aca va la segunda parte!
Pasamos las fiestas de fin de año todos juntos. Después de la cena pusieron música y todos bailamos. En un momento Rafa y yo coincidimos bailando con la tía, todos estaban ya un poco borrachos. Aprovechamos para abrazarla uno por delante y el otro por detrás y ella se apretaba contra nosotros. Le fregaba mi pija parada por las nalgas y ella no se dio por enterada. Rafa agarró disimuladamente sus tetas por el costado y tampoco reaccionó. Cuando por fin se terminó la fiesta y me fui a la cama estaba excitadísimo imaginando mil estrategias para las vacaciones. Al día siguiente viajamos a Claromecó.
La casa era suntuosa, nos acomodamos Rafa y yo en la misma habitación y comenzamos a preparar la primera excursión de pesca para el día siguiente.
- Papi, mañana a la mañana nos levantamos al amanecer y vamos a pescar al faro – dijo en la cena
- No, manejé toda la tarde, déjame descansar, vamos otro día- su padre nos cortó la inspiración Al día siguiente fuimos todos a la playa. La tía Inés estaba con la consabida malla que el tío le permitía usar.
- Tía, porqué no te ponés una bikini – inicié mi acercamiento.
- Ni loca, querés que me pase el verano discutiendo con tu tío – se rió y se fue a vestir pues iba al centro a hacer unas compras.
Al atardecer insistimos con el asunto de la pesca.
- Viejo, ¿vamos mañana a pescar?- preguntó Rafa a su padre
- Rafa estoy cansado, no rompas las bolas – la respuesta fue terminante.
Estábamos rumiando nuestra bronca cuando entró la tía que venía del centro.
- Eh, qué caras ¿qué pasa?- dijo
- Nada, mi viejo que no quiere ir a pescar – se quejó Rafa
- ¿Y porqué no van ustedes solos? – dijo la tía, burlona – ya son bastante grandecitos para que papá los tenga que andar acompañando…
- Lo que pasa es que yo puedo conducir el jeep sólo si viene un mayor de edad – se defendió Rafa
- Ah, quieren ir lejos – dijo ella – ¿Adónde van a pescar?
- Vamos al foso, son unos veinte kilómetros por la playa. Es un lugar donde no va nadie y se pesca bien – expliqué
- Nadie…¿nadie? – preguntó
- Sí, es un lugar que pocos conocen y es muy difícil llegar – Rafa estaba fastidiado.
Ella pareció sopesar la idea por un instante y luego nos sonrió ¨-Bueno, si lo que necesitan es un mayor de edad, yo los puedo acompañar, pero no me pidan que maneje- propuso
-¿A vos te gusta pescar?- pregunté extrañado. Nunca había venido a ninguna excursión.
-Noo… pero les puedo hacer ese favor…-sonreía – total puedo tomar sol allá…
Me pareció percibir un poco de malicia en su expresión. Pero no le di mayor importancia.
- Fenómeno, vamos a decirle a mi viejo – se entusiasmó Rafa ajeno a mis pensamientos Fuimos al jardín y le expusimos la situación. El padre de Rafa dudó y consultó a mi tío. Al final aceptaron.
- Vamos a preparar todo –dije
- Bueno, yo preparo algo para comer y beber – colaboró la tía.
Nosotros nos dormimos temprano y a las cuatro de la mañana estábamos en la cocina tomando café y esperando a la tía que apareció en baby doll con cara de dormida.
- ¿Ya vamos a salir? – preguntó – Todavía no amaneció
- La idea es llegar antes que amanezca, es la mejor hora – expliqué
- Uy, entonces veremos el amanecer en la playa, ¡qué romántico! – bromeó – Enseguida estoy lista.
Demoró unos diez minutos y reapareció enfundada en un equipo de campera y pantalón de algodón, con un bolso en la mano. Tomó la heladera portátil que había preparado la noche anterior y salimos.
Mientras íbamos por la playa en el todoterreno le preguntamos qué había preparado para comer . Dijo que unos emparedados y gaseosas.
- También traje una botella de vodka – rió con una mirada pícara – ¿les gusta?
- Sii – dijo Rafa
- Pero no se van a emborrachar…- bromeó.
Presentí que la conversación se iba a poner interesante y decidí atacarla
- Si te hubieras enterado antes podrías haber traído una bikini para tomar sol, total el tío no se iba a enterar – solté tratando de disimular mi ansiedad por ver su reacción. Rafa me miró de reojo como cayendo de una nube.
- Sii…así se podrían babear mirándome el culo y las tetas.. – me contestó burlona – Me parece que ustedes son un par de piolas que inventaron esto de la pesca para traerme a una playa desierta y ponerme en bolas….- en la oscuridad del jeep pude ver el destello malicioso de sus ojos verdes.
- Total… no va a haber nadie – dijo Rafa
- ¿Vos prestá atención al volante, a ver si chocamos! – dijo ella riéndose Llegamos a nuestro destino con las luces del alba, preparamos los equipos y comenzó a salir el sol. Me quité el pantalón de algodón y entré al mar para arrojar la línea.
- ¡Miren qué espectáculo! – nos señalaba entusiasmada el disco rojo que elevaba sobre el horizonte
- Sí , es una imagen que siempre me fascina…- contesté, y era la pura verdad
- ¿Son románticos ustedes? – preguntó la tía
- Ver amanecer en la playa con una mujer hermosa siempre te pone romántico..-Rafa se puso a versear.
- Ay, qué galanes….¿ven porqué yo me siento tan bien con ustedes? – mientras hablaba no dio un piquito a cada uno.
- Nosotros también estamos muy bien con vos – le dije dándole un beso lo más cerca de la boca posible, mientras le guiñaba un ojo a Rafa que ya había entrado “en onda”.
- Bueno ¿quieren comer algo? –zafó ella haciéndose la desentendida.
- Dejá, no te molestes- dije, no quería que se alejara.
- Si, yo les preparo – se levantó y comenzó a alcanzarnos emparedados.
Sirvió gaseosa en los vasos y nos preguntó si le echaba un poco de vodka a lo que asentimos.
-Pero poquita eh…-No quiero que se emborrachen…
La pesca no se presentaba muy favorable, capturamos tres ejemplares de regular tamaño y luego se cortó. El vodka y la caipirinha que se había preparado la tía comenzaban a hacer sentir su efecto nos reíamos todo el tiempo los tres. La tía bromeaba sobre nuestras habilidades con el rugby
- Que clase de jugadores son, ni siquiera me pueden alcanzar- reía desafiándonos
- Ahora vas a ver – dije mientras corríamos tras ella
- Date por muerta –dijo Rafa mientras yo la alcanzaba y sujetándola por detrás la levantaba. A pesar de su metro setenta y su anatomía más que generosa no pesaba más de sesenta quilos.
Ella tratando de zafar de mi abrazo se movía y de pronto sentí su culo apoyado contra mi entrepierna furiosamente. Mi pene dentro del short de baño despertó comenzando a agrandarse. Levanté a la tía y la deposité en los brazos de Rafa, quien se la cargó al hombro. Ella reía y se agitaba, dando grititos de excitación. Rafa le daba palmadas en las nalgas hasta que la depositó sobre la lona extendida al costado del jeep.
-¡Brutos, así no se trata a una tía! – fruncía el seño fingiendo enojo. Su cara estaba coloreada por la agitación , los labios húmedos, los ojos verdes tenían destellos dorados, el pelo rojo brillaba al sol . Estaba divina.
-Vos te la buscaste…- reí
- Ay me dio calor, me voy a meter al agua – dijo .Comenzó por sacarse la campera y el pantalón de algodón de algodón y para nuestra sorpresa, en lugar de la malla negra de costumbre apareció un minúsculo bikini blanco que nos dejó mudos.
- ¡A la pelotita! – Rafa no se pudo contener.
- Ya está, ahora se van a empezar a babear….- nos miraba burlona mientras se acomodaba el sujetador que a duras penas conseguía taparle los pezones
- ¿N o era que no tenías bikini?- pregunté mirando descaradamente la diminuta tanguita blanca con nudos a los costados. La tela era muy delgada, algodón, y la prenda parecía meterse entre los labios de su vagina, dejando entrever su forma.
- La compré ayer en el centro-contestó y giró para mostrarme la parte posterior que se introducía íntegramente entre sus nalgas dejándolas al descubierto – no es de muy buena calidad, no está forrada. Me parece que mojada va a ser un escándalo- rió dirigiéndose al agua. Nos sacamos las camperas y entramos con ella. Cuando el agua le dio a la cintura se zambullo y nos quedamos mirándola hasta que reapareció arrojándonos agua, a lo que nosotros respondimos y pronto estábamos jugando a hundirnos, la levantábamos y la arrojábamos riéndonos y gritando nuestra excitación en esa mañana espectacular. En un momento la teníamos abrazada en sándwich, Rafa la sujetaba por detrás y yo la abrazaba por delante. Ella me rodeó con sus piernas, apretándome y sentí su pelvis presionando sobre mi pija que estaba bastante dura; nuestros rostros estaban a escasos centímetros uno del otro, y rodeándome con sus brazos mientras Rafa se apretaba contra ella por detrás haciéndole notar su bulto dijo bajito:
- Me van a destrozar…- y me miraba fijamente.
- ¿No te gusta el juego? – le pregunté dándole un beso fugaz en la comisura de los labios.
- Sii…- dijo, aflojando el abrazo y separándose mientras Rafa también la soltaba – está un poco fría el agua ¿no?
- Si, volvamos a la playa – dije y empecé a salir del agua apurado por llegar a la toalla para ocultar el bulto.
Llegué al costado del jeep, tomé la toalla y comencé a secarme. La verga dentro del short formaba una carpa descomunal. Me volví para mirarlos. Rafa y la tía salían del agua riéndose.
- Rafa, mirá lo que tenés ahí-reía ella señalándole el bulto.
- Siempre lo tuve – se la acariciaba Rafa totalmente desinhibido y ella soltaba otra carcajada cuando llegaban a mi lado.
Pocas cosas deben ser tan hermosas como el espectáculo de una mujer hermosa semidesnuda saliendo del agua, con la piel brillando al sol de la mañana, el cabello chorreando, la boca entreabierta….
-Les dije que este bikini mojado iba a ser un escándalo…-dijo Bajé mi mirada recorriendo su cuerpo. Los pequeños triángulos de fino algodón se adherían a sus pechos, delineando y transparentando dos enormes pezones obscuros y la parte delantera de la tanguita marcaba los labios de la conchita. ¡Qué espectáculo! Tomó su toalla y comenzó a secarse al tiempo que con un peine que sacó del bolso se peinaba el cabello hacia atrás.
-¡Qué buena que estás, tía! – dijo Rafa que ya parecía haber logrado una total confianza con ella
-¿Les gusta la tía en bikini? – rió ella exhibiéndose mientras colocaba sus manos debajo de sus pechos y los levantaba como si los ofreciera.
- Sos una diosa – le dije, al tiempo que me comenzaba a pasar bronceador. Ya ni me preocupaba por ocultar mi erección, no valía la pena.
- Uy, yo también me tengo que poner bronceador –dijo la tía
- ¿Querés que te lo pasemos nosotros? – insinué esbozando mi mejor sonrisa provocativa
- Y… unas caricias no me vendrían mal, después de la paliza que me dieron en el agua pueden hacerme algunos mimos….- se pasaba la lengua por los labios.
Se quedó parada entre nosotros dos mientras yo comenza
ba a pasarle crema por la espalda y Rafa empezaba por la parte anterior. Fui bajando lentamente por su cuerpo, salteando las nalgas pasé a las parte posterior de las piernas y Rafa se entretenía en su vientre, sin atreverse a tocarle la conchita.
- Pasáme por todos lados- dijo- de lo contrario después me va a arder…
- Bueno… –dije tratando de disimular la emoción. Me estaba dando vía libre para que le acariciara las nalgas…
Subí por las nalgas y Rafa se atrevió con la parte superior de los pechos. Me enderecé excitadísimo y le di un beso en el hombro mientras deslizaba mis manos por la espalda tratando de meterlas debajo de la tira del sujetador, que estaba muy apretada, se hincaba en su piel. Rafa le daba besitos en los ojos cerrados, bajaba hasta la comisura de los labios, ella respiraba agitadamente sin decir nada.
- Te suelto la tirita del soutien…- me jugué
- Me parece que lo que ustedes quieren es ponerme en bolas…-sus manos acariciaban los hombros de Rafa que abriendo su boca la apoyaba sobre los labios entreabiertos de la tía ¡le estaba comiendo la boca!
- ¿No querés? – se largó Rafa después del beso, mirándola fijamente Ella se dio vuelta rodeando mi cuello con sus brazos, su boca cerquita de la mía, los ojos encendidos.
- Puede vernos alguien… – se defendió sin mucho entusiasmo mientras yo me decidía y apoyando mis labios abiertos en los de ella introducía mi lengua en su boca y jugaba con la de ella.
- Aquí no viene nadie… –presionó Rafa mientras separábamos nuestras bocas. Ella llevó sus manos hacia su nuca levantando los cabellos rojos y descubriendo el nudo de la tira del sujetador, al tiempo que yo me separaba un poco para mirarle las tetas.
- Bueno…dale – dijo ella – pero no se lo cuentan a nadie, si el tío se entera se arma el lío.
Rafa desató el lazo superior y los triángulos del sujetador dejaron ver parcialmente aquellos pezones. Yo puse mis manos debajo de sus pechos, presionando hacia arriba y ella cerró los ojos como para disfrutar del momento. Rafa soltó el lazo inferior y yo retiré el sujetador dejándolo caer sobre el capot del jeep. Sus tetas brillaron bajo el sol de la mañana.
- Mmm…- dejé escapar un gruñido de admiración. Ella se apartó un poco y giró para que Rafa gozara también del espectáculo.
- ¿Qué tal las tetitas de la tía? – preguntó provocándonos, las manos todavía sostenían su cabello y las tetas se balanceaban al ritmo del movimiento sensual de sus caderas. .Sus pezones aparecían erectos, desafiantes. Su mirada bajo hacia nuestros bultos alternativamente – Parece que se calentaron un poquito….- dijo en franca alusión a nuestras erecciones imposibles de disimular.
- Sos una bestia, tía – dijo Rafa con voz ronca. Ella soltó una carcajada y agachándose tomo un traguito de su vaso de caipirinha, derramando un poco sobre sus pechos, como al descuido. Sin dejar de mirarnos levantó una teta con sus manos y la lamió.
- No hay que desperdiciarla, está riquísima – rió
- ¿Me dejás probar? – mi voz delataba mi ansiedad.
- A ver el bebé, si le gusta la caipirinha …- se incorporó ofreciendo sus pechos Me lancé sobre el tesoro y comencé a pasar mi lengua por su pezón, mientras Rafa atacaba la otra teta. Ella acariciaba nuestras cabezas y emitía gruñiditos de placer. Chupábamos sus pezones, jugábamos con nuestras lenguas sobre ellos, mientras nuestras manos acariciaban sus nalgas y su vientre. Ella se agitaba de gozo sin oponer resistencia, sus pezones estaban duros, erguidos.
Mis manos se deslizaron hacia abajo hasta encontrar la tanguita y empecé a acariciarle la conchita por encima del bikini, tratando de abrirme paso entre sus piernas que estaban muy juntas. Al notarlo, ella separó las piernas y yo acariciaba su sexo, podía notar cómo se humedecía a través del algodón. Bajó sus manos hasta nuestras entrepiernas y comenzó a fregar nuestras pijas sobre los shorts.
- Están durísimas – susurró tirando de los bañadores hacia abajo. Con la mano libre bajé mi short que cayó al piso y ella agarró mi poronga acariciándola de arriba abajo. Sin parar de chupar sus tetas miré de reojo y vi que Rafa también se había quitado el short y ella con su mano derecha le acariciaba el miembro. Los gruñiditos se habían convertido en gemidos de placer.
- ¡Qué buena está la caipirinha ,tía – Bromeé mientras trataba de desatar el lazo de la tanguita
- Sii, justo es la caipirinha lo que te gusta, atorrante…- la tanga cayó junto a nuestros shorts y mis dedos se metieron entre los labios de su vagina hasta encontrar su clítoris, que estaba duro y húmedo. Ella movía su pelvis levemente hacia delante y atrás con sus piernas algo flexionadas y entreabiertas, gozando de las caricias.
- ¡Te voy a chupar toda!! –Rafa le lamía el hombro, descendía por su espalda y separando sus nalgas descubría el agujerito de su ano.
- Sii… la colita, chupáme la colita, bebé – pedía excitadísima mientras Rafa pasaba la lengua por el agujerito. Yo abandoné el pezón y deslicé mi lengua por su vientre mientras ella, abriendo más las piernas mi guiaba hacia su pubis. Tenía frente a mí por primera vez una concha jugosa , no lo podía creer. Separando los labios con los pulgares comencé a lamer su clítoris. Ella seguía con su leve movimiento hacia atrás y hacia delante, acariciando nuestras cabezas mientras los gemidos se transformaban en grititos de gozo.
-Ay…bebés, no saben lo que me están haciendo gozar – hablaba bajito, su lívido le enronquecía la voz.
-Entregáte, tía – me hice el galán. Ella apretando mi cabeza comenzó a moverse más violentamente, gritando su placer mientras experimentaba el orgasmo que inundó mi boca con sus jugos.
La sentí aflojarse levanté la mirada y vi sus ojos verdes mirándome con placer, se sentía feliz, había disfrutado plenamente. Me incorporé, al mismo tiempo que Rafa, acariciamos sus tetas, ella tomó una pija con cada mano y comenzó a amasarlas. Me besó largamente con la boca abierta, jugué con su lengua mientras ella daba un movimiento de vaivén a nuestras porongas totalmente erectas, palpitantes.
- Tenés el gustito de mi conchita en la boca – hizo un mohín mientras pasaba su lengua por mis labios.
- Te gusta el sabor de tu conchita … – Rafa le chupaba el cuello. No queríamos que aquella situación terminara, queríamos mantenerla caliente.
- Sii… aunque hay otros sabores que me gustan más…- contestó ella con malicia mirando nuestras vergas. Se arrodilló entre nosotros mirándonos alternativamente a los ojos mientras acariciaba nuestros miembros.
Abriendo la boca pasó su lengua por la cabeza de mi pija y repitió la operación con Rafa. Tenía una poronga en cada mano y se las introducía en la boca una después de otra. A veces juntaba las dos cabezas y las chupaba al mismo tiempo. La sensación era terriblemente placentera. Sentí venir mi eyaculación. Ella lo supo y pedía más:
- Mmm …sii…quiero que acaben , lo quiero todo …- murmuraba. Se ve que Rafa estaba más excitado porque de repente ella dio tres chupadas seguidas más violentamente a su pija y él estalló derramando su semen en la boca , su cara y sus tetas. Yo al ver eso no pude aguantar más y me vine también, parte dentro de su boca y en sus tetas. Ella chupaba todo con un placer enorme reflejado en el rostro.
- Está tibiecita…- decía – que placer…
Nos relajamos , la tía se incorporó fuimos al agua, zambulléndonos los tres jugando y besándonos desnudos libres de todo pudor.
- Son interesantes las excursiones de pesca…- dijo la tía con malicia, sus ojos tenían esas chispitas que yo ya conocía.
- La verdad, esta es la mejor que he vivido – le contesté, abrazándola y besando la boca que hacía unos segundos chupaba mi pija con pasión
- Sii… la verdad sos la mejor compañera de pesca- Rafa se unía al abrazo.
- Si hubiera sabido, empezaba a pescar mucho antes – reía ella mientras salíamos del agua abrazados los tres, gozando de nuestra desnudez.
Corrimos hasta el jeep, sus tetas subían y bajaban al ritmo de sus largos pasos, era una visión alucinante su piel brillando al sol. Sin secarnos comenzamos a hacerle cosquillas, ella se retorcía dando grititos apoyada contra el vehículo. Rafa comenzó a experimentar otra erección que no pasó desapercibida para la tía.
-Nene, ya estás otra vez en pie de guerra… – dijo, mirándole la pija
-Esta es mi lanza- contestó Rafa agarrándosela.
- Te digo que no está nada mal…- la tía ya se la mano
seaba de nuevo
- ¿Te gusta? – preguntó él mirándola fijamente y apoyando su espalda contra el jeep.
- No te agrandes, que está buena pero no es nada extraordinario- la tía se inclinó para metersela en la boca agarrándola con la mano izquierda mientras que con la derecha se acariciaba la concha.
Yo quedé parado detrás de ella, veía la cara de placer de Rafa mientras la tía se la chupaba, el culo de ella frente a mí era imponente.
De pronto ella separó las piernas y pude ver lo que se estaba haciendo en el sexo. El dedo índice y el anular separaban los labios vaginales mientras el mayor frotaba el clítoris y a veces se introducía en la vagina. Me acerqué apoyando mis manos en sus nalgas, pensando en volver a chuparsela, pero cambié de opinión. Mi pija se había encabritado, era tal la erección que hasta me dolía. Agarrándola con la mano derecha apoyé la cabeza en la concha de la tía y empecé a frotarla, mi mano izquierda acariciaba la parte interior de sus nalgas. Pareció recibir una descarga eléctrica. Abriendo más las piernas , las flexionó apenas para abrir más la conchita, que ya estaba empapada. Apoyé nuevamente la punta de la pija allí y empujé levemente. La cabeza se deslizó dentro de la concha de la tía con asombrosa facilidad.¡me la estaba cojiendo!! Esperé la reacción, pensando que tal vez era demasiado, que se resistiría. Después de todo era mi tía…pero no, empezó a mover suavemente la pelvis hacia atrás y hacia delante, mi poronga se introducía centímetro a centímetro dentro suyo.
- Mmm… diablito… me querés cojer…- murmuró.
- Te va a gustar…- no quería que me rechazara.
- Rafa, tu primo me está cojiendo…- se movió hacia atrás y mi verga entró totalmente.
- A ver…. sii…¿te gusta? – preguntó éste mientras le acariciaba las tetas.
- Mmm …siii…me encanta –se entregó ella.
Yo comencé a bombear por puro instinto, era mi primera vez.
- Así bebé, movéte dentro mío …- pedía la tía
- ¿Puedo probar yo? – Rafa se estaba poniendo loco.
- Sii,dale cojéme vos también un poquito – dijo ella mientras lo recostaba sobre la lona y montándolo se introducía su poronga que era algo mayor que la mía – Mmm… es grande – murmuraba – Así, dale , chupame las tetitas- se inclinaba hacia delante ofreciéndole los pezones que Rafa chupaba con fervor.
Al hacerlo se me ofreció un panorama espectacular por detrás. La pija de Rafa enterrada totalmente en la concha de la tía y el ano de ella brillando al sol. Toqué mi pija, todavía mojada y lubricada por sus jugos. Me arrodillé entra las piernas de Rafa, por detrás de la tía y froté la cabeza de la pija por el agujero de su ano.
-Rafa, tu primo es terrible, ahora me quiere coger por el culo…- se quejó divertida.
- Noo…¿lo vas a dejar?- bromeó Rafa. Yo iba empujando suavemente por miedo a lastimarla. La cabeza ya estaba adentro.
- Me parece que ya es tarde para decirle que no…- la voz de la tía era ronca, sensual.
- ¿Te duele? – susurré en su oído .
- Noo…me gusta mucho – dijo ella cuando la sintió toda adentro- Me gusta tenerlos a los dos dentro mío… cójanme bien, métanme todo …Mmmm…así Nos movíamos al ritmo de su pelvis, nuestras porongas entraban y salían, ella se contorsionaba cada vez más profundamente. Con un grito de placer experimentó un profundo orgasmo que empapó el miembro de Rafa de un jugo tibio, provocando su eyaculación.
- Asíi Rafita, llename toda la conchita- gritaba – no saben como los siento. La penetramos hasta el fondo, los dos al mismo tiempo. Nuestros testículos se rozaron -¡Me tienen totalmente ensartada!!- Gritaba de puro placer.
- ¡Qué puta sos tía!! – susurré sintiendo que me venía.
- Sii…soy putísima – gritó – Quiero toda tu lechita dentro mío!!- bramaba Exploté dentro de ella y nos quedamos los tres abrazados. Rafa le daba besitos en la boca, yo besaba su nuca y sus hombros. Ella se fue relajando.
- Mmm… nunca me cojieron tan bien…- murmuró mientras retirábamos nuestros miembros.
- Julio y Raúl… –quiso saber Rafa
- Noo…ustedes son espectaculares, nunca me sentí tan cojida- se recostó a
l lado de Rafa mientras yo hacía lo propio a su costado, dejándola entre nosotros dos. Gotas de semen se escurrían de su concha y de su culo. Ella lo juntaba con el dedo y se lo pasaba por la lengua. Lentamente se fue relajando y quedó extendida entre nosotros, con las piernas semiabiertas, los pechos desafiando al cielo.
No sé cuanto tiempo transcurrió hasta que se levantó dirigiéndose a la orilla, se puso en cuclillas y se comenzó a lavar las partes íntimas que aún chorreaban los excesos de semen.
Aquella imagen exacerbó mi morbo; allí estaba esa diosa lavándose los líquidos que habíamos descargado dentro de ella…
Me levanté y llegué a su lado, el agua nos daba por la cintura. Yo me lavaba la pija y ella me sonreía. Dándole un beso en la boca la abracé y volvimos junto a Rafa, que nos recibió con los vasos en la mano.
-¡Ese es un buen sobrino! – dijo la tía Inés agarrando el vaso que le ofrecía y sorbiendo el resto de caipirinha que quedaba.
Rafa la abrazó y comenzó a acariciarla nuevamente.
- Tía, ¿te puedo pedir algo?- le dijo al oído, la voz ronca demostraba su excitación. Los ojos verdes de la tía bailaban divertidos. Dándole un pico en los labios le contestó burlona:
- Depende…
Rafa susurró algo en su oído que provocó su sonrisa.
- Mmm…no sé…
- ¿Qué pasa? – pregunté pues calculaba que me estaba perdiendo algo interesante.
- Ay , Juaqui (yo me llamo Joaquín) tu primo… me quiere hacer el culito…- su sonrisa dejaba traslucir su excitación – Yo le dije que tiene que pedirte permiso, que vos sos el dueño…- se apretó contra mí con un gesto de provocadora picardía.
- Bueno… si él me deja tu conchita… – seguí el juego. Mi verga estaba durísima y la apoyaba entre sus nalgas mientras acariciaba sus tetas de frente a Rafa que tenía la suya entre las piernas entreabiertas de la tía Inés.
- Pero me va a doler… es muy grande …- jugaba ella con las palabras.
- No tanto, es un poco más larga pero no tan gruesa – Rafa se la mostraba y ella agarrándola parecía compararla con la mía que tocaba con la otra mano. Sus ojos volvían a tener aquel brillo característico que nos enloquecía.
- Hay que ponerle algo para lubricarla…- mientras se introducía la verga de Rafa en la boca se agachó tomando la crema bronceadora y comenzó a esparcírsela por toda la pija mientras me miraba.
Después de un breve masaje hizo que Rafa se recostara boca arriba en la lona extendida en el piso, se paró sobre él con las piernas abiertas, el culo apuntaba hacia su cara. Fue flexionando las piernas hasta que el agujerito de su ano rozó la boca de Rafa, mirándome fijamente, con una sonrisa de placer en los labios.
- Ponéme saliva en la entradita…- mientras el roce de la lengua de Rafa hacía que sus ojos se cerraran y su boca se abriera por la emoción. Yo miraba toda la operación acariciándome la pija que amenazaba con estallar.
- Ahora viene lo mejor…. dijo ella al desplazarse hacia la pelvis de Rafa y colocándose la punta de su miembro en el ano fue descendiendo hasta que sus nalgas tocaron el vientre de él. Yo le metí la pija en la boca y ella chupaba con placer.
- ¡Cojéme vos también Juaqui! Pidió Me arrodillé entre las piernas de Rafa, mirando los testículos que apenas sobresalían de las nalgas entre las piernas abiertas de la tía. La conchita se abría espontáneamente, como llamándome.
Apoyé la cabeza de la pija entre los labios y empujé levemente hasta verla desaparecer dentro de la vagina húmeda.
- Mmmm…sii… como los siento….- susurraba moviéndose atrás y adelante – ¡Metéla toda!-su pedido ya era un grito de excitación.
- ¡Sentíla toda! – mientras me arqueaba para empujarla hasta el fondo sentí que nuestras pijas se encontraban dentro de ella- ¿Te gusta sentirlas adentro? – la desafiaba.
- ¡Sii..!! – su pelvis se agitaba furiosamente – ¡Sii…me vuelven loca!!…¡Cójanme toda, destrócenme!!- gritaba su éxtasis mientras sus tetas se agitaban al ritmo furioso de nuestros empujones.
- ¡Ay, tía …voy a acabar… te voy a llenar el culito de leche!! – Rafa empujaba su poronga hasta el fondo y estallaba dentro de ella.
- ¡Los tres juntos! – al levantar sus brazos para abrazar
me se recostó sobre el pecho de Rafa y todo nuestro peso cayó sobre su verga que se enterró aún más en su culo provocando una contracción de placer en el cuerpo de la tía- ¡Quiero que acabemos los tres juntos!!- gritó ella rodeándome con sus piernas, atrayéndome dentro de ella, lo que aceleró mi orgasmo, ya incontenible.
- ¡Tomá mi lechita también! – le grité mientras sentía que las contracciones que su profundo orgasmo provocaban en su vagina exprimían todo mi semen. La sentí aflojarse, relajar el abrazo de sus piernas mientras cerraba los ojos y apoyaba su cabeza en el pecho de Rafa.
- Mmm… bebés – daba gruñiditos de placer, satisfecha -…mis bebés…
- ¡Qué puta sos, tía! – susurró Rafa en su oído con voz agobiada por el peso de nuestros cuerpos sobre el suyo.
- Sii…para ustedes soy reputa…me tenían caliente hace rato – confesaba ella totalmente entregada .
- Bueno, ahora te vamos a cojer hasta que te aburras…- me deslicé a un costado y ella hizo lo mismo, quedando entre nosotros, los tres desparramados sobre la lona bajo el sol ardiente de la mañana.
- ¡Pero que nadie se dé cuenta!! – nos miró fijamente -¿entendido?
- Tranquila….- Rafa le daba besitos por todo el cuello y ella se entregaba encantada a la caricia Después de descansar un rato volvimos a lavarnos en el agua y decidimos que era hora de retornar. Juntamos todas las cosas y montamos en el jeep. El viaje de regreso fue de lo más placentero, comentando todas las sensaciones que experimentáramos desde hacía varios meses, riéndonos felices.
Llegamos a la casa cerca del mediodía, los demás estaban almorzando.
- ¿Y… cómo anduvo la pesca? – preguntó el padre de Rafa
- Más o menos…- contesté – pescamos sólo tres corvinas- dije mostrando los pescados.
- Me parece que ustedes son un fracaso…- rió mi tío
- ¿Y vos, Inés? –preguntó la madre de Rafa – ¿Te aburriste mucho?
- No, no tanto…- respondió la tía Inés
- ¿Te dieron mucho trabajo estos crápulas? – insistió Sonia con el ceño fruncido
- ¡Ay, Sonia! – sonrió la tía – ¡Si son unos santos!!
FIN
Autor: millscorp
12 comentarios - La tia y sus sobrinos... 2da parte