li Cuando me case compre unos terrenos en el campo, por una hipoteca, en 25 de Mayo, que es provincia de Buenos Aires, Argentina. La idea era hacerlos producir y construí mi casa ahí mismo.
Me llamo Juan Pablo, tengo 34 años y me case a los 30 años. Mido 1,78, blanco y pelo enrulado, por el trabajo arduo en el campo tengo un buen físico, musculoso y fibroso. Mi señora se llama Marcela y tiene 30 años, es una mujer blanca media petisa y pelo lacio largo y morocho, una mujer preciosa. Tenemos un hijo pequeño de 3 años, que se llama Joaquín.
El campo andaba bien, hasta que una racha de sequía, luego una plaga y para colmo también granizo hizo que todo se venga abajo. Pronto empezaron las deudas, hasta que me empecé a atrasar con la hipoteca del campo.
Un día llega un sobre en el cual nos comunicaban que por falta de pago iban a rematar el campo y nos daban una fecha para pagar con plazo de tan solo dos semanas. Era una situación desesperante, el monto era enorme. No sabía que hacer, nuestras familias no podían ayudarnos, eran muy humildes. Estaba destruido, en bancarrota total!
Un día, viéndome totalmente acorralado, agarre la escopeta, pensaba en el suicidio, estuve a punto de tirar del gatillo, pero se me vino a la cabeza la imagen de mi pequeño Joaquín y no lo hice. En cambio me fui a un bar del pueblo y comencé a tomar sin parar, había algunas personas que concia y a todos les contaba mi situación, con mucha pena y ebrio. Cada vez estaba más ebrio y cuando el bar cerro, un hombre, Ernesto se ofreció a llevarme.
Ernesto era dueño de gran cantidad de campos, tiene unos 55 años, es más alto que yo, creo que mide 1,85m aproximadamente, es rubio, de ojos celestes y es robusto. Está casado y tiene 2 hijos adolescentes. Cuando llegamos a la tranquera de mi campo, paro la camioneta y nos quedamos en silencio un rato. Yo estaba muy borracho, pero luego Ernesto hizo un comentario que me volvió en mi de inmediato.
- Yo puedo pagar tu hipoteca. –Me lo decía mientras ponía su enorme mano en mi hombro.
- Qué? – yo estaba perplejo. Mis ojos se iluminaron.
- Sí, yo te la pago y de a poco me lo vas pagando vos a mí.
- No lo puedo creer!!! Gracias!!! – me lance a llorar y me tire encima de él. Lo abracé con todas mis fuerzas. Estaba super feliz.- y como quieres que te lo pague?-agregué luego.- me va a costar juntar el dinero.
- Bueno –dijo él- No estoy interesado precisamente en tu dinero.
- Como es eso? Explícate! Yo ya no entendía nada y mi cara volvía a mostrar preocupación.
- Yo pensaba en que me pagues con sexo.
- Que? –no lo podía creer.
- Sí! Quiero tener sexo con vos. -Ahora con un tono mas autoritario.
- Es que…. Yo no se…. Nunca pensé en los hombres. No se si voy a poder hacerlo.
- Bueno nene, pensa en que se terminan todos tus problemas de guita de una, sin poner un mango. –dijo.
- Y mi señora?-dije- Como se lo explico?
- Bueno pibe, no se tiene que enterar. Lo vamos a saber solo vos y yo, nadie más.
- Es que…. –no sabía que hacer, yo soy heterosexual, pero por otro lado, era solo una vez y se me terminaban todos los problemas.- bueno acepto! – le dije.
- Bueno bien. Por fin captas la onda hombre.-dijo – ahora te voy a explicar como vamos a hacer.
- Bueno está bien.
- Este lunes te vas, por la mañana, a mi oficina del pueblo y te doy la guita. Después vos vas a la ciudad haces todo lo que tengas que hacer en el banco. Cuando termines te vas a mi chacra, que yo te voy a estar esperando ahí.
- Pero no está su familia ahí?
- No flaco! Nosotros vivimos en una casa del centro. Esa casa está para los fines de semana nada más.
- Ok bien.- y baje de la camioneta.
Llego a casa, me pego una duche, despierto a mi mujer y le cuento que nos habían dado un préstamo a pagar a largo plazo. Marcela estaba muy contenta, hacía tiempo que no sonreía. Luego la agarré con fuerza y pación, la besé y tuvimos sexo. Yo estaba hecho un salvaje, la penetraba como nunca! Ella gritaba desaforada.
- Siiiiiii haceme tuya! Siiiii.
- Te gusta perra?- yo estaba como loco.
- Hay mi amor!!! Como se te puso hoy… esta gigante y re dura…me encanta!!!- cabe aclarar que yo vengo bastante bien de pija, 19 de largo y 5 de ancho, además es bien cabezona.
- Ahora la vas a sentir bien- en eso, se la saco de una y doy vuelta a Marcerla, le escupo el culo y le meto un dedo.
- No, amor por atrás no!- me dijo, pero no ponía resistencia. Ella nunca me había dado el orto porque decía que tenía la pija muy gorda. Una vez lo intentamos pero fue muy frustrante, no pude meter la cabeza si quiera.
- Si yo te lo voy a desvirgar querida! Hoy no zafas. – dije, mientras le ponía otro dedo y mas saliva.
- Hay!- gritaba, pero era de placer.
- Bueno ahora sí!- le apoye la verga en su ano y empecé a empujar medio a lo bestia.
- Hayyyyyyyyyy, no, no , no. –grito- vasta por favor!!!! Juan vasta!!!!!-
- No querida hoy te la bancas! – le dije.
De una sola vez se la puse hasta el fondo. El grito que pegó fue tremendo, desgarrador y un llanto soltó. Pero a mi no me importó, yo era una maquina imparable y le daba a mas no poder. Era increíble, mucho mejor que el sexo vaginal. Mientras le daba a mi mujer pensaba en Ernesto, seguro que esto era lo que el quería. Me debe haber visto como un macho semental, pensaba. Me imaginaba que el culo de mi esposa era el de él y mas le daba aún, seguramente el quería que le rompa bien el culo, como lo estaba haciendo con mi mujer.
- Hay voy a acabar…. –grité.
Las embestidas se embrutecieron y por fin! Le llené en culo de leche, le saqué la pija y la leche empezó a salir por el ano, pero estaba rosita, es que de tanta cogida se lo había desgarrado. Ella estaba abatida, muy dolorida y con los ojos llenos de lagrimas.
- Sos un bestia, me lo rompiste mal!!- me dijo.
- Es que….- no sabía que decir, me había sacado.
- Sos un bruto!!! Un animal!!! Acabe tres veces, bestia bruta!
- Qué? – nunca había acabado tanto de una vez- te gusto?
- Increíble! Espectacular!- dijo y se rio, luego se me tiro a los brazos y agregó- fue la mejor cogida de mi vida amor, quiero que lo hagas siempre así! Te amo!! Te amo!!
Comenzamos a besarnos muy apasionados. A mí no se me podía ir de la cabeza, Ernesto, el lunes estaría así con él. En eso miro hacia la puerta y estaba Joaquín mirándonos con cara de asustado.
- Ven hijo- le dije.
Vino corriendo a la cama y se nos tiró entre los dos.
- Mamá esta bien?- dijo.
- Si bebé, porque? –ella
- Porque gritabas mucho.-respondió.
- Es que papi es muy fuerte mi amor.- Dijo ella.
- Estamos festejando mi vida, solo eso.- agregué yo.
- Algún día voy a ser tan fuerte como vos papi?- pregunta Joaquín.
- Claro mi amor, claro.- dije.
Luego nos quedamos dormidos los tres en la cama. Ese fin de semana estuvo espectacular, la pasamos re lindo en familia, los tres. Además yo ya no estaba tan preocupado por el lunes.
Y el lunes llegó. Fui a buscar la plata a la oficina de Ernesto. Me la dio un empleado, ya que él no estaba. También había un sobre. Lo abrí y decía: “no me falles, te espero en la chacra”.
Hice todos los trámites para saldar la deuda. Luego emprendí camino a la chacra de Ernesto, en el camino pensaba como me lo iba a culear, se lo iba a pagar todo de una, es más le daría tanto que quedaría en deuda conmigo, pensaba y me reía.
Al llegar a la chacra ya eran como las tres de la tarde, no había nadie, solo la camioneta de Ernesto afuera de la casa. Entonces se asomó por la puerta.
- Hey… por acá… date prisa.- dijo.
- Ok.- dije- estacione y baje de la camioneta.
- Como estas nene?, no veía la hora de que llegaras.
- Todo bien, un poco ansioso nada más.-dije.
- Quieres algo para tomar.-dijo.
- No gracias.-conteste.
- Ok. Quieres ir a los trámites de una verdad? Vas a ver que después no te vas a querer ir mas.- me dijo y soltó una carcajada.
- Jaja vamos a ver.- contesté en un tono de agrandado.
En ese momento se me abalanzó encima de mí y comenzó a besarme. Yo intente despegarme, pero era inútil, estaba muy decidido y era demasiado fuerte. Me sentía indefenso, ahí me doy cuenta de que sus brazos eran el doble de grandes que los míos y tenía una espalda enorme. Era increíble su fuerza, me tenía atrapado y me besaba en la boca y el cuello.
- Quédate tranquilo bebé.- me dijo.- que lo vas a disfrutar mucho. Hacete la cabeza de que acá mando yo y te voy a hacer pasar el día de tu vida. Relájate un poco mas y disfruta.
Dicho eso me apretó más fuerte y me hizo sentir su entrepierna, sentía algo enorme. Pero comprendí y me relajé hasta que luego lo besaba yo también. Nos acariciábamos apasionadamente, me estaba gustando, me excitaba ese hombre tan grande y machote. Se saco la camisa y luego me la socó a mí, no podía creer el físico de este tipo, me doblaba en tamaño, no lo había notado antes, y era muy musculoso por el trabajo en el campo. Me sentía un niño frente a él, era mucho más hombre que yo. Como me besaba y me tocaba, ya no podía resistirme, me estaba gustando y mucho. Me estaba entregando a él. Fue en ese momento en que me di cuenta, yo no haría otro culo ese día, como a mi mujer, hoy yo sería su mujer.
Desabrochó mi pantalón, sacó mis calzoncillos y tomo mi verga con la mano, que ya estaba totalmente al palo.
- Pero bueno, que pedazo de verga tienes, bebé- dijo.
- Te gusta?
- Me encanta!-dijo.
La introdujo en su boca, era increíble, como la chupaba. Nunca me la habían chupado así. Mi mujer no sabía como hacerlo en comparación. Pasaron como dos minutos…
- Ay….. voy a acabar.- grite.
Que cantidad de leche me salía, toda a su boca. Era una excitación tremenda y el seguía chupando, hasta el fondo! Nunca había sentido eso. Cuando terminé, era tal la excitación que mi pija seguía muy dura, como si nada, había tenido un orgasmo tremendo y quería seguir como si nada, nunca me había pasado eso. Luego se paró y me empezó a besar, tenía el gusto a mi verga y esperma en la boca, me encantaba, me excitaba mas.
- Para que te vayas acostumbrando al sabor hijito.-me dijo.
Luego me agarro la cabeza con sus manos y me hizo agachar. Quede frente a ese bulto enorme que estaba debajo del pantalón. Lo acaricié un poco, noté su volumen, asustaba un poco, pero seguí y desabroché el pantalón. Wow! Para mi sorpresa no llevaba slip y salto de golpe hacia mi. Era descomunal, mucho más larga y gruesa que la mía. No podía dejar de mirarla, la empecé a tocar, no la podía agarrar con una mano. Le pasé la lengua, me gustó su sabor. De pronto Ernesto agarra su chota y me la pone en la boca, era enorme. Yo estaba ciego de placer, ese miembro enorme en mi boca me enloquecía, no podía parar de chupar, estuve un rato largo haciéndolo. De pronto me agarra la cabeza y me la coje con su pija, me la hacia llegar a la garganta, me atragantaba y me daban arcadas pero el no paraba, hasta que la leche broto. Yo era como un ternero, mamaba y tragaba leche, que cantidad de leche, me la tragué toda has la última gota.
Sin perder tiempo me levantó y me colocó en una mesa boca abajo con los pies colgando. Sentí algo húmedo en el ano, era su lengua. Yo estaba totalmente entregado. Que placer!!!
- Estas preparado mi amor.- me dijo.
- Se papá, haceme tuyo.- contesté.
Sin mas palabras, me apoyo su enorme miembro en mi ano.
- Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy .-grite.
- Bueno nene, con este pedazo de pija te va a doler un poco.- me dijo.
- No importa lo que yo haga o diga, haceme lo que quieras, soy tuyo para siempre.- Le dije.
- Huy bebé como te me regalas.- dijo- no terminé de poner la cabeza todavía y ya sos mío. Quieres pija??? –Grito
El dolor fue descomunal, pero no me importaba, yo ya era de Ernesto. La enterro de una sola vez en mi ano, luego bombeaba una y otra vez con una potencia increíble. Después me acostumbre al pedazo de carne y ya era solo placer. Me dio vueltas y puso mis pies sobre sus hombros, era un taladro! Sus embestidas aumentaron a mil y luego algo caliente sentí dentro mío. En ese momento mi verga explotaba, dando la acabada de mi vida.
Me beso, me acaricio y volví a verle la cara a mi salvador, estaba con una sonrisa y mirada como de un padre que mira a su hijo, mientras acariciaba mi cara.
- Estas bien?.- pregunto.
- Si.-conteste.
Me dormí en sus brazos.
- Hola dormilón!!.- me despierta.- parece que te agarro una locomotora.- agrega riendo.
- Sos lo mas lindo que me pasó en la vida.-dije- me quiero quedar con vos para siempre.
- Viste? Yo te dije cuando llegaste que no te ibas a querer ir.-dice.- y la deuda esta saldada.
- Pero yo quiero quedarme con vos.
Me quede toda la semana teniendo sexo con Ernesto en esa chacra. Tiempo suficiente para enamorarnos.
Cuando volví a mi casa, le pedí el divorcio a mi mujer y le dije que no se preocupara mas de las deudas, que ya estaban pagas.
Ahora vivo en la chacra de Ernesto y trabajo para él. Aunque no dejó a su mujer, somos amantes. Soy su tesoro y él me da todo lo que yo necesito.
fuente:marqueze
Me llamo Juan Pablo, tengo 34 años y me case a los 30 años. Mido 1,78, blanco y pelo enrulado, por el trabajo arduo en el campo tengo un buen físico, musculoso y fibroso. Mi señora se llama Marcela y tiene 30 años, es una mujer blanca media petisa y pelo lacio largo y morocho, una mujer preciosa. Tenemos un hijo pequeño de 3 años, que se llama Joaquín.
El campo andaba bien, hasta que una racha de sequía, luego una plaga y para colmo también granizo hizo que todo se venga abajo. Pronto empezaron las deudas, hasta que me empecé a atrasar con la hipoteca del campo.
Un día llega un sobre en el cual nos comunicaban que por falta de pago iban a rematar el campo y nos daban una fecha para pagar con plazo de tan solo dos semanas. Era una situación desesperante, el monto era enorme. No sabía que hacer, nuestras familias no podían ayudarnos, eran muy humildes. Estaba destruido, en bancarrota total!
Un día, viéndome totalmente acorralado, agarre la escopeta, pensaba en el suicidio, estuve a punto de tirar del gatillo, pero se me vino a la cabeza la imagen de mi pequeño Joaquín y no lo hice. En cambio me fui a un bar del pueblo y comencé a tomar sin parar, había algunas personas que concia y a todos les contaba mi situación, con mucha pena y ebrio. Cada vez estaba más ebrio y cuando el bar cerro, un hombre, Ernesto se ofreció a llevarme.
Ernesto era dueño de gran cantidad de campos, tiene unos 55 años, es más alto que yo, creo que mide 1,85m aproximadamente, es rubio, de ojos celestes y es robusto. Está casado y tiene 2 hijos adolescentes. Cuando llegamos a la tranquera de mi campo, paro la camioneta y nos quedamos en silencio un rato. Yo estaba muy borracho, pero luego Ernesto hizo un comentario que me volvió en mi de inmediato.
- Yo puedo pagar tu hipoteca. –Me lo decía mientras ponía su enorme mano en mi hombro.
- Qué? – yo estaba perplejo. Mis ojos se iluminaron.
- Sí, yo te la pago y de a poco me lo vas pagando vos a mí.
- No lo puedo creer!!! Gracias!!! – me lance a llorar y me tire encima de él. Lo abracé con todas mis fuerzas. Estaba super feliz.- y como quieres que te lo pague?-agregué luego.- me va a costar juntar el dinero.
- Bueno –dijo él- No estoy interesado precisamente en tu dinero.
- Como es eso? Explícate! Yo ya no entendía nada y mi cara volvía a mostrar preocupación.
- Yo pensaba en que me pagues con sexo.
- Que? –no lo podía creer.
- Sí! Quiero tener sexo con vos. -Ahora con un tono mas autoritario.
- Es que…. Yo no se…. Nunca pensé en los hombres. No se si voy a poder hacerlo.
- Bueno nene, pensa en que se terminan todos tus problemas de guita de una, sin poner un mango. –dijo.
- Y mi señora?-dije- Como se lo explico?
- Bueno pibe, no se tiene que enterar. Lo vamos a saber solo vos y yo, nadie más.
- Es que…. –no sabía que hacer, yo soy heterosexual, pero por otro lado, era solo una vez y se me terminaban todos los problemas.- bueno acepto! – le dije.
- Bueno bien. Por fin captas la onda hombre.-dijo – ahora te voy a explicar como vamos a hacer.
- Bueno está bien.
- Este lunes te vas, por la mañana, a mi oficina del pueblo y te doy la guita. Después vos vas a la ciudad haces todo lo que tengas que hacer en el banco. Cuando termines te vas a mi chacra, que yo te voy a estar esperando ahí.
- Pero no está su familia ahí?
- No flaco! Nosotros vivimos en una casa del centro. Esa casa está para los fines de semana nada más.
- Ok bien.- y baje de la camioneta.
Llego a casa, me pego una duche, despierto a mi mujer y le cuento que nos habían dado un préstamo a pagar a largo plazo. Marcela estaba muy contenta, hacía tiempo que no sonreía. Luego la agarré con fuerza y pación, la besé y tuvimos sexo. Yo estaba hecho un salvaje, la penetraba como nunca! Ella gritaba desaforada.
- Siiiiiii haceme tuya! Siiiii.
- Te gusta perra?- yo estaba como loco.
- Hay mi amor!!! Como se te puso hoy… esta gigante y re dura…me encanta!!!- cabe aclarar que yo vengo bastante bien de pija, 19 de largo y 5 de ancho, además es bien cabezona.
- Ahora la vas a sentir bien- en eso, se la saco de una y doy vuelta a Marcerla, le escupo el culo y le meto un dedo.
- No, amor por atrás no!- me dijo, pero no ponía resistencia. Ella nunca me había dado el orto porque decía que tenía la pija muy gorda. Una vez lo intentamos pero fue muy frustrante, no pude meter la cabeza si quiera.
- Si yo te lo voy a desvirgar querida! Hoy no zafas. – dije, mientras le ponía otro dedo y mas saliva.
- Hay!- gritaba, pero era de placer.
- Bueno ahora sí!- le apoye la verga en su ano y empecé a empujar medio a lo bestia.
- Hayyyyyyyyyy, no, no , no. –grito- vasta por favor!!!! Juan vasta!!!!!-
- No querida hoy te la bancas! – le dije.
De una sola vez se la puse hasta el fondo. El grito que pegó fue tremendo, desgarrador y un llanto soltó. Pero a mi no me importó, yo era una maquina imparable y le daba a mas no poder. Era increíble, mucho mejor que el sexo vaginal. Mientras le daba a mi mujer pensaba en Ernesto, seguro que esto era lo que el quería. Me debe haber visto como un macho semental, pensaba. Me imaginaba que el culo de mi esposa era el de él y mas le daba aún, seguramente el quería que le rompa bien el culo, como lo estaba haciendo con mi mujer.
- Hay voy a acabar…. –grité.
Las embestidas se embrutecieron y por fin! Le llené en culo de leche, le saqué la pija y la leche empezó a salir por el ano, pero estaba rosita, es que de tanta cogida se lo había desgarrado. Ella estaba abatida, muy dolorida y con los ojos llenos de lagrimas.
- Sos un bestia, me lo rompiste mal!!- me dijo.
- Es que….- no sabía que decir, me había sacado.
- Sos un bruto!!! Un animal!!! Acabe tres veces, bestia bruta!
- Qué? – nunca había acabado tanto de una vez- te gusto?
- Increíble! Espectacular!- dijo y se rio, luego se me tiro a los brazos y agregó- fue la mejor cogida de mi vida amor, quiero que lo hagas siempre así! Te amo!! Te amo!!
Comenzamos a besarnos muy apasionados. A mí no se me podía ir de la cabeza, Ernesto, el lunes estaría así con él. En eso miro hacia la puerta y estaba Joaquín mirándonos con cara de asustado.
- Ven hijo- le dije.
Vino corriendo a la cama y se nos tiró entre los dos.
- Mamá esta bien?- dijo.
- Si bebé, porque? –ella
- Porque gritabas mucho.-respondió.
- Es que papi es muy fuerte mi amor.- Dijo ella.
- Estamos festejando mi vida, solo eso.- agregué yo.
- Algún día voy a ser tan fuerte como vos papi?- pregunta Joaquín.
- Claro mi amor, claro.- dije.
Luego nos quedamos dormidos los tres en la cama. Ese fin de semana estuvo espectacular, la pasamos re lindo en familia, los tres. Además yo ya no estaba tan preocupado por el lunes.
Y el lunes llegó. Fui a buscar la plata a la oficina de Ernesto. Me la dio un empleado, ya que él no estaba. También había un sobre. Lo abrí y decía: “no me falles, te espero en la chacra”.
Hice todos los trámites para saldar la deuda. Luego emprendí camino a la chacra de Ernesto, en el camino pensaba como me lo iba a culear, se lo iba a pagar todo de una, es más le daría tanto que quedaría en deuda conmigo, pensaba y me reía.
Al llegar a la chacra ya eran como las tres de la tarde, no había nadie, solo la camioneta de Ernesto afuera de la casa. Entonces se asomó por la puerta.
- Hey… por acá… date prisa.- dijo.
- Ok.- dije- estacione y baje de la camioneta.
- Como estas nene?, no veía la hora de que llegaras.
- Todo bien, un poco ansioso nada más.-dije.
- Quieres algo para tomar.-dijo.
- No gracias.-conteste.
- Ok. Quieres ir a los trámites de una verdad? Vas a ver que después no te vas a querer ir mas.- me dijo y soltó una carcajada.
- Jaja vamos a ver.- contesté en un tono de agrandado.
En ese momento se me abalanzó encima de mí y comenzó a besarme. Yo intente despegarme, pero era inútil, estaba muy decidido y era demasiado fuerte. Me sentía indefenso, ahí me doy cuenta de que sus brazos eran el doble de grandes que los míos y tenía una espalda enorme. Era increíble su fuerza, me tenía atrapado y me besaba en la boca y el cuello.
- Quédate tranquilo bebé.- me dijo.- que lo vas a disfrutar mucho. Hacete la cabeza de que acá mando yo y te voy a hacer pasar el día de tu vida. Relájate un poco mas y disfruta.
Dicho eso me apretó más fuerte y me hizo sentir su entrepierna, sentía algo enorme. Pero comprendí y me relajé hasta que luego lo besaba yo también. Nos acariciábamos apasionadamente, me estaba gustando, me excitaba ese hombre tan grande y machote. Se saco la camisa y luego me la socó a mí, no podía creer el físico de este tipo, me doblaba en tamaño, no lo había notado antes, y era muy musculoso por el trabajo en el campo. Me sentía un niño frente a él, era mucho más hombre que yo. Como me besaba y me tocaba, ya no podía resistirme, me estaba gustando y mucho. Me estaba entregando a él. Fue en ese momento en que me di cuenta, yo no haría otro culo ese día, como a mi mujer, hoy yo sería su mujer.
Desabrochó mi pantalón, sacó mis calzoncillos y tomo mi verga con la mano, que ya estaba totalmente al palo.
- Pero bueno, que pedazo de verga tienes, bebé- dijo.
- Te gusta?
- Me encanta!-dijo.
La introdujo en su boca, era increíble, como la chupaba. Nunca me la habían chupado así. Mi mujer no sabía como hacerlo en comparación. Pasaron como dos minutos…
- Ay….. voy a acabar.- grite.
Que cantidad de leche me salía, toda a su boca. Era una excitación tremenda y el seguía chupando, hasta el fondo! Nunca había sentido eso. Cuando terminé, era tal la excitación que mi pija seguía muy dura, como si nada, había tenido un orgasmo tremendo y quería seguir como si nada, nunca me había pasado eso. Luego se paró y me empezó a besar, tenía el gusto a mi verga y esperma en la boca, me encantaba, me excitaba mas.
- Para que te vayas acostumbrando al sabor hijito.-me dijo.
Luego me agarro la cabeza con sus manos y me hizo agachar. Quede frente a ese bulto enorme que estaba debajo del pantalón. Lo acaricié un poco, noté su volumen, asustaba un poco, pero seguí y desabroché el pantalón. Wow! Para mi sorpresa no llevaba slip y salto de golpe hacia mi. Era descomunal, mucho más larga y gruesa que la mía. No podía dejar de mirarla, la empecé a tocar, no la podía agarrar con una mano. Le pasé la lengua, me gustó su sabor. De pronto Ernesto agarra su chota y me la pone en la boca, era enorme. Yo estaba ciego de placer, ese miembro enorme en mi boca me enloquecía, no podía parar de chupar, estuve un rato largo haciéndolo. De pronto me agarra la cabeza y me la coje con su pija, me la hacia llegar a la garganta, me atragantaba y me daban arcadas pero el no paraba, hasta que la leche broto. Yo era como un ternero, mamaba y tragaba leche, que cantidad de leche, me la tragué toda has la última gota.
Sin perder tiempo me levantó y me colocó en una mesa boca abajo con los pies colgando. Sentí algo húmedo en el ano, era su lengua. Yo estaba totalmente entregado. Que placer!!!
- Estas preparado mi amor.- me dijo.
- Se papá, haceme tuyo.- contesté.
Sin mas palabras, me apoyo su enorme miembro en mi ano.
- Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy .-grite.
- Bueno nene, con este pedazo de pija te va a doler un poco.- me dijo.
- No importa lo que yo haga o diga, haceme lo que quieras, soy tuyo para siempre.- Le dije.
- Huy bebé como te me regalas.- dijo- no terminé de poner la cabeza todavía y ya sos mío. Quieres pija??? –Grito
El dolor fue descomunal, pero no me importaba, yo ya era de Ernesto. La enterro de una sola vez en mi ano, luego bombeaba una y otra vez con una potencia increíble. Después me acostumbre al pedazo de carne y ya era solo placer. Me dio vueltas y puso mis pies sobre sus hombros, era un taladro! Sus embestidas aumentaron a mil y luego algo caliente sentí dentro mío. En ese momento mi verga explotaba, dando la acabada de mi vida.
Me beso, me acaricio y volví a verle la cara a mi salvador, estaba con una sonrisa y mirada como de un padre que mira a su hijo, mientras acariciaba mi cara.
- Estas bien?.- pregunto.
- Si.-conteste.
Me dormí en sus brazos.
- Hola dormilón!!.- me despierta.- parece que te agarro una locomotora.- agrega riendo.
- Sos lo mas lindo que me pasó en la vida.-dije- me quiero quedar con vos para siempre.
- Viste? Yo te dije cuando llegaste que no te ibas a querer ir.-dice.- y la deuda esta saldada.
- Pero yo quiero quedarme con vos.
Me quede toda la semana teniendo sexo con Ernesto en esa chacra. Tiempo suficiente para enamorarnos.
Cuando volví a mi casa, le pedí el divorcio a mi mujer y le dije que no se preocupara mas de las deudas, que ya estaban pagas.
Ahora vivo en la chacra de Ernesto y trabajo para él. Aunque no dejó a su mujer, somos amantes. Soy su tesoro y él me da todo lo que yo necesito.
fuente:marqueze
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