esta es una historia ficticia con un poco de Dominación y sumisión. Hace un tiempo atrás me intereso el mundo del BDSM y actualmente no tengo mucho tiempo libre para dedicarme a ello. Por suerte con mi mejro amigo nos tomamos unas horitas y tenemos sesiones estupendas
Hola soy Martina actualmente tengo 20 años y la historia que les voy a relatar ocurrió cuando tenia unos días de haber cumplido 18 años, soy morocha, ojos color café, mido 1.60mts mis senos tienen 100, cintura 65 y caderas 95 aproximadamente, humildemente les confieso que soy linda, y que si me lo propongo hago que los hombres se vuelvan locos de deseo, digo si me lo propongo ya que usualmente no uso ropa provocadora.
Un sábado a la noche le propuse a mis amigas que salgamos a un lugar distinto para divertirnos ellas acostumbradas a los lugares de siempre no quisieron ir, ese día me había vestido bastante provocativa, tenia una minifalda negra unos zapatos con taco y un corset con un tapado hasta las rodillas (de esos que no abrigan nada, ya que hacia calor, pero no tanto como para estar con la espalda al aire), y también para que mis amigas no me vean tan provocativa, es así que fui sola a la terminal de colectivos y después de una hora de viaje estaba en capital, cerca del Obelisco hay unos boliches importantes y decidí probar suerte en uno de ellos.
Mientras estaba en la fila muchos chicos al verme sola se acercaban, como ninguno me atraía, no les dirigía la palabra, después de unos minutos y de escuchar cosas como “hermosa, te veo adentro” “que lindas piernas” y otras cosas un poco vulgares, llego mi turno de entrar, cuando el hombre de seguridad me pide el DNI
Lo busco en mi cartera y para mi sorpresa no lo encuentro, recuerdo que lo deje en la cartera de mi amiga, acostumbramos a guardar los documentos en la cartera de la persona designada para conducir por lo tanto no toma alcohol.
Le digo al de seguridad que no lo tengo pero que soy mayor, le digo mi nro de DNI, mi fecha de nacimiento. Sonríe, se da vuelta y le dice algo a un hombre al que no le pude ver la cara pero si un brazalete en su muñeca derecha, noto que el de seguridad me da el DNI y me dice adelante señorita que se divierta y me guiña un ojo.
Fui a la barra y como quería ponerme alegre rápidamente pedí un tequila y luego gancia con limón, mi favorito.
Pasaron las horas y yo estaba bailando en la pista sola de vez en cuando venia una camarera y me ofrecía algo para tomar siempre diciéndome que era cortesía de la casa.
pensé que algún tímido me enviaba esos regalitos jejejej
Camino al baño me tropiezo y caigo de rodillas avergonzada lentamente voy subiendo la vista, lo 1ro que veo es a un par de borcegos, luego veo un pantalón de jean y a medida que voy subiendo la vista me encuentro arrodillada delante de un hombre de unos 25/28 años, rápidamente intento pararme, pero no puedo ya que lo que había tomado anteriormente estaba haciendo efecto, este hombre se agacha y me dice al oído ¿estas bien? Le digo si, gracias y siento unas manos en mis brazos que me están levantando, tímidamente dejo que me ayude ya que en verdad lo necesitaba, dejo que ese hombre me lleve hasta donde estaba sentado, que era enfrente de donde me había caído, suavemente me sienta en un confortable sillón, miro a mi alrededor y veo a un grupo de jóvenes hablando, sentados en unos sillones con forma de “U” con una mesa en el centro y finalmente veo a ese hombre que no me animaba a mirar, por fin, que belleza!
el interrumpiendo mi silencio se agacha y me toca la pierna, reacciono y me miro mi rodilla, esta sangrando,intento levantarme y el hombre que me ayudo me vuelve a sentar poniendo su mano en mi hombro, con voz autoritaria me dice “ no te muevas de acá, ya vuelvo”, asentí con mi cabeza, al ver como se alejaba, me paro apoyándome del sillón, y oigo una voz que dice “ si Lautaro te dijo que te quedes acá, mejor hace caso”.
Con mi rodilla ensangrentada y un terrible dolor, era mejor que me quede ahí, unos 10 minutos después vuelve Lautaro con alcohol y unas vendas, me limpia la herida y me pone una pequeña venda en la rodilla, mientras lo hacia, sentía mucho calor en mi interior, muchos cosquilleos, llegue a cerrar los ojos y poner cara de placer, Lautaro al escuchar un pequeño gemido me pregunta “ te duele” con la cara roja y disimulando que lo que me hacia me agradaba mucho le digo “no, ya no, gracias, debo irme”, el se aparta y queda de espaldas a sus amigos, me agarra de la cintura se acerca a mi oído y me dice “ me encantaría que me hagas compañía” le que si pero que primero quiero ir al al baño. Debía ver como estaba es así que en el baño retoque un poco mi maquillaje pidiéndole a una chica prestado su delineador y su lápiz labial, a los pocos minutos estaba nuevamente al lado de Lautaro, el me presento a sus amigos como la chica de la caída y yo sonrojada les dije que me llamaba Martina, el me dice un gusto soy Lautaro y ellos son mis amigos, no es importante que sepas sus nombres, yo lo mire con cara rara, el me hizo sentar alejada del grupo de los chicos y me trajeron para tomar tequila, vodka con limón y otras cosas riquísimas, pasaba el tiempo y sus amigos se empezaron a ir, era el turno de ellos de estar con mujeres, una vez solos el fue mas cariñoso conmigo, me tomaba de la mano, me acariciaba el pelo y me intentaba besar, yo no lo dejaba, nunca había besado a un chico en un boliche pero esta noche iba a romper la regla, así que me entregue a sus besos y sus caricias, me dijo si quería ir a un lugar mas privado, yo drogada por sus besos le dije que si, subimos por una escalera y entramos a una oficina, cruzamos una puerta y había un sillón bastante grande un frigobar, y un armario, que me llamo la atención, también en lugar de haber 4 paredes había 3, la 4ta era un gran vidrio donde se veía gran parte del boliche, pregunte si las personas que estaban abajo podían vernos y Lauti me respondió que no.
Me ofreció vino blanco y lo rechace, me ofreció champaña y también la rechace, ya estaba bastante ebria y no quería tomar mas, el me animo diciéndome que es para brindar por nosotros, sonriendo acepte una botellita individual.
Me senté en el sillón y el lo hace también, suavemente me baja el cierre del corset, se da cuenta de que no traigo sostén, me acuesta boca abajo y me besa la espalda mientras acaricia mis nalgas, lentamente me saca mi minifalda, besa mis nalgas, se acuesta arriba mío, dejando todo su peso sobre mi cuerpo, al oído me dice, que deje que esta noche sea inolvidable, que me entregue a el de todas formas, sin saber a que se refería le digo que si. El me dice excelente ahora no quiero que hables hasta que yo te lo ordene. se acerca a mi boca y me da un beso, me dice que tome una copa de vino, niego con mi cabeza, el agarra la botella me abre la boca y me hace beber un gran sorbo, luego me besa.
Saca mi tanga, juega con su pene en mi vagina, me dice que me arrodille, y que separe mis piernas, me agarra del pelo y me mete su inmenso pene en mi boca, lo chupo, era la 1ra vez que lo hacia, lo muerdo el me grita “que haces zorra!”, le digo que es la 1ra vez que lo hacia, que lo había visto en pelis porno, pero nunca lo practique, el sin decir palabras me vuelve a meter su pene en mi boca, tiernamente le doy besos, le doy lengüetazos por todos lados, e intento chuparlo sin morderlo, lo logro, el contento me dice “muy bien putita”, sonriendo me paro, el me empuja hacia el sillón y me grita “quien te autorizo a pararte”, asombrada lo miro, y le digo que no entiendo su juego, el me dice que me calle y que me ponga en 4, se dirige hacia el misterioso armario, lo sigo con la vista, agarra una vara con tela en la punta, no lo distingo bien, no se que es, siento en mi nalga un latigazo, la tela que estaba en el extremo de la vara era cuero, otro latigazo, otro mas, cada vez mas fuerte, grito NO por favor.
Los latigazos se detienen, Lautaro se acerca y besa mis nalgas, me abraza, me da vuelta quedo mirando al techo me besa lo beso,
Me dice ahora perrita vas a ser mía, (no entendía por que me llamaba de esa manera), abro las piernas, el se coloca un condón, intenta penetrarme, el dolor me hace reaccionar y le grito SOY VIRGEN, el no me quería creer, y sigue intentando penetrarme, le digo por favor es verdad, me mira, y me dice “perrita, tu vagina es pura, nadie nunca ha estado allí?”
le cuento que tuve un novio, y que cuando decidí tener sexo con el un día antes lo vi besando a una vecina, y que desde ese día no quise saber mas nada de amoríos.
Lautaro sonriente se saca el condón, yo asustada le pregunto si ya no me quiere coger, el me responde, que quiere poseerme y sentir mi carne, y de un golpe seco, me penetra, grito de dolor, me quedo en silencio, el empieza con su mete y saca, me duele bastante, de apoco empiezo a gozar, el sigue con su bombardeo, cada vez mas fuerte, pasaron unos 35 minutos y después de haber probado varias poses, el me toma de los pelos me mete su verga en mi boca y me da todos sus jugos, como si supiera lo que tuviese que hacer me trago todo y limpio el pene de Lautaro.
Me abrazo a el y me quedo dormida.
Me despierto al escuchar el golpe de una puerta, me asusto, no se que hora es, la habitación esta a oscuras, no hay ventanas, me dirijo hacia el vidrio que simula ser una pared, no hay nadie en la pista de baile, solo las personas del aseo, me siento en el sillón enciendo una lámpara, veo el brazalete que le había visto a la persona que le dio la autorización al de seguridad para que yo pudiera entrar.
Rápidamente me visto, escucho que abren la puerta, es Lautaro me dice “se despertó la señorita”, jaja… veo que trae una bandeja con el desayuno de esos que te mandan por delivery, se veía muy lindo y muy rico. Yo tenia hambre así que lo ayude a depositarla en la mesa, corriendo el brazalete le pregunto si el fue el que me había dejado entrar, el asiente con la cabeza.
Despues de desayunar Lautaro me agarra del brazo me pone con la panza arriba del escritorio dejando mi culo bien parado y comienza a penetrarme, se siente muy rico mucho mejor que la primera vez y terminamos juntos en un intenso orgasmo.
Sin decir nada Lautaro se dirige a la otra habitación, lo sigo, el me pregunta que a que hora tengo que regresar a mi casa, le digo que no tengo horarios, que mis padres están de vacaciones en la playa, el me dice perfecto, te vas a quedar en mi casa, y te voy a enseñar todo lo que una putita tiene que hacer, serás mi esclava, mi novia mi amante, ahora arrodíllate y jura que serás solo mía, para siempre,
Sin pensarlo lo hago, el me toma del brazo me y levanta mientras me dice ahora es tiempo de que tu ano conozca mi pene.
Pero eso es otra historia, pronto les contare todo lo que aprendí sobre D/s y de como me fui convirtiendo en una muy buena sumisa, con mi Señor Lautaro he hecho de todo, por el seria capaz de cualquier cosa, solo basta que el me lo pidiera, y yo felizmente lo haría.
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4 comentarios - Martina conoce algo nuevo