Este relato es una enfermedad pura, que va a hacer, siempre que llovió paró... y volvió a llover claro
Romina y yo, cada vez más perversos 3
Pasaron un par de días de la visita de Oscar, esa tarde llegue del trabajo Romi me esperaba en la cocina, estaba hermosa como siempre con su calcita y una de esas remeritas hermosas. Me esperaba con el mate listo, la beba dormía, cuando entre me dio unos besos y nos acariciamos mucho. Estaba muy seria y me dijo que quería hablar muy seriamente. Nos sentamos a tomar mate. Romi rompió el fuego.
-Amor, lo que paso antes de ayer es demasiado, me parece. Tenés que poner fin a la situación. Si Oscar llega a llamar o a pasar y vos no estás yo le voy a cortar el rostro. Si lo llegas a traer o a dejar venir, la situación no es más mi responsabilidad. Va a pasar algo muy fuerte y vamos a salir lastimados. Viste que me acabo en los pechos, vos sabes cual es la idea de eso, además que me lleno bien la concha, deci que hace unos poquitos días que me indispuse así que no creo que haya riesgo. Pero no podemos avanzar en esto. Le tenés que poner un fin a la situación. –se hizo un largo silencio, tomamos mate, Romi me miraba esperando una respuesta.
-Bueno entiendo lo que decís, pero no lo puedo remediar, y a vos te encanta también no te hagas la inocente ahora.
-Es verdad, lo recuerdo y me mojo toda. –nos besamos y acariciamos mientras Romi se sentaba en mi regazo.- Pero igual tiene que terminar, sino nosotros vamos a terminar mal.
-No lo puedo frenar mi amor, es más fuerte que yo.
-Bueno, consulta con algún profesional, algún terapeuta o algo así, para empezar hasta que consigas alguien que te ayude empeza por tener el celular apagado.
Esa noche pensé que Romi tenía razón, pero a la vez sentía que lo que pasaba con Oscar me atraía como un imán. Esa noche no podía dormir, pensaba como le contaría a un psicólogo lo que me pasaba, me daría mucha vergüenza siquiera empezar a hablar. Finalmente empecé una terapia, pasaron dos meses de la misma, Oscar me había llamado en un par de oportunidades al celular, yo le había cortado y apagado el celular, sentía que empezaba a tener el control de la situación. A Romi la había llamado en dos ocasiones y le había dicho que estábamos tratando de terminar con esta situación, que nos estaba haciendo mal. Igual el tipo solía insistir periódicamente.
La semana siguiente las cosas se complicaron, mi terapeuta no podía atenderme ninguno de los dos días de la semana porque tenía un congreso. Sentí que mis defensas empezaban a flaquear. El viernes fui con un par de muchachos a tomar una cerveza después del laburo, me despedí de ellos y me subí a la moto y me fui para casa, sonó mi celular y pensé que era Romi y cuando atendí escuche la voz de Oscar:
-¿Ya te vinieron las ganas de ver como me recojo a la puta de tu mujer? –no le contesté pero tampoco corté el teléfono, lo interpretó obviamente como un semáforo verde.-Tengo unas ganas de romperle el culo a Romi, se me hizo tarde en el laburo, porque no me pasas a buscar con la moto así miras como le rompo el culo a tu mujer, ¿eh cornudo? –no podía cortar, estaba atrapado con lo que escuchaba. –Parece que estás calentito, eh cornudo, te espero en la puerta del trabajo, apurate. –y lo sentí cortar, doble con mi moto hacia el lugar.
Ya no tenía ninguna fuerza para resistirme. Estaba vencido. Tenía ganas de llorar pero a la vez estaba muy excitado. Cuando me vió llegar con la moto, el rostro se le ilumino, se subió detrás de mi, salí a toda velocidad hacia casa, cuando llegamos bajamos de la moto, su cara estaba transformada, lo veía más perverso que nunca. Entramos a la casa el detrás de mí la nena dormía, Romi en la cocina, me vino a besar y a abrazar y cuando lo vió a Oscar se quedó quieta en el lugar, Oscar me corrió lentamente hacia un costado y dio una vuelta alrededor de Romi mirándola, evaluándola.
-Así que la señora no tenía ganas de verme. –se acercó desde atrás y la agarro fuerte apoyándola mientras le agarraba los pechos y le mordía el cuello, Romi tiro su cabeza hacia atrás apoyando la cabeza en sus hombros. Oscar empezó a sobarle las tetas, le saco la remera y la calza dejándola desnuda en el medio del comedor. La giro y la puso de rodillas delante de él, le levanto la cabeza para que lo mirara, bajo el cierre de su pantalón y saco su miembro dándoselo a chupar, Romi empezó a chuparlo cada vez más caliente, lo miraba cada vez con más cara de perra. Me miró y sacándose de la boca dijo:
-¡¡No pudiste aguantar..., cornudo... y pajero...!!!, eso vas a ser entonces. –se le volvió a meter en la boca y la chupaba cada vez más caliente, se puso de pie y tomándolo del brazo a Oscar lo llevo hacia el cuarto, me miro al pasar junto a mi.
-Vení a ver como me cogen..., puto..., pajero..., cornudo de mierda...!!!! –lo empujo a Oscar a la cama y le saco el pantalón, Oscar se saco la remera y quedo desnudo. Romi se fue acomodando sobre él.
-Ponete atrás mío y llevame la pija a la concha metela vos...., dale puto... –su voz estaba cada vez más caliente.- Dale aprende como se trata a una perra..., pajero..., puto..., maricon..., -agarré la pija de Oscar y la guié a su concha, metiendosela de a poco.
-Como te sentís?, llevando la pija de mi macho a mi concha..., te gusta..., puto!!!, cornudo..., te vas a tener que acostumbrar a pajearte porque lo vas a hacer más seguido. –se acomodo sobre Oscar y empezó a cogerlo con su cadera moviéndose a mas no poder, Oscar tenía una cara de perverso máximo, sus manos empezaron a pellizcar duro los pezones.
-Me duele Oscar...
-Callate puta, así que no me querías recibir... –y la volvió a pellizcar.
-Perdón mi macho..., ¿qué querés que haga la puta..., para que la perdones...?
-Primero te voy a romper bien el culo que lo extraño.
-Lo que vos digas mi señor...!!!, hacemelo mierda..., que no me pueda sentar por un mes...!!!, y se salió de él y se quedo en cuatro sobre la cama.
-Infeliz!!!, trae un lubricante así mi macho me rompe bien el culo..., puto de mierda!!!
Volví del baño con un tarro de aceite para bebes.
-Que tierno, aceite para bebes..., dijo Oscar.
-Lubricamelo bien para mi macho y lubricale bien la pija a él..., no vas a tener lugar donde meter los cuernos... después de hoy..., puto..., pajero...
Empecé con el culo de Romi, Oscar me dijo que solo tirara un chorro que el lo repartía, empezó a juguetear con sus dedos, poniéndose de rodillas detrás de Romi. Me indicó que le lubricara su pija. Era la primera que toqueteaba y me sentía raro. Romi se puso a mirarme.
-Te gustan las pijas también..., ¿queres probarla...?, maricón..., es la del macho de tu mujer..., la que le va a partir el culo en dos..., puto...!!!! –Oscar se acomodó y la fue metiendo de a poco, la cara de Romi se transformo.
-Que delicia Oscar..., perdón por no haberte dejado venir..., cobrate con mi culo..., rómpemelo bien... por favor..., que mire el puto..., no sirve para nada.... –Oscar la agarró de la cintura y le empezó a dar bien duro, aguantaba un montón el tipo. En un momento se salió y trayendo una silla del comedor se sentó y la llamó a Romi sentándola en su miembro. Se la metió hasta el fondo del culo.
-Si mi macho..., que rico..., me perdonas?
-Te voy a perdonar..., si le das la teta a tu hija mientras te quedas sentada en mi pija.
-Ay...!!!!, no por favor...!!!, nnno seas guacho... y movía el culo sobre la pija de Oscar
-¿No querés que te perdone?
-Infeliz trae a la nena. –yo estaba conmocionado y más tarado que nunca, traje a la beba. Romi dormida como estaba la acomodo y le fue poniendo el pezón en la boca para que empezara a mamar, la nena se prendió al pecho. Oscar miraba por sobre el hombro, le dijo al oído a Romi en tono normal.
-Muy bien perrita, vas mejorando. -Romi empezó a tener un orgasmo.- Parece que te gusta, ¿eh? –Romi no contestaba, se mordía el labio inferior y estaba acabando. La nena tomaba de un pecho y Oscar jugueteaba con sus dedos pellizcando el otro. En un momento me indico a mi que me llevara a la nena, sin sacar la pija acomodo a Romi sobre la silla y la empezó a coger así como estaba. La bombeo hasta que exploto mientras Romi también volvía a acabar. Oscar se salió y empezó a cambiarse, dijo que tenía que llegar a su casa que su mujer lo esperaba. Le dio un duro cachetazo en el culo a Romi y la tomo del pelo.
-Nos vamos entendiendo puta?, le soltó el pelo y salió. El culo de Romi estaba muy abierto y la leche salía de él, se tiro en la cama y se durmió llorando, yo me fui a dormir al comedor.
Romina y yo, cada vez más perversos 3
Pasaron un par de días de la visita de Oscar, esa tarde llegue del trabajo Romi me esperaba en la cocina, estaba hermosa como siempre con su calcita y una de esas remeritas hermosas. Me esperaba con el mate listo, la beba dormía, cuando entre me dio unos besos y nos acariciamos mucho. Estaba muy seria y me dijo que quería hablar muy seriamente. Nos sentamos a tomar mate. Romi rompió el fuego.
-Amor, lo que paso antes de ayer es demasiado, me parece. Tenés que poner fin a la situación. Si Oscar llega a llamar o a pasar y vos no estás yo le voy a cortar el rostro. Si lo llegas a traer o a dejar venir, la situación no es más mi responsabilidad. Va a pasar algo muy fuerte y vamos a salir lastimados. Viste que me acabo en los pechos, vos sabes cual es la idea de eso, además que me lleno bien la concha, deci que hace unos poquitos días que me indispuse así que no creo que haya riesgo. Pero no podemos avanzar en esto. Le tenés que poner un fin a la situación. –se hizo un largo silencio, tomamos mate, Romi me miraba esperando una respuesta.
-Bueno entiendo lo que decís, pero no lo puedo remediar, y a vos te encanta también no te hagas la inocente ahora.
-Es verdad, lo recuerdo y me mojo toda. –nos besamos y acariciamos mientras Romi se sentaba en mi regazo.- Pero igual tiene que terminar, sino nosotros vamos a terminar mal.
-No lo puedo frenar mi amor, es más fuerte que yo.
-Bueno, consulta con algún profesional, algún terapeuta o algo así, para empezar hasta que consigas alguien que te ayude empeza por tener el celular apagado.
Esa noche pensé que Romi tenía razón, pero a la vez sentía que lo que pasaba con Oscar me atraía como un imán. Esa noche no podía dormir, pensaba como le contaría a un psicólogo lo que me pasaba, me daría mucha vergüenza siquiera empezar a hablar. Finalmente empecé una terapia, pasaron dos meses de la misma, Oscar me había llamado en un par de oportunidades al celular, yo le había cortado y apagado el celular, sentía que empezaba a tener el control de la situación. A Romi la había llamado en dos ocasiones y le había dicho que estábamos tratando de terminar con esta situación, que nos estaba haciendo mal. Igual el tipo solía insistir periódicamente.
La semana siguiente las cosas se complicaron, mi terapeuta no podía atenderme ninguno de los dos días de la semana porque tenía un congreso. Sentí que mis defensas empezaban a flaquear. El viernes fui con un par de muchachos a tomar una cerveza después del laburo, me despedí de ellos y me subí a la moto y me fui para casa, sonó mi celular y pensé que era Romi y cuando atendí escuche la voz de Oscar:
-¿Ya te vinieron las ganas de ver como me recojo a la puta de tu mujer? –no le contesté pero tampoco corté el teléfono, lo interpretó obviamente como un semáforo verde.-Tengo unas ganas de romperle el culo a Romi, se me hizo tarde en el laburo, porque no me pasas a buscar con la moto así miras como le rompo el culo a tu mujer, ¿eh cornudo? –no podía cortar, estaba atrapado con lo que escuchaba. –Parece que estás calentito, eh cornudo, te espero en la puerta del trabajo, apurate. –y lo sentí cortar, doble con mi moto hacia el lugar.
Ya no tenía ninguna fuerza para resistirme. Estaba vencido. Tenía ganas de llorar pero a la vez estaba muy excitado. Cuando me vió llegar con la moto, el rostro se le ilumino, se subió detrás de mi, salí a toda velocidad hacia casa, cuando llegamos bajamos de la moto, su cara estaba transformada, lo veía más perverso que nunca. Entramos a la casa el detrás de mí la nena dormía, Romi en la cocina, me vino a besar y a abrazar y cuando lo vió a Oscar se quedó quieta en el lugar, Oscar me corrió lentamente hacia un costado y dio una vuelta alrededor de Romi mirándola, evaluándola.
-Así que la señora no tenía ganas de verme. –se acercó desde atrás y la agarro fuerte apoyándola mientras le agarraba los pechos y le mordía el cuello, Romi tiro su cabeza hacia atrás apoyando la cabeza en sus hombros. Oscar empezó a sobarle las tetas, le saco la remera y la calza dejándola desnuda en el medio del comedor. La giro y la puso de rodillas delante de él, le levanto la cabeza para que lo mirara, bajo el cierre de su pantalón y saco su miembro dándoselo a chupar, Romi empezó a chuparlo cada vez más caliente, lo miraba cada vez con más cara de perra. Me miró y sacándose de la boca dijo:
-¡¡No pudiste aguantar..., cornudo... y pajero...!!!, eso vas a ser entonces. –se le volvió a meter en la boca y la chupaba cada vez más caliente, se puso de pie y tomándolo del brazo a Oscar lo llevo hacia el cuarto, me miro al pasar junto a mi.
-Vení a ver como me cogen..., puto..., pajero..., cornudo de mierda...!!!! –lo empujo a Oscar a la cama y le saco el pantalón, Oscar se saco la remera y quedo desnudo. Romi se fue acomodando sobre él.
-Ponete atrás mío y llevame la pija a la concha metela vos...., dale puto... –su voz estaba cada vez más caliente.- Dale aprende como se trata a una perra..., pajero..., puto..., maricon..., -agarré la pija de Oscar y la guié a su concha, metiendosela de a poco.
-Como te sentís?, llevando la pija de mi macho a mi concha..., te gusta..., puto!!!, cornudo..., te vas a tener que acostumbrar a pajearte porque lo vas a hacer más seguido. –se acomodo sobre Oscar y empezó a cogerlo con su cadera moviéndose a mas no poder, Oscar tenía una cara de perverso máximo, sus manos empezaron a pellizcar duro los pezones.
-Me duele Oscar...
-Callate puta, así que no me querías recibir... –y la volvió a pellizcar.
-Perdón mi macho..., ¿qué querés que haga la puta..., para que la perdones...?
-Primero te voy a romper bien el culo que lo extraño.
-Lo que vos digas mi señor...!!!, hacemelo mierda..., que no me pueda sentar por un mes...!!!, y se salió de él y se quedo en cuatro sobre la cama.
-Infeliz!!!, trae un lubricante así mi macho me rompe bien el culo..., puto de mierda!!!
Volví del baño con un tarro de aceite para bebes.
-Que tierno, aceite para bebes..., dijo Oscar.
-Lubricamelo bien para mi macho y lubricale bien la pija a él..., no vas a tener lugar donde meter los cuernos... después de hoy..., puto..., pajero...
Empecé con el culo de Romi, Oscar me dijo que solo tirara un chorro que el lo repartía, empezó a juguetear con sus dedos, poniéndose de rodillas detrás de Romi. Me indicó que le lubricara su pija. Era la primera que toqueteaba y me sentía raro. Romi se puso a mirarme.
-Te gustan las pijas también..., ¿queres probarla...?, maricón..., es la del macho de tu mujer..., la que le va a partir el culo en dos..., puto...!!!! –Oscar se acomodó y la fue metiendo de a poco, la cara de Romi se transformo.
-Que delicia Oscar..., perdón por no haberte dejado venir..., cobrate con mi culo..., rómpemelo bien... por favor..., que mire el puto..., no sirve para nada.... –Oscar la agarró de la cintura y le empezó a dar bien duro, aguantaba un montón el tipo. En un momento se salió y trayendo una silla del comedor se sentó y la llamó a Romi sentándola en su miembro. Se la metió hasta el fondo del culo.
-Si mi macho..., que rico..., me perdonas?
-Te voy a perdonar..., si le das la teta a tu hija mientras te quedas sentada en mi pija.
-Ay...!!!!, no por favor...!!!, nnno seas guacho... y movía el culo sobre la pija de Oscar
-¿No querés que te perdone?
-Infeliz trae a la nena. –yo estaba conmocionado y más tarado que nunca, traje a la beba. Romi dormida como estaba la acomodo y le fue poniendo el pezón en la boca para que empezara a mamar, la nena se prendió al pecho. Oscar miraba por sobre el hombro, le dijo al oído a Romi en tono normal.
-Muy bien perrita, vas mejorando. -Romi empezó a tener un orgasmo.- Parece que te gusta, ¿eh? –Romi no contestaba, se mordía el labio inferior y estaba acabando. La nena tomaba de un pecho y Oscar jugueteaba con sus dedos pellizcando el otro. En un momento me indico a mi que me llevara a la nena, sin sacar la pija acomodo a Romi sobre la silla y la empezó a coger así como estaba. La bombeo hasta que exploto mientras Romi también volvía a acabar. Oscar se salió y empezó a cambiarse, dijo que tenía que llegar a su casa que su mujer lo esperaba. Le dio un duro cachetazo en el culo a Romi y la tomo del pelo.
-Nos vamos entendiendo puta?, le soltó el pelo y salió. El culo de Romi estaba muy abierto y la leche salía de él, se tiro en la cama y se durmió llorando, yo me fui a dormir al comedor.
3 comentarios - Romina 24, sigue la historia
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Es difícil comentar esto.
Pero bueno, la mente y el sexo son así...