No puedo decir que nos haya faltado de nada material, vivimos en un gran chalet de dos plantas con piscina a las afueras de la ciudad, pero en mi familia todo ha girado siempre en torno a nuestro padre, siempre se ha hecho todo lo que él ha dicho sin discusión posible, es diez años mayor que nuestra madre y quien ha regido nuestros destinos hasta ahora.
Él se llama Juan, me llamo Juan y como no, mi hermana melliza Juana, una muestra más de su carácter del todo autoritario y egocéntrico, aquella ya lejana noche, después de cenar se despidió de mi hermana y de mamá, lo acompañe al aeropuerto pues hacía dos meses, que yo había obtenido el permiso de conducir, él tenía que tomar un vuelo a Nueva York por cuenta de la empresa donde trabajaba, para una serie de visitas y entrevistas que lo tendrían fuera una semana o más, en función de cómo se plantearan las cosas, como otras veces tan solo llevaba el equipaje de mano, compraba allí lo que se le ocurría y como siempre, regresaba cargado al menos con dos enormes maletas y como poco un portátil.
Esperé en la terminal hasta que avisaron que su vuelo embarcaba, me quede como un bobo viendo el despegue del avión, no tenía demasiada prisa por regresar a casa, al día siguiente continuaba la huelga en la universidad y por tanto tenía el día “libre”, de regreso a casa disfruté de la ciudad casi vacía y al llegar me encontraba muy relajado, sin papá para rectificarme en nada, durante toda una semana sin tener que madrugar y con tiempo para mí, cuando me dirigía a mi habitación, pase frente a la de mis padres y oí una especie de susurro, me acerque a la puerta un poco más, preste atención y claramente entendí “Juan”.
Creí que mamá me llamaba, para preguntarme si papá había embarcado sin problemas, abrí la puerta y un rayo de luna, me mostro a mamá con medio cuerpo destapado, desnuda y con una mano sobre un pecho, la otra enterrada entre las sabanas, por la postura y su expresión entendí que estaría acariciándose y que no era mi nombre el que decía, más bien el de mi padre en sueños.
Recordé, como alguna vez que los había espiado, mi padre ataba a mi madre a la cama con unos pañuelos que sacaba de un cajón, mientras ella permanecía con los ojos tapados por otro pañuelo, verlos así hacia que me fuera a mi habitación a “machacármela” y nunca vi como terminaban, cuando iba a salir se movió un poco y repitió “Juannnnn” en un susurro, sin pensarlo demasiado, me aproxime y abrí “el cajón”, sacando un pañuelo que resulto ser de seda y estaba perfumado, con cuidado lo extendí sobre los ojos de mamá.
Lo que sucedió a continuación me dejo momentáneamente helado, pensé que se había despertado, pero ¡NO! simplemente reacciono a un estímulo, se colocó en medio de la cama, con los pies bajó la ropa que la cubría, extendió brazos y piernas, para quedar en una “posición de aspa”, acercando cada miembro a una de las esquinas de la cama, con una erección que amenazaba con romper mis pantalones, fui sacando pañuelos del cajón y atándola a la cama, a medida que lo hacia una sonrisa se iba dibujando en sus bellos labios.
Por unos instantes pensé en soltarla, retirar el pañuelo y salir corriendo, pero creo que una situación así, la había soñado muchas veces y decidí seguir, con la esperanza de que ante el hecho consumado, me perdonara, tenía claro que eso sería “una violación” pero deje de pensar con la cabeza, para hacerlo con la polla.
Cuando termine de atarla, me baje los pantalones no sin cierta dificultad y me termine de desnudar, entonces me encontraba con la duda ¿Qué es lo que esperaría ella? simplemente me deje guiar por el instinto y la improvisación, acaricie los pezones, que al simple contacto de mis dedos, se irguieron y endurecieron, parecían los de alguna de las chicas con las que solía ir a la playa, cuando entraban en el agua “diciendo que” estaba fría.
Nacimos cuando ella tenía apenas 22 años, con poco más de 40 y un cuerpo, que mirado como mujer no como madre era de escándalo, resultaba ser una mujer muy apetecible. Seguí acariciándole el vientre, mientras con cuidado comencé a lamer esos pezones que me encantaban, cuando atrape uno entre mis labios y apreté un poco mientras con la punta de la lengua, trataba de lamer lo que quedaba dentro de la boca, note como se arqueaba, eso es que iba por buen camino.
Baje una mano hasta su vulva que encontré muy mojada, la fui paseando plana hasta que se arqueo otra vez y fue cuando note que tenía el clítoris anormalmente abultado, comparado con los pocos que había conocido, y sobre todo mucho más caliente, lo acaricie suavemente pues recordé como una chica, me dijo una vez entre suspiros “¡bestia! así háztelo tu”, mientras lo trataba de pajear, con el mismo vigor con que me hacia ella a mí una paja.
La respuesta fue espectacular, comenzó a arquearse con regularidad, para ser ella quien marcara el ritmo de las caricias, yo alucinaba, me lleve un susto de muerte cuando note un pecho sobre mi hombro, gire la cara y ahí estaba Juana en bolas, que acercando su boca a mi oído murmuro.
Fóllatela ya capullo, estábamos charlando las dos y al oír la llave en la puerta, me he ido a la habitación, me he hecho un dedo esperando para ver como reaccionabas, pero esta despierta y esperando que te la folles de una puñetera vez, aunque no te dirá nada.
En silencio asentí, cogí una almohada que había quedado libre y elevando sus riñones la coloque debajo de ellos, me coloque entre sus piernas y sin vacilar, aproxime el capullo que ya tenía algo de líquido preseminal a la entrada de su cueva, que me recibió arqueándose para tratar de iniciar la penetración, sin dudar más di un largo empellón que me llevo a la gloria y al fondo de su vagina, soltó un profundo suspiro y comenzó a moverse de lado, lo que le permitían mis manos en sus caderas.
Con un lento y profundo metisaca comencé la que fue mi primera gran follada, vi muy extrañado como Juana, se abalanzó sobre mamá y comenzaba a morrearse con ella, mientras le amasaba las tetas sin contemplaciones, arrodillados ambos yo entre sus piernas y ella a su lado, cada uno a lo nuestro, mientras mamá estaba disfrutando a rabiar, a juzgar por los suspiros que soltaba cuando podía.
Intentó flexionar las rodillas cuando comenzó a bufar, al parecer estaba llegando a un orgasmo, el primero al que asistiría, solté sus caderas para poder liberar un tobillo y después el otro, los solté con facilidad ya que estaban sujetos con una lazada, al notarse libre me abrazo la cintura con sus piernas, Juana soltó sus muñecas, con una agilidad que nunca imagine se irguió acoplando su cuerpo al mío, sus pezones se clavaron en mi pecho, como si fueran metálicos y yo la abrace, el pañuelo que había cubierto sus ojos ya no estaba y pude contemplar una grata expresión en su rostro.
Me quede al fondo suyo, mientras me sujetaba la cabeza, para besarme como nunca nadie lo había hecho hasta entonces, su lengua se paseaba por dentro de mi boca, proporcionándome extrañas sensaciones y un placer extremo, Juana entretanto, sentada detrás suyo, se entretenía acariciándole la espalda y los pechos por los laterales después metiendo sus manos entre ambos, mis manos estaban en contacto con los suyos y poco después también los estaba acariciando, éramos un manojo de carne y placer, aunque yo no había conseguido eyacular de momento.
Mamá prosiguió con los movimientos cada vez más espaciados pero apretándose más, hasta que se abandonó emitiendo un profundo suspiro, quedando inmóvil y prácticamente inconsciente. Fue Juana quien apartándose de detrás suyo, me dijo que la tendiéramos para que se recuperase un poco, al hacerlo retire la almohada y la tape un poco, entonces comenzó a normalizarse su respiración.
Juana me hizo sentar junto a mamá en la cama, en ocasiones nos habíamos ayudado, pero también me asombro cuando arrodillada entre mis piernas no dudo en iniciar una mamada, también sería la primera que me harían, parece que ella tenía ya alguna experiencia, al principio se limitó a lamer todo el tronco, desde la base hasta el capullo, donde depositaba un pequeño beso cuando llegaba, en una de esas veces el beso se troco por una engullida de todo el capullo, con el que parecía que hiciera gárgaras, su lengua parecían las alas de un colibrí, de lo rápido que la movía o al menos esa era la sensación que me trasmitía.
No aguante mucho, en parte porque iba muy quemado y en parte imagino, que por el morbo de la situación, todo lo sucedido en ese espacio de tiempo, que para mí era imposible de calcular, me llevo a soltar una eyaculación bestial, trate de avisar a Juana, pero se agarró a mí de una forma férrea, trago prácticamente todo sin desperdiciar apenas nada, lo poco que se le escapo, cayó sobre sus pechos, aunque eso lo vi después.
Al terminar, me deje caer hacia atrás, quedando cruzado en la cama y mi cabeza, justo sobre el coño de mamá, alargó una mano y comenzó a acariciarme la cara, estaba rendido, en parte por el cansancio y también por todo lo demás, desperté tendido a lo largo junto a mamá, a su lado estaba Juana, cuando abrí los ojos, vi que ambas estaban de lado y pendientes de mí, trate de decir algo, pero mamá me tapo la boca primero con un dedo y después con sus labios, después de un beso que me dejo sin respiración, se apartó un poco, lo justo para que pudiera hacer lo mismo Juana.
Salieron de la cama, vinieron ambas hasta mi lado y tiraron de mí para que me levantara, entre las dos como si me escoltaran, nos encaminamos a la ducha, se dedicaron a lavarme y cada vez que trataba de decir algo una de las dos me lo impedía hasta que mamá dijo.
Tenemos que hablar mucho de lo sucedido aquí, y de cómo hemos llegado a eso, pero lo haremos mientras desayunamos y no pararemos hasta que todo esté claro.
Desistí de preguntar nada, me parecía todo tan surrealista, pero estaba pasando, tenía a dos mujeres bellas y apetecibles desnudas bajo la ducha, restregándose conmigo, mientras me enjabonaban sin hacer excepción de ninguna parte del cuerpo, al terminar nos secamos y en albornoz fuimos a la cocina, ellas me hicieron sentar mientras iban colocando cosas sobre la mesa, para lo que prometía ser un largo desayuno, mientras la cafetera comenzaba a humear.
Se sentaron, en silencio comenzamos a desayunar, hasta que mamá comenzó diciendo.
Juan tu eres el que desconoce del todo la situación y justo es que te aclare algunas cosas. Fui yo quien cuando comentaste con tu hermana hace tiempo, que había una chica que te gustaba, pero que nunca habías estado con otra, quien le aconsejo que te ayudara, al día siguiente se desnudó para ti y te hizo acariciarla, además de besarte no como hermano y hacerte la primera paja que te hicieran en la vida.
Eso me dejo sorprendido, es cierto que el día que le comente a Juana el tema se quedó indiferente y al día siguiente, sucedió todo eso y en sucesivas ocasiones, nos hemos ayudado cuando ha hecho falta en temas de sexo, además de en todo lo demás, lo único que no llegamos nunca a hacer fue “follar”, pero hasta lo de comerle las tetas sí que lo llegue a hacer en una ocasión, para saber cómo reaccionar cuando un chico que le gustaba lo intentara, y hasta donde podía llegar sin perder el control.
Mamá continuó en tono jovial diciendo.
Ayer después que marcharais los dos, Juana me confeso que estaba algo confundida, hay una chica que le gusta y quería saber si era posible que fuera bisexual, o solo se trataba de imaginaciones suyas. Hace casi seis meses que vuestro padre y yo no tenemos sexo, parece que él ha descubierto “otras cosas que le atraen más”, seguro que anoche, embarcó con un ayudante de casi 1.90, es su secretario y quien recibe actualmente “todo su cariño”.
Me quede impactado, no imagine nunca algo así, siendo como es papa tan rígido con todos, pero mamá continua.
Seguimos juntos, porque fue muy directo y sincero, en cuanto lo tuvo claro me lo dijo y me dio libertad, para que con discreción me buscara la vida, lo hablé con Sara, una compañera del gimnasio que en ocasiones me había dicho.
Es una lástima que te respete tanto como para no intentar nada que pudiera apartarte de mí, al menos verte me conforta y puedo seguir soñando en tenerte algún día.
Le pedí ayuda y me la brindo gustosa.
En este tiempo me ha enseñado muchas cosas, la principal es que ser bisexual es algo maravilloso, puedes tener lo mejor de ambos sexos.
Anoche tras vuestra marcha y ante la pregunta de Juana le hice una demostración, también le dije, que si podía tenerte lo intentaría, pero que prefería que fueras tú, quien diera el primer paso y lo diste. Por cierto guardo los pañuelos, porque me traen muy buenos recuerdos, pero hace más de cuatro años que no los empleamos jajaja.
Me quede mudo, hasta que Juana se levantó y abrazándome desde detrás me susurro.
Ahora que sé, que ser bisexual es factible, y después de ver cómo le zumbabas anoche a mamá, ¿Querrás hacerme los honores? Anoche ya viste que no dude en “aliviarte”, pero ahora lo que necesito si quieres, es que me hagas gozar como ayer a ella.
Mire a mamá y afirmo con la cabeza, mientras Juana se sentaba en mi regazo y comenzaba a acariciarme la polla, metiendo la mano dentro del albornoz, la deje hacer, mientras pregunte a mamá.
¿Qué pasara cuando regrese papa?
Sin perder la sonrisa respondió.
Cuando regrese, tendrá lista la habitación de abajo, le dejé muy claro que no pensaba interponerme en su camino, pero que si me incordiaba llegaríamos al divorcio, algo que él no quiere para poder guardar las apariencias, pero no pensaba acompañarlo a cenas de empresa ni otros actos sociales.
Accedió sin condiciones, nosotros haremos la vida que nos parezca al margen de él, de momento solos y cuando alguno de los tres encuentre a alguien que le atraiga lo suficiente, no habrá problemas y actuaremos en consecuencia.
Marché con Juana a su habitación, al poco llego mamá que me acariciaba las mejillas mientras mi hermana se estaba follando, en una galopada bestial mientras trataba de acariciarle los pechos, tarea complicada por el ritmo que llevaba, cuando se derrumbó encima de mi tras un orgasmo que la dejo del todo agotada, mamá nos acariciaba a ambos y susurro.
Lo siento por ti, tener un par de elementas como nosotras en casa, tu vida social y además los estudios, será algo estresante.
Alargue una mano, hasta acariciarle un pezón y tire de él, para que se aproximara, la bese y después le dije.
¿Y todo el tiempo que me voy a ahorrar persiguiendo chicas, para que alguna de vez en cuando me permita, que le meta mano o cualquier otra nadería?
Con vosotras, sé que solo se tratara de entrar en la habitación que me asignéis y que muchas noches las pasaremos juntos los tres, que no tendréis celos la una de la otra, y que no dudareis en satisfacerme, aunque sea después de hacerlo entre vosotras, pero lo que tengo bastante claro es que a partir de ahora, me hare poquitas pajas.
A Juana girando un poco la deje depositada sobre la cama y cuando me puse bocarriba otra vez, mamá no dudo en comenzar a lamer mi vientre, hasta llegar a la polla, que con mucho mimo, lamio primero por fuera y después engullo, ver como su cabellera se movía arriba y abajo, era casi tan excitante como lo que me estaba haciendo en ese momento, cuando comencé a eyacular ni se me ocurrió tratar de apartarla, además de que no lo habría conseguido, note con que ansía tragaba mi esperma, a ella no se le escapo nada en absoluto, cuando termino se tendió prácticamente encima de mí, nos besamos y por primera vez, pude catar esa maravillosa mezcla, el sabor de mi esperma y el frescor de su boca, animada por esa juguetona lengua, que con el tiempo, tan bien llegue a conocer.
Unos días después fui al aeropuerto a recoger a papá, llegaba muy contento y vi unas furtivas miradas, hacia donde se encontraba su “acompañante”, después de que recogiera las maletas, cuando pasó el control de aduanas y estábamos a punto de ir hacia el coche le dije.
¿Quieres que llevemos a alguien? Por mí no hay problema.
Me miro con una de sus “miradas”, ante las que tan solo unos días antes me habría atemorizado, pero sin arrugarme le dije que no me importaba dar un pequeño rodeo si era necesario, cargamos el equipaje de los dos en el coche, me presento a su ayudante como a Sergio y después de dejarlo donde me indico, fuimos a casa, al llegar Juana lo beso en las mejillas y mamá también, después de mostrarnos “lo que había traído” cenamos y al terminar, mamá le indico estando aún en la mesa, que sus cosas estaban ya colocadas en la habitación de abajo.
Se levantó de la mesa, dio las buenas noches y se retiró a su habitación, esa primera noche dormimos los tres en la cama de mamá, más que nada por si se le ocurría alguna tontería que no fue el caso, también fue una de las pocas noches que no tuvimos sexo, pero después de eso, y hasta el momento casi un año después, aún no he pasado una noche solo y saco mejores notas que antes.
Un día papá me preguntó que si sabía si mamá tenía a alguien, le respondí que sí aunque él ya sabía, que eso no era de su incumbencia, me miro como un lobo viejo al joven que lo ha desplazado como jefe de la manada, no sé si es totalmente conocedor de lo que se cuece en su casa, pero aguanta sin más y cuando estamos nosotros en la piscina ni se asoma, posiblemente sí que nos ha espiado en alguna ocasión y visto lo que allí sucede, cuando hay que poner crema siempre terminamos igual, o ellas dos liadas, cualquiera de las dos conmigo y otras veces terminamos los tres en un amasijo de “carne y pasión”, que nos deja rendidos y satisfechos
Él se llama Juan, me llamo Juan y como no, mi hermana melliza Juana, una muestra más de su carácter del todo autoritario y egocéntrico, aquella ya lejana noche, después de cenar se despidió de mi hermana y de mamá, lo acompañe al aeropuerto pues hacía dos meses, que yo había obtenido el permiso de conducir, él tenía que tomar un vuelo a Nueva York por cuenta de la empresa donde trabajaba, para una serie de visitas y entrevistas que lo tendrían fuera una semana o más, en función de cómo se plantearan las cosas, como otras veces tan solo llevaba el equipaje de mano, compraba allí lo que se le ocurría y como siempre, regresaba cargado al menos con dos enormes maletas y como poco un portátil.
Esperé en la terminal hasta que avisaron que su vuelo embarcaba, me quede como un bobo viendo el despegue del avión, no tenía demasiada prisa por regresar a casa, al día siguiente continuaba la huelga en la universidad y por tanto tenía el día “libre”, de regreso a casa disfruté de la ciudad casi vacía y al llegar me encontraba muy relajado, sin papá para rectificarme en nada, durante toda una semana sin tener que madrugar y con tiempo para mí, cuando me dirigía a mi habitación, pase frente a la de mis padres y oí una especie de susurro, me acerque a la puerta un poco más, preste atención y claramente entendí “Juan”.
Creí que mamá me llamaba, para preguntarme si papá había embarcado sin problemas, abrí la puerta y un rayo de luna, me mostro a mamá con medio cuerpo destapado, desnuda y con una mano sobre un pecho, la otra enterrada entre las sabanas, por la postura y su expresión entendí que estaría acariciándose y que no era mi nombre el que decía, más bien el de mi padre en sueños.
Recordé, como alguna vez que los había espiado, mi padre ataba a mi madre a la cama con unos pañuelos que sacaba de un cajón, mientras ella permanecía con los ojos tapados por otro pañuelo, verlos así hacia que me fuera a mi habitación a “machacármela” y nunca vi como terminaban, cuando iba a salir se movió un poco y repitió “Juannnnn” en un susurro, sin pensarlo demasiado, me aproxime y abrí “el cajón”, sacando un pañuelo que resulto ser de seda y estaba perfumado, con cuidado lo extendí sobre los ojos de mamá.
Lo que sucedió a continuación me dejo momentáneamente helado, pensé que se había despertado, pero ¡NO! simplemente reacciono a un estímulo, se colocó en medio de la cama, con los pies bajó la ropa que la cubría, extendió brazos y piernas, para quedar en una “posición de aspa”, acercando cada miembro a una de las esquinas de la cama, con una erección que amenazaba con romper mis pantalones, fui sacando pañuelos del cajón y atándola a la cama, a medida que lo hacia una sonrisa se iba dibujando en sus bellos labios.
Por unos instantes pensé en soltarla, retirar el pañuelo y salir corriendo, pero creo que una situación así, la había soñado muchas veces y decidí seguir, con la esperanza de que ante el hecho consumado, me perdonara, tenía claro que eso sería “una violación” pero deje de pensar con la cabeza, para hacerlo con la polla.
Cuando termine de atarla, me baje los pantalones no sin cierta dificultad y me termine de desnudar, entonces me encontraba con la duda ¿Qué es lo que esperaría ella? simplemente me deje guiar por el instinto y la improvisación, acaricie los pezones, que al simple contacto de mis dedos, se irguieron y endurecieron, parecían los de alguna de las chicas con las que solía ir a la playa, cuando entraban en el agua “diciendo que” estaba fría.
Nacimos cuando ella tenía apenas 22 años, con poco más de 40 y un cuerpo, que mirado como mujer no como madre era de escándalo, resultaba ser una mujer muy apetecible. Seguí acariciándole el vientre, mientras con cuidado comencé a lamer esos pezones que me encantaban, cuando atrape uno entre mis labios y apreté un poco mientras con la punta de la lengua, trataba de lamer lo que quedaba dentro de la boca, note como se arqueaba, eso es que iba por buen camino.
Baje una mano hasta su vulva que encontré muy mojada, la fui paseando plana hasta que se arqueo otra vez y fue cuando note que tenía el clítoris anormalmente abultado, comparado con los pocos que había conocido, y sobre todo mucho más caliente, lo acaricie suavemente pues recordé como una chica, me dijo una vez entre suspiros “¡bestia! así háztelo tu”, mientras lo trataba de pajear, con el mismo vigor con que me hacia ella a mí una paja.
La respuesta fue espectacular, comenzó a arquearse con regularidad, para ser ella quien marcara el ritmo de las caricias, yo alucinaba, me lleve un susto de muerte cuando note un pecho sobre mi hombro, gire la cara y ahí estaba Juana en bolas, que acercando su boca a mi oído murmuro.
Fóllatela ya capullo, estábamos charlando las dos y al oír la llave en la puerta, me he ido a la habitación, me he hecho un dedo esperando para ver como reaccionabas, pero esta despierta y esperando que te la folles de una puñetera vez, aunque no te dirá nada.
En silencio asentí, cogí una almohada que había quedado libre y elevando sus riñones la coloque debajo de ellos, me coloque entre sus piernas y sin vacilar, aproxime el capullo que ya tenía algo de líquido preseminal a la entrada de su cueva, que me recibió arqueándose para tratar de iniciar la penetración, sin dudar más di un largo empellón que me llevo a la gloria y al fondo de su vagina, soltó un profundo suspiro y comenzó a moverse de lado, lo que le permitían mis manos en sus caderas.
Con un lento y profundo metisaca comencé la que fue mi primera gran follada, vi muy extrañado como Juana, se abalanzó sobre mamá y comenzaba a morrearse con ella, mientras le amasaba las tetas sin contemplaciones, arrodillados ambos yo entre sus piernas y ella a su lado, cada uno a lo nuestro, mientras mamá estaba disfrutando a rabiar, a juzgar por los suspiros que soltaba cuando podía.
Intentó flexionar las rodillas cuando comenzó a bufar, al parecer estaba llegando a un orgasmo, el primero al que asistiría, solté sus caderas para poder liberar un tobillo y después el otro, los solté con facilidad ya que estaban sujetos con una lazada, al notarse libre me abrazo la cintura con sus piernas, Juana soltó sus muñecas, con una agilidad que nunca imagine se irguió acoplando su cuerpo al mío, sus pezones se clavaron en mi pecho, como si fueran metálicos y yo la abrace, el pañuelo que había cubierto sus ojos ya no estaba y pude contemplar una grata expresión en su rostro.
Me quede al fondo suyo, mientras me sujetaba la cabeza, para besarme como nunca nadie lo había hecho hasta entonces, su lengua se paseaba por dentro de mi boca, proporcionándome extrañas sensaciones y un placer extremo, Juana entretanto, sentada detrás suyo, se entretenía acariciándole la espalda y los pechos por los laterales después metiendo sus manos entre ambos, mis manos estaban en contacto con los suyos y poco después también los estaba acariciando, éramos un manojo de carne y placer, aunque yo no había conseguido eyacular de momento.
Mamá prosiguió con los movimientos cada vez más espaciados pero apretándose más, hasta que se abandonó emitiendo un profundo suspiro, quedando inmóvil y prácticamente inconsciente. Fue Juana quien apartándose de detrás suyo, me dijo que la tendiéramos para que se recuperase un poco, al hacerlo retire la almohada y la tape un poco, entonces comenzó a normalizarse su respiración.
Juana me hizo sentar junto a mamá en la cama, en ocasiones nos habíamos ayudado, pero también me asombro cuando arrodillada entre mis piernas no dudo en iniciar una mamada, también sería la primera que me harían, parece que ella tenía ya alguna experiencia, al principio se limitó a lamer todo el tronco, desde la base hasta el capullo, donde depositaba un pequeño beso cuando llegaba, en una de esas veces el beso se troco por una engullida de todo el capullo, con el que parecía que hiciera gárgaras, su lengua parecían las alas de un colibrí, de lo rápido que la movía o al menos esa era la sensación que me trasmitía.
No aguante mucho, en parte porque iba muy quemado y en parte imagino, que por el morbo de la situación, todo lo sucedido en ese espacio de tiempo, que para mí era imposible de calcular, me llevo a soltar una eyaculación bestial, trate de avisar a Juana, pero se agarró a mí de una forma férrea, trago prácticamente todo sin desperdiciar apenas nada, lo poco que se le escapo, cayó sobre sus pechos, aunque eso lo vi después.
Al terminar, me deje caer hacia atrás, quedando cruzado en la cama y mi cabeza, justo sobre el coño de mamá, alargó una mano y comenzó a acariciarme la cara, estaba rendido, en parte por el cansancio y también por todo lo demás, desperté tendido a lo largo junto a mamá, a su lado estaba Juana, cuando abrí los ojos, vi que ambas estaban de lado y pendientes de mí, trate de decir algo, pero mamá me tapo la boca primero con un dedo y después con sus labios, después de un beso que me dejo sin respiración, se apartó un poco, lo justo para que pudiera hacer lo mismo Juana.
Salieron de la cama, vinieron ambas hasta mi lado y tiraron de mí para que me levantara, entre las dos como si me escoltaran, nos encaminamos a la ducha, se dedicaron a lavarme y cada vez que trataba de decir algo una de las dos me lo impedía hasta que mamá dijo.
Tenemos que hablar mucho de lo sucedido aquí, y de cómo hemos llegado a eso, pero lo haremos mientras desayunamos y no pararemos hasta que todo esté claro.
Desistí de preguntar nada, me parecía todo tan surrealista, pero estaba pasando, tenía a dos mujeres bellas y apetecibles desnudas bajo la ducha, restregándose conmigo, mientras me enjabonaban sin hacer excepción de ninguna parte del cuerpo, al terminar nos secamos y en albornoz fuimos a la cocina, ellas me hicieron sentar mientras iban colocando cosas sobre la mesa, para lo que prometía ser un largo desayuno, mientras la cafetera comenzaba a humear.
Se sentaron, en silencio comenzamos a desayunar, hasta que mamá comenzó diciendo.
Juan tu eres el que desconoce del todo la situación y justo es que te aclare algunas cosas. Fui yo quien cuando comentaste con tu hermana hace tiempo, que había una chica que te gustaba, pero que nunca habías estado con otra, quien le aconsejo que te ayudara, al día siguiente se desnudó para ti y te hizo acariciarla, además de besarte no como hermano y hacerte la primera paja que te hicieran en la vida.
Eso me dejo sorprendido, es cierto que el día que le comente a Juana el tema se quedó indiferente y al día siguiente, sucedió todo eso y en sucesivas ocasiones, nos hemos ayudado cuando ha hecho falta en temas de sexo, además de en todo lo demás, lo único que no llegamos nunca a hacer fue “follar”, pero hasta lo de comerle las tetas sí que lo llegue a hacer en una ocasión, para saber cómo reaccionar cuando un chico que le gustaba lo intentara, y hasta donde podía llegar sin perder el control.
Mamá continuó en tono jovial diciendo.
Ayer después que marcharais los dos, Juana me confeso que estaba algo confundida, hay una chica que le gusta y quería saber si era posible que fuera bisexual, o solo se trataba de imaginaciones suyas. Hace casi seis meses que vuestro padre y yo no tenemos sexo, parece que él ha descubierto “otras cosas que le atraen más”, seguro que anoche, embarcó con un ayudante de casi 1.90, es su secretario y quien recibe actualmente “todo su cariño”.
Me quede impactado, no imagine nunca algo así, siendo como es papa tan rígido con todos, pero mamá continua.
Seguimos juntos, porque fue muy directo y sincero, en cuanto lo tuvo claro me lo dijo y me dio libertad, para que con discreción me buscara la vida, lo hablé con Sara, una compañera del gimnasio que en ocasiones me había dicho.
Es una lástima que te respete tanto como para no intentar nada que pudiera apartarte de mí, al menos verte me conforta y puedo seguir soñando en tenerte algún día.
Le pedí ayuda y me la brindo gustosa.
En este tiempo me ha enseñado muchas cosas, la principal es que ser bisexual es algo maravilloso, puedes tener lo mejor de ambos sexos.
Anoche tras vuestra marcha y ante la pregunta de Juana le hice una demostración, también le dije, que si podía tenerte lo intentaría, pero que prefería que fueras tú, quien diera el primer paso y lo diste. Por cierto guardo los pañuelos, porque me traen muy buenos recuerdos, pero hace más de cuatro años que no los empleamos jajaja.
Me quede mudo, hasta que Juana se levantó y abrazándome desde detrás me susurro.
Ahora que sé, que ser bisexual es factible, y después de ver cómo le zumbabas anoche a mamá, ¿Querrás hacerme los honores? Anoche ya viste que no dude en “aliviarte”, pero ahora lo que necesito si quieres, es que me hagas gozar como ayer a ella.
Mire a mamá y afirmo con la cabeza, mientras Juana se sentaba en mi regazo y comenzaba a acariciarme la polla, metiendo la mano dentro del albornoz, la deje hacer, mientras pregunte a mamá.
¿Qué pasara cuando regrese papa?
Sin perder la sonrisa respondió.
Cuando regrese, tendrá lista la habitación de abajo, le dejé muy claro que no pensaba interponerme en su camino, pero que si me incordiaba llegaríamos al divorcio, algo que él no quiere para poder guardar las apariencias, pero no pensaba acompañarlo a cenas de empresa ni otros actos sociales.
Accedió sin condiciones, nosotros haremos la vida que nos parezca al margen de él, de momento solos y cuando alguno de los tres encuentre a alguien que le atraiga lo suficiente, no habrá problemas y actuaremos en consecuencia.
Marché con Juana a su habitación, al poco llego mamá que me acariciaba las mejillas mientras mi hermana se estaba follando, en una galopada bestial mientras trataba de acariciarle los pechos, tarea complicada por el ritmo que llevaba, cuando se derrumbó encima de mi tras un orgasmo que la dejo del todo agotada, mamá nos acariciaba a ambos y susurro.
Lo siento por ti, tener un par de elementas como nosotras en casa, tu vida social y además los estudios, será algo estresante.
Alargue una mano, hasta acariciarle un pezón y tire de él, para que se aproximara, la bese y después le dije.
¿Y todo el tiempo que me voy a ahorrar persiguiendo chicas, para que alguna de vez en cuando me permita, que le meta mano o cualquier otra nadería?
Con vosotras, sé que solo se tratara de entrar en la habitación que me asignéis y que muchas noches las pasaremos juntos los tres, que no tendréis celos la una de la otra, y que no dudareis en satisfacerme, aunque sea después de hacerlo entre vosotras, pero lo que tengo bastante claro es que a partir de ahora, me hare poquitas pajas.
A Juana girando un poco la deje depositada sobre la cama y cuando me puse bocarriba otra vez, mamá no dudo en comenzar a lamer mi vientre, hasta llegar a la polla, que con mucho mimo, lamio primero por fuera y después engullo, ver como su cabellera se movía arriba y abajo, era casi tan excitante como lo que me estaba haciendo en ese momento, cuando comencé a eyacular ni se me ocurrió tratar de apartarla, además de que no lo habría conseguido, note con que ansía tragaba mi esperma, a ella no se le escapo nada en absoluto, cuando termino se tendió prácticamente encima de mí, nos besamos y por primera vez, pude catar esa maravillosa mezcla, el sabor de mi esperma y el frescor de su boca, animada por esa juguetona lengua, que con el tiempo, tan bien llegue a conocer.
Unos días después fui al aeropuerto a recoger a papá, llegaba muy contento y vi unas furtivas miradas, hacia donde se encontraba su “acompañante”, después de que recogiera las maletas, cuando pasó el control de aduanas y estábamos a punto de ir hacia el coche le dije.
¿Quieres que llevemos a alguien? Por mí no hay problema.
Me miro con una de sus “miradas”, ante las que tan solo unos días antes me habría atemorizado, pero sin arrugarme le dije que no me importaba dar un pequeño rodeo si era necesario, cargamos el equipaje de los dos en el coche, me presento a su ayudante como a Sergio y después de dejarlo donde me indico, fuimos a casa, al llegar Juana lo beso en las mejillas y mamá también, después de mostrarnos “lo que había traído” cenamos y al terminar, mamá le indico estando aún en la mesa, que sus cosas estaban ya colocadas en la habitación de abajo.
Se levantó de la mesa, dio las buenas noches y se retiró a su habitación, esa primera noche dormimos los tres en la cama de mamá, más que nada por si se le ocurría alguna tontería que no fue el caso, también fue una de las pocas noches que no tuvimos sexo, pero después de eso, y hasta el momento casi un año después, aún no he pasado una noche solo y saco mejores notas que antes.
Un día papá me preguntó que si sabía si mamá tenía a alguien, le respondí que sí aunque él ya sabía, que eso no era de su incumbencia, me miro como un lobo viejo al joven que lo ha desplazado como jefe de la manada, no sé si es totalmente conocedor de lo que se cuece en su casa, pero aguanta sin más y cuando estamos nosotros en la piscina ni se asoma, posiblemente sí que nos ha espiado en alguna ocasión y visto lo que allí sucede, cuando hay que poner crema siempre terminamos igual, o ellas dos liadas, cualquiera de las dos conmigo y otras veces terminamos los tres en un amasijo de “carne y pasión”, que nos deja rendidos y satisfechos
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