hola poringueros me disculpo por que este es mi primer post porfavor sean sinceros si hay algo mal que lo disfruten
Puedo jurar por mi santa madre, que me he "comido" muchos coños en esta vida (y los que me seguiré comiendo en la otra), aunque dicen que los ángeles no tienen sexo, que como sea verdad, ¡vaya putada! Bueno, a lo que iba.
Como dije en mi otro escrito: "el manjar más exquisito", el coño es sin duda el verdadero dios al que hay que adorar y bendecir todos los días, pues es el que te ofrece el placer más grandioso que la naturaleza hay podido crear. No existe nada, absolutamente nada que se pueda parangonar con el dios de los placeres, es el canto del poeta en su máximo arrebato.
Pero como todo en la vida, tiene sus categorías, también las hay en los coños, no todos son iguales y huelen y saben igual, ¡no que va! Son como el jamón, que los hay demasiados salados o demasiado insípidos, por eso todo jamón o coño que se precie debe estar en su punto. Como el coño de mi amiga Sandra Madraza. ¡el coño perfecto para saborear en toda su intensidad!
El coñito de mi amiga Sandra es como la concha más bonita que se puede encontrar en una playa (nudista, naturalmente) .
Esa hendidura longitudinal
que fluye entre sus nalgadas
cual fuente de un manantial
entre selvas de druidas y hadas.
La flor de una virgen vestal
que nace entre la enramada
de un vergel seráfico y celestial
cual rosa roja ensimismada.
Manjar de dioses cual ambrosía
que devora con ansiedad Ares
dulce y maravillosa malvasía
néctar de mis glorias y avatares.
¡Vulva sagrada de una diosa!
En tu busca recorrí mil mares
y me cantaran sirenas ociosas
para que viviera en sus lares.
¡Pero no! ¡Oh Sandra preciosa!
Tu eres la diosa de mis altares,
mi fantasía, mi quimera, mi cosa.
Eres la calma de mis pesares.
Lamer el coño de Sandrita y sentir sus aromas, es llegar a lo mas profundo e insondable de los placeres. Ese delicado incienso que se desprende de sus exudados naturales, sin ardides de desodorantes que desvirtúan el autentico olor y sabor a coño.
Los transpirados de Sandra son como los fragancias que desgajan las vulvas de las náyades que inundan los valles de los jardines de Ala. Semejantes al bálsamo que emana las hespérides cuando ofrecen sus cuerpos a los dioses que las protegen y las miman.
Aspirar el coño de Sandra, es sin duda el momento más emocionante de mi vida. Cuando la desnudo lentamente... Cuando bajo sus bragas con parsimonia angustiosa... Cuando descubro ante mi su "gran dios"... Me arrodillo ante él y le venero con la devoción más inmensa... Como se deben adorar a los dioses.
Puedo jurar por mi santa madre, que me he "comido" muchos coños en esta vida (y los que me seguiré comiendo en la otra), aunque dicen que los ángeles no tienen sexo, que como sea verdad, ¡vaya putada! Bueno, a lo que iba.
Como dije en mi otro escrito: "el manjar más exquisito", el coño es sin duda el verdadero dios al que hay que adorar y bendecir todos los días, pues es el que te ofrece el placer más grandioso que la naturaleza hay podido crear. No existe nada, absolutamente nada que se pueda parangonar con el dios de los placeres, es el canto del poeta en su máximo arrebato.
Pero como todo en la vida, tiene sus categorías, también las hay en los coños, no todos son iguales y huelen y saben igual, ¡no que va! Son como el jamón, que los hay demasiados salados o demasiado insípidos, por eso todo jamón o coño que se precie debe estar en su punto. Como el coño de mi amiga Sandra Madraza. ¡el coño perfecto para saborear en toda su intensidad!
El coñito de mi amiga Sandra es como la concha más bonita que se puede encontrar en una playa (nudista, naturalmente) .
Esa hendidura longitudinal
que fluye entre sus nalgadas
cual fuente de un manantial
entre selvas de druidas y hadas.
La flor de una virgen vestal
que nace entre la enramada
de un vergel seráfico y celestial
cual rosa roja ensimismada.
Manjar de dioses cual ambrosía
que devora con ansiedad Ares
dulce y maravillosa malvasía
néctar de mis glorias y avatares.
¡Vulva sagrada de una diosa!
En tu busca recorrí mil mares
y me cantaran sirenas ociosas
para que viviera en sus lares.
¡Pero no! ¡Oh Sandra preciosa!
Tu eres la diosa de mis altares,
mi fantasía, mi quimera, mi cosa.
Eres la calma de mis pesares.
Lamer el coño de Sandrita y sentir sus aromas, es llegar a lo mas profundo e insondable de los placeres. Ese delicado incienso que se desprende de sus exudados naturales, sin ardides de desodorantes que desvirtúan el autentico olor y sabor a coño.
Los transpirados de Sandra son como los fragancias que desgajan las vulvas de las náyades que inundan los valles de los jardines de Ala. Semejantes al bálsamo que emana las hespérides cuando ofrecen sus cuerpos a los dioses que las protegen y las miman.
Aspirar el coño de Sandra, es sin duda el momento más emocionante de mi vida. Cuando la desnudo lentamente... Cuando bajo sus bragas con parsimonia angustiosa... Cuando descubro ante mi su "gran dios"... Me arrodillo ante él y le venero con la devoción más inmensa... Como se deben adorar a los dioses.
1 comentarios - Me gusta como huele y sabe el coño de Sandra