Después de un buen rato de descanso y gracias al apoyo e interés de ustedes, me dispongo a contar la segunda parte de los encuentros que tuve con mi hermana, retomados desde el último de la primera parte. Cambié algunas cosas para hacerlo más interesante pero la esencia es la misma y siempre trato de ser fiel al espíritu del momento además de que agrego algunos diálogos que no recordaba.
Deslice su bóxer hacia abajo, acariciando sus piernas, siguiendo el recorrido que la prenda morada hacía por ellas por lo que al levantar la mirada y al verla totalmente depilada me sorprendí.
-¿Desde cuándo te depilas hermana?- pregunte un poco inseguro.
-Desde que me comenzaron a salir, nunca me han gustado además de que se ven muy desordenados y sucios, deberías hacerlo también, ¡ya te dije!- me contestó en tono alegre -¿Quieres tocar?- agregó en tono seductor.
Lentamente, acerque mi mano a su pubis y lo comencé a frotar, primero con dos dedos, luego tres y así hasta hacerlo con la mano completa. Luego, con un leve movimiento de manos me indicó que me levantara.
-Es mi turno- Me dijo. Sin titubeos, tomó mi miembro entre su mano y lo empezó a frotar de manera graciosa, claramente nunca había masturbado a un chico y eso me calentó más. Me soltó y me abrazo, mi pene tocaba su pubis y ella recordó otro de nuestros juegos, nos separamos, volvió a tomarme y acerco el falo a su pubis y los empezó a frotar cada vez más intenso y en el clímax de esa excitación se escucha un auto estacionándose, nuestros padres habían llegado; Paramos todos los juegos y nos vestimos rápidamente, ella salió a recibirlos y yo corrí al baño, había un asunto que completar.
Esa noche dormí como nunca antes había dormido, el sueño que había tenido por tanto tiempo, por fin regresaba.
A la mañana siguiente, nos despertamos muy felices mi hermana y yo, mas cariñosos que de costumbre pero sin que se pudiera sospechar nada, tomamos nuestro desayuno y nos subimos a nuestros cuartos. Yo, de curioso, fui a ver a Antonia a su cuarto, toqué.
-Pasa y cierras la puerta cuando entres Fede- me contestó
Pasé y como me indicó cerré la puerta tras de mí y al levantar la mirada, la vi de espaldas solo en ropa interior, su calzón color azul cielo era parte de un conjunto pues su bra era del mismo color, me regreso a ver y notó mi leve erección a lo cual exclamó.
-¡Pero si estás muy despierto!-
-Perdón, es que me sorprende…- ¿Qué te va a sorprender verme así? Ayer me viste con menos ropa-
-Sí, es que no me lo esperaba- Y la verdad era que la única cosa que me excitaba mas que ella desnuda, era ella en ropa interior.
- Y bueno, ¿Qué haces por acá?- me pregunto
-Vengo a ver si podemos hacer lo de ayer, lo último- respondí
-No creo que sea buena idea, nos pueden descubrir- Replicó
-que sea rápido- rogué-
-está bien, solo porque a mí también me gustó- Se quito su calzón y camino hacia mi, metió la mano en mi pantalón de dormir, sacó mi pene y lo empezó a frotar contra su pubis muy rápido por casi tres minutos. Luego dijo que era suficiente y que en la noche nos veíamos no sin antes darle un beso de despedida a mi afortunado pene.
Lamento que sea así de corto, desgraciadamente me tengo que ir a dormir, pero mañana traigo la tercera parte.
Saludos 😃
Deslice su bóxer hacia abajo, acariciando sus piernas, siguiendo el recorrido que la prenda morada hacía por ellas por lo que al levantar la mirada y al verla totalmente depilada me sorprendí.
-¿Desde cuándo te depilas hermana?- pregunte un poco inseguro.
-Desde que me comenzaron a salir, nunca me han gustado además de que se ven muy desordenados y sucios, deberías hacerlo también, ¡ya te dije!- me contestó en tono alegre -¿Quieres tocar?- agregó en tono seductor.
Lentamente, acerque mi mano a su pubis y lo comencé a frotar, primero con dos dedos, luego tres y así hasta hacerlo con la mano completa. Luego, con un leve movimiento de manos me indicó que me levantara.
-Es mi turno- Me dijo. Sin titubeos, tomó mi miembro entre su mano y lo empezó a frotar de manera graciosa, claramente nunca había masturbado a un chico y eso me calentó más. Me soltó y me abrazo, mi pene tocaba su pubis y ella recordó otro de nuestros juegos, nos separamos, volvió a tomarme y acerco el falo a su pubis y los empezó a frotar cada vez más intenso y en el clímax de esa excitación se escucha un auto estacionándose, nuestros padres habían llegado; Paramos todos los juegos y nos vestimos rápidamente, ella salió a recibirlos y yo corrí al baño, había un asunto que completar.
Esa noche dormí como nunca antes había dormido, el sueño que había tenido por tanto tiempo, por fin regresaba.
A la mañana siguiente, nos despertamos muy felices mi hermana y yo, mas cariñosos que de costumbre pero sin que se pudiera sospechar nada, tomamos nuestro desayuno y nos subimos a nuestros cuartos. Yo, de curioso, fui a ver a Antonia a su cuarto, toqué.
-Pasa y cierras la puerta cuando entres Fede- me contestó
Pasé y como me indicó cerré la puerta tras de mí y al levantar la mirada, la vi de espaldas solo en ropa interior, su calzón color azul cielo era parte de un conjunto pues su bra era del mismo color, me regreso a ver y notó mi leve erección a lo cual exclamó.
-¡Pero si estás muy despierto!-
-Perdón, es que me sorprende…- ¿Qué te va a sorprender verme así? Ayer me viste con menos ropa-
-Sí, es que no me lo esperaba- Y la verdad era que la única cosa que me excitaba mas que ella desnuda, era ella en ropa interior.
- Y bueno, ¿Qué haces por acá?- me pregunto
-Vengo a ver si podemos hacer lo de ayer, lo último- respondí
-No creo que sea buena idea, nos pueden descubrir- Replicó
-que sea rápido- rogué-
-está bien, solo porque a mí también me gustó- Se quito su calzón y camino hacia mi, metió la mano en mi pantalón de dormir, sacó mi pene y lo empezó a frotar contra su pubis muy rápido por casi tres minutos. Luego dijo que era suficiente y que en la noche nos veíamos no sin antes darle un beso de despedida a mi afortunado pene.
Lamento que sea así de corto, desgraciadamente me tengo que ir a dormir, pero mañana traigo la tercera parte.
Saludos 😃
3 comentarios - Crónica de Incesto - Segunda Parte