Silvia, tiene 34 años, Casada, con un hombre que según ella es muy caballero, educado, marido ideal, pero sumamente tradicional a la hora del sexo, y eso a Silvia no la hacia sentir mujer a pleno, ya que tenia demasiadas fantasías y ratones por cumplir.
Silvia lleva 6 años de un matrimonio correcto, pero sin pasión. Es madre, profesional, con una vida organizada, pero se dio cuenta que necesita un macho ardiente, desprejuiciado, que no quiera cambiarle su estado civil, pero si estar dispuesto a enseñarle a disfrutar de otras cositas?? Necesitaba sentirse deseada, dar rienda suelta a toda su lujuria, y alguien que la llevara por el camino de la experimentación, del placer y la tentación de lo prohibido.
La conocí chateando, y rápidamente intercambiamos fotos, cam, nos gustamos, y establecimos diálogos picaros, picantes, de doble sentido, que dejaban entrever una química plena ya que los 2 sabíamos de que estábamos hablando y necesitando. Nos dimos cuenta que también podíamos confiar el uno y el otro, y mantener esta trampa en absoluta discreción.
Nos contamos nuestros secretos y fantasías mas osadas, y fue así que me confeso su necesidad de romper formalismos, quería sentirse una puta en la cama, dejarse llevar por la adrenalina, la calentura y la guía de un macho experto. Se moría por una buena previa a full, jugando suave e intensamente con besos profundos, caricias extremas, dedos y lengua recorriendo todo su cuerpo, que la hicieran encender, descontrolar y poner todos sus instintos en movimiento. Su morbo quería que la hicieran disfrutar en distintas posiciones, que la bombearan en forma sostenida, profunda y por lapsos largos, por distintos orificios, y que le dijeran cosas sucias en forma permanente durante el coito.
Silvia tenia un muy lindo rostro, cabello castaño oscuro, piel blanca, y unas medidas que según lo que veía x cam y mi experiencia eran unos 89-62-92, es decir pechos escasos, buenas caderas y una cola que prometia.
Después de casi 1 mes de estar jugando en el msn, decidimos encontrarnos, y ver que onda.
El día llego y finalmente quedamos en encontrarnos en un bar, a las 8 hs de la mañana de un lunes. Día y horario perfecto de trampa. Estaba gris, lluvioso, frio, el día era ideal, y si a eso le sumábamos toda la previa que veníamos jugando, había clima de guerra.
Llegue yo primero, me ubique en una mesa alejada. Al rato veo cruzar la calle y dirigirse al bar, a una interesante hembra, que reunía la descripción de Silvia o quizás de mi imaginación?. Pero al fin y al cabo era ella. Vestida con un vestido bobo color negro, bien sueltito, pero insinuando la mayor de mis debilidades, una buena cola, A priori, nada relevante, pero eso ya me alcanzaba, para soñarla desnuda. Silvia era muy simpática, agradable, femenina y sensual, con buena cultura general. La conversación fue incitante, provocativa, recordando cada uno lo que le gustaba al otro, jugando a un deseo mórbido, y haciendo subir la temperatura corporal. Era el preámbulo para un mañanero?? Ya que después de desayunar y sin mayores palabras, fuimos discretamente a un telo de unas pocas cuadras?.
Entramos a la habitación, acomode las luces y rápidamente nos empezamos a besar violenta y desesperadamente, nos manoseamos de arriba abajo?..
Sin mas previa la hago acostarse en el suelo, boca arriba, le levanto el vestidito, dejando ver una bombachita crema, le hago poner sus piernas sobre mis hombros, dejando toda su vulva a mi merced, le corro la tanguita y le meto mi verga en forma violenta, en seco, mientras le decía todo tipo de suciedades, que la excitaron mal. Me encanto sentir como que mi verga se partía, pero Silvia grito de dolor al sentir mi pija completamente dentro de ella, en forma profunda, colocada así en seco, sin lubricar su vagina, a mi me volvía loco sentir sus paredes apretar mi miembro, y le seguía pegando unas embestidas fuertes, intensas, hasta el fondo, mientras iba sintiendo como se humedecia cada vez mas, y comenzaba a emitir gritos y jadeos de placer, y sus primeros orgasmos se veían llegar.
La hice incorporarse, que se sacase completamente el vestido y la bombachita, diciéndole todo tipo de barbaridades bien bizarras, con mi pija bien al palo, y cambiamos de posición. Me senté en una silla de espaldas a un espejo, y la hice sentarse arriba de mi poronga, que se la enterrase de una, y me empezó a cabalgar salvajemente en busca de seguir acabando. Mientras de frente le succionaba sus ricos pezones, con una de mis manos la tomaba violentamente de sus pelos, y con la otra le metía unos de mis dedos cada vez más dentro de su cola, para que sintiera una especie de doble penetración. Sus jadeos eran terribles, su humedad total y estaba tan sacada, que ella ya me decía a mi todo tipo de lenguaje sucio.
Increíblemente estaba tan excitado por verla acabar una y otra vez, que no podía acabar yo.
Le hice lamer un rato mi poronga que estaba envuelta en sus jugos vaginales, pero volvimos a cambiar de posición. Adoro los polvos largos y Silvia era mi victima perfecta. Esta vez fue sobre el borde la cama, la hice poner en posición de perrito, le abrí bien las nalgas, y pude ver sus exquisitos labios vaginales bien rojos, irrigados e irritados por el bombeo, húmedos, le pase suavemente mi lengua asesina, y se la mande a guardar bien hasta el fondo, una y otra vez, mientras mis huevos repletos de leche pegaban en sus labios internos. El bombeo era salvaje, aprovechaba a pegarle unas buenas nalgadas, la trataba como puta, y veía como se tocaba por debajo, su clítoris y gritaba de placer. Así una y otra vez, cada vez con mas furia,hasta que sus orgasmos volvieron a suceder, entonces ya casi agotado, saco mi chota erecta de su concha, hago un par de movimientos masturbatorios y le acabo todo mi semen abundante, caliente y espeso, viendo como cada gota de mi leche se hundía en sus entrañas.
Fueron 2 hs de garche total, que sirvieron para empezar a escribir una historia de amantes
Silvia lleva 6 años de un matrimonio correcto, pero sin pasión. Es madre, profesional, con una vida organizada, pero se dio cuenta que necesita un macho ardiente, desprejuiciado, que no quiera cambiarle su estado civil, pero si estar dispuesto a enseñarle a disfrutar de otras cositas?? Necesitaba sentirse deseada, dar rienda suelta a toda su lujuria, y alguien que la llevara por el camino de la experimentación, del placer y la tentación de lo prohibido.
La conocí chateando, y rápidamente intercambiamos fotos, cam, nos gustamos, y establecimos diálogos picaros, picantes, de doble sentido, que dejaban entrever una química plena ya que los 2 sabíamos de que estábamos hablando y necesitando. Nos dimos cuenta que también podíamos confiar el uno y el otro, y mantener esta trampa en absoluta discreción.
Nos contamos nuestros secretos y fantasías mas osadas, y fue así que me confeso su necesidad de romper formalismos, quería sentirse una puta en la cama, dejarse llevar por la adrenalina, la calentura y la guía de un macho experto. Se moría por una buena previa a full, jugando suave e intensamente con besos profundos, caricias extremas, dedos y lengua recorriendo todo su cuerpo, que la hicieran encender, descontrolar y poner todos sus instintos en movimiento. Su morbo quería que la hicieran disfrutar en distintas posiciones, que la bombearan en forma sostenida, profunda y por lapsos largos, por distintos orificios, y que le dijeran cosas sucias en forma permanente durante el coito.
Silvia tenia un muy lindo rostro, cabello castaño oscuro, piel blanca, y unas medidas que según lo que veía x cam y mi experiencia eran unos 89-62-92, es decir pechos escasos, buenas caderas y una cola que prometia.
Después de casi 1 mes de estar jugando en el msn, decidimos encontrarnos, y ver que onda.
El día llego y finalmente quedamos en encontrarnos en un bar, a las 8 hs de la mañana de un lunes. Día y horario perfecto de trampa. Estaba gris, lluvioso, frio, el día era ideal, y si a eso le sumábamos toda la previa que veníamos jugando, había clima de guerra.
Llegue yo primero, me ubique en una mesa alejada. Al rato veo cruzar la calle y dirigirse al bar, a una interesante hembra, que reunía la descripción de Silvia o quizás de mi imaginación?. Pero al fin y al cabo era ella. Vestida con un vestido bobo color negro, bien sueltito, pero insinuando la mayor de mis debilidades, una buena cola, A priori, nada relevante, pero eso ya me alcanzaba, para soñarla desnuda. Silvia era muy simpática, agradable, femenina y sensual, con buena cultura general. La conversación fue incitante, provocativa, recordando cada uno lo que le gustaba al otro, jugando a un deseo mórbido, y haciendo subir la temperatura corporal. Era el preámbulo para un mañanero?? Ya que después de desayunar y sin mayores palabras, fuimos discretamente a un telo de unas pocas cuadras?.
Entramos a la habitación, acomode las luces y rápidamente nos empezamos a besar violenta y desesperadamente, nos manoseamos de arriba abajo?..
Sin mas previa la hago acostarse en el suelo, boca arriba, le levanto el vestidito, dejando ver una bombachita crema, le hago poner sus piernas sobre mis hombros, dejando toda su vulva a mi merced, le corro la tanguita y le meto mi verga en forma violenta, en seco, mientras le decía todo tipo de suciedades, que la excitaron mal. Me encanto sentir como que mi verga se partía, pero Silvia grito de dolor al sentir mi pija completamente dentro de ella, en forma profunda, colocada así en seco, sin lubricar su vagina, a mi me volvía loco sentir sus paredes apretar mi miembro, y le seguía pegando unas embestidas fuertes, intensas, hasta el fondo, mientras iba sintiendo como se humedecia cada vez mas, y comenzaba a emitir gritos y jadeos de placer, y sus primeros orgasmos se veían llegar.
La hice incorporarse, que se sacase completamente el vestido y la bombachita, diciéndole todo tipo de barbaridades bien bizarras, con mi pija bien al palo, y cambiamos de posición. Me senté en una silla de espaldas a un espejo, y la hice sentarse arriba de mi poronga, que se la enterrase de una, y me empezó a cabalgar salvajemente en busca de seguir acabando. Mientras de frente le succionaba sus ricos pezones, con una de mis manos la tomaba violentamente de sus pelos, y con la otra le metía unos de mis dedos cada vez más dentro de su cola, para que sintiera una especie de doble penetración. Sus jadeos eran terribles, su humedad total y estaba tan sacada, que ella ya me decía a mi todo tipo de lenguaje sucio.
Increíblemente estaba tan excitado por verla acabar una y otra vez, que no podía acabar yo.
Le hice lamer un rato mi poronga que estaba envuelta en sus jugos vaginales, pero volvimos a cambiar de posición. Adoro los polvos largos y Silvia era mi victima perfecta. Esta vez fue sobre el borde la cama, la hice poner en posición de perrito, le abrí bien las nalgas, y pude ver sus exquisitos labios vaginales bien rojos, irrigados e irritados por el bombeo, húmedos, le pase suavemente mi lengua asesina, y se la mande a guardar bien hasta el fondo, una y otra vez, mientras mis huevos repletos de leche pegaban en sus labios internos. El bombeo era salvaje, aprovechaba a pegarle unas buenas nalgadas, la trataba como puta, y veía como se tocaba por debajo, su clítoris y gritaba de placer. Así una y otra vez, cada vez con mas furia,hasta que sus orgasmos volvieron a suceder, entonces ya casi agotado, saco mi chota erecta de su concha, hago un par de movimientos masturbatorios y le acabo todo mi semen abundante, caliente y espeso, viendo como cada gota de mi leche se hundía en sus entrañas.
Fueron 2 hs de garche total, que sirvieron para empezar a escribir una historia de amantes
6 comentarios - Una mujer mal atendida
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