Les voy a contar mi segunda experiencia con mi suegra.
Como recordaran ella tiene 54 años y mi primera “cogida” con ella fue en su casa cuando me sorprendió masturbándome con su bombachita.
Habíamos quedado en tener otro encuentro, mi novia tenia que salir por trabajo y no estaría hasta después del mediodía, por lo cual aproveche para llamar a mi suegra.
— Puedo estar en tu casa en media hora mas o menos.
— OK, pero lo antes posible porque no puedo esperar mas por cogerla otra vez.
— Bueno, además quiero que veas lo que me compré, una ropita interior muy linda.
Realmente ahora que escribo esto me pongo a pensar la muy putita que es la vieja. Llega a casa y apenas cerramos la puerta, baja la mano y comienza a sobarme la pija por arriba de mi joggins, mientras yo la abrazo y le clavo mi lengua dentro de su boca tocándole el culo con las dos manos.
La separo y la miro para apreciar como estaba vestida. Traía una blusa algo ajustada con una pollera como a 5 o 10 cm. por arriba de la rodilla, con unos zapatos tipo chatitas, son unos zapatos que no tienen taco, si una suela muy fina.
— Estás muy linda Betty— ella se llama Beatriz.
— ¿Te Parece ?
— ¡¡¡Claro que si!!!
— ¿Y eso te calienta a vos?
— ¿Si me calienta? Mirá.
Saqué mi pija de su encierro, el slip ya me estaba molestando mucho ya que mi pija peleaba por salir a tomar aire.
— Pero que tenes ahí yernito, ¿eso es para mi?
— Claro, para quien va a ser, ¿te gustaría tenerla entre las manos?
— Mmmm, si, yo quiero.
— Pero primero sacáte la ropa y déjate la interior puesta.
— Bueno.
Al sacarse la blusa pensé que acabaría en ese mismo momento, traía un corpiño blanco con encajes, ajustadito que hacia que sus tetitas resaltaran mas y que sus pezoncitos duritos ya por la calentura, quisieran romper le fina tela del corpiño.
— SUEGRITA, QUE LINDAS TETITAS TENES, fue lo que me salio del alma.
— Te gustan, porque no me las acaricias así se ponen mas lindas todavía.
— Si, pero sacáte la pollera que quiero verte todo el conjuntito completito.
— Bueno.
POR DIOS, cuando se saco la pollera, traía una bombachita de encaje blanco, debo aclarar que la ropa interior blanca me enloquece, con todo encaje en el frente y atrás y unos voladitos de seda hermosos bordeando toda la bombacha desde adelante hasta atrás por ambos lados.
— Te gusta yernito?
— Estoy como loco, te quiero chupar toda la ropa interior ahora mismo.
Sin mas que decir me agaché y empecé a pasar mi lengua por toda la ropa interior, primero por arriba de sus pezoncitos que a cada lamida mía mas duritos se ponían, ella me tomaba de la cabeza y se acariciaba la conchita por arriba de la ropa.
Ella no paraba de gemir y pedirme que la chupara toda, que no dejara nada sin saliva mía, yo, como la primera vez en su casa, estaba totalmente loco de calentura, no podía creer que mi suegra fuera tan puta con su yerno, pero eso hacia que me pusiera mucho mas caliente.
Dejé de chuparle y morderle los pezoncitos y comencé a bajar por su pancita, esta subía y bajaba al ritmo de su respiración, que a esta altura era como que le faltaba el aire, realmente estaba muy caliente. Me tomó de la cabeza y casi me obligaba a bajar a su entrepierna, yo quería alargar todo el tiempo que pudiera ese momento, era algo maravilloso, podía oler su aroma a yegua en celo, de su conchita salía un olor hermoso. Cuando llegué a su bombacha, esta estaba totalmente mojada, sus jugos estaban casi chorreándole por las piernas. Empecé a morder y pasar mi lengua por arriba de su bombachita, esto hacia que ella sacara mucho mas afuera su concha, sentía que quería atravesar la tela con su clítoris, podía sentirlo sobresaliendo contra la fina tela de encaje. Al darme cuenta, comencé a chuparlo y a morderlo.
— Hay que lindo, así chupame la concha así, como siento tu lengua, te voy a dar mis juguitos bien adentro de tu boca.
— Dame tus juguitos putita mía.
— Si soy tu putita, soy tu puta, quiero que me cojas como nunca, quiero que me rompas todo, quiero sentirme bien puta con vos yernito.
— Yo te voy a dar pija todo lo que quieras y quiero que me acabes en la lengua.
— Mmmm, si seguí así que te acabo, move esa lengüita que esta dura y áspera, que lindo se siente, chupame mas que acabo, chupa que acabo, mmmm……… hijo de puta!!! Estoy acabando en tu boca, tomate todos mis juguitos, toma, suegrita Betty te da juguito bien calientito…… mmmmm…… que lindo chupas….. como estoy acabando.
Realmente pensé que se moría, porque dejó de hablar y se derrumbo, sus piernas dejaron de responderle y si no la agarraba se rompía la cabeza contra el piso.
— Se siente bien suegrita — yo algo asustado por como estaba.
— Me siento como una yegua en celo, que lindo que es cuando te chupan la concha y te la chupan bien, así por todos lados y no te da asquito cuando largo mis juguitos.
— ¿Porque me dice eso?
— Porque el boludo de mi marido cada vez que me chupaba y yo le estaba por acabar dejaba de hacerlo y yo me quedaba con unas convulsiones terribles, después si me cogia con todo, pero hasta ese momento me dejaba como la mierda.
— Bueno pero ahora tiene quien se la chupe y se tome sus juguitos.
— SI YERNITO!!!!, pero ahora me toca a mi chuparte esa pijota y tragarme toda tu lechita.
— Si eso quiero que me chupes bien la pija y te tragues toda mi lechita, ¿Eh Suegrita?
— Si yernito, te la voy a chupar mejor que mi hija y mientras te la chupo contame las cositas que se hacen y como le gusta coger a mi nenita
Para que habrá dicho eso, casi me hace acabar en ese mismo momento. Me senté en la mesa y ella en la silla, mi pija le apuntaba directo a su cara, ella me la agarró y empezó a pajearme lentamente, sacaba mi cabecita afuera y le pasaba la lengua sin metérsela adentro de la boca, eso me ponía loco. Le agarré la cabeza y quería atravesarle la nuca, pero ella me empujaba con las manos para hacerme desear.
— Por favor Betty, trágate mi pija y chupamela como nunca me la chuparon.
— Si pero mientras lo hago contame.
— Si, dale, chupámela, así….. mmmmm… que lindo…. tu hija me la chupa igual que vos….. ¿vos le enseñaste a chupar pijas?….. porque se pone tan putita como vos cuando tiene una pija en la boca….. mmmm…. puta de mierda….. mové esa lengua…. así….. lo haces mejor que tu hija…. ella no mueve tan bien la lengüita como vos….. que bien lo haces putita mía… mmmm…. seguí así que tu yernito te va a dar tu ración de lechita caliente y bien blanquita…. sacátela de la boca y chupáme los huevos que a tu hija le encanta chuparme los huevos, se los mete todos en la boca….. mmmmm…. que lindo….. hacés lo mismo que hace tu hija cuando me chupa la pija…. hacéte la paja mientras me la chupas….. así…. mové esos deditos en tu conchita… metete 3 dedos ahora….. te voy a llenar la boquita de lechita y te la vas a tragar toda como hace tu hija…. que linda puta es suegrita.
Esto hizo que ella se pajeara como una loca, sus dedos se movían a una velocidad increíble, parecía que la concha se le salía de la entrepierna. En el momento de acabar ella apretó con su lengua y su paladar mi pija, eso hizo que yo le diera unos potentes chorros de leche bien adentro de su garganta. Tuvo que sacarse un poco mi pija de la boca porque se ahogaba de tanta leche, yo estaba largando leche como si estuviera meando.
— Suegrita que buen guascaso le di.
— Hermoso, salió muchísimo, hijo de puta ¿cuanto hace que no coges?
— Desde el sábado pasado, estuve esperando este día, ya que sabia que su hija hoy se tenia que ir y podría estar con usted toda la mañana y parte de la tarde.
— ¿Que turrito que sos eh? Lo tenias todo preparado.
— Si, yo le dije la otra vez que la próxima seria inolvidable.
— Y hasta ahora lo es, mira como tengo mi conchita, esta toda abierta, caloradita y bien mojada con mis juguitos.
— Y ahora que va a querer mi suegrita preferida?
— Quiero que mi yernito me coja para que tenga y guarde por un mes.
Nos fuimos al dormitorio, estábamos en la cocina, ya los dos totalmente en pelotas y yo con mi pija al palo otra vez, era como que tenia vida propia. Una vez en el dormitorio ella se tira en la cama con las piernas bien abierta mostrándome toda su conchita bien abierta y brillosa.
— Que linda la tenes ahora vas a ver el tratamiento que le doy a ese hoyito.
— Si, cogeme bien, acá, en la misma cama que te coges a mi hija, quiero que me cojas bien cogida.
— Claro suegrita, le voy a dar pija toda la mañana.
La monto y de un solo envión le meto todo hasta los pelos, ella pega un gemido y levanta la concha para provocar una mas profunda penetración mientras no dejaba de apretarse las tetitas. La cabalgo furiosamente mientras ella comienza a acabar a los gritos y moviendo la concha para todos lados. Termina de acabar y nos damos vuelta y la que monta ahora es ella.
— Ahora quédate bien quietito que te quiero coger yo, decime si mi hija se mueve igual que yo y eso que le llevo más de 20 años a mi hija, ¿no?
A lo que la vieja se pone en cuclillas y empieza a subir y bajar de una forma maravillosa, para sus 54 años realmente estaba en buena forma para coger. Mientras subía y bajaba me ponía los pezones en la boca y me pedía que se los chupara y mordiera. No tardó en acabar, parecía epiléptica, tenia unos movimientos intensos y gritaba como una yegua pidiéndome que la cogiera mas, que quería coger toda la vida así, que le gustaba mi pija, que le llenaba toda la concha y un montón de cosas mas.
Como me apretaba la pija con la concha por su acabada, le dije que le estaba por dar mi lechita bien adentro de sus entrañas, a lo que ella respondió apretándome mucho más la pija con su conchita. Los chorros de leche que le di, fueron para un campeonato de acabadas, me salía leche hasta por los ojos, no podía parar de darle más y mas leche, podía sentir como mi propia leche se me escurría por entre mis huevos.
— YERNO, COMO SALE LECHE DE ESA PIJAAAA!!!!
— Si suegrita, y es toda tuya puta de mierda, te gusta mi leche bien adentro de raja, ¿no? Sos tan puta como tu hija, a las dos les gusta mi leche como a ninguna de las putas que me he podido coger.
— Si, hay mas lindo que la lechita bien caliente y blanca como esta.
Dejo de decir esto y me chupo la pija hasta dejarla bien limpia de mis propios jugos y los de ella. Nos fuimos a bañar y cuando salimos nos volvimos a la cama. Nos estábamos acariciando suavemente, ella ya empezaba a dar signos de querer de nuevo coger, pero yo necesitaba un tiempo mas para reponerme, realmente había acabado como para no querer hacerlo por 3 o 4 días por lo menos. Pusimos la TV.
— Déme tiempo para reponerme suegrita, ¿usted sabe lo que me saco ya, no?
— Claro que si, total a que hora viene mi hija?
— No se, me dijo que estaría acá a eso de las 14:00 hs mas o menos, ¿por?
— Porque ya son las 13:35 y no creo que tengamos tiempo de coger de nuevo, por lo menos por hoy, ¿no?
— No, ya no hay tiempo. Otro día lo hacemos de nuevo, ¿quiere?
— Otro día, mirá el domingo se van a la cancha todos, queres venir a casa y escuchamos los “partidos” juntitos?
— Por supuesto.
Estoy esperando el domingo para irme a escuchar los “partidos” con mi suegrita y realmente pienso hacerle varios goles.
En este encuentro con mi suegrita le he podido sacar unas muy lindas fotitos, primero se rehusó pero después que le saqué algunas y las vió, le encantó la experiencia.
Como recordaran ella tiene 54 años y mi primera “cogida” con ella fue en su casa cuando me sorprendió masturbándome con su bombachita.
Habíamos quedado en tener otro encuentro, mi novia tenia que salir por trabajo y no estaría hasta después del mediodía, por lo cual aproveche para llamar a mi suegra.
— Puedo estar en tu casa en media hora mas o menos.
— OK, pero lo antes posible porque no puedo esperar mas por cogerla otra vez.
— Bueno, además quiero que veas lo que me compré, una ropita interior muy linda.
Realmente ahora que escribo esto me pongo a pensar la muy putita que es la vieja. Llega a casa y apenas cerramos la puerta, baja la mano y comienza a sobarme la pija por arriba de mi joggins, mientras yo la abrazo y le clavo mi lengua dentro de su boca tocándole el culo con las dos manos.
La separo y la miro para apreciar como estaba vestida. Traía una blusa algo ajustada con una pollera como a 5 o 10 cm. por arriba de la rodilla, con unos zapatos tipo chatitas, son unos zapatos que no tienen taco, si una suela muy fina.
— Estás muy linda Betty— ella se llama Beatriz.
— ¿Te Parece ?
— ¡¡¡Claro que si!!!
— ¿Y eso te calienta a vos?
— ¿Si me calienta? Mirá.
Saqué mi pija de su encierro, el slip ya me estaba molestando mucho ya que mi pija peleaba por salir a tomar aire.
— Pero que tenes ahí yernito, ¿eso es para mi?
— Claro, para quien va a ser, ¿te gustaría tenerla entre las manos?
— Mmmm, si, yo quiero.
— Pero primero sacáte la ropa y déjate la interior puesta.
— Bueno.
Al sacarse la blusa pensé que acabaría en ese mismo momento, traía un corpiño blanco con encajes, ajustadito que hacia que sus tetitas resaltaran mas y que sus pezoncitos duritos ya por la calentura, quisieran romper le fina tela del corpiño.
— SUEGRITA, QUE LINDAS TETITAS TENES, fue lo que me salio del alma.
— Te gustan, porque no me las acaricias así se ponen mas lindas todavía.
— Si, pero sacáte la pollera que quiero verte todo el conjuntito completito.
— Bueno.
POR DIOS, cuando se saco la pollera, traía una bombachita de encaje blanco, debo aclarar que la ropa interior blanca me enloquece, con todo encaje en el frente y atrás y unos voladitos de seda hermosos bordeando toda la bombacha desde adelante hasta atrás por ambos lados.
— Te gusta yernito?
— Estoy como loco, te quiero chupar toda la ropa interior ahora mismo.
Sin mas que decir me agaché y empecé a pasar mi lengua por toda la ropa interior, primero por arriba de sus pezoncitos que a cada lamida mía mas duritos se ponían, ella me tomaba de la cabeza y se acariciaba la conchita por arriba de la ropa.
Ella no paraba de gemir y pedirme que la chupara toda, que no dejara nada sin saliva mía, yo, como la primera vez en su casa, estaba totalmente loco de calentura, no podía creer que mi suegra fuera tan puta con su yerno, pero eso hacia que me pusiera mucho mas caliente.
Dejé de chuparle y morderle los pezoncitos y comencé a bajar por su pancita, esta subía y bajaba al ritmo de su respiración, que a esta altura era como que le faltaba el aire, realmente estaba muy caliente. Me tomó de la cabeza y casi me obligaba a bajar a su entrepierna, yo quería alargar todo el tiempo que pudiera ese momento, era algo maravilloso, podía oler su aroma a yegua en celo, de su conchita salía un olor hermoso. Cuando llegué a su bombacha, esta estaba totalmente mojada, sus jugos estaban casi chorreándole por las piernas. Empecé a morder y pasar mi lengua por arriba de su bombachita, esto hacia que ella sacara mucho mas afuera su concha, sentía que quería atravesar la tela con su clítoris, podía sentirlo sobresaliendo contra la fina tela de encaje. Al darme cuenta, comencé a chuparlo y a morderlo.
— Hay que lindo, así chupame la concha así, como siento tu lengua, te voy a dar mis juguitos bien adentro de tu boca.
— Dame tus juguitos putita mía.
— Si soy tu putita, soy tu puta, quiero que me cojas como nunca, quiero que me rompas todo, quiero sentirme bien puta con vos yernito.
— Yo te voy a dar pija todo lo que quieras y quiero que me acabes en la lengua.
— Mmmm, si seguí así que te acabo, move esa lengüita que esta dura y áspera, que lindo se siente, chupame mas que acabo, chupa que acabo, mmmm……… hijo de puta!!! Estoy acabando en tu boca, tomate todos mis juguitos, toma, suegrita Betty te da juguito bien calientito…… mmmmm…… que lindo chupas….. como estoy acabando.
Realmente pensé que se moría, porque dejó de hablar y se derrumbo, sus piernas dejaron de responderle y si no la agarraba se rompía la cabeza contra el piso.
— Se siente bien suegrita — yo algo asustado por como estaba.
— Me siento como una yegua en celo, que lindo que es cuando te chupan la concha y te la chupan bien, así por todos lados y no te da asquito cuando largo mis juguitos.
— ¿Porque me dice eso?
— Porque el boludo de mi marido cada vez que me chupaba y yo le estaba por acabar dejaba de hacerlo y yo me quedaba con unas convulsiones terribles, después si me cogia con todo, pero hasta ese momento me dejaba como la mierda.
— Bueno pero ahora tiene quien se la chupe y se tome sus juguitos.
— SI YERNITO!!!!, pero ahora me toca a mi chuparte esa pijota y tragarme toda tu lechita.
— Si eso quiero que me chupes bien la pija y te tragues toda mi lechita, ¿Eh Suegrita?
— Si yernito, te la voy a chupar mejor que mi hija y mientras te la chupo contame las cositas que se hacen y como le gusta coger a mi nenita
Para que habrá dicho eso, casi me hace acabar en ese mismo momento. Me senté en la mesa y ella en la silla, mi pija le apuntaba directo a su cara, ella me la agarró y empezó a pajearme lentamente, sacaba mi cabecita afuera y le pasaba la lengua sin metérsela adentro de la boca, eso me ponía loco. Le agarré la cabeza y quería atravesarle la nuca, pero ella me empujaba con las manos para hacerme desear.
— Por favor Betty, trágate mi pija y chupamela como nunca me la chuparon.
— Si pero mientras lo hago contame.
— Si, dale, chupámela, así….. mmmmm… que lindo…. tu hija me la chupa igual que vos….. ¿vos le enseñaste a chupar pijas?….. porque se pone tan putita como vos cuando tiene una pija en la boca….. mmmm…. puta de mierda….. mové esa lengua…. así….. lo haces mejor que tu hija…. ella no mueve tan bien la lengüita como vos….. que bien lo haces putita mía… mmmm…. seguí así que tu yernito te va a dar tu ración de lechita caliente y bien blanquita…. sacátela de la boca y chupáme los huevos que a tu hija le encanta chuparme los huevos, se los mete todos en la boca….. mmmmm…. que lindo….. hacés lo mismo que hace tu hija cuando me chupa la pija…. hacéte la paja mientras me la chupas….. así…. mové esos deditos en tu conchita… metete 3 dedos ahora….. te voy a llenar la boquita de lechita y te la vas a tragar toda como hace tu hija…. que linda puta es suegrita.
Esto hizo que ella se pajeara como una loca, sus dedos se movían a una velocidad increíble, parecía que la concha se le salía de la entrepierna. En el momento de acabar ella apretó con su lengua y su paladar mi pija, eso hizo que yo le diera unos potentes chorros de leche bien adentro de su garganta. Tuvo que sacarse un poco mi pija de la boca porque se ahogaba de tanta leche, yo estaba largando leche como si estuviera meando.
— Suegrita que buen guascaso le di.
— Hermoso, salió muchísimo, hijo de puta ¿cuanto hace que no coges?
— Desde el sábado pasado, estuve esperando este día, ya que sabia que su hija hoy se tenia que ir y podría estar con usted toda la mañana y parte de la tarde.
— ¿Que turrito que sos eh? Lo tenias todo preparado.
— Si, yo le dije la otra vez que la próxima seria inolvidable.
— Y hasta ahora lo es, mira como tengo mi conchita, esta toda abierta, caloradita y bien mojada con mis juguitos.
— Y ahora que va a querer mi suegrita preferida?
— Quiero que mi yernito me coja para que tenga y guarde por un mes.
Nos fuimos al dormitorio, estábamos en la cocina, ya los dos totalmente en pelotas y yo con mi pija al palo otra vez, era como que tenia vida propia. Una vez en el dormitorio ella se tira en la cama con las piernas bien abierta mostrándome toda su conchita bien abierta y brillosa.
— Que linda la tenes ahora vas a ver el tratamiento que le doy a ese hoyito.
— Si, cogeme bien, acá, en la misma cama que te coges a mi hija, quiero que me cojas bien cogida.
— Claro suegrita, le voy a dar pija toda la mañana.
La monto y de un solo envión le meto todo hasta los pelos, ella pega un gemido y levanta la concha para provocar una mas profunda penetración mientras no dejaba de apretarse las tetitas. La cabalgo furiosamente mientras ella comienza a acabar a los gritos y moviendo la concha para todos lados. Termina de acabar y nos damos vuelta y la que monta ahora es ella.
— Ahora quédate bien quietito que te quiero coger yo, decime si mi hija se mueve igual que yo y eso que le llevo más de 20 años a mi hija, ¿no?
A lo que la vieja se pone en cuclillas y empieza a subir y bajar de una forma maravillosa, para sus 54 años realmente estaba en buena forma para coger. Mientras subía y bajaba me ponía los pezones en la boca y me pedía que se los chupara y mordiera. No tardó en acabar, parecía epiléptica, tenia unos movimientos intensos y gritaba como una yegua pidiéndome que la cogiera mas, que quería coger toda la vida así, que le gustaba mi pija, que le llenaba toda la concha y un montón de cosas mas.
Como me apretaba la pija con la concha por su acabada, le dije que le estaba por dar mi lechita bien adentro de sus entrañas, a lo que ella respondió apretándome mucho más la pija con su conchita. Los chorros de leche que le di, fueron para un campeonato de acabadas, me salía leche hasta por los ojos, no podía parar de darle más y mas leche, podía sentir como mi propia leche se me escurría por entre mis huevos.
— YERNO, COMO SALE LECHE DE ESA PIJAAAA!!!!
— Si suegrita, y es toda tuya puta de mierda, te gusta mi leche bien adentro de raja, ¿no? Sos tan puta como tu hija, a las dos les gusta mi leche como a ninguna de las putas que me he podido coger.
— Si, hay mas lindo que la lechita bien caliente y blanca como esta.
Dejo de decir esto y me chupo la pija hasta dejarla bien limpia de mis propios jugos y los de ella. Nos fuimos a bañar y cuando salimos nos volvimos a la cama. Nos estábamos acariciando suavemente, ella ya empezaba a dar signos de querer de nuevo coger, pero yo necesitaba un tiempo mas para reponerme, realmente había acabado como para no querer hacerlo por 3 o 4 días por lo menos. Pusimos la TV.
— Déme tiempo para reponerme suegrita, ¿usted sabe lo que me saco ya, no?
— Claro que si, total a que hora viene mi hija?
— No se, me dijo que estaría acá a eso de las 14:00 hs mas o menos, ¿por?
— Porque ya son las 13:35 y no creo que tengamos tiempo de coger de nuevo, por lo menos por hoy, ¿no?
— No, ya no hay tiempo. Otro día lo hacemos de nuevo, ¿quiere?
— Otro día, mirá el domingo se van a la cancha todos, queres venir a casa y escuchamos los “partidos” juntitos?
— Por supuesto.
Estoy esperando el domingo para irme a escuchar los “partidos” con mi suegrita y realmente pienso hacerle varios goles.
En este encuentro con mi suegrita le he podido sacar unas muy lindas fotitos, primero se rehusó pero después que le saqué algunas y las vió, le encantó la experiencia.
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