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mi primer cuentito erotico

El viaje inolvidable

Por fin. Después de todo un año esperando las vacaciones, el justo paso del tiempo hizo que esa noche Felipe se acostara pensando en el merecido descanso que comenzaba mañana.
Sale de su casa con una mochila grande que conservaba de las excursiones de su niñez, hacia mucho que no viajaba, el estudio, las obligaciones, obligaciones, y mas obligaciones, la vida de las personas se basa en hacer lo que todos esperan de nosotros e igualmente si hacemos algo que deseamos, es todo parte del mismo sistema globalizador, que nos lleva exactamente al lugar adonde no queríamos ir.
¿Será suficiente ser consciente de todo eso? , ¿Y paliar con pequeñas acciones que significan grandes logros en esta vida almidonada?
Felipe se carcome la cabeza día a día con estas incógnitas, quisiera que le lleguen mis palabras alentándole a que siga cuestionándose, que es el gran principio, pero confío en que estas se harán oír.
La mochila esta muy pesada a pesar de llevar tan solo un par de prendas; Felipe no sabe que carga, pero lo hace, apesadumbrado, arrepentido de la vida que le toca vivir.
Realmente el ánimo de Felipe decae notablemente porque esta caminando solo,
reflexionando sobre lo acontecido que no le permitió realizar ese ansiado viaje antes.
Lo que el no sabe es que lo espera una grata sorpresa, pero shhhhh! El sospecha algo y una sonrisa se apodera de su rostro iluminando y definiendo sus rasgos galantes, mejor así.
Incluso camina de forma distinta y eso lo notan las mujeres a su alrededor, que lo cruzan y desean probar sus humores, y por un instante lo hacen dueño de sus fugaces fantasías.
Sigue caminando y ahora hay menos personas, mejor, tiene ganas de seguir durmiendo un poco mas durante el viaje y seria mejor si con el viajaran pocas personas.
Llega al galpón de donde parten dos o tres líneas de colectivos con rumbos similares, el lugar esta descuidado y raído, el ruido de varios motores viejos, avisando la partida de unos colectivos, forman una sonata altruista y desvariada, hay olor a humedad, y el lugar esta muy mal iluminado por algunos tubos fluorescentes.
Se dirige a la ventanilla donde extienden los boletos, y despierta al hombre barbudo y de aspecto senil que babea contra la pared, el viejo pega un salto y Felipe del otro lado también se sobresalta. Le pregunta que quiere de mala gana, y el contesta que quiere un pasaje al lugar mas lejos y mas pequeño, lo mira de forma despectiva y extiende un boleto, cobrándole y diciendo en voz alta el nombre del lugar: Villamil. Perfecto, nunca lo había escuchado nombrar, de seguro el colectivo iba vacío.
Ya estaba por pensar de nuevo en su supuesta vida miserable, cuando de pronto una voz femenina muy agradable, aporta la luz natural que le falta al lugar.
Se da vuelta para observar mejor a la mujer que ha alertado todos sus sentidos, cuando ve llegar por detrás de ella a un chico mas joven de aspecto musculoso, seguramente deportista, que viene corriendo con unos bolsos, hasta alcanzarla frenando bruscamente, tropezándose, con su novia, dilucido Felipe.
Dejo los bolsos en el suelo, y la rodeo con sus brazos desde atrás, la mujer ya había comprado el boleto, y Felipe no había distinguido el destino que esperaba a una mujer tan hermosa.
Felipe estaba deslumbrado, los días estaban cada vez más calidos, y ella había decidido lucir un vestido muy veraniego, blanco, puro y provocador, transparente, que le llegaba encima de la rodilla y hacia las delicias de su imaginación.
De repente se encontró soñando, arrodillado frente a ella, frente a sus tobillos, desabrocharía hábilmente las pequeñas hebillas de las sandalias doradas, la piel de sus pantorrillas lucen extremadamente suaves, casi desafiantes, le recordaban a los pétalos de las flores en primavera, cuando se abren turgentes.
con una delicadeza indescriptible, comenzaría a subir acariciando la piel de sus piernas que tenían la medida justa, mientras, ella se agarra la cabeza deseosa de que continúe, desprende la hebilla que sujeta sus delicados cabellos, que lucen un corte desmechado que le da un aire sofisticado, y los alborota con sus manos en la sien.
Mientras, las manos de Felipe ascienden en el recorrido vertiginoso, ahora se encuentran a cada lado de sus sinuosas caderas, separadas por un triangulo exquisito, que se le antojaba semejante a una selva calida y húmeda, que pedía ser explorada.
El corte del vestido permitía que Felipe se cobijara perfectamente entre sus piernas, para abocarse a la tarea que ya no podía postergar. Deslizo sus dedos entre las tiras del cullote de puntilla color arena, y lo bajo de golpe haciendo que ella se estremezca ante el tirón inusitado, una vez que tenia el camino libre, separo sus piernas y acerco su boca introduciendo la lengua en su vagina que lo recibía húmeda y presuntuosa, abriéndose a las maniobras de la lengua intempestiva de un hombre que no sabia como se llamaba, que curiosamente era lo que le propiciaba mas placer, el anonimato de su amante oral.
Unos perros se pelean afuera en la calle, y eso hace que Felipe salga de su ensoñamiento.
La chica sigue ahí, pero no lo mira, esta hablando animadamente con el chico que la acompaña, entonces ve llegar un colectivo un poco desvencijado que para frente a los asientos donde están ubicados, hacia un rato habían llegado dos niños con una mujer que aparentemente era su abuela y que no dejaban de correr por el escueto lugar, haciendo que la mujer le propicie unos cuantos gritos a los que por supuesto no prestaron atención.
La desolada e improvisada terminal esta prácticamente vacía, y Felipe se levanta de una vez, con su mochila, y se dirige a la puerta del autobús que ya estaba abierta, y para su sorpresa ve que la chica también se dirige al mismo vehículo, su novio guarda sus bolsos en el portaequipaje y la saluda con un apasionado beso que lo hace desearla aun mas, se despiden agitando la mano y el se aleja hasta perderse de vista.
Ella busca el boleto y lo sostiene con la mano izquierda y cuando levanta la cabeza le dedica una deliciosa sonrisa a Felipe, que un poco sorprendido, se la devuelve unos instantes después.
Suben al colectivo que esta completamente vacío, sacando a relucir sus buenos modales Felipe dejo que ella subiera primero a lo que le dedico nuevamente una sonrisa mientras se humedecía los labios, gesto que hizo que el recordara la fantasía de minutos atrás, provocando que se encienda su mirada.
Cuando caminaba por el pasillo del colectivo, contoneándose y haciendo mas sinuosas sus curvas, ladeo su cabeza hacia un costado, y le dirigió un gesto sutil pero seguro de que se sentara al lado de ella.
Se sentó en el ultimo asiento al fondo, y cuando el llego a ese sector apoyo su mano en el asiento y lo palmeo un par de veces, de mas esta decir que Felipe obedeció las obvias sutilezas y se ubico a su lado.
A esta altura se hubiera esperado absolutamente cualquier cosa de parte de los dos, pero contrariamente a todo lo acontecido, ninguno se dirigió la palabra, y cada uno se dedico a mirar la ventanilla mas próxima.
Al cabo de una hora de recorrido solo habían subido y bajado un par de personas, y el colectivo permanecía solo con los dos pasajeros con los que había partido. El paisaje se volvió desolado y estéril. De repente el gira hacia ella mirándola prácticamente de frente y se encuentra con la mujer de sus fantasías, ella esta también de frente a el, con una pierna arriba del apoyacabezas de su asiento, y la otra flexionada apoyada en el suelo del destartalado colectivo. Su espalda estaba semiarqueada y apoyaba la cabeza en la ventanilla.
Con una de sus manos en el escote, trazaba círculos con su dedo, entre la tela y la desnudez. La posición de la otra mano era mucho más interesante, ya que estaba sosteniendo el ruedo de su vestido, arrugándolo y levantándolo, para favorecer la visión de su espectador, y que pudiera entrever su vagina abierta, tapada por la transparente puntilla de su tentador cullote.
Tal provocación hizo que Felipe se abalanzara hacia el sexo expectante de su amante sorpresiva, dándose cuenta que primero tendría que sacar el obstáculo vestido de puntilla, a lo que ella levanto su cadera para que el pudiera sacársela, observando por fin el camino que debería recorrer con su lengua. Apoyo cada mano sobre su ingle, abriendo más su vagina y ejerciendo una leve presión evitando que moviera sus piernas. Su lengua operaba diligente entre sus pliegues, proporcionándole oleadas de placer cuanto mas lejos llegaba, con la punta de la hábil lengua presionaba suavemente su clítoris y delineaba su contorno para que no quedara ni un solo rincón sin estimular.
Ella introducía y lamía su dedo índice, tratando de disimular y canalizar los gemidos, con la mano libre estaba pellizcando y acariciando uno de sus senos.
Felipe no aguantaba más y necesitaba bajar su cremallera para penetrarla y verter sus fluidos en el interior del cuerpo que le habían ofrecido.
Desabrocho su pantalón, bajo el cierre e introdujo su mano al interior del bóxer ajustado de color rojo, se incorporo sobre el asiento y se coloco arriba de la mujer que lo esperaba…
Una ráfaga de viento cerro de un golpe la ventana de su pequeña habitación, despertándolo de forma brusca, que hizo que se incorporara a la cama. Se agarro la cabeza y metió una mano debajo de su sabana notando su miembro duro e hinchado.
Miro sobre la precaria mesita de luz, agarro el viejo despertador y miro la hora. Las doce.
La noche parecía larga, se había acostado hace media hora y ya se despertaba sobresaltado y excitado. Miro el despertador de vuelta. Las doce. Se refregó un poco los ojos y se levanto dispuesto a ir al baño, tomo un vaso de agua, volvió a introducir su mano en el bóxer mientras abría la puerta del baño, con su pene en la mano, apoyo la mano libre en el vanitory mientras que sacudía con intensidad de arriba abajo su miembro duro, recordando dificultosamente fragmentos del sueño. Termino sin mayores preámbulos lo que empezó en sueños.
Se acostó nuevamente, mas satisfecho, y se durmió pronto, con una sonrisa en los labios, y pensando esta vez en lo que le esperaba mañana, cuando se levantara, agarrara su mochila, y caminara hasta la improvisada mini- terminal, y se cruzara con la apetitosa mujer de vestido blanco y puro, transparente, casi provocador. Muy provocador.

2 comentarios - mi primer cuentito erotico

angieyruben
Que buen sueño !!!
Buen debut !!!


Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!

mi primer cuentito erotico

Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
JohnMcClaine
LitaMastro dijo:Una ráfaga de viento cerro de un golpe la ventana de su pequeña habitación, despertándolo de forma brusca, que hizo que se incorporara a la cama. Se agarro la cabeza y metió una mano debajo de su sabana notando su miembro duro e hinchado. Miro sobre la precaria mesita de luz, agarro el viejo despertador y miro la hora. Las doce.


Guau! Qué gratos e inesperados son los placeres oníricos!!!
A mi también me pasa
que siempre me despierta algo "En lo mejor del sueño"!!!
Felicitaciones,
muy buen relato!
A favs, mañana paso con puntos Lita!
😉