Sexo en la mesa de billar (con imagen)

Todo pasó una tarde, hace un par de semanas, cuando mi amiga Linda me invitó a jugar billar a su casa. Ella y yo nos conocíamos desde la preparatoria y aun nos llevamos muy bien, en los tiempos de la prepa fuimos novios un tiempo, y aunque no tuvimos sexo, ambos somos de mentalidad muy abierta y siempre bromeamos con la idea de hacerlo algún día. Siempre le lanzaba piropos a su hermoso y delicado rostro y a su sonrisa picara, y siempre me deleitaba con sus fotos donde podía ver su cuerpo delgado, sus pecho pequeños pero bien proporcionados, una cintura deliciosa y unas nalgas firmes y paradas. Lo que ella no sabía era que yo me había quedado con la espinita de coger con ella y que constantemente me masturbaba pensando en la idea. Quien iba a decir que mi sueño se volvería realidad muy pronto.

Como decía, todo pasó hace unos días, era una calurosa y aburrida tarde de verano, cuando, mientras conversábamos en línea, Linda me dijo que se quedaría sola en casa pues sus papas tenían un compromiso, y que si quería venir a estrenar la recién comprada mesa de billar que habían traído. Yo acepte gustoso, pues soy fanático del pool, y en cuestión de horas ya me había presentado en su casa.

-Hola guapo!, pasale andale estás en tu casa!!-

En cuanto abrió la puerta para recibirme mis ojos brillaron ante la excepcional belleza, y al ver dibujada su sonrisa coqueta que tanto me encanta, no pude evitar una ligera reacción en mi entrepierna.

Compramos un par de cervezas para el calor y comenzamos el juego, aunque ella no sabía mucho demostró tener buena puntería y en poco tiempo me metió en problemas, pero no me importaba, ambos estábamos en cada lado de la mesa y cada vez que se agachaba a tirar yo no perdía oportunidad de mirar su escote, en una de esas ocasiones, pude notar que no traía brassiere, y contemple levemente sus rozados pezones. Eso me puso a mil, y empecé a recordar todas las fantasías sexuales que había tenido con ella de protagonista, hasta que de pronto, mis pensamientos se detuvieron al escuchar su voz:

-¿Me ayudas con este tiro?-

No entendía bien a qué se refería, hasta que note que estaba atrapada en un tiro difícil y quería que yo la guiara con el taco, así que rápidamente di la vuelta a la mesa y me acerque a ella por detrás, mientras ella continuaba inclinada.

La situación me había puesto súper caliente, sentir su trasero tan cerca de mi verga era algo divino, pero debía contenerme, después de todo era mi amiga.

-Ya vi lo que estabas mirando- Me dijo suavemente -eres un sucio-

-No sé de que hablas- respondí temeroso.

-No te hagas, ya viste que no traigo bra verdad?-

-Jaja, si, la verdad si lo note, disculpa-

-No te disculpes, te gusto lo que viste?-

Aunque los comentarios picaros eran algo común entre los dos, nunca habíamos hablado frente a frente de lo mucho que me encantaba, quizá solo eran las cervezas, pero en su tono note un gesto de excitación que no había percibido antes

-Sí, me encanto-

Ella empezó a menear su trasero y frotarlo cada vez más rápido y más cerca de mi verga, mientras fingía estarse alistando para golpear la bola. Yo ya estaba súper excitado, y haciendo a un lado su cabello, empecé a besar su nuca despacio, mientras mis manos soltaban el taco y se iba directo a su deliciosa cintura. Ella me tomó del cabello y empezamos a besarnos, después se incorporo y tomó una de manos para ponerla sobre sus pechos. Pude notar como su pezón ahora se encontraba duro, empecé a frotarlo sobre su blusa, mientras que con mi otra mano comencé a intentar meter mi mano dentro de su pantalón.

-Me estas calentando- dijo ella entre gemidos -Sigue.- Yo levante su blusa hasta la altura de sus pechos, y empecé a frotar ambos con mi mano. Ella aprovecho para desabotonarse el pantalón, rápidamente

-Mis papás no deben tardar en llegar- dijo, mientras se volteaba de frente hacia mí y me desabotonaba mi camisa.

Baje mi pantalón con velocidad relámpago mientras ella besaba mi pecho, después se puso de rodillas y me dio una rápida pero espectacular mamada. Me sentía en las nubes al sentir sus labios apretando mi pene, mientras con su mano masajeaba mis bolas. Se incorporo y se puso de espaldas hacia mí y bajó por completo su pantalón de mezclilla, pude ver su precioso culito tapado solo por una delgada tanga que poco dejaba a la imaginación. La hice a un lado y con mis dedos empecé a frotar su vagina y busque su clítoris, el cual frote con la punta de mis dedos mientras hacía movimientos circulares.

-Delicioso amor, que rico, me encanta!- Exclamo mientras su respiración se incrementaba cada vez más, -Mas rápido, frótalo más rápido!!- Grito, y obedecí, a los pocos segundos sus gemidos se hicieron más pronunciados y pude notar como su vagina se humedecía cada vez más, hasta que tuvo un increíble orgasmo.

-No te relajes mi amor.- le dije con voz suave al oído -apenas vamos empezando.-

Aprovechando lo húmedo de su vagina, introduje mi verga lentamente para hacerle sentir cada milímetro de ella, mi amiga solo se inclino más hacia adelante.
Su deliciosa y mojada concha recibió gustosa mi verga, y empecé a mover mis caderas hacia adelante y hacia atrás para regular la profundidad de la penetración, ella gustosa de sentir mi pene movía su trasero hacia arriba y abajo para que todo su coño lo sintiera.

-Mas! que rico mi amor, asi! Asi! que rico lo mueves!- me decía entre gemidos y suspiros. Yo la tome de la cintura y empecé a penetrarla cada vez más duro, mientras sentía como mi pene se hinchaba cada vez mas y mas, ella continuaba gimiendo como hembra en celo, cada vez más rápido hasta que le arranque un segundo y aun más rico orgasmo, la excitación de escucharla gritar me hizo desear venirme, y se lo dije:

-Mami me quiero venir.-

-Vente afuera nene, en mis nalgas!! Anda!!-

Así lo hice, saque mi pene en el último minuto y derrame todo mi líquido sobre su paradito trasero

Nos derrumbamos sobre la mesa unos segundos, sudados y jadeantes.

-No sabes las ganas que tenia de coger contigo!- Me dijo ante mi propio asombro -Desde que anduvimos siempre pensé que estaría rico, pero estuvo riquísimo!-

Tras descansar un poco más nos vestimos. Sus papas llegaron unos minutos después, justo en el momento en que ella metía la última bola del juego. Me había derrotado, pero yo estaba más que satisfecho, pues había ganado algo más que un simple juego.

Les dejo una imagen de mi amiguita que le tomé poco antes de ponernos "romanticos". Espero les guste y perdon por no poner la cara. Ya sabes, la privacidad 🙂