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Una propuesta poco común. (Historia de un primer trío)

Hola Comunidad poringuera. Este es nuestro primer Post. Y lo hacemos con un relato propio, algo que nos pasó hace muy poco y que queremos compartir. Nuestra primer experiencia en un trío. Con lujo de detalles. En dos partes, quizás es medio largo, pero les aseguro que no los va a aburrir.
Se lo dedicamos a "megustatrio", por su buena onda. Ah, la segunda parte va con yapa... la cola de mi mujer certificada, un relato en sí misma.
Disfruten.


Una propuesta poco común. (Historia de un primer trío)

Con mi mujer siempre fantaseamos cosas, e historias pero cuando hablábamos de un trío la cosa no llegaba a buen fin.
Siempre supe e imaginé que una mujer con dos hombres gozaría más que un hombre con dos mujeres. Pero imaginar a mi mujer con otro hombre… no me gustaba para nada.
Los dos experimentamos juntos. Tratamos de abrir nuestra mente y con amor y respeto fuimos probando cosas nuevas. Juegos, como por ejemplo… filmarnos, filmarnos haciendo el amor, incluso hasta llegamos a guionar los videos, caracterizando personajes en historias sumamente eróticas (y puedo asegurar muy originales) y editadas con lujos de detalle. Que por supuesto nos calentaba mucho hacer y a la vez nos causaba risa pensar que estábamos locos por hacer estas cosas. (Algunas actuaciones se merecen el Oscar – fuera de joda).
Los juguetitos empezaron a aparecer, dándole nuevos placeres a mi esposa, orgasmos igual de intensos, pero distintos. Y como para mí no hay nada más placentero que provocarle placer y verla gozar esto hacía potenciar mi sexualidad, mis orgasmos y por lo tanto nuestras relaciones.
No recuerdo el día en que cambié de opinión con respecto a la fantasía de un trío, pero sí recuerdo como fue: Ella estaba arriba mío, como tantas veces, sacudiéndose al ritmo de mis penetraciones y disfrutando con mis manos apretándole las nalgas. Siempre busco hacerle desear las cosas antes de dárselas, por eso con mis dedos dibujaba la zona de su ano sin tocarlo con movimientos suaves, como acariciándolo de cerquita. A mi lado un consolador y el lubricante esperando ansiosos su participación en la fiesta. Después de varios minutos así, cuando ella subió sus respiraciones y anunciaba la llegada de su orgasmo, separé mis manos de sus nalgas y la excitación la hizo estremecer al ver como delante de sus ojos yo le ponía gel al consolador. Y cuando la punta de este tocó con el gel frío su ano empezó a acabar con fuerza, mientras la seguía cogiendo intensamente. Empecé a presionar su ano, sintiendo como se abría generoso, permitiendo una doble penetración. Su cara era maravillosa, agradeciendo con cada gesto tanto placer, sus ojos marrones se tornaban blancos por momentos, entrecerrando sus párpados, gimiendo. Todavía con el orgasmo en su vagina alternaba las penetraciones de mi verga y las del consolador, o los hacía penetrar al mismo tiempo. Ese juego, de manejar sus suspiros, de entrecortar su respiración según cada penetración, y ver tanto placer en su rostro, me llevó pronto al orgasmo. Y mientras ella sentía como mi verga se ensanchaba con cada chorro de semen que la recorría por dentro y como mi leche la inundaba, acabó nuevamente… junto conmigo, pero esta vez por la cola.
Mientras recuperábamos la respiración le confesé que me había imaginado que el consolador era otro hombre y que, ante mi asombro, me había excitado mucho.
Pasaron muchos meses de charlas y sexo sobre las fantasías de tríos y las posibilidades de concretarlas. El sólo hecho de sentir latente que esto podría suceder algún día, nos sirvió para coger y coger como nunca antes. Y cuando al fin decidimos que los dos queríamos probar el trío, nos pegamos tal calentura que cogimos durante una semana hasta tres o cuatro veces por día, nos matábamos a cualquier hora. Sin dudas… había que probar.
Por supuesto, diseñé todo con lujo de detalles, desde la ropa que debía usar ella, hasta cómo provocar el encuentro con nuestro “Federico” (así le pusimos de nombre, como un código interno, de hecho, uno de nuestros consoladores lleva ahora ese nombre), este debía ser más bien del perfil inocentón, tenía que asegurarme bien de poder dominarlo para no tener sorpresas. Porque había cosas que sí estaban permitidas pero otras no. Por ejemplo, mi señora me da unas chupadas de ensueño pero no le agrada la idea de chupársela a otro. Igualmente, por las dudas que la excitación le haga cambiar de parecer, ella quería que tuviéramos preservativos saborizados… Sí, yo también me reí mucho cuando me lo planteó.
Lo que sí teníamos en claro y coincidíamos era en que la fantasía pasaba por que ella sienta cuatro manos acariciándola, en todo su cuerpo y que mientras ella me chupara a mí la verga alguien más le apretara sus nalgas y le chupara el culo. Ah sí, su cola es su punto débil y por suerte para mí, tiene una cola hermosa. Ama que se la toque todo el día, que la punta de mi dedo juegue en su ano le provoca orgasmos y ni hablar cuando le entra mi pija entera. Ella dice que el orgasmo en la cola es diferente, que lo siente en todo el cuerpo.
Por supuesto que nuestra fantasía tenía muchas más cosas que debían suceder paso a paso, para que salga perfecta… y así salió. Claro hubo un intento fallido en un viaje que hicimos a otra provincia. Las condiciones dadas eran las propicias, pero el miedo de mi mujer pudo más y hasta puso en peligro nuestra deseada experiencia.
Decidí entonces no presionarla más con el tema y pasaron dos meses en los que “Federico” sólo seguía siendo un consolador. Sabía que las cosas se debían dar de forma espontánea para no crear nerviosismo de ante mano en mi mujer.
Una noche la invito a ir a Rosario, una hora de viaje nada más, a ver un espectáculo y a pasar una noche distinta. Le encantó la idea y se vistió para mí. Bien provocativa, hasta se puso parte de la ropa que teníamos planeada para el trío, un vestidito corto, medias negras fusó tipo encaje (como si fuesen unas calzas caladas – aclaración para los hombres) a las que le habíamos hecho un agujero en la entrepierna que dejara ver desde su vagina hasta la mitad de su cola, esa raya lucía sabrosa y espléndida, y ocultaba a la vez la diminuta tela negra de su tanga. Tacos rojos en sus pies desnudos y la idea de un posible trío en el fondo de su cabeza.
Los dos sabíamos que ir a Rosario nos daba esa posibilidad, sin embargo sólo nos divertíamos jugando a buscar un supuesto “Federico”.
_Ese podría ser un candidato_ me decía, pero sin ánimo de concretar nada.
_ ¿Ese te gusta?_ le preguntaba yo de vez en cuando, como para hacerla pensar en el trío.
El show terminó y nos quedamos tomando algo. En realidad yo quería que ella tomara para desinhibirla un poco, pero ya era la 1:30 de la mañana y “Federico” no había aparecido…
Salimos de ahí con intenciones de ir a un boliche, ella para bailar, yo para buscar a “Federico”. Como el lugar al que queríamos ir estaba cerrado, seguimos dando vueltas por Rosario un rato más, un poco desanimados, pensando en volver a nuestra ciudad. Igualmente yo no perdía la oportunidad de preguntarle, ante cada hombre que veía caminando por la calle, si le gustaba o no. Las 2 y pico de la mañana y ella me dice que por más que le guste alguno ya era muy tarde para hacer algo.
_ ¿Tarde? Encontramos a uno, vamos a un telo… a las 4 estamos volviendo.
Pero con esto de no presionarla y casi rindiéndome… yo ya enfilaba para la salida de Rosario. Esto la tranquilizó a ella, como que la fantasía seguiría siendo fantasía y más relajada me confesó: _Yo igual había traído los preservativos.
_ ¡Hija de puta! ¡No me dijiste nada, entonces querés hacerlo! No nos vamos nada_ le decía mientras pegaba la vuelta.
_Bueno, ¡pero si en media hora no encontramos a nadie nos volvemos a casa!_ me contestó casi sin terminar de darse cuenta de lo que acababa de decir y con un cagaso tremendo.
…Y como un gol sobre la hora… apareció. Estaba sentado en la parada de un colectivo, 2:30 de la mañana, solo. Unos 22 años, un poco más de 10 años más joven que nosotros. Dimos la vuelta a la manzana mientras serenaba a mi mujer. “No parés al lado!” me decía tapándose la cara. Estacioné 10 metros después. “¿Estás seguro?... vamos a casa” repetía, sabiendo que yo no iba a ceder. Me bajé del auto, me dirigí hacia él y puse en marcha el plan:
_ Flaco, disculpá… ¿no sabés dónde hay un telo por acá cerca?
_ Mmmm no, la verdad no se…_ el pibe estaba medio desorientado por la pregunta. Y como contándole un secreto le dije:
_ ...Porque no soy de acá y estoy con una mina que me levanté recién y está recaliente y ella tampoco sabe dónde hay uno cerca.
_ Uhh… te entiendo. _sonreía.
_ No sabés, está bárbara… Escuchá. _ le dije con vos de amigo_. Me tenés que hacer una gauchada. La mina está recaliente y me dijo que me iba a chupar la verga, pero quería que alguien más le chupe el culo al mismo tiempo. ¿Vos te animás?
Imagínense la cara del vago, no sabía si era una joda o qué.
_ Está arriba del auto, acercate, mirala, si no te gusta te volvés…
Casi sin poder creerlo y riéndose me contesta _ Dale… ¿qué se yo… está buena?
_ Sí… tiene una cola terrible! Estuvimos toda la noche hablando de sexo en el boliche. Me contó todo lo que le gusta que le hagan, que nunca estuvo con dos tipos pero quiere probar hoy. Ella quiere que sólo le chupen el culo, pero si vos hacés lo que yo te digo capaz que te la cojas también… ¿vamos? _ le decía mientras caminaba hacia el auto.
_ …Sí, …¡dale!_ Perfecto. Como lo planeado, ya no había vuelta a tras.
Cuando abro la puerta del auto, mi mujer no sabía si quedarse o salir corriendo. Más, cuando lo hice subir adelante, aprovechando el asiento entero del auto. Mi mujer quedó en el medio de los dos pero se pegaba a mí. Nos presentamos. Paola y Pablo eran los nombres que habíamos dicho usar para esta ocasión. Él no se llamaba Federico, pero vamos a llamarlo así de ahora en más.
Yo ya sabía a qué telo ir, uno de los de Circunvalación. El tema era que quedaba un poco lejos, a mi mujer se le hizo re-largo el viaje. A cada rato me decía que se sentía mal, que estaba re-nerviosa, bastante más que Federico, que casi no hablaba contra la puerta. A cada rato trataba de darle confianza a mi mujer, le decía que lo iba a disfrutar mucho, que ya estaba. Y en cada semáforo en rojo me apretaba fuerte la mano. Mientras tanto le tiraba miradas cómplices a Federico que respondía con una sonrisa algo tímida.
_ ¿Confiás en mí? _ le susurré a mi esposa_ …no pienses que está él. Quiero que te sientes de costado, mirándome a mí, que te relajes. Vamos a mostrarle lo que va a disfrutar._ le pedí en el oido.
_ No no no no, no puedo… me desmayo _ y me agarraba fuerte del brazo.
_ Dale, ya estamos acá, te va a gustar… Mirá. _ le dije mientras tomaba su mano y la apoyaba sobre mi verga que estaba hecha una roca_ Lo vas a disfrutar como yo.
Tomó aire, suspiró con la mirada perdida y se acomodó como le pedí, dándole la espalda a Federico.
_ Quiero que veas esto _ le dije al afortunado acompañante.
Le levanté el vestido despacio, mientras Federico, casi pidiendo permiso, miraba de reojo. Su cola se asomó majestuosa, las medias negras enmarcaban con el tajo hecho por nosotros una raya profunda y pudorosa.
_ ¿Te gusta? _ le pregunté. Y sin sacarle los ojos de encima y rompiendo su timidez me dijo _ Es muy linda…
Mientras con una mano manejaba con la otra empecé a acariciarle la cola ante la mirada, ya penetrante, de Federico. Me detuve sobre una nalga, dejándole la otra libre. Con un gesto perpetré la invitación que no tardó en ser bien aceptada. Y una vez más, como tantas veces, mi mujer tenía dos manos apretándole la cola, sólo que, en esta ocasión, una no era mía.
Ella se acomodó mejor para facilitarnos la entrometida y por momentos notaba que hasta se mordía el labio. Yo estaba muy excitado y tuve que sacar la mano para prestar más atención al manejo y evitar un accidente. Después de varios semáforos y silencios, la miro a mi mujer y me dice despacito: “…me sigue tocando”. “No puedo creer lo que estoy haciendo”…podía notar sus palpitaciones, su miedo, su excitación. Ya estábamos sobre Circunvalación y con el tránsito más calmo le pedí que se arrodille, como buscando algo en el asiento trasero. Su mirada era sumisa, con el entrecejo levemente levantado, con gesto inocente, resignando sus dudas, vencidas ya por la pasión. Nuevamente se puso como le pedí, se levantó el vestido sola y separó las rodillas. Otra vez mi mano se sumó a la de Federico que se mordía también los labios al ver el pedazo de culo que estaba apretando. Seguramente pensaba que en minutos su lengua se perdería entre esas nalgas y sólo por haber estado en el lugar justo, a la hora precisa y puteando a un colectivo que no llegaba.

Fin de la primera parte. En la segunda entramos al Telo y a lo profundo de la fantasía.
Continuará

Les dejo el link de la segunda parte
http://www.poringa.net/posts/relatos/1985969/Una-propuesta-poco-comun_-_Historia-del-trio_-2da.html

27 comentarios - Una propuesta poco común. (Historia de un primer trío)

ratondeoficina
parece nteresante, despues lo leo,
te dejo puntos de novato .........
megustatrio
Gracias por la dedicatoria ! Seguimos en contacto por mp ! Lo vamos a leer tranqui y comentamos... 🙎‍♂️
danton17
muy buen relato! que calentura. paso a la segunda parte!
cardenasx
muy buen relato chicos
la verdad que me gusto mucho
los empiezo a seguir
nos leemos por P! saludos 😉
pauli_garcia88
excelente!!! no pude despegarme un segundo de la historia!! como un libro!! felicitaciones chicos!!
Bivianacross
Muy buen relato.Muy bien escrito.Es como si lo estuviera viviendo.Tengo exp en estos trios, pero yo como tercero.
Me voy a la 2º parte ya!!
Besos, Bivi
nymager +1
Quiero ver el final ya!!:alaba:
DosdelaSabana
esta primera parte esta buenisima!
lastima que ahora salimos a la vuelta leemos el resto
besos
Una propuesta poco común. (Historia de un primer trío)
mork56
Muy bueno avisenme para la siguiente parte
fandezeppelin
Buenísimo y muy excitante. Se merecen cada punto que recibieron. 😃 Saludos y a seguir compartiendo.
paraguayswinger +2
Un estupendo relato y mas aun que creemos que es totalmente real saludos desde Paraguay
Quzzaq +1
Hermano! no puede estar mejor contado, sin fisuras!! y por supuesto muy exitante. Abrazo!
RomiDesanmi +1
no me aguante hasta mañana,que calientes , mortal me encanto de los mejores
L-10ME +1
me vuelve loco, la amo
pacovader
Leído y dusdrutado.^^ te deje mis 10.^^
somoscuriosos +1
me quedé sin puntos, increible historia,... quiero que la lea mi novia... se va a volver loca de calentura!!
los felicito amigos, si quieren manden mensajito por privado
les dejamos unos besos para que se repartan a gusto
lolo41 +1
Muy bueno cuando me quieras invitar chíflame
Marcegenco +1
Muy buen aporte chicos saludos!!!!
Ulilegui +1
Leído la primera parte, voy a la segunda y perdón por no haberlo hecho antes. Son unos genios esta pareja!!!
ramos184 +1
Son tremendos +10
Marcelotote
jaja, gracias! parece increíble que hayan pasado 11 años de esto y todo lo que vino después que jamás imaginamos
Reynatv_mty +1
Y los videos esos que grabaron para ustedes ya los sacaron?
Marcelotote
Nunca los subimos, quedan para nosotros
nagme
No puedo creer que este relato tenga solo 980 puntos, te vuela la cabeza!
Marcelotote
...y más vuela la cabeza porque fue real
Marcelotote
...y más vuela la cabeza porque fue real
Marcelotote
...y más vuela la cabeza porque fue real