Ay les va le segunda parte comenten para que suba la tercera espero les guste.
Bueno algo así es lo que he leído en tu diario, seguro que mama también lo leyó y por eso se “monto” lo de la pesadilla, pero hay algo que me preocupa, no he leído nada respecto a mí, ¿es que no me encuentras apetecible?
Elena en ese momento, se acercó y nos liamos en un morreo que me dejo sin respiración, tanto por lo intenso como por lo que representaba, tomándome una mano me dijo.
De momento mañana saldré a navegar con papá todo el día, sé que ni a mamá ni a tú os gusta y ya he quedado con mamá que pasado mañana, ellos irán a Tarragona a ver a su primo Carlos y nosotros podremos aclarar algunas cosas que nos interesan a ambos.
Diego- Al día siguiente lunes, papá y Elena salieron pronto de casa, cuando oí el motor del coche, me quede pensando en “como” afrontaría esa jornada, me llego un mensaje desde el móvil de Elena.
QT1BD (Que tengas un buen día)
Y continúo en lenguaje normal.
Cuando atraquemos, te envió un SMS para que tengáis tiempo de recoger. Un beso
No estoy seguro de si mamá recibió otro, pero en minutos estaba junto a mí en la cama totalmente desnuda, no perdió el tiempo y comenzó una mamada, imagino que para hacerme entrar en calor, es muy cómodo que los otros solucionen las dudas por ti, todo estaba claro, Elena controlaba a papá y mamá me daba lo que más me gusta, ¿Qué más podía pedir?
Mariana- Desde la madrugada estaba despierta, esperando que Ángel y Elena salieran de la casa para ir a navegar y yo, yo poder acudir a la cama de Diego y gozar al máximo, antes de salir vino Elena a despedirse y me murmuro que antes de regresar avisaría a Diego con un mensaje al móvil, se lo agradecí a sabiendas que al día siguiente, seria ella quien intentaría estar con nuestro “Diego”.
Me dejó muy claro, que me tenía que encargar de disuadir a Ángel de hacerlos ir cuando se negaran y que tenía que alargar la visita al máximo, llamándola justo en el momento de salir de casa del primo Carlos, con cualquier excusa, para tener tiempo de dejar cada cosa en “su sitio”.
Diego- Mama hoy lo está haciendo de una forma muy distinta, solo me lame la punta la besa y con la mano me soba los huevos, solo la ha engullido un par de veces hasta el fondo de su garganta, puede que para mostrarme que está dispuesta a que le folle la boca si me place, pero se está recreando mucho, mirándome a los ojos siempre que puede, para ver cómo me va cambiando la expresión, yo me he incorporado un poco sobre los codos para ver cómo evoluciona la suya.
Cuando realmente ya no aguantaba más ha aflojado un poco el ritmo, pero solo para cambiar de posición, se ha acuclillado encima de mí y se ha “empalado con un solo movimiento, sé que le ha dolido por el rictus de dolor que ha mostrado, pero no ha dicho nada y al poco ha empezado una lenta cabalgada quedándose cada vez un poco antes del fondo del todo, para ayudarla he colocado mis manos con las palmas hacia arriba y de esa forma no se cansa tanto.
Mariana- No quiero que olvide este día, posiblemente el último en que tenga la oportunidad de estar a solas hasta que regresemos a casa. Ha de ser brutal y a pesar de que mañana este posiblemente con Elena, que me prefiera a mí o por lo menos que nos desee y satisfaga por igual.
Ahora que está a punto de correrse me saldré de él y veré como reacciona, según vea así haré.
Diego- La muy……….. Me ha dejado a medias, cuando estaba a punto se ha salido y eso no se lo pienso consentir, yo estaba la mar de tranquilo durmiendo y ha sido ella la que ha venido pidiendo “Guerra” ahora se enterara que no tiene que jugar así conmigo, soy consciente que la puedo “liar gorda” si me paso, pero quiero tratar de ser él “amo” quien controle la situación y le dije enérgicamente.
Ponte de rodillas que te voy a dar lo que necesitas para todo el día, en una sola toma.
Sin decir nada se ha puesto como le he dicho ofreciéndome ambos agujeros, me he puesto de rodillas detrás suyo y he pensado en hacerla sufrir un poco, que suplicara que la follara, no estaba de mal humor pero quería aparentarlo y sin decir palabra me he “acoplado a ella” apoyando mi pecho sobre su espalda, el nabo entre sus piernas y con una mano en cada pezón he comenzado a retorcerlos y tirar de ellos como si quisiera arrancarlos, hasta que he oído un lamento y le he preguntado.
¿He oído una queja? Porque de ser así tendremos que parar esto, no quiero hacerte daño ni que te sientas molesta en nada.
Mariana- ¡No! no ha sido nada, solo ha sido un suspiro, sigue como más te plazca, estoy bien y dispuesta para lo que decidas hacerme.
El muy canalla me quiere hacer sufrir, o puede que me haya pasado al cortarle el rollo, lo mejor que puedo hacer es aguantar y esperar que se decida a hacerme lo que quiera, de otra forma se lo estaré poniendo en bandeja a Elena.
Entonces llevo una de sus manos hasta el clítoris, que para entonces estaba más que “salido” del prepucio, lo agarro y lo fue pajeando hasta que note que las piernas me flaqueaban, pero me propuse aguantar como fuera.
Diego- Ya está a punto, en cualquier momento solo con “la paja” que le estoy haciendo seguro que se corre y entonces será cuando la pienso encular a lo bruto, tal y como me pidió la primera vez y en esta ocasión sí que se acordara para los restos.
¿Cómo puede ser que en tan pocos días, haya conseguido cambiarme tanto? antes yo no era así y ha sido el sexo con ella la que me ha convertido en un bruto, pero bueno en realidad es como le gusta ser tratada y lo será.
Aunque he de procurar, comportarme con cualquier otra mujer con la que esté, como la primera vez con ella y más adelante, hacer según las preferencias de cada una.
Mariana- Sigue martirizándome y no sé si aguantare mucho más, cada vez estoy más mojada, las piernas me tiemblan, comienzan los espasmos, ya está aquí el orgasmo.
Diego- Ya está, ha comenzado y ahora se enterara quien soy yo, apunte el capullo a la entrada del culo y mientras ella comenzaba a temblar pues el orgasmo había tardado a llegar pero cuando lo hizo fue con fuerza, le endiñe de una sola estocada que me dolió a mí también hasta chafarle los cachetes con la pelvis, sin darle tiempo a reaccionar comencé son un metisaca que la sorprendió y comenzó a bufar y culear, en parte por efecto del “masaje” que recibía su clítoris y en parte porque en el fondo “tenía lo que quería”
Mariana- Este sátiro que tengo por hijo me la ha clavado sin aviso hasta el fondo y siento que me está reventando el culo, seguro que el día de hoy será inolvidable para más de uno, para mí seguro pues lo que le pedí la primera vez que me enculo, lo ha hecho hoy y de qué forma, me está matando pero que muerte más salvaje y dulce.
No tiene piedad ni fin, como aguanta el condenado, ya son tres los orgasmos que he encadenado y a pesar que me he derrumbado sobre la cama y que apenas puedo respirar por su peso, sigue y sigue.
Diego- Creo que me estoy pasando un poco, aunque no pensaba parar hasta que me lo pidiera, que sepa quién manda aunque siempre creí que una relación con quien fuera, tenía que ser un “quid pro quo” en vez de un salvajada como la que estoy haciendo, pero creo que es lo que necesita pues no se queja ni intenta pararlo, en el fondo sé que necesita algo más pero habrá que dejar esto aquí y seguir con algo más expeditivo.
Mariana- Ha parado, está saliendo de mí pero no se ha corrido aún.
Estoy que no me aguanto, me ha dado de lo lindo. ¿Qué hace? Me está dando la vuelta ¿querrá penetrarme por delante ahora?
Entonces me cruzo en la cama y me coloco una almohada bajo los hombros, con lo que la cabeza colgaba, vi cómo me ponía la polla sobre los labios, los abrí y sin contemplaciones la metió hasta que me dio con los huevos en la sudada frente, entonces sí que me FOLLO la boca con un ritmo vivo y desesperado.
Ya quería correrse y yo estaba rendida y entregada, no tardo mucho aunque cada vez llegaba hasta el fondo, cuando comenzó una prolongada eyaculación lo hizo de forma que pudiera tragarla del todo, él mismo se encargaba de ir racionando la cantidad que iba soltando hasta que dejo de salir, entonces oí claramente como con una voz autoritaria decía.
Diego- ¡Ahora límpiala bien! y cuando termines déjame dormir un rato más, cuando me despiertes la próxima vez hazlo sin juegos, esto no lo es y si te aburres hay una cosa que quiero que hagas entretanto, sino lo tendrás que hacer a lo largo del día, pero es imperativo que lo hagas hoy.
Coge el diario de la habitación de Elena y ponlo al día, plasma todo lo sucedido desde que llegamos aquí sin omitir nada, no emplees nombres ni relación de parentesco pero sí todos los detalles.
Mariana- Este Diego es un monstruo o quizás tenga razón y puede que sea yo quien lo haya empujado a comportarse así, realmente esto no es un juego y debo tratarlo como un hombre ¡Siempre! No solo cuando quiera, voy a hacer lo que me dice, no quiero que se enfade más.
Diego- Bueno no ha ido mal del todo, creo que ya la tengo donde ella mismo se ha puesto, a mi total disposición y sin reservas aunque eso no entraba en mis planes al principio, es lo que ha surgido debido a su comportamiento.
Y como chupa la muy viciosa, me va a desgastar la polla, pero como me gusta que se amolde a mis caprichos y que entienda, que podemos ser iguales si lo quiere y si no se quedara fuera del juego, veré después que es lo que ha escrito en el puñetero libro.
Martina- Ahora que ya se ha descargado quiere dormir y que lo despierte de una forma “más seria”, eso puedo hacerlo pero lo difícil será lo del diario, si no lo hago me puedo ir despidiendo de él, lo ha dejado muy claro, si lo hago y según quien lo lea también estaré en un lío, pero creo que lo más razonable llegados a este punto es seguir adelante y afrontar los problemas si llegan.
Diego- Noto que mama ya está aquí otra vez, espero que esta vez se comporte, he descansado muy bien y me gustaría “empezar el día” otra vez, pero ahora sin tener que ser más que yo mismo como hasta ayer.
Martina- Iré con cuidado, no quiero que se enfade aunque me gusta cómo me trato antes, de forma más ruda que de costumbre pero no quiero fastidiarla con él, comenzare como sé que le gusta y tratare de seguir por ese camino y que sea el quien marque los cambios de rumbo.
Diego- No pienso decirle nada de momento, que sea ella la que elija como empezar y por cómo me la está chupando despacio, apenas saboreando el capullo, parece que todo quedo aclarado antes y se esfuerza en seguir así.
Ya tengo la polla más que a punto, lo sabe y se está acuclillando encima de mí, como me gusta la forma que tiene de ensartarse, esta vez ha llegado al fondo sin quejas, parece que no le duele y si le duele lo disimula muy bien, que siga es su ritmo y que ritmo, no tarde mucho en notar como se crispaba, le comencé a acariciar los pezones con delicadeza, tire suavemente de ellos para que se abatiera sobre mí, en esa postura gire quedando encima suyo, entonces era yo el que manchaba hasta que la lleve al orgasmo, babeaba y entrecerró los ojos.
Estaba fuera de sí, era evidente viendo como movía la cabeza a los lados y como se arqueaba a pesar de mi peso, cuando me pareció simplemente me estuve quieto dentro suyo sin haberme corrido y espere, espere hasta que note que la respiración volvía a ser casi normal entonces me fui deslizando hacia abajo por su cuerpo, besando primero sus pechos y mordisqueándole los pezones, llegue al ombligo e hice como si quisiera penetrarla con la lengua por él, seguí hasta llegar a su entrepierna.
Bese y acaricie primero el interior de sus muslos que tenía chorreando de la cantidad de flujo que había estado soltando desde que llego junto a la cama, entonces con delicadeza metí dos dedos en su vagina y lentamente fui follándola con ellos mientras comencé a lamer su clítoris ávidamente, lo tenía hinchado y muy caliente.
Con cada lametón se estremecía y cuando lo atrape entre los labios y comencé a sorberlo fuertemente mientras apoyaba la lengua en la punta comenzó a retorcerse, entonces “alcanzo” un nuevo orgasmo, en este caso no paré y noté con los dedos como se había endurecido la zona de la vagina donde tenía localizado el punto “G” que fui presionando de forma intermitente, no necesitaba mirarla para comprender que pronto perdería el sentido.
Martina- No sé si abrir los ojos, aun no sé muy bien que me ha pasado, estaba en lo mejor y de pronto he perdido el mundo de vista, parece que sí es cierto que puedes llegar a perder el sentido de placer, ahora me encuentro muy bien, ha salido como esperaba y es otra vez “mi niño” aunque tendré que tener cuidado de no enfadarlo ya sé cómo se las gasta, lo noto a mi lado y parece tranquilo abriré los ojos y veré que tal esta él y entonces le dije.
¿Qué me has hecho? Estoy muy bien pero desconcertada, es algo que no me había sucedido nunca.
Diego- Cosas así pueden sucederte siempre que quieras, solo tienes que tratarme como lo que soy en este momento “tu amante”.
Parece que estas palabras le han calado, por la forma en que me mira y entonces me contesto risueña.
Mariana- No sucederá más eso te lo puedo asegurar, ya me he dado cuenta que ha sido un comportamiento del todo infantil por mi parte y quiero recompensarte.
En ese momento solo pensaba que más podía hacer para que se sintiera del todo a gusto a mi lado y solo se me ocurrió sin apenas pensar decirle.
Hare lo que me digas cuando me lo digas y con quien digas.
Diego- No creo que sea necesario que digas algo así, estoy seguro que si llegara el caso en que te pidiera algo, lo harías sin preguntar.
Creo que cada vez se está enredando más en esa “tela de araña” que teje ella misma sin que se lo pida y entonces dijo.
Mariana- Vamos al baño, tenemos que levantarnos, me gustaría que después de comer me acompañaras a Cambrils a por algo que me encargo tu padre y tener algo de tiempo para nosotros antes de que regresen.
Diego- De acuerdo vamos.
En el baño después de que nos enjabonásemos mutuamente, y de que puesta otra vez a mil me pidiera que le permitiera mamármela, al terminar de limpiarme tenía una cara de verdadera satisfacción, no más que la mía y le dije.
Tenemos que dejarlo aquí, quiero ver que tal te ha quedado el diario.
Me miro con expectación y dijo.
Mariana- De la calidad de la redacción no te diré nada, juzga por ti mismo pero por detalles no tendrás queja ya que lo he puesto absolutamente todo.
Diego- Salimos del baño y me puse solo un pantalón corto y una camiseta, hacia muy buena temperatura, ella se puso por encima solo un vestidito de playa y parecía que notara más el frio que yo, o que siguiera muy excitada ya que los pezones amenazaban con romper la tenue tela.
Entonces desayunamos poco pues ya eran casi las doce, cogí las llaves de bugui fui a la habitación de Elena y las deje dentro de la bolsa que empleó cuando fuimos los dos juntos al pueblo, al salir le dije a mamá.
Ven al sofá y léeme lo que has escrito en el diario, no tenemos que salir de casa, ya iremos mañana donde sea, como no encuentro las llaves.
Nos sentamos en el sofá, yo tirado y ella apoyada en mí, distraídamente le iba sobando un pecho, mientras, ella leía a media voz lo que había escrito yo olía como rezumaba su coño jugos de lo caliente que se estaba poniendo.
Cuando acabo de leer lo escrito, simplemente callo y se recostó un poco más en mí, arropados en un silencio que tardo en romper, cuando pasados unos minutos pregunto.
Mariana- ¿Lo he escrito como te gusta? He tratado de seguir con el estilo que empleas tú.
Espero que le haya gustado, aunque por cómo me está dejando el pezón creo que sí, no querría que este momento pasara pero tenemos que comer algo, hace casi dos horas que estamos aquí, entre la lectura y que me he quedado amodorrada de gusto se ha hecho la hora y le dije.
Diego vamos a comer ya y así si quieres podemos hacer algo de “siesta” antes de que lleguen a puerto.
No me respondió, solo me empujo un poco para ayudarme a incorporarme y después lo hizo él, cuando fui para la cocina vino detrás de mí y mientras calentaba unos “fideos chinos” en el microondas y hacia unas croquetas congeladas, me subió el vestido y mientras que las manos las tenía sobre las ya muy castigadas tetas, me restregaba la polla por las nalgas.
Cuando estuvo todo listo en unos minutos, lo llevamos a la mesa y se puede decir que lo engullimos, más el que yo que apenas comí, solo quería que terminara y que me dedicara un tiempo que para mí sería precioso y el último de momento.
Diego- Ya veo que mamá no tiene hambre más que de polla, como esta mañana he sido algo cruel esta tarde seré más cariñoso.
Al terminar de comer pregunto si quería algo de postre, me levante y poniéndole la polla en una mano le dije.
Tú serás mi postre si no te importa, tengo ganas de que goces como nunca hasta ahora, solo déjate hacer y no te preocupes por mí para nada.
Se levanto de la silla como impulsada por un resorte, fuimos a la habitación de Elena y ante su mirada inquisitiva le aclare que quería que ella supiera como “olemos” los dos cuando estamos juntos, la tendí en la cama bocarriba y comencé desde la frente a besarla mientras acariciaba su vientre con la mano plana, fui bajando hacia sus pechos mientras ella jadeaba tratando de hacerlo de la forma más silenciosa posible, entonces le dije.
No te reprimas, jadea bufa grita aráñame haz lo que te plazca, este es tu momento.
No se lo repetí, comenzó un concierto de sonidos todos agradables, mientras se arqueaba y retorcía en todas direcciones, entre el efecto de mi mano labios y lengua.
Mariana- Esta fecha seguro que no la olvidare, como se está empleando para conseguirlo.
Diego- Cuando llegué a los pechos, los fui rodeando a lametones, antes de dedicarme a los pezones, ya tenía dos dedos dentro de su vagina con que la iba follando muy lentamente, en cuanto lamí esos pezones que estaban duros como piedras, alcanzo el primer orgasmo que la puso como loca, rugía pidiendo más y más, incremente el ritmo de los dedos sin pasarme, en este caso no quería que sucumbiera como por la mañana, ahora quería que fuera consciente hasta del último detalle.
Cuando seguí lamiendo hacia el vientre vi como comenzó a masajearse ella misma los pezones para prolongar la situación, saque los dos dedos pase del vientre y me coloque directamente entre sus piernas, primero las abrí mucho más de lo que suelo, para poder lamer y acariciar el interior de sus muslos, pasando de uno al otro, solo rozando apenas el inflamado clítoris mientras ella botaba en la cama y soltaba flujo de forma exagerada.
Cuando por fin me dedique a su clítoris que se mostraba rojo brillante y “parecía” ansioso de que lo atrapase fue apoteósico, trato de encoger las piernas pero no pudo pues mi peso lo impedía, fui sorbiéndolo con dedicación y ella gruñía como una fiera, mientras metí dos dedos en “pos” del punto “G” que ya estaba a punto para ser tratado, a todo esto el primer orgasmo continuaba con replicas a cual mas exagerada y sus gruñidos se hacían más profundos e insistentes.
Sin soltar el clítoris alce un poco la vista y pude ver como estaba erguida con el tronco medio levantado, haciendo un gran esfuerzo con los abdominales, pero pude ver su cara de satisfacción totalmente desencajada, castigándola en todos los frentes, se abatió del todo sobre la cama y se arqueo de forma bestial.
Entonces fue cuando abandoné todo lo que estaba haciendo y repte por encima suyo, hasta cubrirla por entero y cuando estaba a la altura mientras la besaba la ensarte de una sola y certera estocada, me abrazo las caderas con sus piernas impidiéndome que saliera, quería tenerme al fondo y no se lo impedí, le dije que era su momento y pensaba cumplirlo, cuando fue aflojando el interminable orgasmo que no me dejo continuar al inmovilizarme con sus piernas, fue cuando comencé a bombear lentamente llevándola al acto a la “casilla de salida”
Tenía un orgasmo “crónico” que a cada nueva embestida la volvía loca y le arrancaba un jadeo-gruñido que mostraban a las claras que estaba gozando de lo lindo, seguí así variando el ritmo para que no perdiera el conocimiento, hasta que me corrí por entero dentro suyo, me quede dentro y quieto hasta que nos calmamos ambos, cuando pudo me dijo que la acompañara al baño, teníamos que ducharnos y cuando llegamos me miro con cara de pena.
Se sentó en la taza del váter y me aproximo lo suficiente, para poder ir lamiendo besando y chupándome el capullo primero y el resto de la polla después hasta que casi era innecesaria la ducha en mi caso, aunque al terminar nos duchamos juntos y cuando salimos ya “formalitos” pues eran cerca de las seis, nos vestimos y le dije.
Mientras avisan de que llegan, podrías si te apetece acabar de poner al día “el diario”, esta mañana te ha quedado muy bien y no se te ocurra tocar la cama de Elena, ya la he tapado yo y quiero que “huela” a nosotros.
Me beso en los labios, asintió con la cabeza y me obsequio con una bella sonrisa.
Poco después yo mientras descargaba unas fotos en el portátil, llego el SMS de Elena de que ya estaban en el puerto y que papa estaba acabando de amarrar.
Eran cerca de las siete cuando oímos el coche, mamá ya había dejado como le dije el diario en el cajón de la mesilla de Elena, al entrar por la puerta beso a mama y me saludó efusivamente.
Cuando entro papá se dedicó a parlotear de cómo habían pasado el día y cuando pregunto si habíamos ido a Cambrils a comprar lo que habíamos quedado, le dije que no habíamos encontrado las llaves del coche, que las había buscado pero sin éxito, quizás estuvieran en la bolsa que empleo el día antes Elena.
Me miro un poco extrañada, entro en su cuarto, salió con las llaves en la mano y una sonrisa apenas perceptible, ya había visto lo que habíamos hecho en su cama.
Esa noche cenamos pronto y después de cenar papá tomo un coñac, como siempre que estaba de fiesta y al rato dijo que se acostaría pronto pues estaba un poco cansado, entonces mamá le recordó que cuando estaba cansado tardaba a dormirse y que sería razonable tomar una pastilla, ella tomo otra y se acostaron todos menos yo, que estaba acabando de ver una peli en la tele.
Cuando poco después de las doce pase frente a la habitación de Elena vi luz pero no entre, seguí hasta la mía y me acosté, había sido un día muy intenso y no conseguía dormirme del todo, al rato note que había entrado alguien en el cuarto, imagine que sería mamá y encendí la luz dispuesto a echarle la bronca, pensando que había simulado tomar la pastilla de dormir y que venía por “más gresca”.
La sorpresa fue cuando descubrí que se trataba de Elena, con una camiseta de mi talla como única prenda, pues ella de pie y yo acostado le veía los “pelillos” que bordeaban su coño, entonces le pregunte.
¿Qué haces? No te das cuenta que si viene alguien se liara gorda.
Sin responder abrió la cama y se tendió a mi lado entonces de cara a mí sollozando me dijo.
Elena- Tengo que contarte algo, es muy serio y quiero que me escuches con atención.
Hasta los 17 años salí con chicos, entonces mamá me llevo al médico y me dieron la píldora, me va muy bien para regularme la regla, pero en esa época conocí a Claudia y fuimos “amigas” dos años, lo dejamos porque las dos nos encaprichamos de Marta y fui yo quien se la llevo, hemos estado juntas los últimos tres años, en esos cinco años no he salido con chicos nunca y esta esquiada se ha suspendido por algo que me ha fastidiado y mucho.
Marta seguro que es bisexual, me dijo el día antes de salir que vendrían también dos chicos y una chica con los que hacía más de un año que mantenía relaciones, además de conmigo y que ya era hora de que participara y me integrara en el grupo.
Eso me enfureció y es por lo que no he querido ir, no sé si volveré con ella pues no me ha parecido un comportamiento sincero por su parte, ella insistía en que las “lesbianas puras” no existen y que todas somos bisexuales. No estoy segura de eso, es más yo ahora no se bien lo que soy y siempre he tratado de “ocultar” mis preferencias, al extremo de que ya viste como hable con mamá sobre la visita que harán pasado mañana a su primo Carlos, ella está convencida de que tendremos sexo.
Yo sinceramente no lo sé y es aquí donde puedes ayudarme, he leído lo que habéis hecho y he reconocido su letra, además de follarla por todas partes le haces que lo escriba ella, no si al final la harás que te busque amantes entre sus amigas y conocidas, aunque no es esto lo que me preocupa.
Ahora ya sabes que a pesar de lo que he podido parecer este tiempo, de sexo solo se lo aprendido con mis “dos amigas” y necesito saber si soy capaz de estar con un hombre, sé que tú no te mosquearas si después de un rato decido dejarlo pues reconozco que soy lesbiana y el contacto de un hombre no me gusta, siempre seremos hermanos y el beso que nos dimos, un beso es un beso y con eso no se puede saber realmente nada.
Diego- Menuda papeleta, tengo una tía en la cama casi desnuda pidiéndome sexo, pero con dudas sobre su sexualidad, además es mi hermana y la quiero como tal, si fallo y no acierto sobre la forma de tratarla quizás en lugar de ayudarla la perjudique y eso no quiero hacerlo, por otro lado si consigo convencerla de que es bisexual o una heterosexual, que ha tenido solo la oportunidad de estar con chicas por una “mala información”, serian dos mujeres agradecidas las que tendría en “casa” y entonces le dije.
No te preocupes por nada, solo piensa en una cosa que es una gran verdad, todo lo que suceda entre dos personas solo tiene el valor que se le quiera dar y el límite que tracen cualquiera de los dos o entre los dos.
No pienses en que “tienes” que hacer algo “solo” por no defraudarme. ¿Te apetece ahora tocarme la polla? solo para familiarizarte con ella, no quiero que hagamos nada esta noche, sería un poco precipitado y muy arriesgado.
Tímidamente al principio alargo la mano y llego a tocármela que por lo hablado se había puesto dura y el capullo sobresalía por la pernera del calzoncillo. Paseo su mano arriba y abajo varias veces, soltó una risita nerviosa y le dije.
La puedes soltar cuando quieras, solo era una sugerencia para que tuvieras algo en que pensar cuando te marches a tu habitación.
No sé si me oyó o simplemente que le gustaba lo que hacía, siguió con sus manejos y falto poco para que me hiciera eyacular, solté un poco de líquido preseminal que al notarlo no le molesto, pero le indico que el asunto se podía complicar esa noche.
Me beso en los labios y salió de la cama, cuando estaba de pie ya fuera de mi alcance, se sacó la “camiseta” y me dijo.
Elena- Todo esto será para ti, espero que te guste porque al menos una vez será todo tuyo.
Continuara
Bueno algo así es lo que he leído en tu diario, seguro que mama también lo leyó y por eso se “monto” lo de la pesadilla, pero hay algo que me preocupa, no he leído nada respecto a mí, ¿es que no me encuentras apetecible?
Elena en ese momento, se acercó y nos liamos en un morreo que me dejo sin respiración, tanto por lo intenso como por lo que representaba, tomándome una mano me dijo.
De momento mañana saldré a navegar con papá todo el día, sé que ni a mamá ni a tú os gusta y ya he quedado con mamá que pasado mañana, ellos irán a Tarragona a ver a su primo Carlos y nosotros podremos aclarar algunas cosas que nos interesan a ambos.
Diego- Al día siguiente lunes, papá y Elena salieron pronto de casa, cuando oí el motor del coche, me quede pensando en “como” afrontaría esa jornada, me llego un mensaje desde el móvil de Elena.
QT1BD (Que tengas un buen día)
Y continúo en lenguaje normal.
Cuando atraquemos, te envió un SMS para que tengáis tiempo de recoger. Un beso
No estoy seguro de si mamá recibió otro, pero en minutos estaba junto a mí en la cama totalmente desnuda, no perdió el tiempo y comenzó una mamada, imagino que para hacerme entrar en calor, es muy cómodo que los otros solucionen las dudas por ti, todo estaba claro, Elena controlaba a papá y mamá me daba lo que más me gusta, ¿Qué más podía pedir?
Mariana- Desde la madrugada estaba despierta, esperando que Ángel y Elena salieran de la casa para ir a navegar y yo, yo poder acudir a la cama de Diego y gozar al máximo, antes de salir vino Elena a despedirse y me murmuro que antes de regresar avisaría a Diego con un mensaje al móvil, se lo agradecí a sabiendas que al día siguiente, seria ella quien intentaría estar con nuestro “Diego”.
Me dejó muy claro, que me tenía que encargar de disuadir a Ángel de hacerlos ir cuando se negaran y que tenía que alargar la visita al máximo, llamándola justo en el momento de salir de casa del primo Carlos, con cualquier excusa, para tener tiempo de dejar cada cosa en “su sitio”.
Diego- Mama hoy lo está haciendo de una forma muy distinta, solo me lame la punta la besa y con la mano me soba los huevos, solo la ha engullido un par de veces hasta el fondo de su garganta, puede que para mostrarme que está dispuesta a que le folle la boca si me place, pero se está recreando mucho, mirándome a los ojos siempre que puede, para ver cómo me va cambiando la expresión, yo me he incorporado un poco sobre los codos para ver cómo evoluciona la suya.
Cuando realmente ya no aguantaba más ha aflojado un poco el ritmo, pero solo para cambiar de posición, se ha acuclillado encima de mí y se ha “empalado con un solo movimiento, sé que le ha dolido por el rictus de dolor que ha mostrado, pero no ha dicho nada y al poco ha empezado una lenta cabalgada quedándose cada vez un poco antes del fondo del todo, para ayudarla he colocado mis manos con las palmas hacia arriba y de esa forma no se cansa tanto.
Mariana- No quiero que olvide este día, posiblemente el último en que tenga la oportunidad de estar a solas hasta que regresemos a casa. Ha de ser brutal y a pesar de que mañana este posiblemente con Elena, que me prefiera a mí o por lo menos que nos desee y satisfaga por igual.
Ahora que está a punto de correrse me saldré de él y veré como reacciona, según vea así haré.
Diego- La muy……….. Me ha dejado a medias, cuando estaba a punto se ha salido y eso no se lo pienso consentir, yo estaba la mar de tranquilo durmiendo y ha sido ella la que ha venido pidiendo “Guerra” ahora se enterara que no tiene que jugar así conmigo, soy consciente que la puedo “liar gorda” si me paso, pero quiero tratar de ser él “amo” quien controle la situación y le dije enérgicamente.
Ponte de rodillas que te voy a dar lo que necesitas para todo el día, en una sola toma.
Sin decir nada se ha puesto como le he dicho ofreciéndome ambos agujeros, me he puesto de rodillas detrás suyo y he pensado en hacerla sufrir un poco, que suplicara que la follara, no estaba de mal humor pero quería aparentarlo y sin decir palabra me he “acoplado a ella” apoyando mi pecho sobre su espalda, el nabo entre sus piernas y con una mano en cada pezón he comenzado a retorcerlos y tirar de ellos como si quisiera arrancarlos, hasta que he oído un lamento y le he preguntado.
¿He oído una queja? Porque de ser así tendremos que parar esto, no quiero hacerte daño ni que te sientas molesta en nada.
Mariana- ¡No! no ha sido nada, solo ha sido un suspiro, sigue como más te plazca, estoy bien y dispuesta para lo que decidas hacerme.
El muy canalla me quiere hacer sufrir, o puede que me haya pasado al cortarle el rollo, lo mejor que puedo hacer es aguantar y esperar que se decida a hacerme lo que quiera, de otra forma se lo estaré poniendo en bandeja a Elena.
Entonces llevo una de sus manos hasta el clítoris, que para entonces estaba más que “salido” del prepucio, lo agarro y lo fue pajeando hasta que note que las piernas me flaqueaban, pero me propuse aguantar como fuera.
Diego- Ya está a punto, en cualquier momento solo con “la paja” que le estoy haciendo seguro que se corre y entonces será cuando la pienso encular a lo bruto, tal y como me pidió la primera vez y en esta ocasión sí que se acordara para los restos.
¿Cómo puede ser que en tan pocos días, haya conseguido cambiarme tanto? antes yo no era así y ha sido el sexo con ella la que me ha convertido en un bruto, pero bueno en realidad es como le gusta ser tratada y lo será.
Aunque he de procurar, comportarme con cualquier otra mujer con la que esté, como la primera vez con ella y más adelante, hacer según las preferencias de cada una.
Mariana- Sigue martirizándome y no sé si aguantare mucho más, cada vez estoy más mojada, las piernas me tiemblan, comienzan los espasmos, ya está aquí el orgasmo.
Diego- Ya está, ha comenzado y ahora se enterara quien soy yo, apunte el capullo a la entrada del culo y mientras ella comenzaba a temblar pues el orgasmo había tardado a llegar pero cuando lo hizo fue con fuerza, le endiñe de una sola estocada que me dolió a mí también hasta chafarle los cachetes con la pelvis, sin darle tiempo a reaccionar comencé son un metisaca que la sorprendió y comenzó a bufar y culear, en parte por efecto del “masaje” que recibía su clítoris y en parte porque en el fondo “tenía lo que quería”
Mariana- Este sátiro que tengo por hijo me la ha clavado sin aviso hasta el fondo y siento que me está reventando el culo, seguro que el día de hoy será inolvidable para más de uno, para mí seguro pues lo que le pedí la primera vez que me enculo, lo ha hecho hoy y de qué forma, me está matando pero que muerte más salvaje y dulce.
No tiene piedad ni fin, como aguanta el condenado, ya son tres los orgasmos que he encadenado y a pesar que me he derrumbado sobre la cama y que apenas puedo respirar por su peso, sigue y sigue.
Diego- Creo que me estoy pasando un poco, aunque no pensaba parar hasta que me lo pidiera, que sepa quién manda aunque siempre creí que una relación con quien fuera, tenía que ser un “quid pro quo” en vez de un salvajada como la que estoy haciendo, pero creo que es lo que necesita pues no se queja ni intenta pararlo, en el fondo sé que necesita algo más pero habrá que dejar esto aquí y seguir con algo más expeditivo.
Mariana- Ha parado, está saliendo de mí pero no se ha corrido aún.
Estoy que no me aguanto, me ha dado de lo lindo. ¿Qué hace? Me está dando la vuelta ¿querrá penetrarme por delante ahora?
Entonces me cruzo en la cama y me coloco una almohada bajo los hombros, con lo que la cabeza colgaba, vi cómo me ponía la polla sobre los labios, los abrí y sin contemplaciones la metió hasta que me dio con los huevos en la sudada frente, entonces sí que me FOLLO la boca con un ritmo vivo y desesperado.
Ya quería correrse y yo estaba rendida y entregada, no tardo mucho aunque cada vez llegaba hasta el fondo, cuando comenzó una prolongada eyaculación lo hizo de forma que pudiera tragarla del todo, él mismo se encargaba de ir racionando la cantidad que iba soltando hasta que dejo de salir, entonces oí claramente como con una voz autoritaria decía.
Diego- ¡Ahora límpiala bien! y cuando termines déjame dormir un rato más, cuando me despiertes la próxima vez hazlo sin juegos, esto no lo es y si te aburres hay una cosa que quiero que hagas entretanto, sino lo tendrás que hacer a lo largo del día, pero es imperativo que lo hagas hoy.
Coge el diario de la habitación de Elena y ponlo al día, plasma todo lo sucedido desde que llegamos aquí sin omitir nada, no emplees nombres ni relación de parentesco pero sí todos los detalles.
Mariana- Este Diego es un monstruo o quizás tenga razón y puede que sea yo quien lo haya empujado a comportarse así, realmente esto no es un juego y debo tratarlo como un hombre ¡Siempre! No solo cuando quiera, voy a hacer lo que me dice, no quiero que se enfade más.
Diego- Bueno no ha ido mal del todo, creo que ya la tengo donde ella mismo se ha puesto, a mi total disposición y sin reservas aunque eso no entraba en mis planes al principio, es lo que ha surgido debido a su comportamiento.
Y como chupa la muy viciosa, me va a desgastar la polla, pero como me gusta que se amolde a mis caprichos y que entienda, que podemos ser iguales si lo quiere y si no se quedara fuera del juego, veré después que es lo que ha escrito en el puñetero libro.
Martina- Ahora que ya se ha descargado quiere dormir y que lo despierte de una forma “más seria”, eso puedo hacerlo pero lo difícil será lo del diario, si no lo hago me puedo ir despidiendo de él, lo ha dejado muy claro, si lo hago y según quien lo lea también estaré en un lío, pero creo que lo más razonable llegados a este punto es seguir adelante y afrontar los problemas si llegan.
Diego- Noto que mama ya está aquí otra vez, espero que esta vez se comporte, he descansado muy bien y me gustaría “empezar el día” otra vez, pero ahora sin tener que ser más que yo mismo como hasta ayer.
Martina- Iré con cuidado, no quiero que se enfade aunque me gusta cómo me trato antes, de forma más ruda que de costumbre pero no quiero fastidiarla con él, comenzare como sé que le gusta y tratare de seguir por ese camino y que sea el quien marque los cambios de rumbo.
Diego- No pienso decirle nada de momento, que sea ella la que elija como empezar y por cómo me la está chupando despacio, apenas saboreando el capullo, parece que todo quedo aclarado antes y se esfuerza en seguir así.
Ya tengo la polla más que a punto, lo sabe y se está acuclillando encima de mí, como me gusta la forma que tiene de ensartarse, esta vez ha llegado al fondo sin quejas, parece que no le duele y si le duele lo disimula muy bien, que siga es su ritmo y que ritmo, no tarde mucho en notar como se crispaba, le comencé a acariciar los pezones con delicadeza, tire suavemente de ellos para que se abatiera sobre mí, en esa postura gire quedando encima suyo, entonces era yo el que manchaba hasta que la lleve al orgasmo, babeaba y entrecerró los ojos.
Estaba fuera de sí, era evidente viendo como movía la cabeza a los lados y como se arqueaba a pesar de mi peso, cuando me pareció simplemente me estuve quieto dentro suyo sin haberme corrido y espere, espere hasta que note que la respiración volvía a ser casi normal entonces me fui deslizando hacia abajo por su cuerpo, besando primero sus pechos y mordisqueándole los pezones, llegue al ombligo e hice como si quisiera penetrarla con la lengua por él, seguí hasta llegar a su entrepierna.
Bese y acaricie primero el interior de sus muslos que tenía chorreando de la cantidad de flujo que había estado soltando desde que llego junto a la cama, entonces con delicadeza metí dos dedos en su vagina y lentamente fui follándola con ellos mientras comencé a lamer su clítoris ávidamente, lo tenía hinchado y muy caliente.
Con cada lametón se estremecía y cuando lo atrape entre los labios y comencé a sorberlo fuertemente mientras apoyaba la lengua en la punta comenzó a retorcerse, entonces “alcanzo” un nuevo orgasmo, en este caso no paré y noté con los dedos como se había endurecido la zona de la vagina donde tenía localizado el punto “G” que fui presionando de forma intermitente, no necesitaba mirarla para comprender que pronto perdería el sentido.
Martina- No sé si abrir los ojos, aun no sé muy bien que me ha pasado, estaba en lo mejor y de pronto he perdido el mundo de vista, parece que sí es cierto que puedes llegar a perder el sentido de placer, ahora me encuentro muy bien, ha salido como esperaba y es otra vez “mi niño” aunque tendré que tener cuidado de no enfadarlo ya sé cómo se las gasta, lo noto a mi lado y parece tranquilo abriré los ojos y veré que tal esta él y entonces le dije.
¿Qué me has hecho? Estoy muy bien pero desconcertada, es algo que no me había sucedido nunca.
Diego- Cosas así pueden sucederte siempre que quieras, solo tienes que tratarme como lo que soy en este momento “tu amante”.
Parece que estas palabras le han calado, por la forma en que me mira y entonces me contesto risueña.
Mariana- No sucederá más eso te lo puedo asegurar, ya me he dado cuenta que ha sido un comportamiento del todo infantil por mi parte y quiero recompensarte.
En ese momento solo pensaba que más podía hacer para que se sintiera del todo a gusto a mi lado y solo se me ocurrió sin apenas pensar decirle.
Hare lo que me digas cuando me lo digas y con quien digas.
Diego- No creo que sea necesario que digas algo así, estoy seguro que si llegara el caso en que te pidiera algo, lo harías sin preguntar.
Creo que cada vez se está enredando más en esa “tela de araña” que teje ella misma sin que se lo pida y entonces dijo.
Mariana- Vamos al baño, tenemos que levantarnos, me gustaría que después de comer me acompañaras a Cambrils a por algo que me encargo tu padre y tener algo de tiempo para nosotros antes de que regresen.
Diego- De acuerdo vamos.
En el baño después de que nos enjabonásemos mutuamente, y de que puesta otra vez a mil me pidiera que le permitiera mamármela, al terminar de limpiarme tenía una cara de verdadera satisfacción, no más que la mía y le dije.
Tenemos que dejarlo aquí, quiero ver que tal te ha quedado el diario.
Me miro con expectación y dijo.
Mariana- De la calidad de la redacción no te diré nada, juzga por ti mismo pero por detalles no tendrás queja ya que lo he puesto absolutamente todo.
Diego- Salimos del baño y me puse solo un pantalón corto y una camiseta, hacia muy buena temperatura, ella se puso por encima solo un vestidito de playa y parecía que notara más el frio que yo, o que siguiera muy excitada ya que los pezones amenazaban con romper la tenue tela.
Entonces desayunamos poco pues ya eran casi las doce, cogí las llaves de bugui fui a la habitación de Elena y las deje dentro de la bolsa que empleó cuando fuimos los dos juntos al pueblo, al salir le dije a mamá.
Ven al sofá y léeme lo que has escrito en el diario, no tenemos que salir de casa, ya iremos mañana donde sea, como no encuentro las llaves.
Nos sentamos en el sofá, yo tirado y ella apoyada en mí, distraídamente le iba sobando un pecho, mientras, ella leía a media voz lo que había escrito yo olía como rezumaba su coño jugos de lo caliente que se estaba poniendo.
Cuando acabo de leer lo escrito, simplemente callo y se recostó un poco más en mí, arropados en un silencio que tardo en romper, cuando pasados unos minutos pregunto.
Mariana- ¿Lo he escrito como te gusta? He tratado de seguir con el estilo que empleas tú.
Espero que le haya gustado, aunque por cómo me está dejando el pezón creo que sí, no querría que este momento pasara pero tenemos que comer algo, hace casi dos horas que estamos aquí, entre la lectura y que me he quedado amodorrada de gusto se ha hecho la hora y le dije.
Diego vamos a comer ya y así si quieres podemos hacer algo de “siesta” antes de que lleguen a puerto.
No me respondió, solo me empujo un poco para ayudarme a incorporarme y después lo hizo él, cuando fui para la cocina vino detrás de mí y mientras calentaba unos “fideos chinos” en el microondas y hacia unas croquetas congeladas, me subió el vestido y mientras que las manos las tenía sobre las ya muy castigadas tetas, me restregaba la polla por las nalgas.
Cuando estuvo todo listo en unos minutos, lo llevamos a la mesa y se puede decir que lo engullimos, más el que yo que apenas comí, solo quería que terminara y que me dedicara un tiempo que para mí sería precioso y el último de momento.
Diego- Ya veo que mamá no tiene hambre más que de polla, como esta mañana he sido algo cruel esta tarde seré más cariñoso.
Al terminar de comer pregunto si quería algo de postre, me levante y poniéndole la polla en una mano le dije.
Tú serás mi postre si no te importa, tengo ganas de que goces como nunca hasta ahora, solo déjate hacer y no te preocupes por mí para nada.
Se levanto de la silla como impulsada por un resorte, fuimos a la habitación de Elena y ante su mirada inquisitiva le aclare que quería que ella supiera como “olemos” los dos cuando estamos juntos, la tendí en la cama bocarriba y comencé desde la frente a besarla mientras acariciaba su vientre con la mano plana, fui bajando hacia sus pechos mientras ella jadeaba tratando de hacerlo de la forma más silenciosa posible, entonces le dije.
No te reprimas, jadea bufa grita aráñame haz lo que te plazca, este es tu momento.
No se lo repetí, comenzó un concierto de sonidos todos agradables, mientras se arqueaba y retorcía en todas direcciones, entre el efecto de mi mano labios y lengua.
Mariana- Esta fecha seguro que no la olvidare, como se está empleando para conseguirlo.
Diego- Cuando llegué a los pechos, los fui rodeando a lametones, antes de dedicarme a los pezones, ya tenía dos dedos dentro de su vagina con que la iba follando muy lentamente, en cuanto lamí esos pezones que estaban duros como piedras, alcanzo el primer orgasmo que la puso como loca, rugía pidiendo más y más, incremente el ritmo de los dedos sin pasarme, en este caso no quería que sucumbiera como por la mañana, ahora quería que fuera consciente hasta del último detalle.
Cuando seguí lamiendo hacia el vientre vi como comenzó a masajearse ella misma los pezones para prolongar la situación, saque los dos dedos pase del vientre y me coloque directamente entre sus piernas, primero las abrí mucho más de lo que suelo, para poder lamer y acariciar el interior de sus muslos, pasando de uno al otro, solo rozando apenas el inflamado clítoris mientras ella botaba en la cama y soltaba flujo de forma exagerada.
Cuando por fin me dedique a su clítoris que se mostraba rojo brillante y “parecía” ansioso de que lo atrapase fue apoteósico, trato de encoger las piernas pero no pudo pues mi peso lo impedía, fui sorbiéndolo con dedicación y ella gruñía como una fiera, mientras metí dos dedos en “pos” del punto “G” que ya estaba a punto para ser tratado, a todo esto el primer orgasmo continuaba con replicas a cual mas exagerada y sus gruñidos se hacían más profundos e insistentes.
Sin soltar el clítoris alce un poco la vista y pude ver como estaba erguida con el tronco medio levantado, haciendo un gran esfuerzo con los abdominales, pero pude ver su cara de satisfacción totalmente desencajada, castigándola en todos los frentes, se abatió del todo sobre la cama y se arqueo de forma bestial.
Entonces fue cuando abandoné todo lo que estaba haciendo y repte por encima suyo, hasta cubrirla por entero y cuando estaba a la altura mientras la besaba la ensarte de una sola y certera estocada, me abrazo las caderas con sus piernas impidiéndome que saliera, quería tenerme al fondo y no se lo impedí, le dije que era su momento y pensaba cumplirlo, cuando fue aflojando el interminable orgasmo que no me dejo continuar al inmovilizarme con sus piernas, fue cuando comencé a bombear lentamente llevándola al acto a la “casilla de salida”
Tenía un orgasmo “crónico” que a cada nueva embestida la volvía loca y le arrancaba un jadeo-gruñido que mostraban a las claras que estaba gozando de lo lindo, seguí así variando el ritmo para que no perdiera el conocimiento, hasta que me corrí por entero dentro suyo, me quede dentro y quieto hasta que nos calmamos ambos, cuando pudo me dijo que la acompañara al baño, teníamos que ducharnos y cuando llegamos me miro con cara de pena.
Se sentó en la taza del váter y me aproximo lo suficiente, para poder ir lamiendo besando y chupándome el capullo primero y el resto de la polla después hasta que casi era innecesaria la ducha en mi caso, aunque al terminar nos duchamos juntos y cuando salimos ya “formalitos” pues eran cerca de las seis, nos vestimos y le dije.
Mientras avisan de que llegan, podrías si te apetece acabar de poner al día “el diario”, esta mañana te ha quedado muy bien y no se te ocurra tocar la cama de Elena, ya la he tapado yo y quiero que “huela” a nosotros.
Me beso en los labios, asintió con la cabeza y me obsequio con una bella sonrisa.
Poco después yo mientras descargaba unas fotos en el portátil, llego el SMS de Elena de que ya estaban en el puerto y que papa estaba acabando de amarrar.
Eran cerca de las siete cuando oímos el coche, mamá ya había dejado como le dije el diario en el cajón de la mesilla de Elena, al entrar por la puerta beso a mama y me saludó efusivamente.
Cuando entro papá se dedicó a parlotear de cómo habían pasado el día y cuando pregunto si habíamos ido a Cambrils a comprar lo que habíamos quedado, le dije que no habíamos encontrado las llaves del coche, que las había buscado pero sin éxito, quizás estuvieran en la bolsa que empleo el día antes Elena.
Me miro un poco extrañada, entro en su cuarto, salió con las llaves en la mano y una sonrisa apenas perceptible, ya había visto lo que habíamos hecho en su cama.
Esa noche cenamos pronto y después de cenar papá tomo un coñac, como siempre que estaba de fiesta y al rato dijo que se acostaría pronto pues estaba un poco cansado, entonces mamá le recordó que cuando estaba cansado tardaba a dormirse y que sería razonable tomar una pastilla, ella tomo otra y se acostaron todos menos yo, que estaba acabando de ver una peli en la tele.
Cuando poco después de las doce pase frente a la habitación de Elena vi luz pero no entre, seguí hasta la mía y me acosté, había sido un día muy intenso y no conseguía dormirme del todo, al rato note que había entrado alguien en el cuarto, imagine que sería mamá y encendí la luz dispuesto a echarle la bronca, pensando que había simulado tomar la pastilla de dormir y que venía por “más gresca”.
La sorpresa fue cuando descubrí que se trataba de Elena, con una camiseta de mi talla como única prenda, pues ella de pie y yo acostado le veía los “pelillos” que bordeaban su coño, entonces le pregunte.
¿Qué haces? No te das cuenta que si viene alguien se liara gorda.
Sin responder abrió la cama y se tendió a mi lado entonces de cara a mí sollozando me dijo.
Elena- Tengo que contarte algo, es muy serio y quiero que me escuches con atención.
Hasta los 17 años salí con chicos, entonces mamá me llevo al médico y me dieron la píldora, me va muy bien para regularme la regla, pero en esa época conocí a Claudia y fuimos “amigas” dos años, lo dejamos porque las dos nos encaprichamos de Marta y fui yo quien se la llevo, hemos estado juntas los últimos tres años, en esos cinco años no he salido con chicos nunca y esta esquiada se ha suspendido por algo que me ha fastidiado y mucho.
Marta seguro que es bisexual, me dijo el día antes de salir que vendrían también dos chicos y una chica con los que hacía más de un año que mantenía relaciones, además de conmigo y que ya era hora de que participara y me integrara en el grupo.
Eso me enfureció y es por lo que no he querido ir, no sé si volveré con ella pues no me ha parecido un comportamiento sincero por su parte, ella insistía en que las “lesbianas puras” no existen y que todas somos bisexuales. No estoy segura de eso, es más yo ahora no se bien lo que soy y siempre he tratado de “ocultar” mis preferencias, al extremo de que ya viste como hable con mamá sobre la visita que harán pasado mañana a su primo Carlos, ella está convencida de que tendremos sexo.
Yo sinceramente no lo sé y es aquí donde puedes ayudarme, he leído lo que habéis hecho y he reconocido su letra, además de follarla por todas partes le haces que lo escriba ella, no si al final la harás que te busque amantes entre sus amigas y conocidas, aunque no es esto lo que me preocupa.
Ahora ya sabes que a pesar de lo que he podido parecer este tiempo, de sexo solo se lo aprendido con mis “dos amigas” y necesito saber si soy capaz de estar con un hombre, sé que tú no te mosquearas si después de un rato decido dejarlo pues reconozco que soy lesbiana y el contacto de un hombre no me gusta, siempre seremos hermanos y el beso que nos dimos, un beso es un beso y con eso no se puede saber realmente nada.
Diego- Menuda papeleta, tengo una tía en la cama casi desnuda pidiéndome sexo, pero con dudas sobre su sexualidad, además es mi hermana y la quiero como tal, si fallo y no acierto sobre la forma de tratarla quizás en lugar de ayudarla la perjudique y eso no quiero hacerlo, por otro lado si consigo convencerla de que es bisexual o una heterosexual, que ha tenido solo la oportunidad de estar con chicas por una “mala información”, serian dos mujeres agradecidas las que tendría en “casa” y entonces le dije.
No te preocupes por nada, solo piensa en una cosa que es una gran verdad, todo lo que suceda entre dos personas solo tiene el valor que se le quiera dar y el límite que tracen cualquiera de los dos o entre los dos.
No pienses en que “tienes” que hacer algo “solo” por no defraudarme. ¿Te apetece ahora tocarme la polla? solo para familiarizarte con ella, no quiero que hagamos nada esta noche, sería un poco precipitado y muy arriesgado.
Tímidamente al principio alargo la mano y llego a tocármela que por lo hablado se había puesto dura y el capullo sobresalía por la pernera del calzoncillo. Paseo su mano arriba y abajo varias veces, soltó una risita nerviosa y le dije.
La puedes soltar cuando quieras, solo era una sugerencia para que tuvieras algo en que pensar cuando te marches a tu habitación.
No sé si me oyó o simplemente que le gustaba lo que hacía, siguió con sus manejos y falto poco para que me hiciera eyacular, solté un poco de líquido preseminal que al notarlo no le molesto, pero le indico que el asunto se podía complicar esa noche.
Me beso en los labios y salió de la cama, cuando estaba de pie ya fuera de mi alcance, se sacó la “camiseta” y me dijo.
Elena- Todo esto será para ti, espero que te guste porque al menos una vez será todo tuyo.
Continuara
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