[“Se trata de una historia de la vida real, en la que descubrirás como desde muy chicos, estos primitos empezaron a sentir la calentura de sus cuerpos.”
Un lazo de sangre no será suficiente para distanciarnos…
En la familia de Mario y Alejandra (Primos Hermanos) se acostumbra mantener una educación rígida y colmada de valores, que sin notarlo se convirtió en el punto de partida del delicioso pecado cometido, el niño Mario ha vivido siempre en Caracas rodeado de muchos familiares con quienes mantiene una relación de alto respeto, mientras que el resto de sus familiares con valores muy similares hacen vida en los Andes Venezolanos donde se incluye la niña Alejandra, todas las vacaciones la familia se reúne, un año en Caracas y al siguiente en los Andes, los mas pequeños fueron creciendo entre juegos inocentes y de pronto un día, Mario y Alejandra, se ven en forma distinta, con tan solo 11 años comenzaron a buscar el lugar mas apartado da la casa para llevar a cabo sus todavía inocentes juegos, antes de esto, jugar a la Cacita era cosa de niñas, ahora, Mario es quien propone este juego, todo inicio con simples miradas de picardía que hacían volar la imaginación de Mario, quien aún a sus 30 años se pregunta si para aquel entonces Alejandra sentiría ya lo mismo que él.
Esa temporada de los 11 fue en Caracas, cada vez que se iniciaba un momento de juego Mario buscaba la manera de hacer mas real ese juego, y asumiendo personajes de Mamá y Papá comenzaron a simular abrazos y pequeños roces de labio para saludarse y despedirse lo cual era suficiente para hace volar su imaginación, en esa oportunidad, germinó la semilla del morbo y una vez culminadas las vacaciones Mario y Alejandra no hacían mas que pensar en la próxima temporada y los nuevos juegos que con ella habrían de llegar.
Por fin llego el día de reunirse en los Andes, ya con 12 año cada uno, Mario y Alejandra no sabían como expresarse la emoción delante de sus familiares mas que con un intenso cruce de miradas, el cuerpo de Alejandra comenzaba a tomar forma de señorita sus pechos comenzaban a notarse por debajo de su blusa y sus pantaloncitos permitían ver ya el cambio en sus caderas, estaba realmente hermosa pensaba Mario, quien ya tenia alrededor de 3 meses masturbándose a escondidas. En esta oportunidad ya un poco mas creciditos ninguno se atrevía a invitar el inicio de un “inocente” juego, por el temor de ser rechazados hasta que se presento la oportunidad de quedar solos en casa, un domingo por la mañana mientras los adultos salieron a recorrer el pueblo y a visitar las viejas iglesias se quedaron aprovechando de un rico sueño. Alejandra acostumbrada a despertar muy temprano sintió el sonido de la puerta y se levanto para verificar que, en efecto, todos habían salido, luego de revisar cada habitación entro donde dormía Mario y recostándose a su lado le dijo “te gustaría jugar a la familia”, a lo que Mario respondió sobresaltado “¡Estas Loca! Alguien puede vernos” y Alejandra muy calmada dijo recuerda que todos saldrían hoy, pues ya no queda nadie mas en casa, “Mario”. Pues en ese caso no te imagina cuanto he extrañado jugar contigo, a lo que, Alejandra respondió recostándose en su pecho y dejando que su clara bata de dormir se subiera un poco dejando ver el inicio de sus lindas nalgas.
Al instante Mario comenzó a desplazar su mano por la espalda de Alejandra y poco a poco fue bajando hasta tocar suavemente sus lindos, duros y aún algo pequeños glúteos, era la primera “mujer” que tocaba y claro la primera vez que Alejandra era acariciada con la fuerza del deseo, así pasaron muchos minutos hasta que Alejandra coloco una barrera y de forma muy disimulada detuvo la mano que casi llegaba a tocar su culito, se levanto y dijo cariñosamente es hora de continuar el juego vamos a la cocina y comamos algo. Así fue como ambos se levantaron prepararon un pequeño aperitivo y se dispusieron a comer y a ver TV, mientras esto sucedía, Alejandra recordaba las caricias de su primo y con un sentimiento de culpa deseaba que la volviera a tocar pero esta vez hasta lo mas profundo de su ser, y a su vez Mario detallaba la figura de su cuerpo dibujado bajo su transparente bata de dormir, era delicioso ver la inocente panti levemente escondida entre sus ricas nalgas. Luego de algunas horas de solo ver la TV sin mediar palabra Mario dice enérgicamente y siguiendo el juego que ambos imaginan, “Mujer es hora de alistarnos para salir” a lo que responde Alejandra es verdad, espérame en la ducha y yo iré por los paños, Mario no sabia que hacer o que decir hasta que su bella prima regresa con los paños al hombro y le dice debemos continuar jugando mientras se puede y lo lleva de la mano hasta la ducha donde se comienza a desnudar lentamente, Mario hace lo mismo con una gran tensión en su erecto pene y ambos se admiran y se desean, fue un baño lleno de caricias sobándose el uno al otro y besando pícaramente sus cuellos, de pronto y sin poderse contener, la boca de Mario comenzó a recorrer el lindo e inexplorado cuerpo de Alejandra hasta llegar a besar suavemente los labios de su vagina y verla temblar de deseo, una erupción corporal inexplicable y la inexperiencia de ambos detuvo la acción en este punto, con un suave abrazo que daba pie al primer roce entre sus genitales fogosos….
…CONTINUARA…
Un lazo de sangre no será suficiente para distanciarnos…
En la familia de Mario y Alejandra (Primos Hermanos) se acostumbra mantener una educación rígida y colmada de valores, que sin notarlo se convirtió en el punto de partida del delicioso pecado cometido, el niño Mario ha vivido siempre en Caracas rodeado de muchos familiares con quienes mantiene una relación de alto respeto, mientras que el resto de sus familiares con valores muy similares hacen vida en los Andes Venezolanos donde se incluye la niña Alejandra, todas las vacaciones la familia se reúne, un año en Caracas y al siguiente en los Andes, los mas pequeños fueron creciendo entre juegos inocentes y de pronto un día, Mario y Alejandra, se ven en forma distinta, con tan solo 11 años comenzaron a buscar el lugar mas apartado da la casa para llevar a cabo sus todavía inocentes juegos, antes de esto, jugar a la Cacita era cosa de niñas, ahora, Mario es quien propone este juego, todo inicio con simples miradas de picardía que hacían volar la imaginación de Mario, quien aún a sus 30 años se pregunta si para aquel entonces Alejandra sentiría ya lo mismo que él.
Esa temporada de los 11 fue en Caracas, cada vez que se iniciaba un momento de juego Mario buscaba la manera de hacer mas real ese juego, y asumiendo personajes de Mamá y Papá comenzaron a simular abrazos y pequeños roces de labio para saludarse y despedirse lo cual era suficiente para hace volar su imaginación, en esa oportunidad, germinó la semilla del morbo y una vez culminadas las vacaciones Mario y Alejandra no hacían mas que pensar en la próxima temporada y los nuevos juegos que con ella habrían de llegar.
Por fin llego el día de reunirse en los Andes, ya con 12 año cada uno, Mario y Alejandra no sabían como expresarse la emoción delante de sus familiares mas que con un intenso cruce de miradas, el cuerpo de Alejandra comenzaba a tomar forma de señorita sus pechos comenzaban a notarse por debajo de su blusa y sus pantaloncitos permitían ver ya el cambio en sus caderas, estaba realmente hermosa pensaba Mario, quien ya tenia alrededor de 3 meses masturbándose a escondidas. En esta oportunidad ya un poco mas creciditos ninguno se atrevía a invitar el inicio de un “inocente” juego, por el temor de ser rechazados hasta que se presento la oportunidad de quedar solos en casa, un domingo por la mañana mientras los adultos salieron a recorrer el pueblo y a visitar las viejas iglesias se quedaron aprovechando de un rico sueño. Alejandra acostumbrada a despertar muy temprano sintió el sonido de la puerta y se levanto para verificar que, en efecto, todos habían salido, luego de revisar cada habitación entro donde dormía Mario y recostándose a su lado le dijo “te gustaría jugar a la familia”, a lo que Mario respondió sobresaltado “¡Estas Loca! Alguien puede vernos” y Alejandra muy calmada dijo recuerda que todos saldrían hoy, pues ya no queda nadie mas en casa, “Mario”. Pues en ese caso no te imagina cuanto he extrañado jugar contigo, a lo que, Alejandra respondió recostándose en su pecho y dejando que su clara bata de dormir se subiera un poco dejando ver el inicio de sus lindas nalgas.
Al instante Mario comenzó a desplazar su mano por la espalda de Alejandra y poco a poco fue bajando hasta tocar suavemente sus lindos, duros y aún algo pequeños glúteos, era la primera “mujer” que tocaba y claro la primera vez que Alejandra era acariciada con la fuerza del deseo, así pasaron muchos minutos hasta que Alejandra coloco una barrera y de forma muy disimulada detuvo la mano que casi llegaba a tocar su culito, se levanto y dijo cariñosamente es hora de continuar el juego vamos a la cocina y comamos algo. Así fue como ambos se levantaron prepararon un pequeño aperitivo y se dispusieron a comer y a ver TV, mientras esto sucedía, Alejandra recordaba las caricias de su primo y con un sentimiento de culpa deseaba que la volviera a tocar pero esta vez hasta lo mas profundo de su ser, y a su vez Mario detallaba la figura de su cuerpo dibujado bajo su transparente bata de dormir, era delicioso ver la inocente panti levemente escondida entre sus ricas nalgas. Luego de algunas horas de solo ver la TV sin mediar palabra Mario dice enérgicamente y siguiendo el juego que ambos imaginan, “Mujer es hora de alistarnos para salir” a lo que responde Alejandra es verdad, espérame en la ducha y yo iré por los paños, Mario no sabia que hacer o que decir hasta que su bella prima regresa con los paños al hombro y le dice debemos continuar jugando mientras se puede y lo lleva de la mano hasta la ducha donde se comienza a desnudar lentamente, Mario hace lo mismo con una gran tensión en su erecto pene y ambos se admiran y se desean, fue un baño lleno de caricias sobándose el uno al otro y besando pícaramente sus cuellos, de pronto y sin poderse contener, la boca de Mario comenzó a recorrer el lindo e inexplorado cuerpo de Alejandra hasta llegar a besar suavemente los labios de su vagina y verla temblar de deseo, una erupción corporal inexplicable y la inexperiencia de ambos detuvo la acción en este punto, con un suave abrazo que daba pie al primer roce entre sus genitales fogosos….
…CONTINUARA…
5 comentarios - Entre primos parte 1.
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