Acabo de soñar en mi primera ves, no ocurrió pero me hizo pensar en como podría ser. Por alguna razón, una chica llamada Camila (de mi colegio) tenia que venir a mi casa a hacer algo relacionado con la tarea o una cosa así y se tenia que quedar a dormir. Ésta chica en la realidad no me gustaba, hasta ahora, que me empieza a interesar. No tengo idea como ni porque soñé con ella.
Palabras van, palabras vienen, empezamos a hablar mientras hacemos la tarea. Primero eran temas relacionados con nuestras vidas para conocernos más, es decir, nada muy importante. A lo largo que pasan los minutos, mutuamente empieza a surgir un profundo interés o pasión por el otro, fruto de quedarnos viéndonos como en un transe al terminar de reírnos de algún tema gracioso. Ella me hablaba con su mirada, ambos nos entendíamos. De repente nos dimos cuenta de que éramos dos adolescentes vírgenes, interesados profundamente, ansiosos de experimentar algo nuevo.
Cuando ella se fue, momentáneamente, a algún lugar que no me acuerdo, yo me puse a pensar; estaba sorprendido lo rápido que habíamos establecido una relación y lo mucho o que habíamos avanzado. Me preguntaba si ella estaba pensando lo que yo estaba pensando, si de verdad queríamos lo mismo, si de verdad nos comprendíamos. Claro fue el caso a su vuelta, ella fue directamente a mi cuarto a seguir hablando conmigo, esta ves de temas más relacionados con el sexo, ambos no teníamos idea cómo se manejaba el otro en ese aspecto. Nos hacíamos preguntas y nos reíamos mucho. Recuerdo que eran cada ves mas profundas e intimas; terminamos llegando a tener una confianza mutua completa, basada mas bien por el mucho interés que sentíamos por el otro, eran preguntas bastante “zarpadas” pero nunca nos negábamos a responder, nos rebelábamos, éramos totalmente libres y sin vergüenza, por ejemplo:
[...]
-Yo pregunto:- Y... vos ves p...?
-Ella dice:-Si, veo jajajaja por?
-Por saber jajaja me interesaba saber... cuanto.
-yyyy.... la verdad que mucho jajaja vos?
- jajajaj yo también veo mucho...
-Qué te gusta ver?...
[...]
Era evidente que ambos casi repentinamente gustábamos uno del otro y que queríamos hacerlo para sacarnos esas ganas, ese interés. Hablamos hasta el punto en el que ya no tuvimos nada más que decir y nos quedamos callados mirándonos fijamente por unos minutos, y ella me dice inesperadamente:
-Cuando querés hacerlo?
-Por que no hoy?
-Después, cuando todos estén durmiendo?
-Nadie nos va a oír?
-Seguro que no, donde?
-En mi cuarto, te espero
De repente entra alguien al cuarto y dice que ya es hora de ir a cenar. Vamos a cenar afuera a un restaurante, yo me siento en frente de ella, nos provocamos con las miradas, ella me toca las piernas por debajo de la mesa, etc... volvemos en el auto y llegamos a casa, yo me voy directamente a esperarla en mi cuarto. Mientras la espero siento una sensación de temor, mezclada con ansias, interés e intriga. A los 10 minutos de esperar, me despierto, y comprendo lentamente que todo era un irrecuperable sueño.
Palabras van, palabras vienen, empezamos a hablar mientras hacemos la tarea. Primero eran temas relacionados con nuestras vidas para conocernos más, es decir, nada muy importante. A lo largo que pasan los minutos, mutuamente empieza a surgir un profundo interés o pasión por el otro, fruto de quedarnos viéndonos como en un transe al terminar de reírnos de algún tema gracioso. Ella me hablaba con su mirada, ambos nos entendíamos. De repente nos dimos cuenta de que éramos dos adolescentes vírgenes, interesados profundamente, ansiosos de experimentar algo nuevo.
Cuando ella se fue, momentáneamente, a algún lugar que no me acuerdo, yo me puse a pensar; estaba sorprendido lo rápido que habíamos establecido una relación y lo mucho o que habíamos avanzado. Me preguntaba si ella estaba pensando lo que yo estaba pensando, si de verdad queríamos lo mismo, si de verdad nos comprendíamos. Claro fue el caso a su vuelta, ella fue directamente a mi cuarto a seguir hablando conmigo, esta ves de temas más relacionados con el sexo, ambos no teníamos idea cómo se manejaba el otro en ese aspecto. Nos hacíamos preguntas y nos reíamos mucho. Recuerdo que eran cada ves mas profundas e intimas; terminamos llegando a tener una confianza mutua completa, basada mas bien por el mucho interés que sentíamos por el otro, eran preguntas bastante “zarpadas” pero nunca nos negábamos a responder, nos rebelábamos, éramos totalmente libres y sin vergüenza, por ejemplo:
[...]
-Yo pregunto:- Y... vos ves p...?
-Ella dice:-Si, veo jajajaja por?
-Por saber jajaja me interesaba saber... cuanto.
-yyyy.... la verdad que mucho jajaja vos?
- jajajaj yo también veo mucho...
-Qué te gusta ver?...
[...]
Era evidente que ambos casi repentinamente gustábamos uno del otro y que queríamos hacerlo para sacarnos esas ganas, ese interés. Hablamos hasta el punto en el que ya no tuvimos nada más que decir y nos quedamos callados mirándonos fijamente por unos minutos, y ella me dice inesperadamente:
-Cuando querés hacerlo?
-Por que no hoy?
-Después, cuando todos estén durmiendo?
-Nadie nos va a oír?
-Seguro que no, donde?
-En mi cuarto, te espero
De repente entra alguien al cuarto y dice que ya es hora de ir a cenar. Vamos a cenar afuera a un restaurante, yo me siento en frente de ella, nos provocamos con las miradas, ella me toca las piernas por debajo de la mesa, etc... volvemos en el auto y llegamos a casa, yo me voy directamente a esperarla en mi cuarto. Mientras la espero siento una sensación de temor, mezclada con ansias, interés e intriga. A los 10 minutos de esperar, me despierto, y comprendo lentamente que todo era un irrecuperable sueño.
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