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Mi Tía se confiesa (festejando ser Autor Top)

Gracias a todos mis lectores, ya estoy dentro de los primeros 8 autores más leídos de Poringa, si seguimos así pronto estaremos en lo más alto, agradezco sus comentarios, puntos y admiradores sobre todo de mi Tía, ella manda un gran saludo a la comunidad Poringuera y pronto saldrán relatos dedicados a los que lo pidan, sus nombres estarán incluídos de alguna forma en sus historias...)


Hoy al levantarme y después de ducharme me dirigí a la cocina en bolas como habitualmente para desayunar con mi Tía. La encontré fumando de pie con un tanguita de hilo dental negro y tacones altísimos, estaba preparando el café, afuera se veía un día radiante. Me acerqué por detrás y le di un beso cariñoso en el cuello, mientras sin querer rozaba su orto con mi pija semierecta, se estremeció al verme y me devolvió el beso con un movimiento suave de su culo en mi vientre. Casi no hablábamos por la mañana.
Mientras tomábamos el café negro y fumábamos, le pregunté si siempre había sido así, tan liberal y caliente, en otras palabras: tan puta.
Le hizo gracia la expresión y se dispuso a contarme algunas cosas de su vida.

Al cumplir 18 años su cuerpo se había desarrollado como el de una verdadera yegua, las caderas anchas, el culo redondo y unas tetas descomunales. El deseo se había apoderado de ella, y sentía una pulsión en su interior irrefrenable. Se sentía hambrienta de verga a cada momento, y no podía evitar pensar en cada momento en una pija dentro suyo o en su boca.
Su padre que la adoraba de pequeña había notado semejante cambio y la empezaba a ver como una mujer y sospechar que su hija iba a ser una putita. La había espiado muchas veces y visto como se pajeaba a cada rato en el campo. Se propuso corregir esas conductas insanas de su hijita preferida.

Su plan consistía básicamente en aplacar su deseo para que nadie se la culeara tan pronto. Cada mañana en la cocina, la obligaba a mamarle la verga un buen rato, mientras él leía el periódico y desayunaba, así –decía- que no pensaría en mamar verga durante todo el día.

Mi tía al comienzo se resistió pero al probar la carne jugosa enseguida estuvo de acuerdo con la terapia. Cada día se despertaba ansiosa y caminaba rápido a la cocina, donde su padre la esperaba con el café negro y desnudo. Su padre no acababa nunca, era un buen padre. Sólo quería sacarle la calentura a la putona de su hija, pero esto no sólo no funcionaba, sino al contrario, incrementaba el deseo de la yegua de mi tía.

Al irse al trabajo su padre, ella quedaba ardiente, con el gusto a verga en su mandíbula, desesperada y húmeda. Deseando que cualquiera le metiera la verga hasta el fondo, pero era virgen y se lo había prometido a su padre, seguiría así por mucho tiempo.
(continuará…)

4 comentarios - Mi Tía se confiesa (festejando ser Autor Top)

elpitu_10
bueno dedicame un relato loco, y podrias poner fotos de la tia a esta altura asi la conocemos no?
pro55
muy bueno, me sumo a las fotos, t dejo puntos como siempre!
mu_a2
MUY BUENO EL RELATO GRACIAS . 😉 😉 😉 😉 😉
Mi relato erótico: esclava sexualperra