Cartas marcadas (juego sexual con Emma)
Parte 2. La bienvenida
Emma deslumbras a todos en la oficina y lograste lo que ninguna otra pudo. Entrar en el juego. Me convenciste de venir el viernes a la noche con el imbécil de tu marido en reemplazo de Esteban, prometiendo que nos complacerías toda la noche. Con Fede y Jorge planeamos una noche especial.
El primero en llegar esa noche a la casa de Fede fue Jorge que, como siempre, trajo sus acostumbrados cuatro cajones de cervezas y los acomodó en el enorme freezer vertical. Fede había dispuestos los muebles según lo planeado, de manera que quedaba la mesa de juego (redonda y pequeña) al lado de la barra de tragos, rodeada por los dos sillones de tres cuerpos (muy cómodos y de un suave terciopelo verde oscuro). Las luces de la casa estaban apagadas, dejando encendidas solo las dicroicas de la barra y del living que iluminaban ténuemente la mesa (que ya tenía las fichas), creando una atmósfera de intimidad en penumbras. Yo llegue unos minutos después, con un maso de cartas marcadas y un set de juguetes y accesorios sexuales en la mochila. Me traje todo mi arcenal picante.
Estábamos ansiosos los tres por las perspectivas de una noche de extrema lujuria, como ninguna otra que hayamos pasado juntos con una chica, que hasta parecía irreal y por un momento Fede dudó que vinieran.
Cuando sonó el timbre, Fede fue casi corriendo a la puerta y con Jorge nos quedamos expectantes atrás. No podíamos creer lo que estábamos viendo. Casi nos infartas cuando se abrío la puerta y te vimos con ese vestido blanco pegado a tu cuerpo, que traslucía un conjunto de ropa interior (también blanca) y con un escote hasta la base de tus hermosas tetas (dejando ver el canalillo y el costado de ese par de delicias redondas). Estabas parada sobre tus tacones altos favoritos, que marcaban tus piernas firmes, las que exhibias al aire con tu falda bien cortita que apenas cubría tu culo. Traías en cada mano un botella de champaña de las caras las que levantaste hasta los hombros preguntando:
-Emma: "Aquí se juega fuerte?"
-Fede: "Te estábamos esperando para empezar la fiestita" te contesto recibiendo las botellas mientras te saludaba con un tierno beso en tu mejilla.
Entraste sonriendo con tu caminar sensual (ese que haces cuando cruzas las piernas al avanzar, moviendo tus caderas, bien perra) dejando atras a Fede y te dirigiste hacia mi con tu mirada fija en mi boca.
Te acercaste tanto que tus tetas se apoyaron en mi pecho cuando te inclinaste para saludarme con un beso que rozó mis labios. Nunca olvidaré esa escena.
Fede te miraba detrás ese culaso paradito (iluminado por la luz que entraba de la calle) en el que se traslucía una micro tanquita que se perdía en tu culo parado. Hacía gestos de como te cojería dándote nalgadas aprovechando que le dabas la espalda y tuve que contener la risa para no cagar el momento. Después de saludarme sensualmente, miraste hacia atrás viendo la puerta que Fede dejó abierta esperando al pelotudo de tu marido que nunca apareció y nos advertiste:
-Emma: "El estúpido de mi marido fue a comprar cigarrillos en la estación de servicio que esta a 15 cuadras de aquí, asique empecemos la fiestita sin el."
Fede se me acerco y en secreto me dijo:
-Fede: "Pinto el strip poker de entrada!" a lo cual asentí con un movimiento de cabeza el anticipo de mis planes.
A todo esto, Jorge estaba embobado mirando tu caminar hacia el, que disfrutaba inmensamente. Cuando lo saludaste te dio un beso suave en la comisura de tus delicados labios mientras te agarraba firme de tu cintura ejerciendo un rico apretón de pelvis contra pelvis. Fue una escena que calentó aun más el ambiente. Inmediatamente después del beso, Jorge te tomó de la mano y te dió una vueltita bien despacio para contemplarter entera mientras los tres decíamos guarradas bien zarpadas, todos al mismo tiempo, como:
-Fede: "Que rica estas turra. Cómo se ve que no estas en la oficina."
-Yo: "De aquí no salís si tu docis de pija asegurada."
-Joge: "Estas para el crimen mamita. Me volves loco."
-Fede: "Ese culazo esta para azotarlo a chotazos."
y no se que más dijimos.
Vos en lugar de ofenderte nos retrucaste con:
-Emma: "Mmmm si mis amorcitos. Me vestí así para ustedes. Quiero que toda la noche me digan cuanto los caliento porque me excita mucho."
Y se notaba que estabas excitada porque de pronto aparecieron en punta tus pezones que querían romper la tela del corpiño y del vestido, como dos botoncitos apenas perceptibles por las sombras en la penumbra.
-Fede: "También cuando este tu marido?" pregunto provocandote.
-Emma: "En especial cuando esté mi esposo, así se da cuenta lo que se pierde y que los demás quieren" dijiste sonriendo perversa.
-Yo: "Esta noche serás nuestra invitada especial y entre TODOS te vamos atender como te mereces."
Ese momento, que no duró más de 1 minuto desde que entraste a la casa y pasamos al living, fue suficiente para que los tres tengamos las pijas bien paradas, quedando en evidencia por el bulto marcando en nuestros pantalones. A Fede se le notaba más porque el muy jodido llevaba puesto un pantalón de gimnasia de algodón, cuando siempre vestimos jeans.
Sigue......
Parte 2. La bienvenida
Emma deslumbras a todos en la oficina y lograste lo que ninguna otra pudo. Entrar en el juego. Me convenciste de venir el viernes a la noche con el imbécil de tu marido en reemplazo de Esteban, prometiendo que nos complacerías toda la noche. Con Fede y Jorge planeamos una noche especial.
El primero en llegar esa noche a la casa de Fede fue Jorge que, como siempre, trajo sus acostumbrados cuatro cajones de cervezas y los acomodó en el enorme freezer vertical. Fede había dispuestos los muebles según lo planeado, de manera que quedaba la mesa de juego (redonda y pequeña) al lado de la barra de tragos, rodeada por los dos sillones de tres cuerpos (muy cómodos y de un suave terciopelo verde oscuro). Las luces de la casa estaban apagadas, dejando encendidas solo las dicroicas de la barra y del living que iluminaban ténuemente la mesa (que ya tenía las fichas), creando una atmósfera de intimidad en penumbras. Yo llegue unos minutos después, con un maso de cartas marcadas y un set de juguetes y accesorios sexuales en la mochila. Me traje todo mi arcenal picante.
Estábamos ansiosos los tres por las perspectivas de una noche de extrema lujuria, como ninguna otra que hayamos pasado juntos con una chica, que hasta parecía irreal y por un momento Fede dudó que vinieran.
Cuando sonó el timbre, Fede fue casi corriendo a la puerta y con Jorge nos quedamos expectantes atrás. No podíamos creer lo que estábamos viendo. Casi nos infartas cuando se abrío la puerta y te vimos con ese vestido blanco pegado a tu cuerpo, que traslucía un conjunto de ropa interior (también blanca) y con un escote hasta la base de tus hermosas tetas (dejando ver el canalillo y el costado de ese par de delicias redondas). Estabas parada sobre tus tacones altos favoritos, que marcaban tus piernas firmes, las que exhibias al aire con tu falda bien cortita que apenas cubría tu culo. Traías en cada mano un botella de champaña de las caras las que levantaste hasta los hombros preguntando:
-Emma: "Aquí se juega fuerte?"
-Fede: "Te estábamos esperando para empezar la fiestita" te contesto recibiendo las botellas mientras te saludaba con un tierno beso en tu mejilla.
Entraste sonriendo con tu caminar sensual (ese que haces cuando cruzas las piernas al avanzar, moviendo tus caderas, bien perra) dejando atras a Fede y te dirigiste hacia mi con tu mirada fija en mi boca.
Te acercaste tanto que tus tetas se apoyaron en mi pecho cuando te inclinaste para saludarme con un beso que rozó mis labios. Nunca olvidaré esa escena.
Fede te miraba detrás ese culaso paradito (iluminado por la luz que entraba de la calle) en el que se traslucía una micro tanquita que se perdía en tu culo parado. Hacía gestos de como te cojería dándote nalgadas aprovechando que le dabas la espalda y tuve que contener la risa para no cagar el momento. Después de saludarme sensualmente, miraste hacia atrás viendo la puerta que Fede dejó abierta esperando al pelotudo de tu marido que nunca apareció y nos advertiste:
-Emma: "El estúpido de mi marido fue a comprar cigarrillos en la estación de servicio que esta a 15 cuadras de aquí, asique empecemos la fiestita sin el."
Fede se me acerco y en secreto me dijo:
-Fede: "Pinto el strip poker de entrada!" a lo cual asentí con un movimiento de cabeza el anticipo de mis planes.
A todo esto, Jorge estaba embobado mirando tu caminar hacia el, que disfrutaba inmensamente. Cuando lo saludaste te dio un beso suave en la comisura de tus delicados labios mientras te agarraba firme de tu cintura ejerciendo un rico apretón de pelvis contra pelvis. Fue una escena que calentó aun más el ambiente. Inmediatamente después del beso, Jorge te tomó de la mano y te dió una vueltita bien despacio para contemplarter entera mientras los tres decíamos guarradas bien zarpadas, todos al mismo tiempo, como:
-Fede: "Que rica estas turra. Cómo se ve que no estas en la oficina."
-Yo: "De aquí no salís si tu docis de pija asegurada."
-Joge: "Estas para el crimen mamita. Me volves loco."
-Fede: "Ese culazo esta para azotarlo a chotazos."
y no se que más dijimos.
Vos en lugar de ofenderte nos retrucaste con:
-Emma: "Mmmm si mis amorcitos. Me vestí así para ustedes. Quiero que toda la noche me digan cuanto los caliento porque me excita mucho."
Y se notaba que estabas excitada porque de pronto aparecieron en punta tus pezones que querían romper la tela del corpiño y del vestido, como dos botoncitos apenas perceptibles por las sombras en la penumbra.
-Fede: "También cuando este tu marido?" pregunto provocandote.
-Emma: "En especial cuando esté mi esposo, así se da cuenta lo que se pierde y que los demás quieren" dijiste sonriendo perversa.
-Yo: "Esta noche serás nuestra invitada especial y entre TODOS te vamos atender como te mereces."
Ese momento, que no duró más de 1 minuto desde que entraste a la casa y pasamos al living, fue suficiente para que los tres tengamos las pijas bien paradas, quedando en evidencia por el bulto marcando en nuestros pantalones. A Fede se le notaba más porque el muy jodido llevaba puesto un pantalón de gimnasia de algodón, cuando siempre vestimos jeans.
Sigue......
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