Esta es otra historía que hicimos con mi compañerito...
Ya estaba podrido de escuchar a mi amigo quejarse siempre de ésta mujer, de su nueva jefa. Decía que era una mujer muy bella pero con un carácter difícil de llevar, siempre perfecta, siempre correcta, siempre guardando las distancias, siempre seria. Mi amigo hablaba de esta mujer como la peor jefa del mundo pero en lo profundo de su ser, pienso que se había enamorado, aunque sabia que una chica así nunca se iba a fijar en él y menos siendo un empleadito.
Un día pasaba cerca de su empresa y decido visitarlo, la verdad era que quería conocer al diablo que tenia como jefa y así fue, entre. Yo soy repartidor de bidones de agua, por lo que mi apariencia mientras trabajo es la peor, pero no me importaba, yo quería conocerla.
Pase la puerta y pregunte por mi amigo, fui hasta su lugar de trabajo y comenzamos a charlar, él sorprendido de mi visita. A los 5 minutos siento detrás mío que alguien me observa, giro mi cabeza y me quede embobado al descubrir que mi amigo tenia mucha razón. Un minon me miraba con cara de tuje, golpeando su zapatito de taco repetidamente en el piso. Al caer en la realidad, me acomodo y le digo buen día, a lo que me responde:
-Ud no trabaja acá.
-No, es verdad. Pase a dejar el bidón de agua, el cual usted utiliza seguramente, así que agradezca que gracias a mi no se deshidrata.
Y así nomás, salude a mi amigo y me fui.
Mientras cerraba la puerta de la oficina, la escuche decir algo como "ese maleducado" y me fui a buscar el camión a la parte de atrás de la empresa.
Cuando estoy poniendo en marcha el camión, se acerca uno de los chicos de seguridad diciéndome que espere que la jefa de mi amigo quería hablar conmigo, que era la jefa y estaba a las puteadas, me contó que nadie se la bancaba mientras lo dos esperábamos que llegue.
Nos dimos cuenta que la mina venia cuando empezamos a escuchar el tac tac de sus zapatitos, la veía caminar por el estacionamiento de la planta y tenia un cuerpo que con solo verla me estaba volviendo loco. El viento hacia que se le vuele el pelo mientras caminaba y el sol hacia que su calor castaño brille más.
Cuando llego a mi camión sonó la radio del de seguridad y haciéndome el serio me dijo: "ya sabes donde queda la salida", la mina se enojo porque nos había dejado solos, y supongo que no sabia de que podía ser capaz.
Me empezó a dar un sermón, diciéndome que era un maleducado, que ella era la nueva jefa y que yo no podía quedarme hablando con los empleados. Yo la miraba sonriendo sin decir nada, pero en cuanto pude hablar le dije:
-Estoy con mucho trabajo para quedarme hablando con ud.
Y me fui atrás del camión, ella se quedo con la boca abierta, sorprendida de mi respuesta y me siguió furiosa. Para todo esto, yo ya estaba adentro del camión, acomodando los bidones y ella desde abajo me pedía que bajara, que todavía no había terminado conmigo.
-Sra, se la hago fácil, si pretende que yo la escuche, primero baje el tono y hable como corresponde y segundo, si quiere, suba porque yo no voy a bajar.
Yo por adentro me decía, ésta no va a subir pero me equivoque. Cuando vuelvo a mirar la puerta, ya estaba adentro del camión acomodándose su perfecto aspecto. Vino toda enojada a mi encuentro pero no la deje ni hablar, le comí la boca en un instante, puse sentir su perfume y también su mano cuando me pego una cachetada. Me miro fijo con los ojos desorbitados y la volví a besar pero esta vez más suave y esta vez ella no me pego. Siguió acompañando mi beso, mis manos rodeaban su cara y fueron bajando contorneando su cuerpo hasta posarse en sus magnificas caderas.
Por momentos se quiso alejar, pero no la dejaba y correspondía mi beso. Mientras con una mano le sacaba sus lentes, con la otra, agarre su mano y la puse sobre mi pantalón para que sintiera como me iba excitando, la besaba cada vez mas fuerte, mordía sus labios y ella ya no se quejaba, al contrario, me agarraba mas fuerte, con su otra mano me acariciaba la espalda y yo fui desprendiendo su camisa, acariciando cada centímetro que se descubría de su hermosa piel.
Abrí su camisa y levante su corpiño para comenzar a besar sus pechos, rodeaba sus pezones con mi lengua mientras seguía desvistiéndola, ella ya me había aflojado el pantalón y había comenzado a masturbarme, yo estaba excitadísimo por la mujer que tenia enfrente, la di vuelta apoyando sus manos sobre los bidones de agua y subí lentamente su pollera gris de vestir, dejándole al descubierto sus nalgas firmes, me éxito mucho mas la escena, tenia una diminuta bombachita blanca, la cual corrí metiendo dos de mis dedos y masajeando su clítoris duro y toda su femineidad que ya había comenzado a humedecerse, empezó a gemir y a pedirme que la penetre, yo la quería toda para mi pero me contuve, quería hacerla desear, quería hacerla morir de placer hasta que me pida a gritos que la coja.
Seguía tocándola y con la otra mano, pellizcaba sus pezones que no eran muy grandes pero estaban duros y pedían ser chupados, por eso la di vuelta y lo hice, mientras seguía tocándola y llegaba hasta su cola. Ella reclamaba y gemía y tocaba mi miembro haciéndome poner loco. En un momento bajo y comenzó a chuparmela de una forma hermosa , lo hacia cada vez mas rápido, el roce de su lengua, sentirme dentro de toda su boca, me estaba por hacer acabar, amarrándola del pelo la saque e hice que se pare, la volví a besar, mordiendo su boca, su lengua, mientras con mis dedos jugaba en su cola, parecía que la ponía incomoda, como que no le gustaba y eso me excitaba cada vez mas, yo me apoyaba en ella y ella trataba que la penetre en esa posición, me miro enojada, con su característica cara de culo cuando me empecé a reír maliciosamente, la volví a dar vuelta, manejándola como a una muñequita, abrí sus piernas con mis manos y con su propia excitación moje mis dedos para empezar a jugar con su cola, despacito fui metiendo primero un dedo dentro de ella, se quejo pero no me dijo que pare, empecé a masajearle la cola, fui metiendo otro dedo mas, la escuchaba cada vez mas agitada y mientras con su propia excitación la seguía lubricando, cada vez se mojaba mas.
Saque mis dedos y con una mano la agarre de la cintura, para poder penetrarla. Fui muy suavemente metiendo toda mi extremidad dentro de su carnoso culo, ella no se quejaba mas, al contrario me ayudaba y hacia presión contra mi. Gemía y me agarraba con una mano mi cadera y con la otra se pellizcaba los pezones.
El ritmo comenzó a ser cada vez más veloz y ella contorneaba su espalda y movía su cabello de una forma que me volvía loco, comenzó a sudar y a gemir y sus movimientos eran claros, estaba acabando. Se mordía los labios de placer y me pedía que la acabe toda, la penetraba fuerte sintiendo cada punto de placer, verla así me hizo explotar y acabe como nunca antes. Mis fluidos corrían por sus nalgas y piernas y ella se refregaba toda la cola y se metía los dedos en la boca. Yo seguía acariciándola toda, nos dimos un beso y me dijo que tenía que volver a trabajar y yo también tenia que hacer lo mismo, estaba llegando tarde a la próxima empresa.
Ya estaba podrido de escuchar a mi amigo quejarse siempre de ésta mujer, de su nueva jefa. Decía que era una mujer muy bella pero con un carácter difícil de llevar, siempre perfecta, siempre correcta, siempre guardando las distancias, siempre seria. Mi amigo hablaba de esta mujer como la peor jefa del mundo pero en lo profundo de su ser, pienso que se había enamorado, aunque sabia que una chica así nunca se iba a fijar en él y menos siendo un empleadito.
Un día pasaba cerca de su empresa y decido visitarlo, la verdad era que quería conocer al diablo que tenia como jefa y así fue, entre. Yo soy repartidor de bidones de agua, por lo que mi apariencia mientras trabajo es la peor, pero no me importaba, yo quería conocerla.
Pase la puerta y pregunte por mi amigo, fui hasta su lugar de trabajo y comenzamos a charlar, él sorprendido de mi visita. A los 5 minutos siento detrás mío que alguien me observa, giro mi cabeza y me quede embobado al descubrir que mi amigo tenia mucha razón. Un minon me miraba con cara de tuje, golpeando su zapatito de taco repetidamente en el piso. Al caer en la realidad, me acomodo y le digo buen día, a lo que me responde:
-Ud no trabaja acá.
-No, es verdad. Pase a dejar el bidón de agua, el cual usted utiliza seguramente, así que agradezca que gracias a mi no se deshidrata.
Y así nomás, salude a mi amigo y me fui.
Mientras cerraba la puerta de la oficina, la escuche decir algo como "ese maleducado" y me fui a buscar el camión a la parte de atrás de la empresa.
Cuando estoy poniendo en marcha el camión, se acerca uno de los chicos de seguridad diciéndome que espere que la jefa de mi amigo quería hablar conmigo, que era la jefa y estaba a las puteadas, me contó que nadie se la bancaba mientras lo dos esperábamos que llegue.
Nos dimos cuenta que la mina venia cuando empezamos a escuchar el tac tac de sus zapatitos, la veía caminar por el estacionamiento de la planta y tenia un cuerpo que con solo verla me estaba volviendo loco. El viento hacia que se le vuele el pelo mientras caminaba y el sol hacia que su calor castaño brille más.
Cuando llego a mi camión sonó la radio del de seguridad y haciéndome el serio me dijo: "ya sabes donde queda la salida", la mina se enojo porque nos había dejado solos, y supongo que no sabia de que podía ser capaz.
Me empezó a dar un sermón, diciéndome que era un maleducado, que ella era la nueva jefa y que yo no podía quedarme hablando con los empleados. Yo la miraba sonriendo sin decir nada, pero en cuanto pude hablar le dije:
-Estoy con mucho trabajo para quedarme hablando con ud.
Y me fui atrás del camión, ella se quedo con la boca abierta, sorprendida de mi respuesta y me siguió furiosa. Para todo esto, yo ya estaba adentro del camión, acomodando los bidones y ella desde abajo me pedía que bajara, que todavía no había terminado conmigo.
-Sra, se la hago fácil, si pretende que yo la escuche, primero baje el tono y hable como corresponde y segundo, si quiere, suba porque yo no voy a bajar.
Yo por adentro me decía, ésta no va a subir pero me equivoque. Cuando vuelvo a mirar la puerta, ya estaba adentro del camión acomodándose su perfecto aspecto. Vino toda enojada a mi encuentro pero no la deje ni hablar, le comí la boca en un instante, puse sentir su perfume y también su mano cuando me pego una cachetada. Me miro fijo con los ojos desorbitados y la volví a besar pero esta vez más suave y esta vez ella no me pego. Siguió acompañando mi beso, mis manos rodeaban su cara y fueron bajando contorneando su cuerpo hasta posarse en sus magnificas caderas.
Por momentos se quiso alejar, pero no la dejaba y correspondía mi beso. Mientras con una mano le sacaba sus lentes, con la otra, agarre su mano y la puse sobre mi pantalón para que sintiera como me iba excitando, la besaba cada vez mas fuerte, mordía sus labios y ella ya no se quejaba, al contrario, me agarraba mas fuerte, con su otra mano me acariciaba la espalda y yo fui desprendiendo su camisa, acariciando cada centímetro que se descubría de su hermosa piel.
Abrí su camisa y levante su corpiño para comenzar a besar sus pechos, rodeaba sus pezones con mi lengua mientras seguía desvistiéndola, ella ya me había aflojado el pantalón y había comenzado a masturbarme, yo estaba excitadísimo por la mujer que tenia enfrente, la di vuelta apoyando sus manos sobre los bidones de agua y subí lentamente su pollera gris de vestir, dejándole al descubierto sus nalgas firmes, me éxito mucho mas la escena, tenia una diminuta bombachita blanca, la cual corrí metiendo dos de mis dedos y masajeando su clítoris duro y toda su femineidad que ya había comenzado a humedecerse, empezó a gemir y a pedirme que la penetre, yo la quería toda para mi pero me contuve, quería hacerla desear, quería hacerla morir de placer hasta que me pida a gritos que la coja.
Seguía tocándola y con la otra mano, pellizcaba sus pezones que no eran muy grandes pero estaban duros y pedían ser chupados, por eso la di vuelta y lo hice, mientras seguía tocándola y llegaba hasta su cola. Ella reclamaba y gemía y tocaba mi miembro haciéndome poner loco. En un momento bajo y comenzó a chuparmela de una forma hermosa , lo hacia cada vez mas rápido, el roce de su lengua, sentirme dentro de toda su boca, me estaba por hacer acabar, amarrándola del pelo la saque e hice que se pare, la volví a besar, mordiendo su boca, su lengua, mientras con mis dedos jugaba en su cola, parecía que la ponía incomoda, como que no le gustaba y eso me excitaba cada vez mas, yo me apoyaba en ella y ella trataba que la penetre en esa posición, me miro enojada, con su característica cara de culo cuando me empecé a reír maliciosamente, la volví a dar vuelta, manejándola como a una muñequita, abrí sus piernas con mis manos y con su propia excitación moje mis dedos para empezar a jugar con su cola, despacito fui metiendo primero un dedo dentro de ella, se quejo pero no me dijo que pare, empecé a masajearle la cola, fui metiendo otro dedo mas, la escuchaba cada vez mas agitada y mientras con su propia excitación la seguía lubricando, cada vez se mojaba mas.
Saque mis dedos y con una mano la agarre de la cintura, para poder penetrarla. Fui muy suavemente metiendo toda mi extremidad dentro de su carnoso culo, ella no se quejaba mas, al contrario me ayudaba y hacia presión contra mi. Gemía y me agarraba con una mano mi cadera y con la otra se pellizcaba los pezones.
El ritmo comenzó a ser cada vez más veloz y ella contorneaba su espalda y movía su cabello de una forma que me volvía loco, comenzó a sudar y a gemir y sus movimientos eran claros, estaba acabando. Se mordía los labios de placer y me pedía que la acabe toda, la penetraba fuerte sintiendo cada punto de placer, verla así me hizo explotar y acabe como nunca antes. Mis fluidos corrían por sus nalgas y piernas y ella se refregaba toda la cola y se metía los dedos en la boca. Yo seguía acariciándola toda, nos dimos un beso y me dijo que tenía que volver a trabajar y yo también tenia que hacer lo mismo, estaba llegando tarde a la próxima empresa.
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