Mis Cuñadas -primera parte-

Tengo 29 años y estoy con mi chica hace 11 años. Ella tiene dos hermanas, una 4 años menor y una 2 años mayor. Mi chica esta muy buena, tiene un cola infartante, que te pone a 1000. Este es el mejor don que tiene la familia!!!!. Mi cuñada menor es una versión mejorada y lo sabe muy bien. Los dias de calor usa hot pants que le dejan casi la mitad del culo afuera.
Mi cuñada mayor, tiene un cuerpo de modelo de alta costura, flaca, con un culito chiquito pero parado y formado (ya dije que este es el don familiar!!).
De arriba las tres vienen bien, gomas duras y paradas, con pezones formados, y por lo que he probado, muy jugosos.

Un sábado por la mañana, estábamos en casa, yo hacia tiempo en la compu para salir a tirar unos tiros con mi aire comprimido con unos amigos, y mi chica esperaba a sus hermanas a almorzar, cuando la llaman del trabajo, necesitaban resolver un tema urgente. Antes de salir, me pidió que espere a sus hermanas y me quede con ellas hasta que volviera de trabajar. Se imaginan mi bronca avisándole a mis amigos que iría mas tarde…

Recuerdo cuando éramos novios, iba a la casa de mi chica, y me esperaban mis cuñadas en tanga (microbikini según ellas), yo tenía unos 18 años, y si, les dediqué mas de una!!!!!!!!!

Media hora después suena el portero, mi cuñada cecilia, la menor de las hermanas, con 24 añitos, había llegado. Traía puesto una musculosa a la altura del ombligo y una minifalda que apenas la tapaba el culo y se movía al ritmo de los cachetes. Obviamente, como buen caballero la dejé pasar primero en las escaleras (vivo en un primer piso), lo que me permitió verle el bollito apenas cubierto por una rosadita tanga que se le perdía en el medio del orto, lo que me causo un erección instantánea. Cuando entramos a casa, me sente en el sillón con las piernas cruzadas, no sabía como disimular la erección. Mi cuñada se sentó en el sillón de enfrente.
Querés unos mates mientras esperamos a tu hermana?-Pregunté
Dale –me dijo ella- Pero como vas ha hacer para pararte con las piernas cruzadas? No creo que eso se baje…
Me puse colorado y me quedé totalmente sin palabras.
Dejá, ya lo hago yo –dijo mientras se paraba del sillón.
Salió por el espacio entre mi sillón y la mesa ratonera pasandome el culo por la cara, y caminó hacia la cocina a buscar el mate.
Yo estaba en el sillón bastante desorientado, me podría coger o solo lo hacía para calentarme?
Diez minutos después volvió con una bandeja con el mate. Se agachó quebrando su cintura y mostrándome todo el culo y el chocho. Para mi sorpresa, se había sacado la tanga en la cocina!!!
No agunaté mas y le empecé a acariciar los labios exteriores de la concha, se la abrí suavemente y una gran cantidad de jugos vaginales salieron al encuntro de mis dedos. Dejé mi dedo pulgar jugando con sus labios, mientras mi dedo mayor se dirigió a su rosado clítoris, que comenzó a crecer de tamaño hasta alcanzar unos 5 centímetros.
Mi cuñada seguía haciendo el mate, doblada por la cintura, con su culo a 40 centímetros de mi cara como si no pasara nada. El olor de su chocho empezó a inundar el living, no aguanté mas, la agarré fuerte del costado del culo y me metí toda su concha en la boca, chupándola toda, eppezando por el clítoris, tirándo suavemente hacia atrás, llevándome sus labios y todo su jugo. A mi cuñada se le aflojaron las piernas y apoyó los codos contra la mesa ratonera. Sentí como su concha empezaba a latir, señal que estaba por acabar, en ese momento comencé a penetrarla con la lengua.
No aguanto mas, voy a acabar –gimió un instante antes de llenarme la de jugos vaginales-
En mi experiencia, nunca había estado con una mujer que acabara con esa intensidad, pero me encantó.
Se le aflojaron los codos, y apoyó las tetas contra la mesa, y apoyó las rodillas en el piso. Yo la seguí sin dejar de chuparla. Cuando noté que había pasado el orgasmo, le seguí chupando el diminuto agujero del culo metiendo la cara dentro de esas nalgas a las que tantas pajas le había dedicado. Estaba seguro que no me diría nada –apenas se podía mantener de rodillas después de esa acabada y quería que tuviera el agujerito lubricado para poder romperlo.
Pasaron unos 5 minutos, y mi cuñada se dio vuelta. Me senté en el sillón. Me bajó el pantalón, y empezó a chuparme la pija por arriba del boxer. Que hermosa sensación la de su saliva húmeda y caliente chorreándome sobre los huevos. Me sacó el boxer, y se prendió de mi pija. Primero me lamió la punta y después se la tragó toda, para pasarme la punta de la lengua por las bolas. Me agarró la pija de la punta, la apoyó sobre ombligo y empezó a hacerme una paja entre su mano y mi panza, mientras me chupaba y succionaba uno a uno los huevos. Semirecostado en el sillón, y viéndola tan cerca de mi culo, me jugué, levanté las piernas, las apoyé sobre su espalda, dejándole mi ano a su disposición. Sin dejar de pajearme, perdió su cara entre mis nalgas y me empezó a lamerme al ano. Entre lamida y lamida, metía la punta de su lengua. Estubo asi unos fantásticos minutos. Desde el culo subía a los huevos y bajaba hasta el culo, metia su lengua y volvía a subir, sin dejar de pajearme.
No aguanto mas putita, voy a explotar –dije tratano de contener el semen en lo huevos.
Rápidamente, dirigió la boca a mi pene, poniéndose mis cuadriceps sobre sus hombros. Allí estábamos, Mi cuñada en cuatro patas, chupándome la pija salvajemente, yo con los pies sobre su espalda y los muslos sobre sus hombros, tenía la vista de su culo que se movía al ritmo de su boca. No aguanté mas y le llené la boca de leche, que se tragó sin derrochar una sola gota.
Se incorporó, se sentó a mi lado, y sin decir palabra empezamos a besarnos salvajemente, le saque la musculosa, nos recostamos sobre el sillón, ella arriba mío, le empecé a chupar las tetas, mientras con mi mano derecha le acariaba el chocho. Llevé la mano a su boca, e hice que me chupara los dedos índice y mayor, cuando estuvieron bien mojados, le dije –Estos dos van adentro de culo-
Me va a doler? –preguntó casi con un gemido-
Si los mojas bien no –respondí y llevé la mano a su culo.
Empecé a hacer anillos alrededor de su ano con mi dedo índice, metí la mano izquierda entre el cuerpo de los dos le acaricié el clítoris que se había erectado nuevamente. Cuando su ano estuvo blando, le metí el primer dedo. Acomodó un poco el cuerpo y le metí el segundo dedo, al mismo tiempo aceleré el ritmo en el clítoris con el dedo pulgar y le metí dos dedos en la concha. Así cada vez que la embestía con mis manos, se estiraba llevando las tetas a mi boca, y cuando me retraía atrasaba su cuerpo para que no se salgan los dedos.
Sentí como mi pene se volvía a erectar, era el momento de penetrarla, cunado sonó el timbre del departamento (no el del portero), y la voz de mi otra cuñada gritó en la puerta –Gabriel soy laura-
Cecilia se salío de arriba mío, agarró la musculosa y corrío al baño. Que hermosa vista ese culo con la falda a la altura de la cintura corriendo…
Me puse la bermuda, empujé los boxer mojados abajo del sillón, y fui a abrir la puerta.