la cama resonaba

Relatos eróticos Marqueze. El Sexo que te gusta leer.La Cama Resonaba12 de Enero de 2011 (0 votes, average: 0.00 out of 5, rated) por Anonimo-X La cama resonaba, y el estruendo que hacia, sumado a los gemidos de placer y de exitacion, eran una prueba suficiente para saber que dentro del cuarto estaba Tamara, cojiendo con otro hombre. Una extraña sensación paso por mi cuerpo. Estaba furioso por el hecho que ella me estuviese montando cachos, pero por otro lado, la exitacion de saber que sus hermosos senos, su maravilloso culo, redondo y bien formado, su exquisita cadera y sus labios carnosos estaban siendo manoseados, comidos, y besados a entera disposición de otro hombre. No pude evitar querer ver lo que sucedía adentro, asi que como pude logre subirme por el techo y observarlo todo sin ser percibido.
Allí, en la cama, estaba Tamara en posición de perrito, siendo cojida a buen ritmo por este hombre, pude observar el tamaño del guevo de el. Con razon Tamara me estaba montando cachos, su tamaño superaba enormemente a mi pequeño pene. Tenia una verga, de unos 20 centimetros de largo, y unos 5 centimetros de ancho. En la base tenia unas enormes bolas que chocaban con fuerza en el culo de ella, con cada embestida, con cada sacudida.
Tamara gemia de mucho placer. Pedia mas, le pedia que se lo metiera hasta el fondo, y que no se lo sacara. –Mas durooo!! Lo quiero duro.. decía ella– Asi mi amor.. te gusta asi?? Decía el. SII s siii me encanta… mmmmm.. ayyyyy… que rico papi..
-Eres una mamacita rica…
-…y que tetotas mas buenas tienes.. Mmm quiero chupártelas todas. Me encantas
-Hay papi damelo mas duroo.. Te gusta mi cuquita¿?
-Que deliciosa cuca tienes
Seguían culiando a buen ritmo, ella le pedia mas y el accedia con todo gusto. En ese momento ella dijo algo que me lleno de exitacion, y de rabia a la vez
Mmmmm, que rico, la verga de mi novio no es tan grande, nunca he tenido un orgasmo con el
Esto me lleno de vergüenza, no era capaz de producirle un orgasmo a mi propia novia, y en ese momento otro hombre, con una verga monumental, la estaba haciendo gemir como una perra en celo, haciéndola pedir mas de su verga, y produciéndole unos orgasmos apoteósicos
Luego, el se recuesta en la cama de Tamara, y ella se sienta de espaldas a el, enterrándose hasta el fondo esa verga que ella tanto quería. Comenzó a taladrarle su vagina, ella subía y se sentaba de golpe, gimiendo como una puta. Lo quería, lo desea, anhelaba esa verga, y con mucha exitacion se la clavaba hasta el fondo. Unas súbitas meneadas le producían un máximo placer al hombre, pues este gemia mucho.
-Mami, chúpamelo… quiero que me lo chupes, quiero ver esa boquita rica llena de mi guavote.
Tamara se excitó sobremanera con estas palabras, y le saco la verga de su vagina, y como hipnotizada su cara fue directamente a ella. Se la empezó a chupar.
Vi como ella se la metia casi toda en la boca, con su lengua se la lamia toda. Lo hacia con desespero, con muchas ganas. Chupaba la cabeza como quien chupa una chupeta, se la metía tota, lo pajeaba, le chupaba las bolas y se la metia una por una a la boca.
el no pudo aguantar mas y presiono el rostro de Tamara agarrándola del cabello, y en una bestial acabada le inundo su boca, de una gran cantidad de semen. Ella no opuso resistencia alguna, y vi como tragaba su jugoso premio. Se trago toda la leche que su macho le dio. No dejo rastro de ella.. Siguió chupando la verga, para dejarla totalmente limpia.
El queriendo retribuirle, la obliga a ponerse en posición de perrito, y le empieza a chupar la vagina, succionándola, lamiéndola, y mordiéndole el clítoris, lo que hace que Tamara jadee, y le pida mas. Con gran excitación duran en esta posición unos 10 minutos, lo que hace que su macho se reponga, y le meta la verga hasta el fondo. Ella lo prensa con sus pies, para que no se le escape, y pueda asi seguir sintiendo esa gran cantidad de carne caliente y dura en su cuca.
Las embestidas eran gigantes, con cada una de ellas la cama sonaba y chocaba contra la pared. El ambiente estaba caliente, de mucho sexo, era evidente que ambos tenían una energía sexual muy potente, lo que les producía un placer impresionante. Asi continuo el mete y saca, hasta que el saca su verga de la vagina, y le pide que le Regale el culo.
El ha soñado con perforarle el culo a Tamara desde mucho tiempo, al verla caminar, al verla menear ese hermoso culo, el sueña con meterle su verga en este. Ella se opone, no quiere, pero el continua y le insiste. Hasta que al fin Tamara acepta.
-mmmmm esta bien, pero pacito porfa.. el aceite esta en la peinadora – dice ella
El busca el aceite, primero mete un dedo, luego dos dedos, y finalmente 4 dedos.. ella se excita.. se Menea y se agacha bien dejando el culo a entera disposición de su macho, y sobándole el pene a este.
Al fin el se decide.. Coloca la cabeza del pene en la puerta del ano, y con una gran habilidad, logra meterla- mmmmm pacitoo amor… papi que ricoooo.. damelo asi- te gusta mami? Lo quieres? – siiii no lo saques…- mmm me alegra que te guste mi amor, porque ese culito va ser mio, te lo voy a llenar de leche, algo que tu novio nunca ha hecho.- hay papi sii..
El mete su pene poco a poco, y logra penetrarle el culo completamente, asi comienza el meneo. un ritmo increíble logran tener, mientras el le soba la cuca, y ella se excita.
Al final luego de unos 20 minutos, el estalla un potente chorro de leche caliente dentro del culo de Tamara, ella esta extasiada, feliz, contenta, recibe la leche de su macho.
Cuando por fin terminan, ella le pide a el que se vaya..
-mi novio esta por llegar, otro día nos vemos, mmm quiero repetir esa dosis. El culo me quedo doliendo un poco amor.
-mmm ese idiota viene otra vez, que fastidio, pero me gusta que yo sea tu macho mami, te voy a seguir cojiendo aquí, me gusto. Tu cama es riquísima para cojerte…
Chao mi amor. mmm gracias por la cojida, me encanto. Déjame darte una chupadita de despedida.
El pone su vergota en al boca de Tamara, y ella con una picara sonrisa mirándolo fijamente, le chupa todo. Al final, yo Salí a la calle. Vi cuando el hombre salió de la casa. Y a los 20 minutos yo entre. Ella me saludo normal, como si no hubiese pasado nada, pero se veía radiante, feliz y satisfecha.


fuente: marqueze