Lo tomé prestado de una amiga de una amiga... que lo disfruten!
Lo venía mirando en todo el viaje, lo había reconocido al instante: era el vecinito y cada vez que el subte paraba en la estación ella le miraba sus contornos e intentaba disimular su deseo. El no le dejaba de mirar el escote del que le brotaban sus grandes tetas. El calor era cada vez más intenso y las gotas de sudor le empezaron a caer entre sus tetas y él se excitó. No había mucha gente alrededor y seguían así mirándose y devorándose en esos ojos llenos de fuego. Ya se le notaba la erección cuando ella le insinuaba con su dedo metido en su boca. Esa promesa de sexo oral, le hizo llevar su mano al vigoroso pene erecto, al cual apretó tratando de amansar su furia.
Faltaba poco para bajar en la estación. Esa mirada lo invitó a seguirla, cuando se acercó a la puerta para descender le tiró una bocanada de deseo y pudo oler su sexo ardiendo. Bajaron, él detras de ella mirándole ese perfecto y voluptuoso orto y esas curvas que en su contoneo lo excitaban tanto que temía irse en seco. Ella sentía su mirada penetrándola y sudaba de deseo, quería llegar y comerle ese pene enorme. Deseaba darle placeres orales y masturbarlo en su cara, olerlo y lubricarle el pene. Quería penetrarlo también y atreverse al más ardiente y salvaje sexo. Se contenía ya que faltaba poco para llegar al edificio y sería el ascensor testigo de la lujuria.
El juego estaba pasando al otro nivel cuando llegaron y el anochecer estaba silencioso y delicioso para los atrevidos deseos que le rondaban en la cabeza con ella y le hacian latir su pene poniéndoselo cada vez más duro. Tras cruzar la puerta del ascensor llegó el PORNO: La besó con su lengua tan profundamente que esa lubricación le hizo latir el clítoris. Esas lenguas se fundieron en un erótico jugueteo que los hacía acercar sus sexos frotándose entre sí despertando el deseo más ardiente. Ella le sentía la erección y se excitaba y lubricaba. Se mojaba cada vez más y el le rozaba el dedo para tocar su concha lubricada. La ropa les impedía el fuego.
En el departamento de él, solos, sin poder desprender sus lenguas que en su danza erótica los llevaba a desnudarse descontroladamente y olerse y tocarse salvajemente. Quedaron sus vidas de mierda tiradas en el pasillo y así desnudos y excitados llegaron a la cama. Con él abajo, sin dudar se metió la pija parada adentro de la boca y lo empapó de saliva mientras jugueteaba con su lengua, se lo metía cada vez más profundo y él gozaba tanto que no podía controlar sus gemidos. Chupar pijas le salía perfecto y la excitaba. Mientras lo chupaba el le metió un dedo lubricado con saliva adentro de su concha muy profundo y alcanzó su punto g.
Con ese dedo penetrado bastó para hacerle una paja fuertemente y así apretandole la verga fuerte para meterla adentro de su sexo se dispuso a dejarse penetrar y cogerlo con toda su furia. Él le tocó un rato el clítoris y la miró gozar siendo pajeada. Rieron y siguieron el juego erótico: lo montó y esa pija enorme y gruesa le llegó a lo más profundo de su sexo y la obligó a soltar un gemido orgásmico.
Iniciado no pudo controlarse y le saltó y cabalgó de tal manera que esa enorme pija estaba a punto de bañarle su interior con su semen. Cuando mientras lo cogía le apretó sus manos por todo su culo y le apretó las nalgas abriéndola totalmente. Sintió esa enorme verga que estaba acabándola toda adentro tan intensamente que la hizo acompañarlo en ese exquisito orgasmo lleno de fluído y pegándose en el clítoris voluptuoso y con la pija enorme muy adentro, le acabó su líquido empapándolos aún más. Tras esos gemidos y ruidos tan eróticos y empapados el uno del otro se besaron salvajemente un rato.
El olor a sexo flotaba en el ambiente y se mezclaba con el humo de sus cigarrillos que completaban el intenso éxtasis. Ya habían saciado los dos esas ganas locas de brindarse salvajes placeres.
Espero que les haya gustado, si les copa ire subiendo mas 🙎♂️ 🙎♂️ Saludos!!
Lo venía mirando en todo el viaje, lo había reconocido al instante: era el vecinito y cada vez que el subte paraba en la estación ella le miraba sus contornos e intentaba disimular su deseo. El no le dejaba de mirar el escote del que le brotaban sus grandes tetas. El calor era cada vez más intenso y las gotas de sudor le empezaron a caer entre sus tetas y él se excitó. No había mucha gente alrededor y seguían así mirándose y devorándose en esos ojos llenos de fuego. Ya se le notaba la erección cuando ella le insinuaba con su dedo metido en su boca. Esa promesa de sexo oral, le hizo llevar su mano al vigoroso pene erecto, al cual apretó tratando de amansar su furia.
Faltaba poco para bajar en la estación. Esa mirada lo invitó a seguirla, cuando se acercó a la puerta para descender le tiró una bocanada de deseo y pudo oler su sexo ardiendo. Bajaron, él detras de ella mirándole ese perfecto y voluptuoso orto y esas curvas que en su contoneo lo excitaban tanto que temía irse en seco. Ella sentía su mirada penetrándola y sudaba de deseo, quería llegar y comerle ese pene enorme. Deseaba darle placeres orales y masturbarlo en su cara, olerlo y lubricarle el pene. Quería penetrarlo también y atreverse al más ardiente y salvaje sexo. Se contenía ya que faltaba poco para llegar al edificio y sería el ascensor testigo de la lujuria.
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En el departamento de él, solos, sin poder desprender sus lenguas que en su danza erótica los llevaba a desnudarse descontroladamente y olerse y tocarse salvajemente. Quedaron sus vidas de mierda tiradas en el pasillo y así desnudos y excitados llegaron a la cama. Con él abajo, sin dudar se metió la pija parada adentro de la boca y lo empapó de saliva mientras jugueteaba con su lengua, se lo metía cada vez más profundo y él gozaba tanto que no podía controlar sus gemidos. Chupar pijas le salía perfecto y la excitaba. Mientras lo chupaba el le metió un dedo lubricado con saliva adentro de su concha muy profundo y alcanzó su punto g.
Con ese dedo penetrado bastó para hacerle una paja fuertemente y así apretandole la verga fuerte para meterla adentro de su sexo se dispuso a dejarse penetrar y cogerlo con toda su furia. Él le tocó un rato el clítoris y la miró gozar siendo pajeada. Rieron y siguieron el juego erótico: lo montó y esa pija enorme y gruesa le llegó a lo más profundo de su sexo y la obligó a soltar un gemido orgásmico.
Iniciado no pudo controlarse y le saltó y cabalgó de tal manera que esa enorme pija estaba a punto de bañarle su interior con su semen. Cuando mientras lo cogía le apretó sus manos por todo su culo y le apretó las nalgas abriéndola totalmente. Sintió esa enorme verga que estaba acabándola toda adentro tan intensamente que la hizo acompañarlo en ese exquisito orgasmo lleno de fluído y pegándose en el clítoris voluptuoso y con la pija enorme muy adentro, le acabó su líquido empapándolos aún más. Tras esos gemidos y ruidos tan eróticos y empapados el uno del otro se besaron salvajemente un rato.
El olor a sexo flotaba en el ambiente y se mezclaba con el humo de sus cigarrillos que completaban el intenso éxtasis. Ya habían saciado los dos esas ganas locas de brindarse salvajes placeres.
Espero que les haya gustado, si les copa ire subiendo mas 🙎♂️ 🙎♂️ Saludos!!
1 comentarios - Un cuentito para antes de dormir
Saludos! TeBran!