Hola poringueros lectores, les dejo la primera parte de una historia que me dieron ganas de contar sobre una experiencia súper hot que tuve hace poco:
De nuevo ahí estaba en mis sueños ese morocho adorado: Luis Enrique. Siempre diferentes escenas pero el mismo final, esta vez entrando en mi habitación, a hurtadillas, yo dormida desnuda sobre la cama, sin frazadas ni nada en una noche calurosa. Él con la cara cubierta con una media, cual bandido fugitivo, simplemente se arroja sobre mi, me besa, me asfixia con su peso, yo despierto y cuando estoy a punto de gritar siento su gran miembro entre mis piernas, forcejeo empezando a sentir un calor abrazador en mi clítoris, que me inunda, me enloquece, logro quitarle la media que le cubre la cara y en medio de la oscuridad distingo esos grandes ojos negros. No puedo hacer más que jadear y abrir las piernas para que me posea, me penetre con fuerza, para que abra con su miembro mis entrañas, para que me inunde mientras sus manos me estrujan el cuerpo, los senos, para que me bese rabiosamente raspando mi cara con su barba. Me ordena que me voltee, que me ponga en cuatro y me penetra desde atrás, sus testículos rebotando contra mi concha, sus manos agarrando mi cadera mientras me hunde la pija hasta lo más profundo y cuando estoy a punto de tener un gran orgasmo, él se adelanta y saca su miembro de mi para terminar afuera y rociarme de semen la espalda, las nalgas…..entonces despierto, estoy boca abajo, sintiendo un estremecimiento en mi zona lumbar, arriba de las nalgas, justo en donde sentí el calor de su leche unos segundos antes en el sueño, no tengo nada más que hacer que apretar mi concha contra el colchón y dejar que fluya un orgasmo intenso, caliente, exquisito y al mismo tiempo desolador.
Hace tiempo que no lo veo, en realidad son años, desde que me mudé de casa y ya no fue posible verlo todos los días con su patineta en la calle, brincando, jugando, yo era una adolescente en aquél entonces y también él. Era tímida, apenas y esbozaba un “hola” y luego me ruborizaba, él me veía curioso, tal vez pensaba que esa gordita era rara. Los años han pasado, ya no soy esa niña gorda, ahora soy una mujer, los kilos se fueron y vinieron los años, 10 años desde la última vez que lo vi, durante más de 9 simplemente no volví a pensar en él, hasta hace poco que lo soñé por primera vez, que tuve mi primer orgasmo tras despertar de un sueño erótico, lo vi tan claramente y entonces empecé a pensar con una fuerza volcánica en ese hombre, ahora debe ser un hombre….y yo una mujer.
Por alguna razón el momento más memorable de cada sueño es el final, donde antes de mi orgasmo saca su pija de donde la tenga ( mi boca, mi vagina, mi culo ) y maliciosamente me rocía la leche en el cuerpo, no se distinguir cual es el momento que define que al despertar tenga tan delicioso orgasmo, si es los lugares y los modos insospechados en que llega para penetrarme o el momento concreto en que siento vívidamente la leche resbalando por mi piel.
¿Donde te encontraré Luis Enrique?, tal vez por la calle, tal vez en face, ¿Te acordarás de mí?
Bueno, comenten, pronto la siguiente parte....
De nuevo ahí estaba en mis sueños ese morocho adorado: Luis Enrique. Siempre diferentes escenas pero el mismo final, esta vez entrando en mi habitación, a hurtadillas, yo dormida desnuda sobre la cama, sin frazadas ni nada en una noche calurosa. Él con la cara cubierta con una media, cual bandido fugitivo, simplemente se arroja sobre mi, me besa, me asfixia con su peso, yo despierto y cuando estoy a punto de gritar siento su gran miembro entre mis piernas, forcejeo empezando a sentir un calor abrazador en mi clítoris, que me inunda, me enloquece, logro quitarle la media que le cubre la cara y en medio de la oscuridad distingo esos grandes ojos negros. No puedo hacer más que jadear y abrir las piernas para que me posea, me penetre con fuerza, para que abra con su miembro mis entrañas, para que me inunde mientras sus manos me estrujan el cuerpo, los senos, para que me bese rabiosamente raspando mi cara con su barba. Me ordena que me voltee, que me ponga en cuatro y me penetra desde atrás, sus testículos rebotando contra mi concha, sus manos agarrando mi cadera mientras me hunde la pija hasta lo más profundo y cuando estoy a punto de tener un gran orgasmo, él se adelanta y saca su miembro de mi para terminar afuera y rociarme de semen la espalda, las nalgas…..entonces despierto, estoy boca abajo, sintiendo un estremecimiento en mi zona lumbar, arriba de las nalgas, justo en donde sentí el calor de su leche unos segundos antes en el sueño, no tengo nada más que hacer que apretar mi concha contra el colchón y dejar que fluya un orgasmo intenso, caliente, exquisito y al mismo tiempo desolador.
Hace tiempo que no lo veo, en realidad son años, desde que me mudé de casa y ya no fue posible verlo todos los días con su patineta en la calle, brincando, jugando, yo era una adolescente en aquél entonces y también él. Era tímida, apenas y esbozaba un “hola” y luego me ruborizaba, él me veía curioso, tal vez pensaba que esa gordita era rara. Los años han pasado, ya no soy esa niña gorda, ahora soy una mujer, los kilos se fueron y vinieron los años, 10 años desde la última vez que lo vi, durante más de 9 simplemente no volví a pensar en él, hasta hace poco que lo soñé por primera vez, que tuve mi primer orgasmo tras despertar de un sueño erótico, lo vi tan claramente y entonces empecé a pensar con una fuerza volcánica en ese hombre, ahora debe ser un hombre….y yo una mujer.
Por alguna razón el momento más memorable de cada sueño es el final, donde antes de mi orgasmo saca su pija de donde la tenga ( mi boca, mi vagina, mi culo ) y maliciosamente me rocía la leche en el cuerpo, no se distinguir cual es el momento que define que al despertar tenga tan delicioso orgasmo, si es los lugares y los modos insospechados en que llega para penetrarme o el momento concreto en que siento vívidamente la leche resbalando por mi piel.
¿Donde te encontraré Luis Enrique?, tal vez por la calle, tal vez en face, ¿Te acordarás de mí?
Bueno, comenten, pronto la siguiente parte....
4 comentarios - Loca por tu semen ( 1/2 )
Saludos