Mi Primera Vez Con Mi Mejor Amiga

DISRUTEN ESTES RELATO DE PARTE UNAS AMIGAS ESPERO QUE LES GUSTE

Mi Primera Vez Con Mi Mejor Amiga

Mi mejor amiga me dijo que se aburría, que por qué no nos metíamos en algún chat y hacíamos el loco un poco.

Ella estaba en su casa, me lo dijo por teléfono. Yo al principio me negué, tenía que estudiar, pero al rato logró convencerme.

Ella era rubia, tenía los ojos verdes, más alta que yo, y estaba buenísima; siempre se lo he recordado.

''Te equivocas... además, no me has probado'' me repetía cada vez.

Nos metimos a un chat, y empezamos a chatear. A mí me gustan los hombres, pero tengo curiosidad

por probar algo con alguna chica, así que a por eso fui: a por una chica.

Yo, al contrario que mi mejor amiga, soy morena, algo más baja, y con los ojos azules.

''¿Has ligado con alguien?'' me dijo, nada más conectarse.

''No, y no creo que lo haga...'' contesté.

De repente, un mensaje nuevo llegó a mí.

''Hola guapa, te importa si hablamos?''

No era muy llamativo, pero logró captar mi atención, e hizo que contestara.

''Hola, completa desconocida. ¿De qué deseas hablar?''

Su nombre era Monica, al menos así se hacía llamar en el chat. Hablamos durante horas, y al final acabamos agregándonos a nuestros messengers.

''Me alegra saber que no descartas la posibilidad de encontrar a una mujer ;)''

Mis ganas de hablar con ella se extendían, se hacían cada vez más grandes.

''Hey, es sábado... yo debería estudiar, pero... vivimos cerca, ¿te apetece tomar un café? yo invito.''

Apenas tuve que esperar su respuesta: ''Por supuesto. Dime dónde y a qué hora.''

Se lo conté a mi mejor amiga, y ésta se sorprendió bastante. Al menos eso creía... me preparé, hice todo lo que tenía que hacer y salí de casa.

En una hora y media ya estaba esperándola. Pasaron veinte minutos y no llegaba nadie... iba a irme, hasta que la vi a ella. Vi a mi mejor amiga andando hacia mí.

''Lo siento.''

Me quedé pensando. ¿El qué sentía?

''Tranquila. ¿El qué sientes?''

Me miró a los ojos, y se acercó a mí, hasta el punto en que sus labios tocaban los míos.

''Esto. He sido yo. Yo soy Monica. En realidad... hace mucho tiempo que deseo hacer esto...''

Volvió a besarme, y esperó una respuesta. Esa respuesta no llegaba.

''No sé qué decirte... vamos a un lugar más tranquilo a hablar, por favor.''

Me había dejado petrificada, pero realmente había logrado que me excitara. Me daba morbo verme en una situación así.

Llegamos a un pequeño parque, sin gente, no había nadie. Nos sentamos en un banco. Eran cerca de las doce y media de la noche.

''Mira, voy a serte sincera. Prefiero no hablar. ¿Por qué no me demuestras lo que quieres hacer realmente?'' -le dije, mientras la miraba fijamente.

Y eso hizo. No tardó en abalanzarse contra mí. Sus manos recorrían poco a poco mi cuerpo, mientras yo iba notando como me iba poniendo cachonda.

Nos reíamos, como si todo fuera un juego. Quién sabe... quizá realmente lo fuera.

Le desabroché la chaqueta y metí una de mis manos por debajo de su camiseta. Desenganché el sujetador con mis dedos y la empujé suavemente contra el banco, dejándola totalmente bocarriba. Le fui a quitar la camiseta, pero me dijo algo.

''¿Vamos a hacerlo aquí?'' Su mirada era morbosa, excitada.

''Claro... ¿no quieres? dudo que venga alguien. Y a mí eso de imaginar que puede llegar alguien me pone más cachonda.''

Sonrió y se quitó la camiseta. ''En ese caso...''

Podía ver, a pesar de la poca luz, cómo debajo de su sujetador sus pezones estaban duros. Así que fui a acariciarlos. Sentía cómo las ganas de morderlos y chuparlos se apoderaban de mí, así que ahí fuí.

Mientras, ella se desabrochaba el pantalón. Pero antes de poder bajar, me empujó ella y me empezó a quitar ropa. Dejándome como ella estaba.

Me metió una mano por el pantalón, y empezó a restregar su mano por mi tanga. Eso realmente me estaba excitando, y mucho. Consiguió que empezara a

gemir. Creo que ella también se moría de ganas por quitarme el pantalón y el tanga, así que le dije que lo hiciera. Lo hizo.

''Vaya, es mucho más bonito de lo que me había imaginado. Cada coño es un mundo.''

Sonrió y empezó a jugar con mi clítoris. Notaba cómo su lengua recorría cada extremo de mí, me gustaba. Me estaba volviendo loca.

Sus dedos empezaron a moverse, y a entrar en mi vagina.

''Te gusta, ¿eh?'' su cara viciosa me ponía aún más.

Cogí su mano, y le dije que me tocaba a mí. Yo ya estaba bastante estimulada.

Me deshice de su pantalón y su tanga, y me puse de rodillas para empezar a jugar con su clítoris. Por fin veía ese piercing... era tan sexy.

Mi lengua jugaba con todo lo que podía, mientras mis dedos la masturbaban rápidamente. Notaba su respiración entrecortada, y sus pequeños gemidos.

Su clítoris estaba duro, lo tocaba y ella sufría espasmos. Había pasado un rato, así que no creo que faltara mucho para que se corriera. Y yo... lo estaba deseando.

''No falta mucho... sigue, más rápido... más rápido por favor!!!!''

Estaba más cachonda yo que ella, solamente por poder verla en un momento así... sentirla, acariciarla... todo era genial.

Cogió su bolso, y me sacó un consolador.

Lo cogí, y lo introducí poco a poco en su vagina. Mientras poco a poco, iba haciéndolo más y más rápido.

Seguía lamiendo su clítoris, me gustaba. Y estaba llegando al orgasmo. Llegó.

Su orgasmo fue... cómo describirlo... no tiene descripción. Su cara de placer en ese momento tampoco... nada puede describirse, y yo aún no había terminado.

''Déjame hacer los honores...''

Sonreía mientras se apartaba el pelo de la cara. Cogió el consolador, y sin piedad, me lo introdujo rápidamente en la vagina.

Solté un pequeño grito de dolor, pero ella lo agudizó con un beso. Notaba como poco a poco, se iba acercando. El dolor ya no era dolor, sino placer.

Yo me acariciaba los pechos, mientras ella con una de sus manos, lo hacía con mi clítoris, y con la otra seguía en mi vagina con su consolador.

No pude contenerme, y acabé corriéndome. Notaba cómo los latidos eran más profundos, cómo las ganas de estar con ella aumentaban.

Sacó el consolador, metió dos de sus dedos, y se lamió la mano. Me miró y sonrió, como de costumbre.

''Ha sido genial... pero espero que esto no haya hecho que nuestra amistad se vea comprometida.''

Suspiré mientras nos vestíamos.

''Claro que no... ésto tendría que hacerla más interesante, no crees?'' Puse mirada de interesante, y le di un beso.

''Me parece bien. ¿Nos vamos...?''

Nos levantamos, me cogió de la mano y volvimos a casa. Me dijo que porqué no me quedaba a dormir en su casa, que sus padres no volvían hasta el domingo por la tarde. Eso hice. Llegamos a casa, y nos duchamos juntas. Fue la mejor ducha de mi vida.

ESPERO QUE LO HALLAN DISFRUTADO