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Viaje de trabajo

Déjenme contarles la vez que conocí a una amiga de aquí, resulta que nos llevamos de pelos por esta vía y decidimos vernos un día para platicar, habíamos hecho una química impresionante, ella es muy bromista y yo también así que las pláticas subían de tono con las bromas como si nos conociéramos de años, y a veces con charlas pícaras todo en buen plan y haciendo bromas fuertes pero aguantándose como los machos jajaja.
Resulta que por parte de mi trabajo viajaría yo a su ciudad así que le avisé para ver si comíamos o nos echábamos una cheve, total que me dijo que si, y como siempre me cabuleó la muy ladina jajaja que si por mi edad no aguantaba la peda y ya sabrán a las bromas que nos vamos exponiendo con la edad jajajajajaja.
Total que después de mi turno de trabajo del primer día que pasaría por allá, nos quedamos de ver en una plaza para ir al cine y después a la cheve, iba yo como siempre un pantalón de vestir con una camisa sin corbata, como en la oficina todos los días, cuando la vi llegar, no maaaaaa se veía preciosa, traía una vestido de esos de gabardina que parecía bata de laboratorio, color vino, con un cinturón del mismo material marcando su cintura haciendo la ver WOW, el vestidito sin medias, resaltando sus bien torneadas piernas, exquisitas, largas delgadas pero con una forma de admirarse, unos zapatos de charol del color del vestido abiertos en las puntas, dejando ver unos pies perfectamente arreglados con sus uñas coquetamente pintadas, el color de su piel resaltaba perfecto con el color de la ropa, morena clara, con sus ojos color café y esa sonrisa que inunda su cara, bueno total que sonríe y se muerde las orejas, es una persona que contagia su alegría, coqueta desenfadada, ese tipo de gente con la que puedes estar totalmente en silencio y no te aburres.
Pasamos a comprar los boletos mientras nos poníamos al tanto de nuestras vidas, ya saben estudios familia hijos y demás, se me antojó ver una película de esas de comedia americana, de las más simples que hay, hacía mucho que no me reía de tonterías y me hacía falta, nunca está de más reír, la película transcurría con sus boberas y reíamos como chamacos, la verdad es que estaba tan boba que la risa era incontrolable, al menos te reías de las situaciones tan viajadas que jamás podrían pasar en la vida real.
Comenzamos en el transcurso de la película a bromear ya subidos de tono, mofándonos de nuestros cuerpos y haciendo comentarios chuscos de la película, y después pasamos a contarnos las tonteras que hicimos más chicos, en que lugares locos lo habíamos hecho y cosas así, entonces llegamos a las apuestas a ver quien se atrevía ya a esta edad hacer estupideces y comenzamos retándonos, el clásico del cine, subir los pies en la butaca de enfrente sin que te regañen, le dije que duraría 5 minutos y ella me decía que no, entonces le dije que si duraba 5 sin que me dijeran nada tendría que pagarme con un favor sexual, la carcajada fue sonora, pero aceptamos jugar rudo, subí los pies y comenzamos a contar el tiempo, eran 4 minutos con 50 segundos cuando me dijo chin ya perdí, me reí y le dije es broma si no quieres solo lo dejamos como juego, y me dijo, como crees, ahora nos aguantamos, y me pregunto qué quería en pago, le dije que quería conocer sus pechos y se sonrojó, y yo botado de la risa le dije que habíamos quedado en favores sexuales, así que se rió y se puso colorada y me dijo, está bien, las deudas de juego son deudas de honor, me reí pero la ansiedad me comía, claro que debía perdonar la deuda ,pero por supuesto que quería cobrarla, cuando sentí tomó mi mano y la llevo a su pecho, sentí un seno caliente, rico, totalmente manejable, cabía perfecto en mi mano, me encantó sentirla pero pregunté por qué no solo me había mostrado, me dijo con tono de no seas bobo, ni modo que las saque aquí a demás te fue mejor y soltó la carcajada.
Está bien dije, gané más de lo que pedí, estábamos de simples pero el calor se empezaba a subir, le dije ahora vas tú, y sonriendo me dijo que no se le ocurría nada, me dijo que esta apuesta era distinta, que si se quitaba la tanga y duraba sin ella 30 minutos sin queja, entonces pediría un favor mío, yo acepté pero le dije que no iba a ser fácil porque eso de andar sin calzones media hora cualquiera, aceptó y entonces le dije que se los quitara y los pusiera en el bolsillo de mi camisa, le dio risa, pero lo hizo, y entonces me senté a ver la película, y ella como si nada con la duda y los nervios, después de 5 minutos que la noté más confiada le dije que ya me había aburrido la película que nos fuéramos por la cheve, otra carcajada y el color le subía, pensé que en ese instante perdería y me pediría su tanga pero no fue así, salimos del cine y caminamos por la plaza, la tomé de la mano para que no le invadieran los nervios pero yo de maldoso le dije que quería dar un vistazo a la plaza, me dijo que si pero se reía de nervios, caminábamos y yo como si nada la hacía detenerse en los escaparates a babosear, el chiste era traerla sin tanga o hacerla que se desesperara y me la pidiera así perdería y ya veríamos como hacerla pagar, en eso vi las escaleras y le dije vamos arriba, me apretó la mano y se volvió a reír fuerte con nervios, y le dije si no quieres no, me dijo que solo se estaba dando valor por que no le gustaba perder.
Nos fuimos hacia la escalera y la vi que se ponía roja y entonces se paso un poco de largo, fue cuando pesé que ya había ganado, pero después me di cuenta de mi error caminaba a escaleras estáticas para ponerle mas chispa a la apuesta, así que me dijo, dame 5 escalones de ventaja, y comenzó a subir, volteé y vi sus nalgas redondas preciosas, lozanas moverse al compas de sus pisadas, subiendo escalones uno por uno con picardía, dejándome ver lo que escondía su vestido y a la vez tapándola para que nadie más viera.
Ahí íbamos subiendo en la plaza y yo miraba por debajo de su vestido de gabardina, que bueno que era color vino porque me dejaba ver lo blanco de su piel y lo rosado de su sexo, terminamos de subir después 22 minutos de iniciada la apuesta, y le dije que los otros 8 podían perdonarse porque lo que acababa de hacer era mucho más de lo que imagine que haría, nos acercamos a un baño y le entregué su tanga, entro con una risa y salió al instante de habérsela puesto de nuevo, le dije que había perdido y me dijo que no la conocía, fue tan excitante el momento que comencé a sufrir una erección leve pero totalmente cachonda, de peligro y emoción, se lo comenté y volvió a reír fuerte con esa energía que le caracteriza, le dije que si nos íbamos entonces por la cheve y me dijo que sí, que concia un billar donde había buen ambiente y donde se tomaba buena cerveza de barril, acepté gustoso y nos subimos a un taxi, le pregunté que era lo que iba a pedir y sólo sonreía, me dijo que lo estaba pensando por que había ganado y bien, me reí y le dije claro que ganaste y bien, jamás espere tanto, volvió a reír y me dio un beso tierno en la mejilla de niña inocente, me saco de quicio, me emocionó e hizo que me pusiera duro como un toro, como era posible que se hiciera la tierna después de lo que acababa de hacer.
Me senté de lado en el taxi y ella lo notó, me vio el bulto de reojo y volvió a reír, esa risa empezaba a ponerme demasiado ardiente, llegamos a una avenida ya con poco tráfico pero con un billar grande con anuncios de neón, entramos y me dijo que le gustaba jugar pool, accedí sin problemas diciéndole que la carambola no se me da, sólo la de bolsillo, soltó la carcajada que ya me ponía loco de escucharla y nos dieron el cajón con las bolas, el triángulo y dos tizas, me dijo que las mejores mesas estaban arriba, subimos dos pisos, y llegamos a un área grande con 3 mesas repartidas con el espacio muy cómodo una especie de privados pero para el billar. Le pregunté que quería jugar y me dijo que aquí venia lo interesante, que en vez de pagarle accedería a un juego que ella tenía en mente, íbamos a competir por puntos corridos, las 15 bolas tenían que entrar de la 1 en adelante en perfecto orden, yo le dije que eso estaba bien pero donde estaba lo interesante, volvió a reír y ya no me contuve, me acomode el miembro que ya empezaba a soltar liquido.
Me dijo con una sonrisa y unas chapas de los nervios que por cada punto que cada quien acertara el otro le daría un lengüetazo lento en sus genitales, sonreí y acepté gustoso, nos calamos un taco cada quién, comenzamos a jugar, metió la bola 1, y pregunté si se cobraba por bola o al finalizar la cuenta, lo pensó unos segundos y me dijo espera, salió al baño, y regreso rápido con algo en la mano, puso nuevamente su tanga en mi bolsa y me dijo por bola, y se sentó en la orilla de la mesa esperando, me agaché ya con una erección tremenda y me dije, contrólate esto debe ser despacio, y entonces, le alcé un poco las piernas y pasé mi lengua desde su perineo hasta su pubis despacio, tomándole sabor y haciendo las pausas necesarias, ella me dijo que así estaba bien, se bajó de la mesa y acarició mi miembro encima del pantalón y me dijo que esperaba que pronto metiera bola, comenzamos a perseguir la bola 2, ya eran más los nervios pro que ninguno conseguía meter nada, las bolas comenzaron a moverse y a quedar estorbando las buchacas, y mi erección comenzaba a perderse pero la excitación seguía por las ganas de meter algunos puntos, ene so un golpe de suerte, le pego a la bola 2, y esta empuja a la 11, entrando las dos juntas, solté una carcajada y ella otra y me dijo ni modo a pagar, le dio un trago a su cerveza, y me sentó en la orilla de la mesa, me abrió el cinturón, y me desabrochó el pantalón, y antes de sacar nada me dijo esta va por mi cuenta, y se agachó a bajarme el calzoncillo con los dientes sin meter las manos, mi pene le rosaba la cara, los labios y todo al maniobrar y yo estaba como loco, por fin lo liberó y empezó a pagar los 13 puntos. Tres pasadas lentas con su lengua en mi glande me hicieron sentir más caliente que nunca, y me dijo que no metiera las manos, obedecí y me bajó mas la ropa liberando mis huevos, la siguiente pasada fue desde la base hasta el glande, lo rodeaba como si fuera caramelo, terminó y estaba yo con los ojos cerrados, sentí como me volvía a tapar con mi ropa y se iba por su taco, ese temple me estaba poniendo más caliente que nada, le tocaba tirar, buscó la bola 3 y al intentar meterla, metió antes la 15, volteó y me dijo, la intención es lo que cuenta, así que me dio risa, se subió a la mesa y me dijo que quería los 15 más lentos que el primero, empecé a pagar, cada pasada me tomó por lo menos 7 segundos, despacio, saboreando, ya estábamos muy calientes cuando me dijo, ya vámonos de aquí.
Nos acomodamos la ropa y nos dimos un beso, toque nuevamente sus senos y nos dispusimos a pagar, subimos a un taxi nuevamente y nos llevaron a un hotel, en el taxi ya íbamos tocándonos todo y besándonos de la forma más loca que se puede, ya no aguantaba quería sentir toda su piel pagué el taxi y nos bajamos, pedí una habitación y nos fuimos rápido, ya estábamos listos para lo que fuera, entramos y al cerrar la puerta ella quitó su cinturón y desabotonó el vestido, estaba desnuda debajo, un cuerpo exquisito se apenó y me dijo que ya no era lo mismo, y yo le dije que eso no importaba que lo que nos había llevado ahí era el gusto que sentíamos uno por el otro, me desnude, y nos fuimos a la cama, nos besamos y nos acariciamos lento y rico, sentía en cada palmo su piel y su olor. Al llegar a su sexo me detuve, tenía un leve olor a cerveza que hizo que me diera risa, y que me pusiera más caliente, por que recordaba como se había portado en el billar, me hinqué, y alcé su s piernas dejándola casi sostenida solo por la cabeza, y entonces vi de frente y con toda la luz esa conchita rosada, rapadita, rica, húmeda que me exigía a gritos ser comida, le di un beso y repetí la acción lento desde el perineo hasta el pubis, una y otra vez, a ella le temblaban las piernas cada que pasaba por el clítoris, y me decía que no la hiciera sufrir así, le dije que me dejara hacer a mi gusto que mejor que tomara el miembro, y lo puso en la palma de su mano, en esa posición incómoda en la que la tenía empezó a hacer movimientos lentos y al llegar al glande lo sobaba con un dedo, se uso más duro de lo que ya estaba y entonces aceleré el ritmo de lo que yo hacía ya no podía más, mi lengua empezó a recorrer su pubis, sus piernas y poco a poco la fui bajando, subiendo hasta llegar a esos pechos exquisitos, de chocolate, esos pezones oscuros que me gustaron desde el momento en que los toqué en el cine, los sobé con calma, despacio, y los chupaba, subía y la besaba y volvía a bajar a sus pechos, me acosté a su lado y le sobaba su sexo, y ella el mío, después de besos y caricias le pedí que subiera, ella accedió, con una sonrisa y un beso en mi nariz, se sentó en mi estómago y se alzó lo suficiente para acomodarse, no la deje llegar ya no aguantaba, me deje ir con furia dentro de su ser, y al sentir el calor me estremecí, era perfecto, cálido y húmedo, comenzamos a movernos despacio, mientras yo sobaba sus senos y ella me sonreía se agachaba y nos besábamos pero no perdíamos el ritmo, nos fuimos acelerando mas, y le dije que esperara que aun no quería terminar, se detuvo y la bajé de mi cuerpo, le dije que me habían encantado sus nalgas que se pusiera en 4, me dijo que por ahí no, y le dije que eso no quería, la puse en 4 y bese lento sus nalgas, las arañaba y pasaba mi mano al frente a sentir su humedad, lento me acerqué y me deje ir de nuevo, nos movíamos al compás, a un mismo ritmo, todo se fue acelerando, los ruidos subieron de volumen, y el calor aumentaba, estábamos ya los dos casi en un grito cuando me dijo, que no me saliera que no había problema, eso me prendió mas, la tomé fuerte por la cadera apretando su piel y nos movimos extremadamente rápido, sentí como terminaba como me vaciaba, pero no me dejé de mover, ella al sentir, intento levantarse un poco, y sentí como chocaba mi miembro en sus paredes, ella se movió más rápido yo ya no reaccionaba del placer que eso me causaba y entonces se detuvo, sin hacer un solo ruido, no sabía yo que pasaba y sentí como me tomaba del cabello haciendo su brazo hacia atrás, entonces me dio un jalón y me dijo en un susurro, muévete despacio, yo lo hice y en cada entrada ella temblaba y entonces sentí como algo comenzaba a escurrir, había terminado también y sonreía, se quedó inmóvil unos segundos y después se tiró en la cama, me dijo que la abrazara y así nos quedamos toda la noche.
Al día siguiente cada quien se fue a su trabajo, quedamos de vernos pronto, ella prometió que la próxima visita haríamos algo especial, aun espero la fecha.

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