Historias de oficina 7 el final parte 1

Bueno gente creo que esta será mi ultima anécdota, ya que creo que los estoy cansando un poco.
Espero que mis relatos les haya gustado, no me considero un cogedor, pero lo bueno es que después de tanto tiempo de sequía las cosas dieron un giro inesperado, y lo que voy a contarles ahora fue… lo mas loco que he hecho con una mina por muchas cosas. Así que aquí voy y espero me tengan paciencia y ruego no aburrirlos. Como lo que paso es algo extenso, sepan perdonarme y se que les prometí no hacerlo voy a tener que subir estos quizás en 3 partes. Y si no les gusta avísenme y dejo de joderlos con mis historias.

Las cosas en la oficina se me habían complicado un poco, lo bueno es que le pude contar a la mendocina de mi nochecita con la religiosa. Ella se alegro por mí y me aclaro que a ella le gustaba coger conmigo y que solo le interesaba eso y nada mas de mi y de ningún hombre con el que estaba.
La que había aflojado un poco con el tema de enseriarnos fue la cuarentona, la mina de a poco le había tomado el gusto a estar conmigo y con otros hombres.
La religiosa por otra parte se empezaba a encariñar conmigo, hasta me puso como numero gratis en su cel y a veces a la noche me llamaba y estábamos hr hablando y cuando congeniábamos para venga a casa era estar hr chupandonos… la muy turra no me dejaba cogerla, no es que me molestara como me chupaba, la mina era una diosa en eso, pero yo de vicioso quería mas ¿si es que me entienden?
Una tarde de invierno tuve que subir al altillo a ordenar carpetas y la mendocina vino conmigo, el lugar era medio chico y poco iluminado, fuere la hr que fuere. Loa mendocina aprovechaba cada momento para manotearme y obvio que yo no me quedaba atrás. Movimos carpetas como una hr entera y formamos como un muro que ya me llegaba hasta el ombligo –para nos mandamos una cagada- dije, y luego agregue –metimos en la pila carpetas que no correspondían.-
-A ver dijo- la mendocina y se arrodillo para ver los rótulos, pero al toque me miro y susurro –quiero pija- me bajo el cierre y saco mi pija por el costado del boxer, sentí la humedad y la textura de su lengua pasar por mi cabecita y la verga se me empezó a endurecer –como me gusta mamarte, que flor de pete que te voy a hacer- murmuro.
Al cabo de 5 minutos se asomo la cabeza de la jefa por la hendidura del altillo y me vio a mi detrás de las carpetas, rápidamente apoye una de mis manos en la frente de la mendocina para que dejara de chuparme, y como sospecharan la muy turra empezó a chupar con mas fuerzas y sumo a jugar con mis huevos con una de sus manos, me chupaba, lengueteaba y apretaba mi pija con los dientes.
-no esta acá “dijo el nombre”?-
-creo que fue a comprar cigarros- dije con vos media entrecortada
-te pasa algo?- pregunto mi jefa, mi vos salio raro porque sentía venir el orgasmo
-el aire de acá esta enviciado-
-bien si la ves, avísale que venga a mi oficina y cuando sea el horario en que te vayas veni que te quiero decir unas cosas sobre los libros de IVA.-
La jefa bajo y yo eyacule conteniendo las ganas de gritar, la mendocina no retiro su boca, se trago toda la leche, espero un rato y cuando broto un poco mas la recogió con la lengua –toda para mi solita- dijo, luego llevo la mano hasta la base de mi pija ejerció presión y arrastro su mano hasta la cabeza, salio un poco mas de leche y la recogió una vez mas con su lengua –ves putito, te estoy ordeñando- dijo la mendocina.
Ya era la hr de irse y cuando estaba por irme la jefa me llamo, me había olvidado.
Fui hasta la oficina, los demás se fueron y mi jefe estaba en notebook con los auriculares puestos escuchando quien sabe que.
-“dijo mi nombre” me pareció a mi o “dijo el nombre de la mendocina” te estaba chupando la pija?- sentí que mi mundo se desmoronaba, pensé “chau me quede sin laburo”
-dale respóndeme!- dijo levantando un poco la voz.
-puedo expli…- me interrumpió –te estaba chupando la pija si no?, contesta, es fácil responder-
-si…- dije humillado
Se hizo un silencio como por 2 minutos, ella grito el nombre de su marido y este no escucho por estar embobado con la notebook.
-Tengo 54 años- dijo mi jefa –conocí a mi marido en una procesión a lujan por ser junto con el de la juventud de iglesia, jamás estuvo con otro hombre el fue el primero y el único, y se que el solo me ha tenido a mi y a nadie mas, tengo 2 hijos, con el solo cojo una vez cada 15 días y es como un tramite, pero vos creerías que nunca le chupe la pija-
Me quede helado, sentía como si me estuvieran metiendo una barra de hielo por el orto, no daba crédito a lo que escuchaba, ella siguió –jamás me chupo la concha, rara vez me beso los pezones y siempre que cogemos es en la posición del misionero-
-No se que decir…?-
-te gusta que te chupen la pija?- me pregunto mi jefa
-si… si, si- dije medio perdido
-y a la “dijo el nombre de la mendocina” le chupaste la concha?
-si- conteste
-y te gusta hacerlo?-
-si, claro- dije mirando hacia atrás temiendo de que mi jefe viniera a vernos.
-tuvieron sexo anal?- cargo con otra pregunta. Yo asentí con la cabeza y mi jefa medio que puso cara de asco, como si desaprobara.
-eso no se si me gustaría, a vos te gusta?-
Yo asentí con la cabeza, mi jefa, para explicarles, y se hagan una imagen tiene 54 años, es flaca y alta, tiene poca teta y algo de culo, nunca vi mas porque andaba tapada hasta el cuello. Es castaña y con algunas arrugas.
Numeración del 1 al 10: 4.87.
-vamos afuera- dijo mi jefa. Ella se levanto, yo la seguí, ella fue hasta la oficina de su marido y le hizo señas, este se saco los auriculares, ella le dijo que me iba a mostrar de la casa un taparrollos que andaba mal, recuerden que era encargado de mantenimiento de una colonia de vacaciones.
Llegamos a su casa, ella cerro la puerta yo iba a seguir hasta el living donde creia que estaba la ventana con taparrollos, ella me detuvo tomándome por el hombro y me dijo a forma de orden –saca la pija-
Yo titubee, no sabia que hacer, a decir verdad mas que excitado estaba cagado hasta las patas, era un situación que me desbordaba.
-pela la pija- me ordeno.
Yo me baje el cierre y luego me baje el boxer y saque mi pija, ni la tenia parada.
Mi jefa se arrodillo y la miro por algunos minutos –nunca había visto la pija de otro hombre, salvo alguna vez la de mi hijo, pero nunca la de otro hombre, la tuya nada que ver con la mi marido- me la agarro con una mano, la movió para el costado, la subió, la bajo –a ver- dijo ella y comenzó a mover su mano, torpemente me estaba haciendo una paja, de a poco se me empezó a parar, ella se animo y dijo de nuevo –a ver- y paso su lengua por mi pija. Yo la miraba sorprendido –que no lo hago bien?- me pregunto. Por mi parte me la agarre y retire un poco de prepucio dejando la cabeza al descubierto. –a ver ahora- dijo otra vez y paso como 3 minutos pasándome la lengua por la cabecita, finalmente se me paro –te la puedo chupar?- pregunto, como no dije nada ella abrió su boca y con dificultad me hizo un pete. Hasta por momentos se le complicaba respirar y un par de veces saco la boca para toser por se habia manda la pija bien hacia atrás, ojo no me hago el pijudo, soy un tipo que considera tener una pija de mediana para abajo, esto pasaba porque la mina no tenia experiencia en nada de nada.
Al cabo de un rato se puso de pie y me guardo la pija, me miro y dijo –me falta cancha… quiero que me cojas- soltó
-que!!??- dije casi gritando.
-la semana que viene mi marido se va un seminario de la diócesis por 3 días, en esos días quiero que me cojas, y cuando te digo eso, es que quiero que me cojas como te cojes a la puta arrastrada de “dijo el nombre de la mendocina”-
Ya en la calle, y dispuesto a encender mi moto recibí sms, era la religiosa el sms decía –hice algo que puede que no te guste, podes pasar por casa-
Arranque mi moto y me fui pensando en la situación que había pasado y en lo que tenia que hacer la próxima semana.
Y que es lo que había hecho la religiosa que podía llegar a “NO” gustarme…