Tarde de placer

Mi novia se está encargando de buscar un apartamento para comprar, por lo que tratamos con una inmobiliaria; después de visitar varios, ella no podía llegar por una reunión del trabajo por lo que me pidió si podía ir. Ahí fui y me encontré con una vendedora, vestida con un buzo de hilo con escote en V y jeans, María José, preciosa ella, delgadita, morocha con ojos azules claros, súper simpática mas o menos de 1,70m, lindas tetas, no parecían grandes pero si firmes y dejaban adivinar unos ricos botones, el conjunto era como si tuviera medio limón en cada lado, de atrás le asomaba un culito lindo y firme. Cuando llegué nos presentamos, me plantó un beso, en la mejilla, tenía los labios calientes,
_¿Hola, Eduardo no? soy María José
Yo _ ssssiii, encantado
_La vendedora de siempre no pudo venir, soy nueva en la inmobiliaria así que mirá tranquilo y si tenés preguntas llamamos a la dueña.
Subimos al piso 10,el apartamento estaba vacío ,tenía una linda vista y era muy luminoso, recorrimos el living, la cocina y los dormitorios; cuando estábamos en el baño del dormitorio principal le pedí una lapicera para anotar las medidas. Cuando la iba sacando, se le cayó y pude ver por el escote el nacimiento de los pechos y parte del soutien de encaje blanco. No sé qué impulso me vino, pero, me agaché junto a ella, la agarré de la cara y la besé en la boca, sentí como se le caían las carpetas y extrañamente, en lugar de apartarme y darme una cachetada como pensé que iba a hacer, cerró el abrazo y abrió la boca. Sin mediar palabras nos sentamos en el piso, se monto sobre mí y comenzó a juguetear con su lengua en mis labios, su aliento era caliente, todo en ella era caliente, yo le besaba el cuello y lo recorría con mi lengua mientras le acariciaba la espalda, metí la mano debajo del buzo primero, después debajo de la camisita que tenía y me encontré su piel, me encantaba, rapidamente busqué el broche del soutien y lo desprendí.Sentí como se aflojaba y la rodee con una mano hasta encontrar esas tetas que me habían consumido la imaginación, todavía no podía verlas, pero sentía que sus pezones estaban duros, ella mientras jadeaba regularmente en mi oreja y acariciaba mi espalda, yendo lentamente hacia mi estomago, donde yo esperaba que desprendiera el jean y sintiera mi verga que estaba dura como un garrote.
Tomé el sweater de abajo y se lo levanté, ella cooperó terminando de sacarse las mangas, la camisita era ajustada y tenia broches, por lo que de un tirón se la desprendí y ahí pude ver el soutien flojo a medio caer y esas tetas que me estaban enloqueciendo.
Que placer, ver al aire esos pechos, mi novia los tiene más grandes, pero estos cabían perfectamente en mi mano y estaban coronados por unos pezones medianos rosaditos y bien duros. No aguanté mas y comencé a chuparlos, ella puso su mano en mi nuca y la acariciaba mientras disfrutaba del momento, yo les pasaba la lengua, los succionaba, pasaba de una teta a la otra y mientras estaba con una, con mi mano jugueteaba con la otra, no quería que le faltara atención a ninguna de las dos. Cada tanto, aprovechaba y acariciaba su culito, no quería dejar zona sin explorar, deslicé mi mano por la cintura del jean, bajé hasta la entrepierna y comencé a frotarla para generarle calor y tratar de excitarla todo lo que pudiera. Ella se movía rítmicamente y gemía, me hubiera encantado susurrarle un montón de chanchadas pero María José no decía ni una palabra y yo no me animaba tampoco, para no romper el momento, por lo que proseguí buscando el botón y el cierre del jean. Cuando los encontré y comencé a tirar, sentí como si ella titubeaba y trataba de apartarse, pero enseguida fui hasta sus tetas y seguí lamiéndolas pasando mi lengua en círculos por esos pezones sabrosos, los pellizcaba tiernamente, ella se relajó, parece que había encontrado su punto débil. Me dispuse a seguir con mi trabajo de desnudarla, desprendí el pantalón y comencé a acariciar su vientre, el ombligo y seguí más abajo, sentí la cintura de su bombacha, era de encaje también, y en un breve instante que dirigí la mirada vi que asomaba un moñito chiquito, mas me calentaba.
Sin pensarlo metí una mano, primero pasé por el moñito, deslicé mis dedos y sentí su piel y el comienzo de los primeros vellos .Lo primero que noté fue que estaban cortitos, depilados, seguí y llegué a su rajita, estaba bien húmeda y calentita, ella se sobresaltó levemente pero enseguida se relajó, yo seguí inspeccionando, encontrando los labios y separándolos de a poco, en ese punto, mis dedos estaban todos mojados con su flujo, estaba empapada, llegué a su clítoris y comencé a masajearlo con dos dedos, ella comenzó a gemir más fuerte ,llegado un punto, comencé a penetrarla con un dedo y a mover mi mano frenéticamente. Ella agitaba su pecho y se contorsionaba al ritmo de mi caricia, yo no dejaba de estar prendido de sus tetas con mi boca, quería darle todo el placer que pudiera. En un momento ella se convulsionó se contrajo y se dejo caer sobre mi abrazándome, su cara en mi cuello, había acabado seguro. En ese punto no pude mas, la retire suavemente, me saque el buzo, lo coloque en el piso, la recosté sobre él ,me paré y comencé a desprenderme la bragueta, ella mientras entendió y se sacó el pantalón de un tirón, al verla casi toda desnuda, me hacía más dificultoso desprenderme el cinto, entonces me ayudó ,y bajo suavemente la bragueta, enseguida asomó la cabeza de mi verga, soy un tipo normal, no la tengo enorme pero sí es ancha y con el estado de excitación en que me tenía esa mujer creo que había crecido un poco más. Acto seguido mientras yo estaba parado, se arrodilló, me bajo pantalón y calzoncillos hasta las rodillas, primero contempló mi verga, después se fue acercando a la cabeza y con la punta de la lengua comenzó a recorrerla, la tomó con la mano derecha y me comenzó a pajear mientras se la metía en la boca y la chupaba con esos labios calientes, cada tanto bajaba con su lengua todo a lo largo hasta mis bolas y jugueteaba con ellas , yo la tome de la cabeza, se la metí en la boca y comencé a meterla y sacarla. En un momento, no pude más, me arrodillé, terminé de sacarme el pantalón y calzoncillo , la hice recostarse y le saqué la bombacha, ella contemplaba mi verga , yo la sentía tensa, durísima ,como a punto de reventar, yo miraba su concha, los vellos recortados, se la había depilado con una forma de bigotito, con mi mano le separé los labios para ver la rosada carnosidad que contenían, pude ver como estaba todo brilloso de lo mojada que estaba, ahí nomas bajé mi con mi boca, había pensado en besarle las piernas mientras iba hacia ahí, pero no me pude contener ,llegué directamente, degusté el sabor de sus jugos, mientras con mi lengua acariciaba su clítoris, con la otra mano me pajeaba pero no mucho porque no quería acabar sin metérsela. En eso estuve algunos segundos, hasta que me puse entre sus piernas y comencé a rozar mi verga contra su concha, le masajeaba el clítoris y le daba pequeños golpecitos, ella gemía suavecito, hasta que en un momento siento que me dice:
_“métemela por favor"
No me hice esperar y comencé a penetrarla, sentía como su zanjita se abría, como mi verga resbalaba dentro de ella, estaba empapada, seguí hasta que entro toda, ella gemía, ya más fuerte, ahí fue cuando comencé a moverme, primero suave, luego más rápidamente, sentía como que podía seguir así toda la vida, era el lugar donde pertenecía, donde más cómodo podía estar. Sus piernas se cruzaron por mi cintura y me empujaban cada vez que la metía, ella estaba con los ojos cerrados gozando.
Sentí como comenzaba a acabar nuevamente, yo sentía que podía seguir mas, así fue que cuando vi que ella se relajaba, aproveché para salir de entre sus piernas.
Entonces me dice:
_¿qué haces?
_ponete en cuatro que te quiero coger como perrito.
A lo que no puso objeción, la ví ponerse de rodillas, arquear la espalda y ofrecerme le mejor visión de esas nalgas bien redonditas que se abrían, pude ver su concha que se abría como una mariposa, qué ricos labios tiene pensé, pero también vi el culito como se fruncía y se me pasó por la cabeza ponerle un dedo y cogerla por ahí, pero después pensé que tal vez no era buena idea, que debería quedar para otra ,fue así que la monté y la penetré bien adentro ,me afirmé de sus caderas y comencé a moverme frenéticamente, me encanta esa posición, me despierta los instintos más bajos, comencé a sentir que ella gemía de nuevo, lo que me puso más frenético, no podía dejar de mirar como mi verga iba y venía dentro de esa concha que era como una boca ansiosa por tragar.
María José tenía su cara de costado con los ojos cerrados y la boca entreabierta con un hilito de saliva corriéndole, gimiendo y yo veía como se le abría el culito con los movimientos. Me movía cada vez mas rápido hasta que sus gemidos fueron como ronquidos y ya no pude mas, sentí como toda la leche se me vino, como la llenaba de mi líquido caliente, espeso, sentí como se inundaba, como chorreaba un poco al piso, sentí como yo mismo casi gruñía de placer, sentía como me explotaba la cabeza, pocas veces en mi vida había experimentado un polvo tan intenso. Estuvimos así unos minutos hasta que me deje caer si fuerzas.
Ahí fue cuando escucho de lejos:
_mirá, ambos baños tienen ducheros y el de visitas es un poco más chico.
-………Ehh el que,ahh si, buenísimo . Respondí
Me sacó de mis pensamientos, de mi fabuloso polvo, estaba vestida al lado mío, en el baño del dormitorio principal, se le había caído la lapicera y me la estaba ofreciendo con cara extrañada.
Tan ensimismado estaba que no me di cuenta que había pasado un instante y que todo lo anterior solo fué un momento en mi imaginación.
Terminamos de mirar el apartamento (ya no tenía interés), y cuando me estaba yendo y nos despedíamos, me dice:
_Me preocupaste en un momento en el baño te quedaste callado y al final comenzaste como a gruñir!
_"Si, bueno es que me estaba imaginando como seria vivir en el apartamento, y estoy un poco mal de la garganta jeje" _ respondí carraspeando y sintiendo como quedaba colorado como un tomate.
No me digan que no han tenido momentos así, tanto hombres como mujeres, me gustaría escuchar si les ha pasado lo mismo.
Saludos! 🤤