Era una locura

Me encontraba saliendo ya hacia un tiempo con una señorita bastante deshinibida y con la cual me habia comprometido. Teniamos la misma edad, para ese entonces, unos 26. No eramos chicos ni mucho menos, pero eramos mas bien conservadores a la hora de tener sexo. La cama, la cocina, y la alfombra eran nuestros escenarios cotidianos y rutinarios...
Una noche, decidimos salir a festejar un aniversario, el 3º de etar juntos y le pedi inusualmente que no se pusiera ropa interior para salir esa noche y que, si podia, se pusiera esa pollera que tan loco me ponia.
No tenia nada pensado en especial pero, seguramente algo se me iba a ocurrir.
Tomamos el colectivo donde siempre y esa noche, a pesar de no ser tan tarde no habia mucha gente. Nos sentamos en la tercera fila de asientos y quienes estaban mas cerca estaban tres filas mas atrás. No se porque, epro senti deseos irrefrenables de hacer algo alocado por primera vez con ella.
Comenzamos a besarnos y en medio de ese intercambio de besos cada vez mas fogozos, le fui diciendo cosas al oído: Que hermosa que estas ésta noche! que linda putita que tengo para mi!.... y ellla en me contesté en secreto: soy toda tuya ésta noche, hace lo que quieras....
Sin decir mucho tome mi bozo y lo puse en su regazo, dejé de besarla y suavemente comencé a separar sus piernas ante su mirada interrogante. Le dije en su oído: abri las piernas un poquito y dejame hacer a mi...
Ella sin pensarlo dos veces, abrio sus piernas y levante un poco su minifalda. Gracias al cielo el buzo tapaba bastante y no quedaba mucho a la vista. De a poco la gente fue subiendo hasta que el número de pasajeros fue creciendo hasta haber gente de pie.
En ese momento, comence a acariciar sus piernas y cuando se nos paro un señor mayor al lado es cuando, luego de darle un beso y mirandola a los ojos introduje un dedo por su hermosa conchita. De a poco fui tocandola, entrando y saliendo, buscando su clitoris, haciendola gozar sin decir una palabra. Estuve largo rato mimandola, besandola suavemente en los labios e introduciendo uno a uno mis dedos. Hasta que, en un momento, ella comenzo a decir cosas en mi oído que no crei haberlas escuchado de su tierna boca: como me estas haciendo gozar hijo de puta!... mira si nos descubren! a lo que me introdujo su lengua en mi oido y me seguia diciendo: cuando te agarre no te va a quedar nada de leche en esas pelotas divinas que tenes... dale papi, bajemos ya que quiero cojer...
Sentia sus jugos crecer en su entrepierna y mi pija en el interior de mi pantalon... Cuando no di mas, suavemente retire mis dos dedos de interior y los chupe suavemente mirandola a los ojos. Habia gente, pero cada una en su mundo. No se si alguien nos vio.
Disimule como pude el bulto de mi pantalón y cuando ella me dio el ok, nos paramos. Su cara enrojecida y sus ojos vidriosos me daban la pauta que ni bien estuvieramos solos, no habra nada ni nadie que nos detenga.
Bajamos y ni bien pusimos ambos los pies en la vereda nos trensamos en un beso interminable y mas que apasionado. Sus pezones se adivinaban duros como piedras y me imaginaba esa conchita hermosa toda mojada lista para que mi pija la penetre ni bien la tuviera a mi disposición. Nos pusimos contra un árbol y aprovechando la escasa luz, sin mediar palabras intruduje nuevamente dos dedos en su conchita en un ir y venir endemoniado. Su cara lo decia todo y sus palabras cada vez mas me encendian al punto de que saque en plena calle mi pija fuera y la penetre sin mediar palabras, de parados contra el arbol. Creo que habremos durado lo que un suspiro, pero cuando me fui dentro de ella me senti el tipo mas afortunado del mundo. No se porque, pero no quedo embarazada y agradezco que asi haya sido. Pero esta historia, es una de las que recuerdo con mas ternura de las que vivimos, juntos. Habia descubierto una nueva faceta y desde ese momento, comenzamos a explotarla. 🙂 😉