuando las cosas estaban por ponerse calientes nuevamente sonó el timbre.
- Quien será?
- Alejo, me olvide de decirte que venia a buscar el dinero que nos había prestado.
- Ahora? Que cagada, no tengo nada.
- No te preocupes, el va a entender.
Crazy se incorporo, se limpio y arreglo un poco y fue a abrirle la puerta, Hiedra se quito la tanguita que estaba muy mojada y se quedo solo con su blanco vestidito de algodón, aprovecho que estaba sola y se zambullo en la piscina para refrescarse y limpiarse un poco.
Crazy llego al patio en compañía de Alejo que vestía unos short y u cortos para gimnasia y una remera ideales para ese caluroso día, se acercaron a la piscina, se agacho y saludo a Hiedra con un beso.
- Hola linda, como estas?
- Bien Ale, y vos?
- Bien, iba al gimnasio y pase a buscar el dinero como quedamos por teléfono.
Crazy servia un vaso de cerveza para la visita sin prestar demasiada atención a la conversación, Alejo miraba en forma distraída los hombros y parte del pecho mojado de Hiedra que se encontraba dentro de la piscina casi apoyada en el borde. Ella miraba de reojo el bulto de Alejo, que a pesar de sus esfuerzos no podía disimular la erección, ya que ella siempre lo excito y nunca intento nada por respeto a su amigo Crazy
- Mira Ale, la verdad me agarrantes en mal momento –dijo Crazy
- No te preocupes, de alguna manera me arreglo, lastima que vine hasta acá en vano.
Hiedra se encamino a la escalera de la piscina y comenzó a subir lentamente, con su larga cabellera mojada y peinada hacia atrás, a cada escalón se asomaba más su hermosa anatomía, su vestido blanco de algodón se pegaba a su cuerpo, trasluciendo sus erectos pezones, y una sombra excitante entre sus piernas, rodeo a alejo, se acerco a Crazy, lo beso, lo miro a los ojos y eso fue suficiente para entenderse, el asintió con una sonrisa cómplice mientras Alejo de atrás miraba ese vestidito mojado pegados a las nalgas de esa provocadora hembra y la erección fue total.
Hiedra se dio vuelta, camino hacia Alejo con mirada lasciva, lo tomo de los hombro y comenzó a besarlo, al principió Alejo estaba confundido y miro a su amigo que dijo
- No me mires así, siempre se tuvieron ganas, no hagas que me arrepienta
Ella siempre había fantaseado con un trío, siempre pensó en otra mujer, pero desde hacía poco tiempo jugaba con tímidamente en su cabeza la idea de dos hombres, pero solo Crazy había admitido esa fantasía como propia, a pesar que el sabia que ella también la tenia.
Sus lenguas se entrelazaron, Hiedra bajo lentamente su mano y comenzó a acariciar ese bulto que había estado mirando anteriormente, lo acariciaba con fuerza, mientras que con la otra mano acariciaba sus pectorales, el suavemente deslizo sus manos a ese trasero que tanto le gustaba y comenzó a apretarlo, mientras tanto Crazy, sentado en la reposera, también empezó a acariciar su miembro excitado.
Cuando Hiedra sintió que esa prominente pija estaba lo suficientemente dura, al punto que la puntita asomaba húmeda por el borde inferior de la pierna, se agacho y con lentos movimientos bajaba ese short, dejando al principio ver una ingle de pocos bellos cortos de una reciente rasurada, hasta que se empezó a asomar el duro tronco de esa verga que estaba deseando desde algún tiempo.
Cuando llego al bajar bien el short, la dura y gruesa verga salto como un resorte, salpicando los labios de Hiedra con las primeras gotitas de esa agüita cristalina que emanaba de la rosada cabecita, ella sonrío, lo miro y paso la lengua por los labios limpiándolos, el también sonrío y le dijo
- mmm, no pensé que fueras tan chanchita
- no te imaginas cuanto- dijo ella mientras su mano corría el cuerito de la pija hacia atrás para dejar bien al descubierto la cabecita.
Lentamente llevo ese miembro a su boca, Alejo de pie, acariciaba su cabeza en forma tierna, al ritmo de aquella mamada, la boca de Hiedra se llenaba de carne y jugos, una de sus manos acariciaban los suaves testículo mientras la otra jugaba con sus pezones, se sentía caliente, mojada, giro la cabeza y lo vio a Crazy también con su verga tiesa, lista, como esperando su turno, ella con un gesto lo llamo, el se acerco, se paro a un costado de Alejo y se la ofreció, ella hambrienta la introdujo en su boca sin dejar de pajearlo a Alejo. Chupaba una y pajeaba la otra, y así intercambiaba pijas en su boca, Crazy lo miro a Alejo y le dijo
- Es tremenda esta putita.
- Si, y como le gusta chupar pija.
- Espera a que te monte y después me contas.
Esta conversación la calentó más y comenzó a refregar las dos pijas por su cara, a tratar de meterla ambas en su boca, lamiendo esas cabecitas, los pajeaba frenéticamente como tratando de obtener de golpe las mieles de esas hermosas vergas. Ellos empezaron a sentir que estaban por acabar, entonces Alejo dijo
- cuidado putita, estor por llegar.
- déjala, ella sabe lo que hace, no hermosa?
- si, quiero toda la lechita en la boca.
- toda? es mucho bebe.
- si la quiero toda, la de los dos- dijo mientras pajeaba y lamia desesperadamente.
Alejo endureció las piernas, largo un suspiro y dejo escapar un largo chorro de leche que salpico la carita de ella, el segundo chorro callo entre sus tetas, mientras Hiedra comenzó a lamer la puntita de la pija para captar todo lo que seguía saliendo, en tanto Crazy la tomo de la cabeza y la trajo hacia su verga, estaba brotando su blanca leche, esta vez ella no dejo escapar nada y abrió la boca, que se lleno y rebasó, dejando correr un fino hilo de esperma por sus comisuras, el resto…lo bebió todo. Lamia y chupaba los dos enlechados miembros, dejándolos limpios y brillosos, sin rastro de esa leche que consideraba de ella, porque ella misma la había extraído, al tiempo que comenzó gemir y a tener un relajante orgasmo sin ni siquiera tocarse, solo con la sensación de los dos garrotes a su disposición, y pensando en lo que se le venia una vez que se endurecieran de nuevo, por que esa tarde aun no terminaba…
Cuentos Calientes
Capitulo II "El aperitivo"
Cuando las cosas estaban por ponerse calientes nuevamente sonó el timbre.
- Quien será?
- Alejo, me olvide de decirte que venia a buscar el dinero que nos había prestado.
- Ahora? Que cagada, no tengo nada.
- No te preocupes, el va a entender.
Crazy se incorporo, se limpio y arreglo un poco y fue a abrirle la puerta, Hiedra se quito la tanguita que estaba muy mojada y se quedo solo con su blanco vestidito de algodón, aprovecho que estaba sola y se zambullo en la piscina para refrescarse y limpiarse un poco.
Crazy llego al patio en compañía de Alejo que vestía unos short y u cortos para gimnasia y una remera ideales para ese caluroso día, se acercaron a la piscina, se agacho y saludo a Hiedra con un beso.
- Hola linda, como estas?
- Bien Ale, y vos?
- Bien, iba al gimnasio y pase a buscar el dinero como quedamos por teléfono.
Crazy servia un vaso de cerveza para la visita sin prestar demasiada atención a la conversación, Alejo miraba en forma distraída los hombros y parte del pecho mojado de Hiedra que se encontraba dentro de la piscina casi apoyada en el borde. Ella miraba de reojo el bulto de Alejo, que a pesar de sus esfuerzos no podía disimular la erección, ya que ella siempre lo excito y nunca intento nada por respeto a su amigo Crazy
- Mira Ale, la verdad me agarrantes en mal momento –dijo Crazy
- No te preocupes, de alguna manera me arreglo, lastima que vine hasta acá en vano.
Hiedra se encamino a la escalera de la piscina y comenzó a subir lentamente, con su larga cabellera mojada y peinada hacia atrás, a cada escalón se asomaba más su hermosa anatomía, su vestido blanco de algodón se pegaba a su cuerpo, trasluciendo sus erectos pezones, y una sombra excitante entre sus piernas, rodeo a alejo, se acerco a Crazy, lo beso, lo miro a los ojos y eso fue suficiente para entenderse, el asintió con una sonrisa cómplice mientras Alejo de atrás miraba ese vestidito mojado pegados a las nalgas de esa provocadora hembra y la erección fue total.
Hiedra se dio vuelta, camino hacia Alejo con mirada lasciva, lo tomo de los hombro y comenzó a besarlo, al principió Alejo estaba confundido y miro a su amigo que dijo
- No me mires así, siempre se tuvieron ganas, no hagas que me arrepienta
Ella siempre había fantaseado con un trío, siempre pensó en otra mujer, pero desde hacía poco tiempo jugaba con tímidamente en su cabeza la idea de dos hombres, pero solo Crazy había admitido esa fantasía como propia, a pesar que el sabia que ella también la tenia.
Sus lenguas se entrelazaron, Hiedra bajo lentamente su mano y comenzó a acariciar ese bulto que había estado mirando anteriormente, lo acariciaba con fuerza, mientras que con la otra mano acariciaba sus pectorales, el suavemente deslizo sus manos a ese trasero que tanto le gustaba y comenzó a apretarlo, mientras tanto Crazy, sentado en la reposera, también empezó a acariciar su miembro excitado.
Cuando Hiedra sintió que esa prominente pija estaba lo suficientemente dura, al punto que la puntita asomaba húmeda por el borde inferior de la pierna, se agacho y con lentos movimientos bajaba ese short, dejando al principio ver una ingle de pocos bellos cortos de una reciente rasurada, hasta que se empezó a asomar el duro tronco de esa verga que estaba deseando desde algún tiempo.
Cuando llego al bajar bien el short, la dura y gruesa verga salto como un resorte, salpicando los labios de Hiedra con las primeras gotitas de esa agüita cristalina que emanaba de la rosada cabecita, ella sonrío, lo miro y paso la lengua por los labios limpiándolos, el también sonrío y le dijo
- mmm, no pensé que fueras tan chanchita
- no te imaginas cuanto- dijo ella mientras su mano corría el cuerito de la pija hacia atrás para dejar bien al descubierto la cabecita.
Lentamente llevo ese miembro a su boca, Alejo de pie, acariciaba su cabeza en forma tierna, al ritmo de aquella mamada, la boca de Hiedra se llenaba de carne y jugos, una de sus manos acariciaban los suaves testículo mientras la otra jugaba con sus pezones, se sentía caliente, mojada, giro la cabeza y lo vio a Crazy también con su verga tiesa, lista, como esperando su turno, ella con un gesto lo llamo, el se acerco, se paro a un costado de Alejo y se la ofreció, ella hambrienta la introdujo en su boca sin dejar de pajearlo a Alejo. Chupaba una y pajeaba la otra, y así intercambiaba pijas en su boca, Crazy lo miro a Alejo y le dijo
- Es tremenda esta putita.
- Si, y como le gusta chupar pija.
- Espera a que te monte y después me contas.
Esta conversación la calentó más y comenzó a refregar las dos pijas por su cara, a tratar de meterla ambas en su boca, lamiendo esas cabecitas, los pajeaba frenéticamente como tratando de obtener de golpe las mieles de esas hermosas vergas. Ellos empezaron a sentir que estaban por acabar, entonces Alejo dijo
- cuidado putita, estor por llegar.
- déjala, ella sabe lo que hace, no hermosa?
- si, quiero toda la lechita en la boca.
- toda? es mucho bebe.
- si la quiero toda, la de los dos- dijo mientras pajeaba y lamia desesperadamente.
Alejo endureció las piernas, largo un suspiro y dejo escapar un largo chorro de leche que salpico la carita de ella, el segundo chorro callo entre sus tetas, mientras Hiedra comenzó a lamer la puntita de la pija para captar todo lo que seguía saliendo, en tanto Crazy la tomo de la cabeza y la trajo hacia su verga, estaba brotando su blanca leche, esta vez ella no dejo escapar nada y abrió la boca, que se lleno y rebasó, dejando correr un fino hilo de esperma por sus comisuras, el resto…lo bebió todo. Lamia y chupaba los dos enlechados miembros, dejándolos limpios y brillosos, sin rastro de esa leche que consideraba de ella, porque ella misma la había extraído, al tiempo que comenzó gemir y a tener un relajante orgasmo sin ni siquiera tocarse, solo con la sensación de los dos garrotes a su disposición, y pensando en lo que se le venia una vez que se endurecieran de nuevo, por que esa tarde aun no terminaba…
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