Hoy planeo contarles, como dice el título, sobre un encuentro de sexo express. La historia es real y me pasó a mi el verano pasado, teniendo yo 19 años. Sucedió en Montevideo, ciudad donde vivo, más específicamente en la zona del parque rodo. Esta zona se dice que es una especie de “Cruising spot” o sea, un lugar donde va gente que busca tener sexo sin compromisos. No me quiero extender más así que empiezo 🙂.
Era una noche de enero, cerca de la medianoche. Estábamos con un amigo en el parque rodo sentados en un banco tomando una cerveza cuando de repente se acerca un flaco a hablarnos. Nos dijo que estaba esperando el ómnibus con un amigo al que nos señaló. El que vino a hablarnos no era muy lindo, normal digamos; el otro lo superaba bastante, tenía mas lindo cuerpo y un estilo medio planchita (El cual me encanta 🤤 ), bien pinta de macho como me gusta. Después de hablar un rato de cualquier cosa vino el otro chico, el más lindo. Seguimos hablando los cuatro y de repente el primero nos dijo para ir a dar una vuelta por el parque. Yo al principio dije que no, él no me gustaba mucho pero se ve que a mi amigo sí. Después de varias negativas de mi parte fuimos los cuatro a caminar por el parque con la condición que yo no iba a hacer nada. Cuando nos metimos a una parte un poco mas oscura, mi amigo y el flaco se alejaron un poco y yo quedé solo con este chico. Nos sentamos en un árbol y tuvimos la siguiente charla:
-Él: ¿Y nosotros que hacemos?
-Yo: Eh, no se
-Él: Vos ves…
-Yo: A ver, mostráme lo que tengo que ver entonces…
Al decir esto se me quedo mirando a los ojos, pero yo clavé mi mirada en su paquete que se empezaba a hacer notar, y él entendió. Se desabrocho los botones del pantalón y pude ver un bóxer rojo que escondía algo interesante en su interior. Sin dar más vueltas empecé a acariciarlo y empezó a crecer; pasé mi cara por el bóxer y el se éxito bastante, empezó a gemir y a tocarme el pelo. Para no hacerlo esperar más, se lo bajé; quedó frente a mis ojos una pija realmente linda, bastante grande, con pocos pelitos, de linda forma y para mi sorpresa, muy limpia. Ahí me excite demasiado, me abrí el pantalón porque mi pija me estaba matando de lo parada que estaba. Me dediqué a disfrutar ese hermoso pedazo lo más que pude, me lo tragaba hasta el fondo, le pasaba la lengua por la puntita, lo pajeaba, variaba el ritmo con el que chupaba; en fin usé todos mis trucos hasta que de repente de dice: -Pará, viene un guardaparque. Levante la cabeza y lo vi viniendo hacia nosotros, le guarde la pija, le cerré el pantalón y me abroché el mío.
Este hombre que interrumpió aquello que estaba disfrutando tanto, nos dijo que nos fuéramos, que ahí no podíamos estar. Eso hicimos, nos fuimos; pero al otro lado del parque a un lugar más oscuro y ahí se puso todo más interesante. Si les pinta, otro día se los cuento 😉
Era una noche de enero, cerca de la medianoche. Estábamos con un amigo en el parque rodo sentados en un banco tomando una cerveza cuando de repente se acerca un flaco a hablarnos. Nos dijo que estaba esperando el ómnibus con un amigo al que nos señaló. El que vino a hablarnos no era muy lindo, normal digamos; el otro lo superaba bastante, tenía mas lindo cuerpo y un estilo medio planchita (El cual me encanta 🤤 ), bien pinta de macho como me gusta. Después de hablar un rato de cualquier cosa vino el otro chico, el más lindo. Seguimos hablando los cuatro y de repente el primero nos dijo para ir a dar una vuelta por el parque. Yo al principio dije que no, él no me gustaba mucho pero se ve que a mi amigo sí. Después de varias negativas de mi parte fuimos los cuatro a caminar por el parque con la condición que yo no iba a hacer nada. Cuando nos metimos a una parte un poco mas oscura, mi amigo y el flaco se alejaron un poco y yo quedé solo con este chico. Nos sentamos en un árbol y tuvimos la siguiente charla:
-Él: ¿Y nosotros que hacemos?
-Yo: Eh, no se
-Él: Vos ves…
-Yo: A ver, mostráme lo que tengo que ver entonces…
Al decir esto se me quedo mirando a los ojos, pero yo clavé mi mirada en su paquete que se empezaba a hacer notar, y él entendió. Se desabrocho los botones del pantalón y pude ver un bóxer rojo que escondía algo interesante en su interior. Sin dar más vueltas empecé a acariciarlo y empezó a crecer; pasé mi cara por el bóxer y el se éxito bastante, empezó a gemir y a tocarme el pelo. Para no hacerlo esperar más, se lo bajé; quedó frente a mis ojos una pija realmente linda, bastante grande, con pocos pelitos, de linda forma y para mi sorpresa, muy limpia. Ahí me excite demasiado, me abrí el pantalón porque mi pija me estaba matando de lo parada que estaba. Me dediqué a disfrutar ese hermoso pedazo lo más que pude, me lo tragaba hasta el fondo, le pasaba la lengua por la puntita, lo pajeaba, variaba el ritmo con el que chupaba; en fin usé todos mis trucos hasta que de repente de dice: -Pará, viene un guardaparque. Levante la cabeza y lo vi viniendo hacia nosotros, le guarde la pija, le cerré el pantalón y me abroché el mío.
Este hombre que interrumpió aquello que estaba disfrutando tanto, nos dijo que nos fuéramos, que ahí no podíamos estar. Eso hicimos, nos fuimos; pero al otro lado del parque a un lugar más oscuro y ahí se puso todo más interesante. Si les pinta, otro día se los cuento 😉
1 comentarios - Un poco de sexo express...