Hacía ya unos cuantos meses que me llamaba mucho la atención un blog de web de encuentros chat y su principal tema eran las famosas reuniones de chat swingers Argentina. Entraba casi diario e imaginaba a todas esas esposas juntas en un mismo lugar y escogiendo con cual de ellas me acostaría esa noche, sin embargo cuando la imagen cambiaba a uno de los esposos de ellas haciendole el amor a mi propia mujer el celo natural no me dejaba en paz. Sabía de cualquier manera que mi esposa jamás aceptaría algo asi, por lo que simplemente me limitaba a fantasear con que un día estaría en una reunión de esas.
Un par de semanas antes de que sucediera lo que les voy a relatar, estabamos en una reunión que hacemos cada mes con las parejas de amigos. Alrededor de la mesa estabamos Daniel y su esposa Lucía, David y su esposa Martha, Julio y Rosa, y mis esposa y yo. NO me di cuenta en que momento la conversación se desvió hacia el tema de las reuniones swingers, lo noté cuando en tono de broma Julio dijo que a él si le gustaría asistir a una de ellas, pero solo, nadamás para ver cómo eran. Toda la mesa nos soltamos a reír con su comentario, sin embargo noté un especial interés por saber de qué se trataba todo eso de Rosa, quien le pedía explicaciones a su esposo y a los demás de qué se hacía en esas reuniones. Cuando David, quien había traído el tema, explico de cómo se había enterado por un compañero del trabajo, el brillo en los ojos de Rosa era deslumbrante, la chica mostraba un interés poco común ante lo que para ella era nuevo, sin embargo después de un rato el tema cambió y regresamos a los temas comunes.
Unos días después estando en la computadora de mi oficina trabajando en unos reportes, vi que Rosa se conectó en el mensajero. No pude evitar recordar cual había sido la última conversación en la que habíamos estado, y la cara que ella tenía cuando sucedió, asi que decidí hablarle y retomar el tema nosotros dos - ya que a mi también me interesaba mucho - Hablamos durante media hora de eso, bastante abiertamente por cierto, ambos dejamos ver nuestro interés, pero al mismo tiempo que el supuesto pudor y la educación que tenemos no nos lo permitiría nunca. De pronto tuve una idea que a la postre sería la que me llevaría a cumplir mis fantasías: Entre bromas le dije a Rosa que la única manera en que pudieramos asistir a algo asi sin sentir celos o pudor, era yendo con una pareja diferente y haciendonos pasar como esposos. El silencio en la ventana de chat se hizo por unos segundos, luego Rosa me contestó que si estaba hablando en serio, que si en realidad lo haría. Por un momento me asusté y pensé que se lo diría a mi esposa, pero luego pensé que ella también había mostrado interés y no se arriesgaría a que Julio se enterara. Le contesté que en realidad quería mucho a mi esposa, pero que como hombre joven me llamaba demasiado la atención conocer cómo serían esas cosas, y que si ya estando ahi algo se daba, pues ya vería como lo manejaba. - Nuevamente se hizo silencio en la ventana, solo que ahora por más tiempo - Y después fue Rosa la que tomó la inciativa para inciar esa aventura. Escribió que ella también sentía demasiada curiosidad por conocer aquello, y después acompañado de una risa escrita como si fuera en broma, me dijo que deberíamos ir juntos a una y no decirle a nuestras parejas. A partir de ese momento comencé a suavizarle las cosas a Rosa diciendole que yo podía conseguir una reunión, y que no era mala idea ir solo a la iniciación al menos para ver como era, pero que tendríamos que mantenerlo en secreto. Ella tardó, pero me contestó que si en realidad conseguía una reunión que no fuera peligrosa, contara con ella.
Una semana después ya me había puesto de acuerdo con gente del chat swingers Argentina y tenía ya la cita hecha para el lunes por la noche. Cuando le llamé a Rosella para avisarle se puso como loca, me dijo que lo había pensado bien y que era mejor no hacerlo y una serie de excusas más. La tranquilicé un poco y le dije que si no lo hacíamos nunca saldríamos de la duda. Asi que al siguiente lunes nos vimos en un café cerca de su trabajo y ambos nos subimos a mi auto. En el camino ella iba nerviosísima, me dijo que le había tenido que decír a Julio que iría con sus antiguas amigas de la escuela, mientras yo le dije que mi esposa creería que estaba en un curso de actualización técnica de mi trabajo. Ambos nos reímos y nos pusimos de acuerdo en qué decir cuando llegaramos a la reunión, confirmamos que nuestros anillos se parecieran suficiente para hacer creer que eran iguales y una vez que tuvimos todo bajo control, nos bajamos del auto y fuimos a tocar el timbre en la casa donde sería la reunión. continua en chat de parejas swingers
Un par de semanas antes de que sucediera lo que les voy a relatar, estabamos en una reunión que hacemos cada mes con las parejas de amigos. Alrededor de la mesa estabamos Daniel y su esposa Lucía, David y su esposa Martha, Julio y Rosa, y mis esposa y yo. NO me di cuenta en que momento la conversación se desvió hacia el tema de las reuniones swingers, lo noté cuando en tono de broma Julio dijo que a él si le gustaría asistir a una de ellas, pero solo, nadamás para ver cómo eran. Toda la mesa nos soltamos a reír con su comentario, sin embargo noté un especial interés por saber de qué se trataba todo eso de Rosa, quien le pedía explicaciones a su esposo y a los demás de qué se hacía en esas reuniones. Cuando David, quien había traído el tema, explico de cómo se había enterado por un compañero del trabajo, el brillo en los ojos de Rosa era deslumbrante, la chica mostraba un interés poco común ante lo que para ella era nuevo, sin embargo después de un rato el tema cambió y regresamos a los temas comunes.
Unos días después estando en la computadora de mi oficina trabajando en unos reportes, vi que Rosa se conectó en el mensajero. No pude evitar recordar cual había sido la última conversación en la que habíamos estado, y la cara que ella tenía cuando sucedió, asi que decidí hablarle y retomar el tema nosotros dos - ya que a mi también me interesaba mucho - Hablamos durante media hora de eso, bastante abiertamente por cierto, ambos dejamos ver nuestro interés, pero al mismo tiempo que el supuesto pudor y la educación que tenemos no nos lo permitiría nunca. De pronto tuve una idea que a la postre sería la que me llevaría a cumplir mis fantasías: Entre bromas le dije a Rosa que la única manera en que pudieramos asistir a algo asi sin sentir celos o pudor, era yendo con una pareja diferente y haciendonos pasar como esposos. El silencio en la ventana de chat se hizo por unos segundos, luego Rosa me contestó que si estaba hablando en serio, que si en realidad lo haría. Por un momento me asusté y pensé que se lo diría a mi esposa, pero luego pensé que ella también había mostrado interés y no se arriesgaría a que Julio se enterara. Le contesté que en realidad quería mucho a mi esposa, pero que como hombre joven me llamaba demasiado la atención conocer cómo serían esas cosas, y que si ya estando ahi algo se daba, pues ya vería como lo manejaba. - Nuevamente se hizo silencio en la ventana, solo que ahora por más tiempo - Y después fue Rosa la que tomó la inciativa para inciar esa aventura. Escribió que ella también sentía demasiada curiosidad por conocer aquello, y después acompañado de una risa escrita como si fuera en broma, me dijo que deberíamos ir juntos a una y no decirle a nuestras parejas. A partir de ese momento comencé a suavizarle las cosas a Rosa diciendole que yo podía conseguir una reunión, y que no era mala idea ir solo a la iniciación al menos para ver como era, pero que tendríamos que mantenerlo en secreto. Ella tardó, pero me contestó que si en realidad conseguía una reunión que no fuera peligrosa, contara con ella.
Una semana después ya me había puesto de acuerdo con gente del chat swingers Argentina y tenía ya la cita hecha para el lunes por la noche. Cuando le llamé a Rosella para avisarle se puso como loca, me dijo que lo había pensado bien y que era mejor no hacerlo y una serie de excusas más. La tranquilicé un poco y le dije que si no lo hacíamos nunca saldríamos de la duda. Asi que al siguiente lunes nos vimos en un café cerca de su trabajo y ambos nos subimos a mi auto. En el camino ella iba nerviosísima, me dijo que le había tenido que decír a Julio que iría con sus antiguas amigas de la escuela, mientras yo le dije que mi esposa creería que estaba en un curso de actualización técnica de mi trabajo. Ambos nos reímos y nos pusimos de acuerdo en qué decir cuando llegaramos a la reunión, confirmamos que nuestros anillos se parecieran suficiente para hacer creer que eran iguales y una vez que tuvimos todo bajo control, nos bajamos del auto y fuimos a tocar el timbre en la casa donde sería la reunión. continua en chat de parejas swingers
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