aca les dejo un post que le va a encantar a todos espero que le guste
Susana no reparó en detalles para lucir como una reina, como la reina de la sensualidad y de la lujuria. Se puso un top pero sin corpiño por lo que al caminar sus tetas se balanceaban, una minifalda y debajo una tanga pequeñísima que se le metía por dentro del culo. Se maquilló muy finamente, como mostrando un rostro de puta de primer nivel. Estaba irresistible y era evidente que quería halagar al amante.
Cuando llegó la mucama la dejamos a cargo de los niños y salimos caminando los escasos cincuenta metros que nos separaban de la casa de Esteban, íbamos caminando como dos adolescentes tomados de la mano y riendo aunque interiormente yo sentía que pugnaban sentimientos encontrados como.............. dolor, placer, humillación, curiosidad.
-Hola, que alegría verlos, pasen… pasen… dijo Esteban al recibirnos y entramos a su casa, a la guarida del zorro que estaba deseoso de comerse a la gallina aunque la gallina estaba deseosa que se la comieran.
El living room, sobriamente decorado como debería estarlo una casa de buen nivel en un balneario como ese, era un lugar acogedor. La tenue iluminación alcanzaba para describir muy bien los contornos de los objetos y de las personas, en un equipo de audio sonaba sin estridencia un disco de bossa nova, y en una mesa el balde de hielo con la botella de champagne y, hoy, tres copas.
-Ponete cómodo Roberto….Qúe linda estas Susy…
Evidentemente era un seductor que no reconoce sexo o color.
Me impresionaron. su físico muy bien trabajado, su rasgos delicados pero también felinos, sus ojos intimidatorios, su mirada capaz de superar cualquier resistencia que se le opusiese.
Susana bailaba sola frente a nosotros pero con la intensión de excitar al hombrón dueño de casa. Sus movimientos eran lentos, sensuales, siguiendo el ritmo de la música pero eso no impedía que sus tetas se movieran o que su minifalda mostrara el pequeño triangulito que ocultaba la raja de su vagina. Era evidente que el champagne ya estaba haciendo efecto.
De pronto observó algo puesto sobre un mueble, una foto, y se alejo un poco de nosotros para verla bajo la luz de una lámpara.
Esteban aprovechó para acercarse a mí.
-¿Está todo bien amigo? ¿Ningún problema…no?.- sonrió y me miró a los ojos, en ese momento creo que yo mismo me hubiera entregado si me lo pidiera.
-Ningún problema… está todo bien…ya Susana me puso al tanto de todo. No te preocupes. Atiné a contestar.
-Por favor… no quiero que te sientas incómodo por nada…cualquier cosa avisá
- Esteban, ¿Quiénes son estos chicos que están con vos en la foto?, preguntó muy intrigada mi mujer .
-Son amigos míos, de unas vacaciones que pasamos en Bahía…¿te gustan?.
-Ummmmmm….que bombones, ¿quién es este?.
- Dejame ver… ahh Maxi… casualmente viene la semana próxima a pasar unos días.
-¿En serio?... que bien.. ¿lo voy a poder conocer?.
Ella lo miró con lujuria como si se imaginara enfiestada entre ambos machos, el de la foto y el que tenía cerca suyo. Esteban detectó que ya estaba caliente, a punto de hervor, la tomó de la cintura y la acercó hacia él, ya el ambiente se había cargado del sensual sonido de un saxo, el clima de erotismo ya se nos metía por los poros.
-Sí..claro que lo vas a poder conocer y degustar mi amor. Te vamos a complacer juntos…
La acercó aún más y la besó en la boca, ella lo abrazó por el cuello y ambos se dedicaron a enredar sus lenguas y a refregar sus entrepiernas mientras que yo observaba muy caliente y ya seguro que era eso lo que deseaba que pasara, que se cogieran a mi mujer delante de mí aunque eso significara ser un cornudo consentido, sumiso y complaciente porque la imagen de esa bellísima mujer y de ese monumental hombre me llenaba de lujuria, lascivia, placer visual que sabía se transformaría en poco tiempo en placer corporal.
Susana gemía de gozo en ese largísimo beso y Esteban le amasaba las tetas, el culo, con esas manos de gladiador.
-Vamos a la cama…vení vos también….
En la habitación había pocos muebles porque una inmensa cama ocupaba casi todo el ambiente.
Me senté en una silla y con mi copa en la mano me dediqué a mirarlos.
Estaban arrodillados en la cama quitándose mutuamente la ropa. Ella le sacó la camisa y dejo a la vista un pecho perfecto, envidiable. Lo besaba y le acariciaba el pecho, los hombros, los brazos. Esteban seguía entusiasmado con sus tetas que no dejaba de tocar.
-Vamos a darle un buen espectáculo a tu marido ….¿verdad?
-Si mi amor… vení papi toca lo que es este hombre.. veni acercate, me dijo ella.
Me acerqué y me puse de rodillas junto a ella, me tomó una mano y me la acercó al pecho del hombre que nos miraba y sonreía.
-Tocá este pecho.. viste que duro.. es todo músculo, y los brazos… dale acariciale los brazos,… mirá que hombros.. es un dios.
Mi mano recorría el pecho, los brazos, los hombros de Esteban, un cuerpo perfecto duro como el acero, no era casual que las mujeres se desesperaran por un hombre así.
Por un momento sentí que además de desear verla a ella bien cogida también podría sentir envidia de su buena suerte.
Susana logró sacarle la bermuda y allí saltó como un resorte su pija que si bien no era muy larga era gorda y curvada hacia arriba. Por supuesto que era mucho más grande que la mía.
-¿No querés seguir tocando? – me dijo Esteban socarronamente.
Me bajé de la cama y volví a la silla.
Susana ya lo estaba pajeando mientras seguía enroscada en un beso.
-Que pija mi amor..¿me la vas a dar toda? … la quiero toda.
- Es toda tuya, pero con la condición que seas bien putita.. te quiero bien puta esta noche.
Susana gemía como una poseída.
-Putísima voy a ser.. uyyy que pensará mi maridito… ¿verdad que te gusta verme bien puta?..verdad maridito mío.. bien putita y bien cogida.
Me miraba con una cara de lujuria incontenible.
-Si mi amor… bien puta y bien cogida.
El la hizo acostarse y empezó una chupada y lamida de concha impresionante, su lengua se movía por todos los pliegue de su vagina haciéndola gritar de placer, creo que tuvo al menos tres orgasmos sino más.
Arqueaba su cuerpo por el efecto del placer y cada tanto giraba la cabeza y me miraba con su mejor cara de puta.
-¿Te gusta lo que estás viendo?- me preguntaba.
-Viste que macho hermoso-
El, con cabeza metida entre las piernas de mi mujercita, le deglutía la concha con avidez, con hambre, con sed de sus jugos.
-Seguí chupando… hijo de puta.. ayyyy que lengua divina… segui que acabo…ayyy mi vida me emputeces.
Entonces él se recostó boca arriba y ella aprovechó para trabajar en su pija. Yo ya estaba desnudo y pajeándome con la escena que veía.
Susana se metía la pija hasta la garganta y luego la volvía a sacar.
-Dale .. chupame bien la pija como una buena puta… porque eso es lo que sos una puta, mi puta …-
-Soy tu puta mi vida..y vos mi macho…estoy para servirte.
Esa pija entraba y salía de la boca mientras ella le acariciaba las bolas que a esta altura parecían dos piedras duras y enormes.
Susana se irguió y se monto sobre él. Dejó que la verga parada quedara en la puerta de su concha y moviendo ligeramente las caderas hacía que la cabeza de la pija recorriera su cuevita sin entrar.
Me miró y me dijo
-Vení papito chupame el culo.
Tenia el orto paradito y seguía moviéndose con la cabeza de la pija en la entrada de la concha.
Yo empecé a lamerle el agujero del culo pero no se que pasó que ambos se movieron fuera de ritmo y mi lengua rozó la cabeza de la verga de Esteban.
-¿Querés chuparla?... chupala. – dijo él.
Susana se sorprendió.
-¿Querés chuparle la verga a mi macho?..vení yo te enseño.
Se acomodó conmigo y me decía.
-Ves.. así tenes que hacer..- y se metía la pija en la boca.
En un momento me la ofreció.
-Tomala.. dale …. chupala.. es hermoso… te va a gustar chuparle la verga a mi macho.
Yo cerré los ojos y me meti la pija en la boca.
Sentí su dureza, la tensión de sus venas, el sabor de un hombre. Una sensación nueva me movió emociones, placeres que jamás pensé tuviera escondidos.
Estuve varios minutos chupando y mirándolo mientras él se contorneaba.
-¿Te gusta chuparlo a mi macho?..dale que me gusta verte cornudo y putito.. así me dejas a mi macho bien caliente..
Esteban se liberó de mi boca, la acostó boca arriba a mi mujer, le abrió bien las piernas y le mandó la pija hasta adentro.
Ella gritaba de placer, puteaba de placer, era una víbora que se contorneaba con las piernas abiertas y alrededor de la cintura de Esteban.
Ël no decía nada, se movía como un loco en una cogida impresionante.
espero que le aya gustado y nada ocmenten y punteen y siganme jaja soy re novato
-Dame pija,, cogete a tu puta…ayyy mi vida… que bueno que estas… cogeme siempre.. emputeceme…gritaba ella sin cesar.
-Miralo al cornudo,… pajeate mientras se cogen a tu mujer … gozá cornudo que a tu mujer se la están cogiendo de verdad.
La belleza que irradiaba Susana en ese momento máximo de lujuria era indescriptible, mi mano no alcanzaba para abrazar a mi pija que parecía querer explotar
El la hizo poner en cuatro patas y se la metió por el culo. Le puso la punta de la verga en la entrada del culo y muy lentamente comenzó a penetrarla.
Cada vez que se introducía un centímetro de pija mi mujer gemía de placer y levantaba más la colita para facilitarle la penetración.
-Te voy a romper el culo como la otra vez…¿Le contaste a tu maridito como te lo rompí?
-Sí.. ya sabe.. el también me lo hizo… dale metémela por el culo. Acabame en el culo… lo quiero todo lleno de leche calentita…
-Te lleno el orto de leche … puta…. Reputa… te lleno el orto de leche.
- Reputa y con el culo roto por un macho.. llenámelo dale…dame la lechita..
Los dos acabaron en un grito de placer que rebotó en las cuatro paredes de la habitación. Yo también acabé en el piso mientras los veía abrazados, besándose y gozando uno del otro.
Este fue el comienzo de mi vida como cornudo sumiso y complaciente y que a veces comparte algo de lo que su mujer le quiera dar. No me quejo es una opción de vida y como tal la adopté.
A veces me asaltan las dudas o el arrepentimiento pero cuando la veo a ella tan hermosa y putita y a los otros hombres acechándola me enloquezco y el morbo sólo me deja desear que se la cojan y yo poder verlo para disfrutarlo.
Espero sus comentarios y gracias por leer este modesto relato.
Susana no reparó en detalles para lucir como una reina, como la reina de la sensualidad y de la lujuria. Se puso un top pero sin corpiño por lo que al caminar sus tetas se balanceaban, una minifalda y debajo una tanga pequeñísima que se le metía por dentro del culo. Se maquilló muy finamente, como mostrando un rostro de puta de primer nivel. Estaba irresistible y era evidente que quería halagar al amante.
Cuando llegó la mucama la dejamos a cargo de los niños y salimos caminando los escasos cincuenta metros que nos separaban de la casa de Esteban, íbamos caminando como dos adolescentes tomados de la mano y riendo aunque interiormente yo sentía que pugnaban sentimientos encontrados como.............. dolor, placer, humillación, curiosidad.
-Hola, que alegría verlos, pasen… pasen… dijo Esteban al recibirnos y entramos a su casa, a la guarida del zorro que estaba deseoso de comerse a la gallina aunque la gallina estaba deseosa que se la comieran.
El living room, sobriamente decorado como debería estarlo una casa de buen nivel en un balneario como ese, era un lugar acogedor. La tenue iluminación alcanzaba para describir muy bien los contornos de los objetos y de las personas, en un equipo de audio sonaba sin estridencia un disco de bossa nova, y en una mesa el balde de hielo con la botella de champagne y, hoy, tres copas.
-Ponete cómodo Roberto….Qúe linda estas Susy…
Evidentemente era un seductor que no reconoce sexo o color.
Me impresionaron. su físico muy bien trabajado, su rasgos delicados pero también felinos, sus ojos intimidatorios, su mirada capaz de superar cualquier resistencia que se le opusiese.
Susana bailaba sola frente a nosotros pero con la intensión de excitar al hombrón dueño de casa. Sus movimientos eran lentos, sensuales, siguiendo el ritmo de la música pero eso no impedía que sus tetas se movieran o que su minifalda mostrara el pequeño triangulito que ocultaba la raja de su vagina. Era evidente que el champagne ya estaba haciendo efecto.
De pronto observó algo puesto sobre un mueble, una foto, y se alejo un poco de nosotros para verla bajo la luz de una lámpara.
Esteban aprovechó para acercarse a mí.
-¿Está todo bien amigo? ¿Ningún problema…no?.- sonrió y me miró a los ojos, en ese momento creo que yo mismo me hubiera entregado si me lo pidiera.
-Ningún problema… está todo bien…ya Susana me puso al tanto de todo. No te preocupes. Atiné a contestar.
-Por favor… no quiero que te sientas incómodo por nada…cualquier cosa avisá
- Esteban, ¿Quiénes son estos chicos que están con vos en la foto?, preguntó muy intrigada mi mujer .
-Son amigos míos, de unas vacaciones que pasamos en Bahía…¿te gustan?.
-Ummmmmm….que bombones, ¿quién es este?.
- Dejame ver… ahh Maxi… casualmente viene la semana próxima a pasar unos días.
-¿En serio?... que bien.. ¿lo voy a poder conocer?.
Ella lo miró con lujuria como si se imaginara enfiestada entre ambos machos, el de la foto y el que tenía cerca suyo. Esteban detectó que ya estaba caliente, a punto de hervor, la tomó de la cintura y la acercó hacia él, ya el ambiente se había cargado del sensual sonido de un saxo, el clima de erotismo ya se nos metía por los poros.
-Sí..claro que lo vas a poder conocer y degustar mi amor. Te vamos a complacer juntos…
La acercó aún más y la besó en la boca, ella lo abrazó por el cuello y ambos se dedicaron a enredar sus lenguas y a refregar sus entrepiernas mientras que yo observaba muy caliente y ya seguro que era eso lo que deseaba que pasara, que se cogieran a mi mujer delante de mí aunque eso significara ser un cornudo consentido, sumiso y complaciente porque la imagen de esa bellísima mujer y de ese monumental hombre me llenaba de lujuria, lascivia, placer visual que sabía se transformaría en poco tiempo en placer corporal.
Susana gemía de gozo en ese largísimo beso y Esteban le amasaba las tetas, el culo, con esas manos de gladiador.
-Vamos a la cama…vení vos también….
En la habitación había pocos muebles porque una inmensa cama ocupaba casi todo el ambiente.
Me senté en una silla y con mi copa en la mano me dediqué a mirarlos.
Estaban arrodillados en la cama quitándose mutuamente la ropa. Ella le sacó la camisa y dejo a la vista un pecho perfecto, envidiable. Lo besaba y le acariciaba el pecho, los hombros, los brazos. Esteban seguía entusiasmado con sus tetas que no dejaba de tocar.
-Vamos a darle un buen espectáculo a tu marido ….¿verdad?
-Si mi amor… vení papi toca lo que es este hombre.. veni acercate, me dijo ella.
Me acerqué y me puse de rodillas junto a ella, me tomó una mano y me la acercó al pecho del hombre que nos miraba y sonreía.
-Tocá este pecho.. viste que duro.. es todo músculo, y los brazos… dale acariciale los brazos,… mirá que hombros.. es un dios.
Mi mano recorría el pecho, los brazos, los hombros de Esteban, un cuerpo perfecto duro como el acero, no era casual que las mujeres se desesperaran por un hombre así.
Por un momento sentí que además de desear verla a ella bien cogida también podría sentir envidia de su buena suerte.
Susana logró sacarle la bermuda y allí saltó como un resorte su pija que si bien no era muy larga era gorda y curvada hacia arriba. Por supuesto que era mucho más grande que la mía.
-¿No querés seguir tocando? – me dijo Esteban socarronamente.
Me bajé de la cama y volví a la silla.
Susana ya lo estaba pajeando mientras seguía enroscada en un beso.
-Que pija mi amor..¿me la vas a dar toda? … la quiero toda.
- Es toda tuya, pero con la condición que seas bien putita.. te quiero bien puta esta noche.
Susana gemía como una poseída.
-Putísima voy a ser.. uyyy que pensará mi maridito… ¿verdad que te gusta verme bien puta?..verdad maridito mío.. bien putita y bien cogida.
Me miraba con una cara de lujuria incontenible.
-Si mi amor… bien puta y bien cogida.
El la hizo acostarse y empezó una chupada y lamida de concha impresionante, su lengua se movía por todos los pliegue de su vagina haciéndola gritar de placer, creo que tuvo al menos tres orgasmos sino más.
Arqueaba su cuerpo por el efecto del placer y cada tanto giraba la cabeza y me miraba con su mejor cara de puta.
-¿Te gusta lo que estás viendo?- me preguntaba.
-Viste que macho hermoso-
El, con cabeza metida entre las piernas de mi mujercita, le deglutía la concha con avidez, con hambre, con sed de sus jugos.
-Seguí chupando… hijo de puta.. ayyyy que lengua divina… segui que acabo…ayyy mi vida me emputeces.
Entonces él se recostó boca arriba y ella aprovechó para trabajar en su pija. Yo ya estaba desnudo y pajeándome con la escena que veía.
Susana se metía la pija hasta la garganta y luego la volvía a sacar.
-Dale .. chupame bien la pija como una buena puta… porque eso es lo que sos una puta, mi puta …-
-Soy tu puta mi vida..y vos mi macho…estoy para servirte.
Esa pija entraba y salía de la boca mientras ella le acariciaba las bolas que a esta altura parecían dos piedras duras y enormes.
Susana se irguió y se monto sobre él. Dejó que la verga parada quedara en la puerta de su concha y moviendo ligeramente las caderas hacía que la cabeza de la pija recorriera su cuevita sin entrar.
Me miró y me dijo
-Vení papito chupame el culo.
Tenia el orto paradito y seguía moviéndose con la cabeza de la pija en la entrada de la concha.
Yo empecé a lamerle el agujero del culo pero no se que pasó que ambos se movieron fuera de ritmo y mi lengua rozó la cabeza de la verga de Esteban.
-¿Querés chuparla?... chupala. – dijo él.
Susana se sorprendió.
-¿Querés chuparle la verga a mi macho?..vení yo te enseño.
Se acomodó conmigo y me decía.
-Ves.. así tenes que hacer..- y se metía la pija en la boca.
En un momento me la ofreció.
-Tomala.. dale …. chupala.. es hermoso… te va a gustar chuparle la verga a mi macho.
Yo cerré los ojos y me meti la pija en la boca.
Sentí su dureza, la tensión de sus venas, el sabor de un hombre. Una sensación nueva me movió emociones, placeres que jamás pensé tuviera escondidos.
Estuve varios minutos chupando y mirándolo mientras él se contorneaba.
-¿Te gusta chuparlo a mi macho?..dale que me gusta verte cornudo y putito.. así me dejas a mi macho bien caliente..
Esteban se liberó de mi boca, la acostó boca arriba a mi mujer, le abrió bien las piernas y le mandó la pija hasta adentro.
Ella gritaba de placer, puteaba de placer, era una víbora que se contorneaba con las piernas abiertas y alrededor de la cintura de Esteban.
Ël no decía nada, se movía como un loco en una cogida impresionante.
espero que le aya gustado y nada ocmenten y punteen y siganme jaja soy re novato
-Dame pija,, cogete a tu puta…ayyy mi vida… que bueno que estas… cogeme siempre.. emputeceme…gritaba ella sin cesar.
-Miralo al cornudo,… pajeate mientras se cogen a tu mujer … gozá cornudo que a tu mujer se la están cogiendo de verdad.
La belleza que irradiaba Susana en ese momento máximo de lujuria era indescriptible, mi mano no alcanzaba para abrazar a mi pija que parecía querer explotar
El la hizo poner en cuatro patas y se la metió por el culo. Le puso la punta de la verga en la entrada del culo y muy lentamente comenzó a penetrarla.
Cada vez que se introducía un centímetro de pija mi mujer gemía de placer y levantaba más la colita para facilitarle la penetración.
-Te voy a romper el culo como la otra vez…¿Le contaste a tu maridito como te lo rompí?
-Sí.. ya sabe.. el también me lo hizo… dale metémela por el culo. Acabame en el culo… lo quiero todo lleno de leche calentita…
-Te lleno el orto de leche … puta…. Reputa… te lleno el orto de leche.
- Reputa y con el culo roto por un macho.. llenámelo dale…dame la lechita..
Los dos acabaron en un grito de placer que rebotó en las cuatro paredes de la habitación. Yo también acabé en el piso mientras los veía abrazados, besándose y gozando uno del otro.
Este fue el comienzo de mi vida como cornudo sumiso y complaciente y que a veces comparte algo de lo que su mujer le quiera dar. No me quejo es una opción de vida y como tal la adopté.
A veces me asaltan las dudas o el arrepentimiento pero cuando la veo a ella tan hermosa y putita y a los otros hombres acechándola me enloquezco y el morbo sólo me deja desear que se la cojan y yo poder verlo para disfrutarlo.
Espero sus comentarios y gracias por leer este modesto relato.
1 comentarios - la perra de susana