sesión "anal" con mi psicóloga Ana...

Si bien, con Ana no tenemos ni días y mucho menos horarios, nos comunicamos para concretar nuestras citas, que como ya dije en el otro post( leer mi amiga la psicóloga Ana, porque sino no entendes nada), es nuestro momento de encuentro. Pero habían pasado pocos días de la sesión y me resulto totalmente extraño recibir su llamada...

Ana: Hola gordi, tenemos que hablar
Yo: Si Ana, ¿que paso?
Ana: Lo del otro día. Bueno venite a casa...

Una comunicación relativamente corta, me sorprendió, sospeche que no andaba nada bien, decidí ir al banco, para pagar unas cuantas cuentas y de paso meditar en ese lindo ambiente, lleno de juvilados que tratan de pagar, cobrar y entender algo de todo lo que le dicen los empleados. Por suerte no tarde mucho y el poco tiempo resulto ser preciado para pensar y tratar de imaginar que podía pasar.
Las aujas del reloj asomaban las tres de la tarde, me cambio y me dirijo, para encontrarme con Ana. Llego a la casa, en el camino, sinceramente no pense nada, y toco el timbre, ella me recibe, me saluda, yo hago lo mismo, nos sentamos en la mesa de la cocina, en ella podía notar algo extraño, hablaba con dificultad y hasta de temas que no coincidian, entonces no dudo en apurar la situación...

Yo: Ana, dejate de joder, ¿qué pasa?
Ana: Mira, el otro día te fuiste, yo me acoste, la verdad que me encanto, pero hay algo que no me cierra
Yo: Uff, que raro, algo que a vos no te cierre, ¿el culo?, Ja y despúes de como te lo deje el otro día
Ana: JA, no estúpido, es en serio. ¿Qué onda P!?
Yo: Mira, te soy sincero. Es como mi casa, pero con muchos hermanos que hablan mi mismo idioma. ¿porqué preguntas?
Ana: Me intriga, pero todo esto es potenciado por lo que escribis, lo que contas. ¿Por qué lo haces?
Yo: Bueno bien, primero, me estas analizando. Segundo y tercer punto, lo hago para liberarme, para animarme a más, y compartirlo con todos que quieran seguirme
Ana: Es interesante, pero no logro entender, explicate mejor
Yo: Ana, tengo miles de fantasías, como todo el mundo, pero para que cada uno se anime algo tiene que potenciarlo, bueno a mi me lo generan los comentarios y los puntos. Pero, ¿A que viene todo esto?...

Ana me miró, río, e hizo un movimiento extraño para levanto su remera, previamente se había sacado los anteojos, me mostro sus tetas y mientras que desabrochaba levemente mi pantalón y va contandome por que lo hacia, "resulta, que no puedo dejar de pensar que miles de chicos y chicas lean lo que haces, lo que hiciste conmigo, quiero que me conozcan, leer cada detalle", mientras tanto me pajeaba, me chupaba suavemente la pija y acomodaba lentamente mi pedazo entre sus tetas para seguir hablandome, " me exita saber tus sensaciones, el otro día acabe, solamente tocandome y leyendo el relato de "mi vecina la cuarentona", me sentía parte de eso", a esta altura yo deliraba de calentura cuando agitaba mi pija entre sus tetas, haciendome la famosa turca, podía sentirla hinchada, de vez en cuando se metía la cabeza en la boca y la lubricaba muy bien con su lengua, sin dejar un milímetro seco. Ella se aleja, dandome la espalda, cierra las cortinas, comienza a bailar lentamente, se saca su pantalón me muestra la cola y continúa hablando, " se que sos un adicto al sexo anal, yo quiero entender esa adicción, dame el placer de analizarte y sentir como me cojes el culito". Realmente era lógico, seguramente ella deseaba afrontarse a una situación extrema, la cuál era muy díficil controlar, le iba a servir de mucho en un futuro para afrontar personas complicadas y obviamente saciaba mi sed de hacerle la cola. A todo esto, la temperatura aumentaba en mí y en el ambiente.
Ya con su pantalón en el piso y sacandose su tanguita bordo, ya podía sentirme adntro de esa cola necesitada de leche, acercaba su hermoso y perfecto orto, a mi cara, yo daba pequeños picos pero automáticamente se alejaba y dejaba en mi boca un sabor amargo por no poder darle el tan preciado "beso negro". "Ay papito, te deja caliente esta colita. ¿Contame como fueron estos días?", empezó a analizarme lentamente, yo tartamudeaba cada vez que se acercaba, y se me hacia díficil contestarle, aunque fui un hombre de pocas palabras, "Bien, ahora mucho mejor, ¿empezamos doctora?", volvió a acercarse, esta vez no la deje ir, la agarre de sus caderas y la metí justo en mi chota, rompiendome la misma y su hermoso aujero, a lo que ella acotó en ese momento, "AAAAAh, nooo, siii, que rico a dentro", pero inevitablemente seguía con la psicólogia," ¿Bueno como van sus historias paciente?", ya me encontraba lo suficiente agitado así que modere el ritmo y resumí todo, "genial, mi última victima fue mi vecina, le heche un buen polvo. No se si pueda repetirlo", "te conviene que puedas, por que para eso estoy arriba tuyo moviendo mi culito", contestó bastante enojada y aligerando fervorosamente la marcha. Todo estaba muy tenso, su culo y sus piernas, que hacían bastante fuerza para aguantar mis entradas y salidas de su voluptuoso ano, mi pija que deseaba explotar un mar de leche y la exitante conversación, que ella no podía evitar, "parece que estamos mejorando, la sesión empieza a dar sus frutos", "la verdad que sí, estamos por los 45 mínutos, se esta terminando y esto se pone mejor que con Jorgelina", le respondo para hacerla sentir bien, aunque sinceramente no estaba nada mal.
Cambiamos de posición, ella aceptó que le haga el pozo petrolero, aunque duró poco, se sentía incomoda y lastimosamente no podía hablar como lo deseaba, entonces volvemos a lo clásico, en cuatro, para poder hablar bien y que yo toque sus jugosos pezones parados, esta vez no dí mucho lugar para la charla por que mi pija explotaba. Me focalice en el interior de su culito y comence a darle sin asco, bien fuerte hasta el fondo, como me gusta hacerlo, que sienta todo mi pedazo adentro y mis huevos, llenos de leche, que golpeen contra su concha. Le daba demasiado fuerte, ya estaba por acabar, así que incremente, aún más, el ritmo. Se escuchaba como chocaban nuestros cuerpos, haciendo un hermoso sonido,"Paf, Plap, Paf". "Siento que esa pija explota, damela toda por la cola", al parecer Ana se había dado cuenta que estaba por explotar, no aguante más y acabe. Como siempre,involuntariamente ingrese hasta el fondo para llenar, lo más posible, esa cola. "Ja, Ja, tome doctora, le deje un mar de leche, y es toda suya", le comento, mientras que con sus dedos agarraba la leche derramada y se los metía en la boca para saborearla mejor. Exitadisima por el hermoso momento que habíamos pasado, decidió culminar la sesión con una frase inolvidable, "Bueno, parece que llegamos al final, pero mira vos, ya paso una hora. Quizas deba decir que esta sesión anal será inolvidable"...


Fin...


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