Lo cuento porque nunca me paso. Siempre que estoy solita en la cama, me pongo a leer los relatos de la pagina, asi que se me ocurrio compartirlo. Pero les advierto que no soy tan buena como los otros escritores, así que voy a tratar de hacerla corta. Volvía el otro día de lo de mi amiga Paula, cuándo un tipo empezo a seguirme y a decirme cosas tales como: "Que linda cola tenes" "Como me gustaría entrarte" "Si te agarro no te dejo respirar"... hasta ahí, todo normal, nada diferente de lo que me dicen habitualmente por la calle. Lo diferente vino cuando me ofrecio plata para acostarme con él, y no solo eso, sino que empezó a agitar un billete de cien pesos delante de todo el mundo.
-Pará- le dije -No seas tan evidente-
-Dale mamita, ¿que decís?- preguntó mirándome en una forma que me desnudaba con la mirada.
Debía de tener unos 35 años más o menos, yo tengo 23, por lo que la diferencia de edad me seducía bastante. Siempre me gustaron los "mayorcitos" así que en cuanto a la atracción no había problema.
-No sé, me espera mi novio- le dije.
Lo cuál era cierto, ya que habíamos quedado en encontrarnos en su casa después de que saliera de lo de Paulita.
-Mandalo a pasear y venite conmigo, no te vas a arrepentir, además son cien mangos- me insistió.
Yo seguía caminando, con él siguiéndome por detrás, muy pero muy cerca, casi respirándome en la nuca. Me hacía la distraída pero lo cierto era que estaba evaluando su oferta.
-Dale, vamos a un telo- me insistió.
Entonces me frené en seco y lo enfrenté.
-Dejame llamar a mi novio, si no me hace problema por la demora, entonces vamos-
Saque el celular de la cartera y llame a mi gordo:
-Hola amor, recién salí de lo de Paula, pero ¿sabes qué?, quiero ir a hacer algunas compras para el arbolito, ¿no te enojás si me demoro un poco?-
Me dijo que no, que no había ningún problema.
-Entonces, en cuanto termino de comprar voy para allá, ¿si? besos... te quiero...-
Corté la llamada y guardé el celular.
-Parece que me puedo demorar un rato- le dije entonces al tipo que me ofrecía el dinero por una encamada.
-¡Uh mamita, como te voy a coger!-
-Pará flaco, no seas tan alevoso que la gente nos esta viendo- le dije, y es que me daba un poquito de calor que nos vieran así.
Caminamos algunos metros y entramos a un telo. Pagó la habitación, entramos y cada uno fue por un lado de la cama.
-¿Sabes que?- le dije entonces -Me da un poquito de verguenza, ¿porque no vas al baño mientras yo me acuesto?-
No tuvo problema, así que mientras él estaba en el baño, me desvestí y en ropa interior me metí bajo las sábanas. Enseguida salió él ya en pelotas, con la pija bien parada, apuntándome amenazante. Se metió a la cama conmigo y empezó a tocarme, primero las tetas. Me bajo el corpiño y me las chupó mientras una de sus manos se enterraba en mi entrepierna. Me sacó la bombacha y me chupó la concha... ¡que lengua por Dios... y que labios! Me saco lustre. Luego se tendió de espalda y con la pija apuntando al techo me dijo que era mi turno. Me acerque gateando a él, se la agarre con una mano y empecé a sobarla. ¿Que puedo decir? Se la chupe como yo sé, petear es una de las cosas que más me gustan así que me atraganté con esa flor de poronga. Se la chupe bien chupada y entonces, tras ponerle yo misma un forro, me le subí encima y comencé a cabalgarlo. Me gusta moverme mucho cuándo monto, revolear los pelos, sacudir las tetas, y eso hacía, precisamente, a la vez que me enterraba la verga de ese tipo hasta lo más profundo. Bueno, después de la montada me cogió en todas las posiciones posibles, hasta me agarro de parada contra el espejo de la pared, embistiéndome con todo, haciéndome gritar como una poseída. Cuándo me tvo en cuatro, dándome y dándome sin parar, me la sacó de repente y me encaró por el otro agujero, el del culo. No me hice demasiado problema, ya que el sexo anal es algo que me encanta, sobre todo porque mi primera experiencia sexual fue por el orto precisamente, así que cuándo apoyó la pija en la puerta de mi culito, esperando alguna reacción de mi parte, lo único que pude decirle fue:
-¡¡¡Metémela!!!-
Y me la metió, pegándome una rica culeada. Asi fue como me gané mis primeros $ 100 como puta, pero aclaro, no soy puta, bueno, si lo soy si se entiende como puta a alguien a quien le gusta mucho el sexo, pero no cobro ni jamás volvere a cobrar por un polvo. Fue esa sola vez. Y claro que al salir del telo me fui a hacer esas compras para el arbolito que le había dicho a mi novio.
-Pará- le dije -No seas tan evidente-
-Dale mamita, ¿que decís?- preguntó mirándome en una forma que me desnudaba con la mirada.
Debía de tener unos 35 años más o menos, yo tengo 23, por lo que la diferencia de edad me seducía bastante. Siempre me gustaron los "mayorcitos" así que en cuanto a la atracción no había problema.
-No sé, me espera mi novio- le dije.
Lo cuál era cierto, ya que habíamos quedado en encontrarnos en su casa después de que saliera de lo de Paulita.
-Mandalo a pasear y venite conmigo, no te vas a arrepentir, además son cien mangos- me insistió.
Yo seguía caminando, con él siguiéndome por detrás, muy pero muy cerca, casi respirándome en la nuca. Me hacía la distraída pero lo cierto era que estaba evaluando su oferta.
-Dale, vamos a un telo- me insistió.
Entonces me frené en seco y lo enfrenté.
-Dejame llamar a mi novio, si no me hace problema por la demora, entonces vamos-
Saque el celular de la cartera y llame a mi gordo:
-Hola amor, recién salí de lo de Paula, pero ¿sabes qué?, quiero ir a hacer algunas compras para el arbolito, ¿no te enojás si me demoro un poco?-
Me dijo que no, que no había ningún problema.
-Entonces, en cuanto termino de comprar voy para allá, ¿si? besos... te quiero...-
Corté la llamada y guardé el celular.
-Parece que me puedo demorar un rato- le dije entonces al tipo que me ofrecía el dinero por una encamada.
-¡Uh mamita, como te voy a coger!-
-Pará flaco, no seas tan alevoso que la gente nos esta viendo- le dije, y es que me daba un poquito de calor que nos vieran así.
Caminamos algunos metros y entramos a un telo. Pagó la habitación, entramos y cada uno fue por un lado de la cama.
-¿Sabes que?- le dije entonces -Me da un poquito de verguenza, ¿porque no vas al baño mientras yo me acuesto?-
No tuvo problema, así que mientras él estaba en el baño, me desvestí y en ropa interior me metí bajo las sábanas. Enseguida salió él ya en pelotas, con la pija bien parada, apuntándome amenazante. Se metió a la cama conmigo y empezó a tocarme, primero las tetas. Me bajo el corpiño y me las chupó mientras una de sus manos se enterraba en mi entrepierna. Me sacó la bombacha y me chupó la concha... ¡que lengua por Dios... y que labios! Me saco lustre. Luego se tendió de espalda y con la pija apuntando al techo me dijo que era mi turno. Me acerque gateando a él, se la agarre con una mano y empecé a sobarla. ¿Que puedo decir? Se la chupe como yo sé, petear es una de las cosas que más me gustan así que me atraganté con esa flor de poronga. Se la chupe bien chupada y entonces, tras ponerle yo misma un forro, me le subí encima y comencé a cabalgarlo. Me gusta moverme mucho cuándo monto, revolear los pelos, sacudir las tetas, y eso hacía, precisamente, a la vez que me enterraba la verga de ese tipo hasta lo más profundo. Bueno, después de la montada me cogió en todas las posiciones posibles, hasta me agarro de parada contra el espejo de la pared, embistiéndome con todo, haciéndome gritar como una poseída. Cuándo me tvo en cuatro, dándome y dándome sin parar, me la sacó de repente y me encaró por el otro agujero, el del culo. No me hice demasiado problema, ya que el sexo anal es algo que me encanta, sobre todo porque mi primera experiencia sexual fue por el orto precisamente, así que cuándo apoyó la pija en la puerta de mi culito, esperando alguna reacción de mi parte, lo único que pude decirle fue:
-¡¡¡Metémela!!!-
Y me la metió, pegándome una rica culeada. Asi fue como me gané mis primeros $ 100 como puta, pero aclaro, no soy puta, bueno, si lo soy si se entiende como puta a alguien a quien le gusta mucho el sexo, pero no cobro ni jamás volvere a cobrar por un polvo. Fue esa sola vez. Y claro que al salir del telo me fui a hacer esas compras para el arbolito que le había dicho a mi novio.
42 comentarios - Me ofrecio plata
ME LA HICISTE PARAR !!!!!
SOS LA DE LA FOTO ???
SALUDOS
ME PASO LO MISMO JAJAJAJAJAJ
QUE SUBA MAS RELATOS Y MAS FOTOS
Cuando tenga puntos te los dejo... y porfavor conta mas historias...
http://poringa.net/perfil/Androide_Rojo
gracias a Kalu y su recomendación vengo a premiar este relato y a su espectacular escritora ❤️
Dejo 10 puntines y creo que mañana ya llegás a los 50 🙂
Creo q con esos ya eres
NFU
😀
Igual te dejo los 10 porque me gusta cumplir lo que prometo ❤️