Un sueño me hizo despertar. Agitada, transpirada y muy...caliente.
No quería una paja mía, necesitaba su mano, sus dedos, su lengua, su pija.
Era una locura, lo sabía muy bien pero no podía aguantar mucho más. Era inevitable contenerme...tarde o temprano iba a pasar. Deseaba que pase.
De sólo imaginarlo ya me estaba mojando. Mi tanguita roja comenzaba a humedecerse. Sabía que le iba a gustar...estaba segura.
Muy despacio, en la oscuridad me levanté de la cama. Salí de la habitación y me acerqué a su pieza. Intenté no hacer ruido. Era imprescindible que me maneje con tranquilidad y en silencio.
Mientras me dirigía, mis manos no dejaban de acariciar mis tetas, sobre el camisón blanco. Cerca del escote mis tetas casi asomaban por completo, rozaba la tela con mis pezones una y otra vez. El camisón apenas cubria mi culo.
Ya lo venía pensando y la idea me ponía loca. Lo deseaba, me calentaba y era el momento de hacerlo! Me seguí acercando muy lentamente. Él dormía muy tranquilo. Ella también dormía profundamente...a su lado, de espaldas a él.
El reflejo de la luna iluminaba a través de la persiana entreabierta.
Mis ojos se acostumbraron a la luz rapidamente. Me acerqué a su cara y le dí un beso, metí mi lengua en su boca. él despertó, se dió cuenta de lo que estaba sucediendo y me devolvió el beso.
Cuidadosamente lo destapé y empecé a acariciarle la pija, mientras él ya estaba tocandome el culo con muchas ganas. Yo tenía el culo justo apuntando a su cara, su mano iba y venía hacia mi concha, una y otra vez.
Corrí el calzoncillo hacia abajo dejando su pija al descubierto. Bien dura, toda para mí, así como la quería.
Parada al costado de su cama mis movimientos eran rápidos pero suaves. Su mano se metió por debajo de mi camisón y me apretó con fuerza la concha. Corrió mi tanga de un tirón y acarició mi clítoris. Apretaba muy fuerte su pija, subiendo y bajando, cada vez más rápido. Moría por sentirla adentro pero debía ser cuidadosa..
Nuestra respiración se agitaba y tratábamos de calmarnos, de tranquilizarnos un poco.
Ella se movíó. Detuvimos por un momento los movimientos, yo quería morirme ahí mismo. Él seguía a su lado. Yo no podía dejar de apretarme los pezones, de hacer círculos con ellos, de pellizcarlos, de apretarlos y soltarlos rapidamente, deseaba e imaginaba su lengua chupándome las tetas.
De repente, siento uno de sus dedos entrando en mi concha directo, bien adentro. Me estremecí de placer. Yo lo seguía pajeando, cada vez mas rápido. Por momentos, él me detenía y volvía a empezar.
No pude resistir más y me agaché. Quería toda su pija en mi boca. Hasta el fondo, dura, empujando cada vez más. Mi lengua lo volvía loco. Chupaba sus huevos suavemente, volvía a su pija, moviendo mi lengua de lado a lado, rodeando la punta, jugando, chupándolo todo, muriendo de ganas por sentir esa pija en mi concha rompiéndola toda.
El peligro me calentaba mucho más. Ella dormía a su lado mientras sus manos llegaron a mis tetas acariciandolas, luego apretándolas.
Mi boca seguía moviéndose en su pija, de arriba hacia abajo succionándolo con mucha fuerza, muy rápido, mi mano ayudaba. Mi saliva chorreaba por su pija de la misma forma que mi flujo mojaba sus dedos por completo. Entraban con mucha facilidad pero el ruido era demasiado.. Eso lo ponía a full, sentía como lo calentaba mi flujo, como metía más adentro sus dedos.
Siento que se pone duro, su cuerpo se estremece, sus piernas se tensan, yo seguí moviendo mi lengua y él metió hasta el fondo la pija en mi boca. Estaba acabando en mi boca. Su mano no dejaba de pajearme. Su leche salió directa, toda en mi boca, eso me calentó muchísmo. Su leche bien calentita, toda para mí como tantas veces lo había imaginado.
Mi cuerpo no daba más. Puso su cabeza de lado recostado en su cama. Se acercó a mi cuerpo y me agarró del culo llevándome hacia él.
Dirigió mi concha a su boca y empezó a chuparme muy despacito. Su lengua se movía con habilidad, cada vez más rápido. Su saliva se mezclaba con mi flujo haciendo mucho ruuido. Yo trataba de detenerlo. NO podíamos hacer ruido! Pero la calentura era inmensa, no podía parar y ya no me importaba nada.
Trataba de no moverme demasiado pero era inevitable. Mis piernas se abrían más y más en su cara. Ella seguía durmiendo a su lado.
Sus dedos entraban y salían de mi concha mientras me apretaba del culo hacía él. Ya le apoyaba la concha en la cara con desesperación.Su lengua me volvía loca... Su boca rodeaba toda mi concha chupando el flujo que no dejaba de salir, todo directo a su cara. A él parecía no importarle y seguía chupando con ganas. Mi culo no podía parar de moverse. Yo pellizcaba mis pezones, chupaba mis dedos, acariciaba mis tetas, estaba a punto de acabar. Mis piernas se pusieron rígidas. Siento su lengua entrar en mi concha . Ese fué el momento. Acabé en su boca y él no dejaba de chuparme incrementando el placer. Ya no podía contener mis gritos, deseaba tanto demostrarle el orgasmo que me había sacado.
Apretó mi clítoris con sus labios de una manera intensa. Eso aumentó la sensación del orgasmo y volví a acabar llenándole la cara de flujo.Él lo chupó gota a gota, saboreándose. Lentamente fuí recuperándome. Me acercó a su cara de los pelos y así recostado como estaba me beso intensamente.
Se acomodó en la cama mientras me iba. Cuando estaba cruzando la puerta, ella se dió vuelta y despertó preguntandole: - Amor... estás bien? Él le respondió: Mejor que nunca, dejame dormir!!.
Me fuí a acostar muy tranquila, pensando que esa no sería la última vez
No quería una paja mía, necesitaba su mano, sus dedos, su lengua, su pija.
Era una locura, lo sabía muy bien pero no podía aguantar mucho más. Era inevitable contenerme...tarde o temprano iba a pasar. Deseaba que pase.
De sólo imaginarlo ya me estaba mojando. Mi tanguita roja comenzaba a humedecerse. Sabía que le iba a gustar...estaba segura.
Muy despacio, en la oscuridad me levanté de la cama. Salí de la habitación y me acerqué a su pieza. Intenté no hacer ruido. Era imprescindible que me maneje con tranquilidad y en silencio.
Mientras me dirigía, mis manos no dejaban de acariciar mis tetas, sobre el camisón blanco. Cerca del escote mis tetas casi asomaban por completo, rozaba la tela con mis pezones una y otra vez. El camisón apenas cubria mi culo.
Ya lo venía pensando y la idea me ponía loca. Lo deseaba, me calentaba y era el momento de hacerlo! Me seguí acercando muy lentamente. Él dormía muy tranquilo. Ella también dormía profundamente...a su lado, de espaldas a él.
El reflejo de la luna iluminaba a través de la persiana entreabierta.
Mis ojos se acostumbraron a la luz rapidamente. Me acerqué a su cara y le dí un beso, metí mi lengua en su boca. él despertó, se dió cuenta de lo que estaba sucediendo y me devolvió el beso.
Cuidadosamente lo destapé y empecé a acariciarle la pija, mientras él ya estaba tocandome el culo con muchas ganas. Yo tenía el culo justo apuntando a su cara, su mano iba y venía hacia mi concha, una y otra vez.
Corrí el calzoncillo hacia abajo dejando su pija al descubierto. Bien dura, toda para mí, así como la quería.
Parada al costado de su cama mis movimientos eran rápidos pero suaves. Su mano se metió por debajo de mi camisón y me apretó con fuerza la concha. Corrió mi tanga de un tirón y acarició mi clítoris. Apretaba muy fuerte su pija, subiendo y bajando, cada vez más rápido. Moría por sentirla adentro pero debía ser cuidadosa..
Nuestra respiración se agitaba y tratábamos de calmarnos, de tranquilizarnos un poco.
Ella se movíó. Detuvimos por un momento los movimientos, yo quería morirme ahí mismo. Él seguía a su lado. Yo no podía dejar de apretarme los pezones, de hacer círculos con ellos, de pellizcarlos, de apretarlos y soltarlos rapidamente, deseaba e imaginaba su lengua chupándome las tetas.
De repente, siento uno de sus dedos entrando en mi concha directo, bien adentro. Me estremecí de placer. Yo lo seguía pajeando, cada vez mas rápido. Por momentos, él me detenía y volvía a empezar.
No pude resistir más y me agaché. Quería toda su pija en mi boca. Hasta el fondo, dura, empujando cada vez más. Mi lengua lo volvía loco. Chupaba sus huevos suavemente, volvía a su pija, moviendo mi lengua de lado a lado, rodeando la punta, jugando, chupándolo todo, muriendo de ganas por sentir esa pija en mi concha rompiéndola toda.
El peligro me calentaba mucho más. Ella dormía a su lado mientras sus manos llegaron a mis tetas acariciandolas, luego apretándolas.
Mi boca seguía moviéndose en su pija, de arriba hacia abajo succionándolo con mucha fuerza, muy rápido, mi mano ayudaba. Mi saliva chorreaba por su pija de la misma forma que mi flujo mojaba sus dedos por completo. Entraban con mucha facilidad pero el ruido era demasiado.. Eso lo ponía a full, sentía como lo calentaba mi flujo, como metía más adentro sus dedos.
Siento que se pone duro, su cuerpo se estremece, sus piernas se tensan, yo seguí moviendo mi lengua y él metió hasta el fondo la pija en mi boca. Estaba acabando en mi boca. Su mano no dejaba de pajearme. Su leche salió directa, toda en mi boca, eso me calentó muchísmo. Su leche bien calentita, toda para mí como tantas veces lo había imaginado.
Mi cuerpo no daba más. Puso su cabeza de lado recostado en su cama. Se acercó a mi cuerpo y me agarró del culo llevándome hacia él.
Dirigió mi concha a su boca y empezó a chuparme muy despacito. Su lengua se movía con habilidad, cada vez más rápido. Su saliva se mezclaba con mi flujo haciendo mucho ruuido. Yo trataba de detenerlo. NO podíamos hacer ruido! Pero la calentura era inmensa, no podía parar y ya no me importaba nada.
Trataba de no moverme demasiado pero era inevitable. Mis piernas se abrían más y más en su cara. Ella seguía durmiendo a su lado.
Sus dedos entraban y salían de mi concha mientras me apretaba del culo hacía él. Ya le apoyaba la concha en la cara con desesperación.Su lengua me volvía loca... Su boca rodeaba toda mi concha chupando el flujo que no dejaba de salir, todo directo a su cara. A él parecía no importarle y seguía chupando con ganas. Mi culo no podía parar de moverse. Yo pellizcaba mis pezones, chupaba mis dedos, acariciaba mis tetas, estaba a punto de acabar. Mis piernas se pusieron rígidas. Siento su lengua entrar en mi concha . Ese fué el momento. Acabé en su boca y él no dejaba de chuparme incrementando el placer. Ya no podía contener mis gritos, deseaba tanto demostrarle el orgasmo que me había sacado.
Apretó mi clítoris con sus labios de una manera intensa. Eso aumentó la sensación del orgasmo y volví a acabar llenándole la cara de flujo.Él lo chupó gota a gota, saboreándose. Lentamente fuí recuperándome. Me acercó a su cara de los pelos y así recostado como estaba me beso intensamente.
Se acomodó en la cama mientras me iba. Cuando estaba cruzando la puerta, ella se dió vuelta y despertó preguntandole: - Amor... estás bien? Él le respondió: Mejor que nunca, dejame dormir!!.
Me fuí a acostar muy tranquila, pensando que esa no sería la última vez
6 comentarios - Visita Nocturna. Una locura muy excitante.
Puntines...jejem