Relato erótico: "La extranjera" [Capitulo III]

Capitulo III



“El Silencio de Michelle”


Tras el incidente en su habitación, mejor dicho, en el umbral de la misma (¿Podría decirse entonces que el crimen es menos grave?), Michelle se negó a hablarme nuevamente. Me esquivaba en los pasillos, se ocultaba durante largas horas en su habitación (dándole llave a la puerta para evitar que el ser desagradable que representaba, volviese a corromper el ambiente puro que protegia a la Inglesa).

¿Qué más podría agregar sobre el asunto? Michelle evadía mi mirada, nuestros ojos ya no se encontraba ocasionalmente.. su perfume me había sido negado tras su encierro y poco a poco, la imagen de la beldad rubia, se perdía en el interior de mi mente, que urgía de necesidad por volverla a ver.

Procuré resolver el asunto e intenté tejer algún plan para ganarme su perdón. No obstante, me era imposible quebrar la muralla que representaba esa simple puerta de madera. Nuestros mundos se habían distanciado aun más, y el lenguaje por aquel entonces, era un simple anécdota.

Entonces irrumpió en mi mente una idea. Recurriría a mi hermana para salvar lo que quedaba de mi imagen. Y luego intentaría no cometer ninguna imprudencia por un tiempo, a fin de ganarme nuevamente la confianza de la bella Michelle.

La cuestión se centraba entonces, en como explicarle los hechos a Sofía, sin que la vergüenza me asaltara a tal punto de enmudecerme. Ciertamente no era un historia digna de ser contada de boca en boca.

Una tarde, luego de meditar largas horas me dispuse a platicar sobre ello.

Sofia, comencé a decir, debo confesarte algo...

No, no lo hagas hermano mío, ya me he enterado de tu bochorno. Finalizó ella con total crudeza.

“¿Todo?, ¿Has hablado con Michelle?” inquirí con total asombro.

“Por supuesto y se encuentra profundamente indignada..dime ¿Qué harás para solucionarlo? Debo confesar que te encuentras en un gran enredo.

“Ni me lo digas, estoy desesperado”. Dije, y luego dejé escapar un largo suspiro.

“Pues piensa, por que el tiempo urge, y tus posibilidades son pocas”


“Lo sé”,”¿Podrías ayudarme Sofía?

“Ciertamente no veo como podría hacerlo. Hasta a mí me da vergüenza hablar de ello. Lo mejor que puedes hacer es escribirle una carta a modo de disculpas”.

A decir verdad es gran idea, si no fuese porque mi nivel de inglés no me ayudaría a expresarme correctamente o del modo que me gustaría hacerlo. ¿Podrías ayudarme a redactarla?

Sofía dudo por unos instantes y luego dijo: Descuida. Iré yo a platicar con ella. Me debes una hermano, o mejor dicho, si te ayudo a salir airoso de esta situación, deberás corresponderme de por vida.

“Entonces tenemos un trato” dije.

Escrito por TheEroticWriter.

Pd: Continuará en la IV parte.