El agente de ventas

El agente de ventas
Yo era agente de ventas y en una ocasión visite a unos clientes, pero encontré su negocio cerrado y como Vivian ahí toque la puerta. Salió una joven como de 20 años, rubia y de un cuerpo encamable, era hija de los clientes. Le pregunte si tenía un pedido para mí y me dijo que no le habían dejado nada, me disponía a retirarme cuando me dijo:
-¿sabes componer videocaseteras?, es que a la mía se le atoro una cinta.
-eso es fácil- le dije.
Saque la cinta pero se rompió y la tuve que pegar, al revisarla vi el titulo “anal manía” se llamaba, ella nerviosa y excitada, me dijo
-es que tenia curiosidad, dicen que el pene del hombre es grande y quería ver.
-tienes novio?- pregunte
-si, pero el cree en la virginidad hasta el matrimonio, y ni siquiera me deja tocarle ahí….- al decirlo me toco la verga.
-quieres ver uno de verdad?, mira.
Me saque la verga ya parada, ella abrió tremendos ojos y después hacia como si no quisiera ver, pero de repente, la agarro y dijo:
-que grande es!
Me la empezó a chaquetear, le pedí que me la chupara de inmediato me la empezó a mamar, me dijo:
- No le vayas a decir a nadie!-
-descuida soy discreto- le dije.
Con sus mamadas sentí que me venía y le pedí que se detuviera. La recosté en el sillón y le mame sus senos, grandes y redondos, subí su falda y comencé a sobarle su rajita. De rato baje a mamarle su cosita, pero me detuvo porque pensaba que le podía dañar su himen; la tranquilice diciéndole que solo iba a mamar su panchita que no había peligro. Abrí su puchito y su sabor era diferente, no tansaladao ósea era virgen y me calentó mucho el saber que no me había mentido. Ella gritada y gemía, se retorcía como pez fuera del agua. En un momento puse el cabezo de mi pene en su clítoris para sobarlo pero me detuvo.
-¡por favor no! Mejor mételo por atrás, creo que por ahí no hay problema ¿o sí?-
- tienes razón, si te doy por ahí sigues siendo virgen.-
Ella se empino, le lubrique su hoyito con mucha saliva y batalle mucho para meterle la cabeza. Ella casi lloraba, de momento pensé desistir, pero me dijo que la metiera que ya se estaba relajando. Entro la mitad por fin, me detuve y con mis manos deseaba su cosita y clítoris y empezó el mete y saca. ¡que culito! Estaba apretadito, lo sentía en mi verga. Ella me decía:
-¡ nunca pensé que se sentiría tan rico, cógeme mas duro!-
La voltee y se la volvi a dejar ir por el chiquito, mientras la besaba y lamia sus tetas. Después de un rato me agarro fuerte, se sacudió con una venida que me dio hasta miedo y grito ¡ya¡ yo también me vine en ese culito que me seguía apretando como si no quiciara que me saliera, al salirme de su culito note un poco de sangre.
Nos vestimos y se hizo silencio, le pregunte si estaba molesta y me contesto que no, si ella hubiera sabido como se sientia hacia mucho que hibiese cogido. Volvió a pedirme discreción y nos despedimos.