Fue en un verano hace mucho tiempo, mi pareja de 5 años y yo estábamos pasando por una meseta sexual, en buscas de nuevas experiencias, me abalancé sobre ella en el jardín mientras ella regaba una flor... o quería ahogar a mi tortugo beto que le comía las flores no recuerdo bien, la cuestión es que me acosté boca arriba en el pasto y ella me monto con gran pericia, en el frenesí de la pasión, pude sentir algunos pastos que me acariciaban el orto, esto me provoco una gran excitación, mi glande hinchado latía al ritmo de la marcha peronista y mi novia gemía como loca, decía que le excitaba como mi tortugo nos miraba con cara de pajero, en un momento determinado lo miro a beto y me estaba cogiendo una ojota, primero como cualquier otro ser en este planeta, me enfurecí, pensé "Beto la concha de tu madre, esas son haviannas originales... tienen el escudito de brasil loco" pero luego la ternura en su mirada ablandó mi corazón y acariciando su caparazón le dije " dale man... ponesela toda que le gusta... mostrale cuantos pares son tres ojotas..." a partir de ese dia siempre incluimos a beto y a una ojota en nuestras faenas sexuales, a veces es la ojota izquierda a veces la derecha, siempre una descansa porque la verdad es que beto calza muuuuy bien.
Eso es todo lo que tengo que decir al respecto de las festicholas.
Eso es todo lo que tengo que decir al respecto de las festicholas.
4 comentarios - Festichola en el jardín
no podes
no podes
jajaja