Mi Mama

Este relato se inicia el día jueves 7 de septiembre de 2006 cuando atiendo mi celular. Una de mis colegas del nocturno me avisa que no tendremos clases por dos días debido a que los estudiantes del diurno “tiraron” pastillas del veneno “gamexane” en las aulas, motivo por el cual no podría dictarse clase alguna. Agradecí el aviso, pues tenía primera, segunda y cuarta hora en el mencionado colegio y cuando terminé de dar clases en el nacional de señoritas a las 17 horas, me dirigí a mi domicilio.
Llegué y me preparé un café en tanto preparaba todo para darme un buen baño de relax. Me dirigí al baño y me quedé ahí dentro durante un buen tiempo. Cuando terminé salí al ante baño, deje todas las toallas en el lugar y cubierta tan solo por una toalla en la cabeza, el resto desnuda pues se suponía que no habría nadie en casa, me dirigí a mi habitación. Cual no sería mi sorpresa cuando frente a mi, totalmente desnudo, me tope con mi hijo Emiliano.
- Emi... ¿Qué haces aquí a esta hora?
- No vino una de las cátedras... y vos...
- No tuve clases en el nocturno...
La confusión era mucha. Pero la empeoró ver a mi hijo desnudo con su pene erecto y enorme. Como una boba me quedé admirando esa terrible pija parada entre sus piernas. Olvidándome que era mi hijo me moje toda, mi respiración se hizo agitada, las aletas de mi nariz se dispararon en busca de mayor cantidad de oxígeno, mis labios se resecaron y mi lengua infructuosamente buscó humedecerlos. Tratando de salir del paso y con voz temblorosa pues había perdido el control dije estúpidamente...
- Como creciste Emi... - pero mi vista no se despegó de su entrepierna
Emiliano se dio cuenta de lo que estaba pasando por mi mente y reaccionó... Tomando su enorme pene con las manos y cacheteándolo me preguntó...
- ¿Te gusta?
Sin darme cuenta de lo que decía, y en forma automática contesté...
- Si... mucho
- Entonces vení, chupalo...
Sin pensar, como dominada por una fuerza extraña me acerqué tomé su miembro entre mis manos y sin meditarlo me lo llevé a la boca dándole una mamada formidable...
El con los ojos cerrados disfrutaba el momento. Repentinamente tomándome por los cabellos me levantó...
- Vení para la pieza... putarraca... voy a romperte la argolla...
En lugar de ofenderme o enojarme esa forma de expresarse me “calentaron” más aún y sin oponer resistencia alguna me dejé llevar. Me tiro sobre mi cama y se zambulló sobre mi cuerpo. Sus besos y caricias me electrizaron por completo. Mi cuerpo y mi mente hervían mientras me entregaba con frenesí. Lo sentí llegar a la entrada de mi cueva. Su enorme tamaño y grosor me fueron “partiendo” la concha. Gemí... gocé... su entrada profunda en mi interior. Grité de dolor cuando llegó al límite. Se detuvo. Inició un movimiento suave de va y viene. El muy marrano sabía como hacerme gozar y lo puso en práctica. Con total paciencia fue llevándome hasta la cima del placer y los orgasmos se sucedieron en forma rápida y continua...
- Me vooooyyy...ahhhh
Mi alarido rompía con el murmullo de nuestra respiración...
- Estoooy...acabando....
Un segundo orgasmo me terminaba de sacudir...
- Espera ... espera...uhhhh....como...me...sacudíiiis todaaaa me voy de nueeeevvooooo aahhhhhgggg uuuuuhhhhhhmmmmmm aahhhhh...
Me elevaba, me transportaba y me hacía acabar con una maestría impresionante.
- Me cogés... mejor que...tu padre... uuuhhh...aaahhhh..uuhhhhhh... me estás..
matandoooo... acabooooooo....uuuuummmmmmm aahhhh ahhhhha ahhh
Ese orgasmo fue terrible... me dejó sin fuerzas... exhausta...
- Déjame descansar... un minuto... no puedo más..
- ¿Qué... me vas a dejar así?
Su verga estaba inflamada, roja, chorreante de mis flujos.. enorme
- No bebé... solo descanso un minuto...
- Date vuelta...
Giré mi cuerpo quedando boca abajo. Me incitó con sus besos al cuello, sus manos en mis senos y mi vulva. Frotaba todo su cuerpo contra el mío. Eso me elevó nuevamente. Levanté mis nalgas. Coloque una almohada debajo de mi vientre y le mostré mi chocha totalmente empapada. Mis jugos me había mojado toda desde el bajo vientre hasta la espalda. La raya del culo echaba líquido por doquier.
Viendo mi entrega y disposición acerco la cabeza de su miembro a la entrada de la vagina y lentamente lo introdujo.
- Hummmm...ssiii...asiiii
Lo sentía entrar y salir lentamente de mi cuerpo. Aprovechando mi posición introdujo sin mucho esfuerzo dos dedos en mi ano. El padre es asiduo concurrente a ese lugar. Eso elevó aún más mi temperatura y me descontrolé del todo.
- Asiii...sii..asi...cojéeme... rompeme toda... bebé ... dame ese pedazo..ssiii sii...
Sentí llegar el orgasmo y me entregué totalmente, levante el culo, abrí la concha y gemí, grité cuando acabé....
- Siiii....me...voyyy...aaaaahhhhhhhhhh que.. placeeeeerrrrr... bebeeeeeee.. uhhhhhh
El sin terminar de esperar mi acabada, en forma rápida, sacó su pija de mi cuerpo y aprovechando mi relax y mi entrega total la elevó hasta el agujero del orto y sin esperar nada la apoyo en su puerta y de un empellón me enterró el glande partiéndome el agujero anal...
- aaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyy... paraaaaaa... me ...rompeeesss el cuuuloooooo aaaayyyyy sacamelaaaa uuuuhhhhhh
Haciendo caso omiso a mi pedido siguió introduciéndose en mi cuerpo. Lo sentía desgarrarme por dentro. Me empujaba todo en forma brutal. Su enorme pedazo termino de entrar y comenzó a bombear en forma rápida y firme.
Entraba y salía de mi culo provocándome extrañas sensaciones entre el dolor, el placer y la lujuria.
Por momentos le gritaba que me la saque, o le pedía más.
Le imploraba que terminara de moverse o suplicaba que me llenara el orto de leche.
Esa dicotomía me llevó a tener mi primer orgasmo anal. No me di cuenta de lo que ocurría hasta que ocurrió. Sentí una extraña sensación de vacío y de pronto una ola de fuego me invadió y acabe como una perra...
- Siii... hijo de putaaaa...estoy acabando por mi culo roto... wachitoooo
El también se sintió venir y sus movimientos incrementaron la velocidad. Al sentirlo y darme cuenta que esta próximo a terminar, levante mis nalgas y abriéndome por completo lo dejé penetrar la totalidad de su falo en mi anillo anal. Tres o cuatro centímetros que permanecían fuera se hundieron en mi cuerpo. Gemí de dolor. Pero segundos después el calor de su líquido me invadió por completo...
- Si... Bebé... dame toda tu lechita... así... mi nene bonitoooo
Tras ese momento permanecimos acostados durante largo rato. El todo ese tiempo mantuvo su fabuloso pedazo dentro de mi culo...